Si estás empezando en el mundo del cine en casa es muy posible que tengas un lío en la cabeza bastante importante. Para disfrutar de las películas en casa tenemos muchas opciones, pero no todas ofrecen la misma experiencia. No es lo mismo ver una película o serie con los altavoces del televisor que con una barra de sonido. Y tampoco es lo mismo verla con una barra de sonido que con un sistema de altavoces y receptor AV. En este artículos nos vamos a centrar precisamente en esta última opción. Y más concretamente en los altavoces que necesitamos para montar un buen sistema de cine en casa.
La idea no es realizar una selección de altavoces, sino explicar para todos los públicos qué altavoces se necesitan, cuál es la función de cada uno de ellos y qué deberías tener en cuenta para distribuir mejor el presupuesto que destines a un sistema de cine en casa. Nos vamos a centrar en los altavoces, pero debéis saber que para montar un cine en casa necesitaréis también un receptor AV o un sistema formado por un procesador AV y un o unos amplificadores. Esto se deba a que los altavoces que se suelen usar para un cine en casa son pasivos, es decir, no tienen amplificación integrada.
Cómo «leer» una configuración de cine en casa
Lo primero que debemos saber es qué significan los diferentes números que se utiliza a la hora de definir un sistema de cine en casa. Desde hace muchos años los sistemas de cine en casa se definían como 5.1. Sin embargo, con la llegada del Dolby Atmos ahora tenemos un tercer número en estas configuraciones. Por ejemplo, lo más habitual en un salón será un 5.1.2 o un 5.1.4; mientras que en una sala dedicada lo habitual es montar un sistema 7.1.4 o superior. Así que, ¿qué significan estos número?:
- El primer número es la cantidad de altavoces que tenemos «a nuestra altura».
- El segundo número es la cantidad de subwoofers que tenemos en el sistema. Lo habitual es uno, pero como luego veremos lo ideal es tener mínimo dos.
- El tercer número es la cantidad de altavoces de altura para los efectos Dolby Atmos que vamos a instalar.
Ahora que ya sabemos la cantidad de altavoces que marca cada número, nos falta saber dónde se colocan. Respecto al primero número, el que marca los altavoces a «nuestra altura», lo habitual es tener 3 altavoces en la parte frontal (izquierda, central y derecha; de ahí que se conozca como trío frontal o LCR) y el resto son altavoces de sonido envolvente.
Si tenemos un sistema con 5 altavoces, el más habitual, tendremos tres de ellos en la parte frontal, junto a la pantalla. Y los otros dos los tendremos que colocar a los lados de la posición principal del oyente, ligeramente retrasados (como podéis ver en la imagen sobre estas líneas).
Otro sistema muy habitual, aunque generalmente reservado a usuarios que tienen una sala dedicada o un salón muy bien pensado para el cine en casa, es el que cuenta con 7 altavoces «principales». Si es tu caso, la forma de colocarlos es como puedes ver en la siguiente imagen:
Es decir, el trío frontal es inamovible. En cuanto al resto de altavoces, lo ideal es colocar dos en los laterales de la posición principal de escucha y otros dos en la parte trasera, más alejados que en el caso de que tengamos solo dos altavoces surround. Esta colocación permitirá que el movimiento del sonido sea mucho más completo y pueda envolver al oyente.
En cuanto a los altavoces Atmos, básicamente tenemos tres posiciones: en el techo (posición ideal), encima de los altavoces delanteros y traseros (conocido en inglés como Atmos-enabled) y sobre los altavoces delanteros o traseros (en la pared, lo más alto posible).
Como decíamos, la posición ideal es colocados en el techo, ya que es la mejor forma de que el sonido vaya directo a la posición de escucha. Si los colocamos sobre los altavoces delanteros y traseros, tendremos que confiar en el rebote, ya que el sonido se emitirá hacia arriba, rebotará en el techo y se dirigirá a la posición principal del oyente. Y la tercera opción es utilizar los altavoces que tienen forma de cuña, que nos permite colocarlos justo por encima de los altavoces frontales, traseros o incluso en un lateral. Esta opción nos permite tener un sonido que viene del techo, aunque no esté perfectamente posicionado sobre nuestras cabezas.
