En la IFA del año pasado JBL presentó su nueva gama de barras de sonido, entre las que destacaba la JBL Bar 1000. Se trata de una barra de sonido de gama alta, sustituta natural de la JBL Bar 9.1. Aunque sería más correcto decir la evolución natural. Es cierto que comparte algunas características con esta última, incluyendo un diseño muy similar con los llamativos altavoces desmontables por bandera. Sin embargo, el nuevo modelo incluye algunas novedades que nos han parecido lo suficientemente interesantes como para realizar un análisis de la misma.
La JBL Bar 1000 es una barra de sonido Dolby Atmos con 7.1.4 canales y una potencia total de 880W. Viene acompañada de un subwoofer inalámbrico de 10 pulgadas, cuenta con tecnología PureVoice, varios conectores HDMI, sistema de calibración de sala y múltiples opciones para el streaming de música directamente desde la barra de sonido. En definitiva, una barra muy completa que busca competir con los grandes modelos del mercado.
Hemos tenido ocasión de pasar algunas semanas probando la JBL Bar 1000 para contaros en este análisis qué ofrece y qué nos ha parecido. Pero antes de nada queremos dar las gracias a JBL España por la cesión del producto para su análisis y por la confianza depositada en AVPasión. ¡Vamos a ello!
Los altavoces desmontables siguen marcando el diseño
Todas las nuevas barras de sonido JBL Bar vienen con un diseño que, según JBL, es completamente nuevo. Esto se ha hecho para igualar toda su línea de productos y que todos los modelos cuenten con un diseño muy similar. Pero lo cierto es que el diseño de la JBL Bar 1000 nos recuerda muchísimo a la JBL Bar 9.1, siendo su aspecto muy similar al de este modelo.
Empecemos por lo básico. La barra de sonido sin los altavoces desmontables incluidos tiene unas dimensiones de 88.4 x 5.6 x 12.5 cm (anchura x altura x profundidad). Al añadirle los altavoces traseros, por ejemplo para cargarlos, la barra de sonido crece hasta los 119.4 cm, algo que tendremos que tener muy en cuenta a la hora de colocar la barra bajo el televisor.
Como suele ser habitual en este tipo de dispositivos, la carcasa combina partes de plástico con una rejilla perforada metálica que cubre todos los altavoces. En la zona central de la barra tenemos una zona de color mate en la que encontramos el logotipo de JBL en la parte central y tres botones en la zona derecha (volumen y selección de entrada). A la izquierda de los botones hay un solo LED que funciona como indicador de estado y más hacia la izquierda hay un pequeño orificio utilizado para el micrófono incorporado.
Un aspecto importante del diseño de la JBL Bar 1000 es su pantalla. De hecho, debería ser algo obligatorio en todas las barras de sonido, aunque sea para ofrecer la información más básica. Está colocada en la parte frontal y se oculta bajo la rejilla metálica. En ella podremos ver el volumen, la entrada que hemos seleccionado y, lo más interesante, el tipo de sonido que está recibiendo la barra.
En la parte trasera de la barra tenemos todas las conexiones en una especie de recuadro colocado en la parte central. Y tenemos buenas noticias respecto a la conectividad, ya que la JBL Bar 1000 amplia el número de puertos HDMI que vimos en el modelo anterior y que, de hecho, solemos ver en la gran mayoría de barras de sonido.
Para ser más concretos, tenemos tres entradas HDMI y una salida compatible con eARC. También encontramos un puerto USB tipo A, un puerto Ethernet y una entrada de óptica digital. Todos los puertos HDMI son compatibles con HDCP 2.3 y tienen la capacidad de transmitir señales 4K, HDR10 y Dolby Vision. Sin embargo, no se incluye compatibilidad con HDR10+ y JBL no indica que los puertos sean compatibles con las características de los HDMI 2.1. Al realizar las pruebas pude comprobar que parece no ser compatible con 4K a 120 Hz, aunque sí con 1080p a 120 Hz y con VRR.
En cuanto al apartado inalámbrico, la JBL Bar 1000 viene equipada con WiFi 802.11ax de doble banda y Bluetooth v5.0. Así que, como podéis ver, la nueva barra de sonido de JBL tiene un apartado de conectividad realmente completo para ser una barra de sonido.
Pero no podemos finalizar el apartado de diseño sin hablar de los altavoces traseros desmontables y el subwoofer. Como ya vimos en la Bar 9.1, JBL mantiene su apuesta por ofrecer a los usuarios unos altavoces desmontables que se pueden adherir a la barra principal o separar de la misma y colocar en la parte trasera para utilizarlos de surround. Si los colocamos en la barra de sonido principal estos se «enganchan» mediante un sistema de imanes y quedan perfectamente integrados.
