Llevamos unos pocos años viendo los primeros modelos 8K. Pero, desde el año pasado, los grandes fabricantes han empezado a tomarse muy en serio este nuevo formato, para ofrecer Smart TV de gran calidad y que destacan por apostar por una resolución para la que apenas hay contenido. Solo hay que ver las presentaciones realizadas durante la última edición del CES, donde Samsung mostró su nueva televisión 8K, igual que Sony o LG. Y luego está Xiaomi con su 8K Ready.
Sí, es cierto que al formato 8K todavía le queda mucho por demostrar. Hasta ahora hemos visto modelos con pantallas de, como mínimo, 75 pugadas. Y, aunque con esta diagonal de pantalla podremos disfrutar de unos contenidos de altura a una distancia reducida, también es cierto que este formato en paneles más pequeños apenas destacaría respecto a un televisor de primer nivel con una pantalla 4K UHD nativa.
8K Ready, la útima estafa del sector de las Smart TV
Por otro lado, tenemos la guerra del 8K que están luchando Samsung y LG por un problema de certificación. Por un lado, Samsung apoya un formato, mientra que LG apuesta por otro. En resumen: no se ponen de acuerdo con las característica que debe tener una Smart TV para tener el apreciado logotipo 8K. ¿Y qué pasa con el 8K Ready? Pues que, sencillamente es una maniobra de marketing.
Sí, sencillamente estamos ante una estrategia con la que manipular al cliente y hacerle pensar que este estándar existe, cuando realmente no es así. Y claro, más de un usuario habrá caído ante los cantos de sirena del 8K Ready. Más que nada porque el precio de este tipo de soluciones es infinitamente más comedido que el de un producto 8K real.
Y es que, en septiembre la CTA (Consumer Technology Association), informó de los requisitos que debe cumplir una Smart TV para tener el logotipo 8K Ultra HD, que eran las siguientes:
La pantalla puede denominarse 8K Ultra High Definition o 8K UHD si tiene los siguientes atributos:
Resolución de pantalla: La pantalla tendrá al menos 33 millones de píxeles activos, con al menos 7680 horizontalmente y 4320 verticalmente dentro de una ventana visible de 16: 9. La relación de aspecto de la imagen se producirá correctamente y no se distorsionará. Los píxeles físicos deben ser direccionables individualmente de manera que la resolución horizontal y vertical anterior se pueda demostrar en toda la gama de colores proporcionada por la pantalla y se mida de acuerdo con las pautas establecidas para la medición de la resolución visible especificadas en la versión 1.03c, sección 7.8, de El Estándar Internacional de Medición de Pantalla (IDMS) especificado por el Comité Internacional de Metrología de Pantalla (ICDM). La pantalla debe cumplir con un mínimo del 50% de modulación de contraste utilizando un patrón de parrilla 1×1. *
* – Si la medición del contraste depende de la fase, el promedio de las mediciones de las dos fases se utilizará para el cálculo de la modulación del contraste como se describe en la sección 7.2 del IDMS 1.03c.
Conversión ascendente: la pantalla es capaz de escalar videos SD, HD y 4K y mostrarlos con una resolución de pantalla de 8K o mejor.
Entradas digitales: tiene una o más entradas HDMI que admiten las siguientes características:
– Resolución de 7680×4320 píxeles.
– Profundidad de bits de 10 bits.
– Exploración progresiva.
– Velocidades de cuadro de 24, 30 y 60 cuadros por segundo, así como en el asociado
1000/1001 tasas de cuadros fraccionales.
– Velocidades de fotogramas de 25 y 50 fotogramas por segundo para pantallas destinadas a usarse en 50 Hz
regiones.
– Funciones de transferencia HDR especificadas por ITU-R BT.2100.
– Colorimetría RGB y el formato de señal de luminancia no constante Y’C’BC’R, como
especificado por ITU-R BT.2100.
– Al menos una de las entradas HDMI 7680×4320 debe ser compatible con HDCP v2.2 o equivalente
Profundidad de bits: tiene la capacidad de recibir imágenes de 8K de 10 bits y presentar una imagen que muestra la capacidad de respuesta a los cambios en cualquiera de los 10 bits. No se especifica la forma exacta de procesamiento.
Aquí vemos varios puntos muy importantes. El primero, l pantalla debe tener una resolución de, por lo menos 7.680 x 4.320 píxeles activos y relación de aspecto 16:9, además de ser capaz de recibir y procesar una señal de vídeo con la misma resolución, y una profundidad de color de 10 bits. Es cierto que hay alguna que otra ligera diferencia con los requisitos de la Asociación 8K (que respaldan marca como Panasonic, Samsung, Hisense o TCL entre otras firmas). Pero ambas certificaciones tienen una serie de normas conjuntas. Y no, el 8K Ready no lo cumple ni en sus sueños.