Por no liarnos en exceso, ya que se haría muy largo, os recomendamos echar un vistazo a las guías de colocación de altavoces que tiene Dolby. Tienen muchas configuraciones predefinidas y os puede ayudar mucho a la hora de decidir cómo colocar vuestros altavoces. Está en inglés, pero es fácil de seguir.
Qué función realiza cada altavoz
Empecemos por el trío frontal, los altavoces más importantes de cualquier sistema de cine en casa. Está formado por tres altavoces y lo ideal sería que los tres fueran idénticos. Pero esto solo es habitual en salas dedicadas, donde la colocación de los altavoces y la estética tiene menos limitaciones. Lo habitual es que los altavoces colocados a la izquierda y la derecha de la pantalla sean el mismo (sería un poco raro tener un modelo de cada). Pueden ser altavoces de suelo, de estantería, de pared o incluso estar detrás de una pantalla acústicamente transparente.
Los altavoces izquierdo y derecho reciben mucha información de la pista de audio de una película o serie, siendo los encargados de reproducir gran parte de la banda sonora de la misma. Además, si vamos a utilizar nuestro sistema también para escuchar música, debes tener en cuenta que estos dos altavoces cobran todavía más importancia, ya que en una pista estéreo son los únicos que funcionan (sí, ya sabemos que existen sistemas de virtualización que permiten escuchar música por todos los altavoces, pero no es lo ideal).
El tercero en discordia si hablamos del trío frontal es el canal central. Como decíamos, lo ideal es que sea idéntico a los otros dos altavoces, pero generalmente esto no será posible. Esto se debe a que este altavoz se debe colocar en la parte inferior de la pantalla (lo ideal sería detrás de la pantalla), de ahí que casi todos los canales centrales tengan un diseño horizontal. El central es un altavoz al que muchas veces no le hacemos demasiado caso y esto es un grandísimo error. Es uno de los canales más importantes de un sistema de cine en casa, por no decir el más importante.
Casi todos los diálogos de una película se reproducen a través del canal central, así que es un altavoz clave en un sistema de cine en casa. Para conseguir un ajuste perfecto entre los tres canales delanteros, lo ideal es que los tres altavoces que usemos sean de la misma marca y, a poder ser, incluso de la misma serie. De esta forma, aunque no sean exactamente iguales, como los fabricantes usan los mismos componentes tendremos un sonido prácticamente idéntico en los tres altavoces.
Dicho esto, creemos que queda claro que el trío frontal es súper importante en un cine en casa y es donde tendremos que destinar gran parte de nuestro presupuesto. Si una serie tiene varios modelos de canal central, nuestro consejo es que escojas el más grande siempre que sea posible. No escatimes en estos tres altavoces, ya que es probable que los mantengas durante muchos años.
En cuanto a los altavoces surround o para sonido envolvente, vamos a necesitar mínimo dos (izquierda y derecha). Si tenemos sitio y presupuesto, lo ideal es tener cuatro. Pero lo cierto es que, al menos en un salón, es muy poco habitual. Al igual que ocurre con los altavoces frontales, estos pueden ser de varios tipos: de suelo, de estantería, de pared o empotrables.
Hace algunos años los altavoces para el sonido envolvente no tenían demasiado importancia, porque solo reproducían unos pocos sonidos de vez en cuando durante la película, ya que los montajes sonoros eran mucho más sencillos. Pero ahora, con la llegada de los formatos HD y sobre todo del Dolby Atmos, cobran una mayor importancia, ya que los técnicos de sonido envían mucha más información a estos altavoces que antes. Así pues, sin ser tan importantes como el trío frontal, tampoco debemos descuidar en exceso su calidad.
