Seguro que has estado tentado de activar la opción de ahorro de energía o «Eco» en tu televisor maás de una vez. Craso error; como hemos explicado más de una vez en nuestras guías de primeros pasos, uno de los puntos clave que verás es el de desactivar la opción de ahorro de energía, aunque creo que nunca hemos dedicado un artículo entero a explicar por qué.
Este artículo, además, se aplica igualmente a aquellos que queráis ahorrar en la factura de la luz, ya que hay otras opciones si lo que queréis es bajar el coste de la factura eléctrica. Pero nunca -tanto si eres de los que quieres ahorrar al máximo en todos los servicios de una casa como el que prioriza al máximo la calidad de imagen-, deberías activar la dichosa opción, que por otra parte es obligatoria en todos los países de la Unión Europea, así como un cartel avisando al cambiar de opciones. Hoy veremos por qué.
La controversia de la Unión Europea y la manía de «dejar el televisor tal y como viene de serie«
Si, ya hemos hablado varias veces de cómo la Unión Europea ha intentado reducir el consumo de los televisores por la vía rápida: prohibiendo y obligando a las marcas a poner un modo «Eco» para, que en ese modo, si cumpla con las estrictas reglas de Bruselas. Y a eso hay que sumar que en todo televisor vendido en la UE, debe tener un cartel avisando cada maldita vez de cada cambio en parámetros como el contraste, brillo, etc., un incordio que por suerte en algunos modelos podemos desactivar.
El principal problema es que, unido a todo eso, mucha gente -la mayoría, sinceramente-, sigue dejando el televisor tal cual sale de la caja, pese a que nos hemos esforzado multitud de veces en explicar que no solo es un error por el modo ahorro de energía o eco si no porque en cualquier otro modo que suelen venir recién sacadas de la caja –Estándar, Deportes, etc.-, sigue siendo un horror fuera de toda norma. Y generalmente ese modo suele ser, si, el modo Ahorro de energía.
Por qué el modo ahorro de energía es la peor opción que podrías activar en tu televisor
Uno de las principales preocupaciones de la Unión Europea es reducir el consumo energético y, en parte, esa «manía» se ha trasladado a buena parte de los consumidores, que ha visto como una de sus obsesiones es conseguir una «huella energética» mínima, aunque sea a costa de la calidad de imagen, uno de los pilares que deberíamos tener en cuenta en…un televisor. Es su principal función.
Y ahí entra uno de los problemas: la gente, por norma general, no suele leer blogs como este ni vídeos como los que tenéis en nuestro canal de youtube, por lo que suelen quedarse con el modo ahorro de energía o ECO activados. Un error mayúsculo ya que:
- Estos modos están enfocados en ahorrar el máximo posible de consumo energético, no se enfocan en la calidad de imagen.
- Usan, normalmente, un sensor de brillo para ir subiendo y bajando el brillo en función de la luz de la sala. Otro error, ya que el brillo debe ser estable para no ver parpadeos constantes.
- Además, en HDR es una aberración tocar el brillo, ya que éste usa una curva relativa (PQ EOTF), que significa que el televisor debe asignar un brillo determinado en función de la escena. Si «capamos» el brillo con el ahorro energético, lo mandamos todo al traste.
- Relacionado con lo anterior, necesitamos el máximo de brillo del panel en HDR para ver bien los detalles especulares de este tipo de material.
- Normalmente, estos modos «capan» uno de los colores primarios que se usan para generar la luz (el azul, en la mayoría de casos), por lo que tendremos un exceso de verde y rojo en la imagen.
En definitiva: activar el modo «ECO» o ahorro de energía es una absoluta aberración que debería estar prohibido para todo aquel que ame el cine. Lo que está claro es que los fabricantes han tenido que ponerse de rodillas ante los poderes políticos en lugar de ante los creadores artísticos. Al menos, en AVPasión, ya sabéis por qué esta opción debería estar siempre deshabilitada.