A lo largo de los últimos meses, Xiaomi ha presentado varios modelos con esta «tecnología». Y lo ponemos entre comillas para que te quede claro que es más una maniobra de marketing que otra cosa. El modelo que inició todo, fue una Smart TV con 8K Ready de la firma china que dejó con la boca abierta a la prensa especializada. Más, viendo que hay un modelo de 65 pulgadas por menos de 500 euros al cambio. ¿Una Smart TV 8K a ese precio? Imposible.
Y claro que era imposible. Más que nada porque este televisor cuenta con una pantalla 4K UHD capaz de ofrecer una resolución de 3.840 x 2.160 puntos. Claro, a ese precio es lógico que no sean 8K real. Entonces, ¿a qué hace referencia el término Ready? Pues en la letra pequeña encontramos la respuesta: «admite la reproducción de vídeo 8K«.
Sí, el 8K Ready significa que se puede reproducir vídeo en 8K, pero reescalado
Aquí es donde radica la gran mentira que ha conseguido engañar a unos cuantos miles de clientes en China. Más que nada porque cualquier televisor 4K es capaz de reproducir contenidos en 8K. Lo único que necesita es un procesador lo suficientemente potente para ser capaz de reescalar los fotogramas del vídeo en formato 8K y ajustar la la colorimetría del espacio de color BT.2100 al mapa de tonos de la Smart TV 4K desde la que estás reproduciendo dicho contenido.
O lo que es lo mismo: reducir la calidad para que se pueda ver en 4K sin que haya pérdida de información. Vamos, que el proceso es bastante habitual (seguramente hayas visto películas y series 4K en tu Smart TV Full HD sin mayores problemas…). Si nos ponemos quisquillosos, es un hecho que Xiaomi y Honor (sí, su Smart TV también presume de soporte 8 Ready) no están engañando al cliente. Evidentemente sus televisores son capaces de reproducir contenidos en 8K, aunque muchos otros modelos también lo pueden hacer.
Y, lo más importante: cualquier usuario que no sepa de estos temas pensará que 8K Ready será una resolución que estará entre el 8K y el 4K. Nada más lejos de la realidad, como habrás podido comprobar.
¿Cómo e puede pasar un contenido de 8K a 4K en mi Smart TV?
La forma más sencilla para ver un contenido en 8K, sería a través de YouTube. Evidentemente, si buscas vídeos en este formato en el popular servicio de contenidos multimedia de Google, encontrarás un buen abanico de posibilidades. Y sí, ya puedes marcar la máxima resolución que tu televisor lo va a reproducir perfectamente. Incluso puede que tengas la sensación de que se ve mejor que nunca.
Pero, ¿cómo puedes ver un contenido de este tipo si tu Smart TV, teléfono móvil o tablet no tienen la certificación 8K Ready? Pues muy sencillo: porque la aplicación que utilizamos se encarga de reducir la resolución de forma automática. ¿Y qué pasa si utilizamos una fuente de vídeo externa, como un reproductor de Blu-ray a través de un puerto HDMI.
Y aquí es donde entramos en el siguiente gran engaño, que deja claro que el 8K Ready no es para nada lo que da a entender. Para empezar, si queremos ver un contenido en este formato, hay que sutilizar una entrada HDMI 2.1, ya que es capaz de ofrecer una velocidad de transferencia máxima de 48 Gbps, ideal para poder transmitir señales 8K a 60 fotogramas por segundo. Evidentemente, ninguna de las soluciones presentadas por Xiaomi y Honor (y la mayoría de fabricantes…) cuentan con este formato. Así que, imposible reproducir contenido alguno así.
Por otro lado, podríamos utilizar una memoria USB 3.0 con una película 8K en su interior. Pero claro, hace falta una aplicacióon que cuente con lo estándares de compresión H.265 o VP9. En este caso no sería demasiado difícil poder reproducir un vídeo en este formato en cualquier Smart TV. Y, lo más probable es que tu televisor sea capaz de hacerlo sin mayores problemas. Eso sí, lo verás en el formato de tu tele.
Entonces, ¿para qué sirve el 8K Ready?
Pues la respuesta es más bien sencilla: para nada. Sencillamente es una maniobra de marketing con la que engañar a algún cliente incauto que se compre una de las soluciones de Xiaomi y Honor pensando que será capaz de reproducir contenidos en formato 8K. Y no es verdad. La realidad es que, la única bondad real es que estos productos son capaces de reproducir vídeos en formato 8K, aunque rebajando la resolución para adaptarla al 4K real.
Evidentemente, el contenido 8K se verá mucho peor en una Smart TV 8K Ready que en un televisor 8K Real. Pero, la única ventaja real es que podrás reproducir cualquier vídeo en tu televisor UHD. Pero aquí tenemos dos problemas: por un lado, muchas Smart TV actuales ya son capaces de reproducir vídeo en calidad 8K. Y por otro lado, hay tan pocas películas y series que no vale la pena apostar por esta resolución. Y este es el motivo real por el que no te ha de preocupar en absoluto seguir apostando por televisores 4K.