Si los quitamos utilizaremos la batería que llevan incluida para funcionar. Los altavoces están muy bien diseñados y la verdad es que son bastante bonitos. Cuentan con un botón para encenderlos y apagarlos (así no gastamos batería a lo tonto), unas pequeñas almohadillas en la parte inferior (para no dañar los muebles donde los coloquemos), un conector USB-C y una tapa de plástico que tapará los conectores para que el acabado sea mucho más elegante. Por cierto, unas tapas muy similares las tendremos también disponibles para colocarlas en la barra principal cuando no tengamos puestos los altavoces desmontables.
Quizás os estéis preguntando cuánta autonomía tienen los altavoces desmontables. No sabría deciros exactamente cuánto tiempo aguanta la batería, pero os puedo decir que he visto dos películas sin necesidad de cargarlos. En cuanto a la carga, necesitan unas 3.5 horas para cargarse completamente.
El conector USB-C nos permite cargar los altavoces desmontables sin necesidad de conectarlos a la barra de sonido. Y un último apunte, la barra incluye dos soportes de montaje en pared en forma de U para poder colocar los altavoces envolventes en la pared.
Por último, pero no menos importante, está el subwoofer. Nuevamente, el subwoofer que acompaña a la JBL Bar 1000 es muy similar al que vimos en la Bar 9.1. Cuenta con un diseño cúbico más alto de lo habitual, un puerto bass reflex trasero y un driver de 10 pulgadas colocado en la parte inferior. Este diseño descendente y que se trate de un dispositivo inalámbrico hace que la colocación del mismo en la sala sea tremendamente flexible.
El subwoofer tiene esquinas redondeadas y viene con cuatro patas de goma que lo levantan lo suficiente para que el driver respire y pueda hacer bien su trabajo. Aún siendo inalámbrico, como imaginaréis, este sí que necesita una conexión a la red eléctrica. Por lo demás, solo tiene un botón para sincronizarlo con la barra de sonido si en algún momento se pierde la conexión (no ha sido el caso en todas las semanas que he tenido la barra).
Una barra de sonido potente y con 7.1.4 canales
Visto el diseño, echémosle un ojo a la parte técnica de la JBL Bar 1000. Como ya hemos comentado, lo primero que debemos saber es que estamos ante una barra de sonido con 7.1.4 canales. La barra está equipada con 5 drivers de tipo racetrack (46×90 mm), 3 altavoces de agudos de 0.75 pulgadas (20 mm) y 2 unidades de rango completo con salida superior de 2.75 pulgadas (70 mm). Los altavoces envolventes equipan un altavoz de agudos de 0.75 pulgadas (20 mm) y una unidad de salida superior de 2.75 pulgadas (70 mm).
El subwoofer está equipado con un driver de 10 pulgadas (260 mm). Y como hemos comentado antes, este está colocado hacia abajo. También cuenta con un puerto bass reflex trasero, algo que tendremos que tener en cuenta a la hora de colocar el dispositivo.
En cuanto a especificaciones, el conjunto ofrece una potencia total de 880W, divididos entre los 440W de la unidad principal, los 70W de cada una de las unidades desmontables y los 300W del subwoofer. Todo lo comentado permite que la JBL Bar 1000 ofrezca una respuesta en frecuencia de 33 Hz – 20 kHz (-6 dB).
Un último detalle muy importante. La JBL Bar 1000 es compatible con todos los formatos actuales de audio HD, incluyendo Dolby Atmos y DTS:X. Y no solo eso, también hace uso de las soluciones de mezcla ascendente como DTS Neural:X y Dolby Surround, algo muy común en los receptores AV pero muy poco habitual en las barras de sonido. Para los que no estéis familiarizados con ello, este tipo de tecnología permite aprovechar los altavoces de altura con todos los formatos de sonido.