Una vez más, para tener el mejor sistema de cine en casa posible los altavoces surround deberían ser idénticos a los frontales. Pero en la gran mayoría de casos esto será imposible, tanto por estética como por precio. Y de nuevo, deberíamos procurar que, aunque sean más pequeños que los frontales, sí que sean de la misma marca y serie para conseguir una cohesión sonora perfecta.
Nos faltan los altavoces para los efectos Atmos, es decir, los altavoces de altura. En nuestros análisis de los Blu-Rays 4K UHD de algunos de los últimos títulos que han llegado al mercado muchas veces vemos que la gran mayoría de las películas realizan un uso muy esporádico de los canales de altura. Sin embargo, cuando el montaje de sonido es bueno, puede ser una delicia tener unos buenos altavoces que sean capaces de reproducir todo el sonido que se les envía.
Al igual que hemos comentado con el resto, lo ideal es que los altavoces Atmos sean de la misma marca y serie que todos los demás altavoces. Sin embargo, quizás en los Atmos sea donde menos importancia tenga, ya que los efectos de techo sí que son mucho más esporádicos en una banda sonora. Aún así, creemos que los ingenieros de sonido cada vez usarán más las posibilidades del formato Atmos, así que si te quieres asegurar de tener un buen sistema desde el principio para que «aguante» muchos años, no escatimes en exceso en estos altavoces.
Y llegamos a otro de los altavoces más importantes de un sistema de cine en casa. Puede que el más importante junto con el central. Sí, efectivamente, nos referimos al subwoofer. El objetivo principal de este altavoz es proporcionar esa base profunda que tan necesaria es para que las explosiones, disparos, choques y demás sonidos fuertes se sientan además de oírse. Los subwoofers más habituales son los que vemos casi siempre, es decir, pequeños o grandes cubos que cuentan con su propia amplificación y que se conectan al receptor AV mediante un cable RCA o a través de un sistema inalámbrico. Pero también existen los subwoofers empotrados en pared, aunque estos generalmente solo se usan en instalaciones dedicadas.
El subwoofer se encarga de reproducir la llamada pista LFE de una banda sonora (Low Frequency Effects), es decir, los efectos de baja frecuencia. El receptor o procesador AV es el que manda estas frecuencias al subwoofer y libera así a los altavoces principales de reproducirlas, consiguiendo dos beneficios importantes. El primero es una mejor reproducción de esas frecuencias, ya que el subwoofer es un altavoz específicamente diseñado para ellas. Y el segundo es liberar a los altavoces principales de esas frecuencias que, muchas veces, no serán capaces de reproducir.
Algo a tener en cuenta es que los sonidos bajos más profundos requieren de mucha potencia para ser reproducidos, de ahí que los subwoofers tengan su propia amplificación. De hecho, seguro que habéis visto subwoofers que indican que tienen más de 1000W de potencia. Esto, que parece una exageración, es necesario para que hagan mejor su trabajo. Así que, siempre que podamos, tendremos que elegir un subwoofer potente y que sea capaz de llegar lo más bajo posible.
Subwoofers hay muchos, desde muy económicos hasta muy caros, lo ideal es encontrar un buen equilibrio entre precio y prestaciones. Pero no juntéis unos altavoces muy buenos con un subwoofer mediocre. Vale la pena tener unos altavoces surround o de techo un poco peores e invertir ese dinero en el subwoofer. Y por último, todos los expertos en sistemas de cine en casa recomiendan colocar dos subwoofers en nuestra sala. Esto hará que funcionen un poco más «holgados» y además que consigan llenar más la sala, con unos bajos más uniformes. Siempre se recomiendan dos subwoofers de 500W antes que uno de 1000W (en la misma gama).
Como podéis ver, montar un cine en casa no es una tarea sencilla. Debemos tener mucha variables en cuenta y, además, y esto seguramente es lo más complicado, ajustándonos a un presupuesto que normalmente suele ser limitado. Pero esperamos que esta pequeña guía os haya servido de ayuda.