JBL Bar 1000: Especificaciones técnicas
JBL Bar 1000 | Características |
---|---|
Sistema de sonido | 7.1.4 canales |
Salida de potencia total del sistema | 880W |
Salida de potencia de la barra de sonido | 440W |
Salida de potencia de los altavoces traseros | 2x70W |
Salida de potencia del subwoofer | 300W |
Drivers de la barra de sonido | 5 unidades de tipo racetrack (46×90 mm) + 3 altavoces de agudos de 0.75 pulgadas (20 mm) + 2 unidades de rango completo con salida superior de 2.75 pulgadas (70 mm) |
Drivers de los altavoces envolventes | Altavoz de agudos de 0.75 pulgadas (20 mm) + una unidad de salida superior de 2.75 pulgadas (70 mm) |
Driver del subwoofer | 10 pulgadas |
Conectividad | 3 x entrada HDMI 1 x salida HDMI eARC 1 x entrada óptica 1 x entrada USB |
Conectividad inalámbrica | WiFi 802.11ax, Bluetooth 5.0 |
Medidas | 884 x 56 x 125 mm (barra de sonido sin altavoces desmontables) 1194 x 56 x 125 mm (barra de sonido con altavoces desmontables acoplados) 155 x 56 x 125 mm (cada uno de los altavoces desmontables) 305 x 440,4 x 305 mm (subwoofer) |
Control | Mando a distancia |
Disponibilidad | Disponible |
Precio | 1.150 euros |
Nuevas funciones en la aplicación JBL One
No quiero que el análisis se haga excesivamente largo, pero creo que es interesante contaros algunas de las funciones que encontramos en la aplicación JBL One. La más interesantes es, sin duda, el sistema de calibración de sala de la barra de sonido. Es muy sencillo, solo tenemos que colocar los altavoces traseros en la posición de escucha principal y después moverlos a su ubicación definitiva. La barra lanzará las típicas señales de este tipo de sistemas y ajustará el sonido respecto a la sala.
Otra opción interesante que nos ofrece la aplicación es un ecualizador. Es muy básico y desde él solo podemos modificar los Bajos, Medios y Agudos; pero nos permitirá adaptar la reproducción de la música a nuestros gustos personales. Por otro lado, desde la app también podemos aumentar o disminuir el volumen de los altavoces traseros desmontables.
Y hablando de reproducir música, podremos integrar nuestros servicios de streaming (al menos los más conocidos) en la aplicación JBL One, pudiendo así reproducir sin salir de la misma. La JBL Bar 1000 es compatible con Dolby Atmos Music, así que si tenemos un servicio que incluya este tipo de música podremos disfrutarla directamente en la barra de sonido.
Otras opciones que encontramos en la aplicación es la Sincronización de sonido, Ajustes básicos del producto (como las actualizaciones de firmware) o la posibilidad de crear Momentos. Con esta última opción podremos definir una canción, configurar el volumen y activar el apagado automático. Por ejemplo, podemos configurar el momento «Dormir» y que la barra nos ponga de forma automática una canción relajada, con un volumen bajito y que se apague cuando finalice.
Por último, y aunque no tenga nada que ver con la aplicación, la JBL Bar 1000 viene acompañada de un pequeño pero funcional mando a distancia. El mando nos permite controlar las funciones básicas, como el volumen, el cambio de entrada o la activación del Bluetooth. Pero también cuenta con tres botones para cambiar de forma independiente el volumen del efecto Atmos, del subwoofer y de los canales traseros. Es una característica muy interesante que he echado de menos en otros modelos.
Calidad de sonido
Vamos ya a repasar qué tal suena la JBL Bar 1000. Lo primero que debo decir es que la mejora respecto a la JBL Bar 9.1 es bastante apreciable. Los altavoces de sonido envolvente de este año tienen una mayor presencia y los efectos que vienen de atrás se escuchan perfectamente. Por otro lado, gracias a la tecnología MultiBeam la barra consigue crear un efecto burbuja para envolvernos con el sonido. La verdad es que el efecto 3D es bastante bueno y en ocasiones incluso parece que salgan sonidos desde posiciones en las que no hay altavoces.
Menos logrado está el efecto Atmos. En los típicos demos de Dolby sí se notaba un poco más, por ejemplo en la lluvia, pero en las películas costaba más apreciarlo. Esto se debe en parte al montaje de las películas y en parte a que el techo de la sala donde he probado la barra no está especialmente bajo, lo que hace que el efecto rebote sea menor. Aún así, no creo que esté por debajo de otras barras de sonido Atmos de gama alta en este aspecto.
Algo en lo que sí destaca la JBL Bar 1000 es en los bajos. El subwoofer de 10 pulgadas ofrece una buena contundencia, estando por encima de otras propuestas que he probado. Como es lógico, no supera a un subwoofer dedicado, pero se combina a la perfección con la barra de sonido principal y es capaz de hacerse notar cuando es necesario.
Así que de momento tenemos un sonido envolvente bastante bueno, unos bajos contundentes y un efecto Atmos dentro de lo normal en este tipo de dispositivos. Sin embargo, puede que lo que menos me haya gustado haya sido su representación de los diálogos. A pesar de contar con la tecnología Pure Voice, en momentos de mucha acción el diálogo era un poco débil y los efectos especiales se lo «comían». Ojo, no me ha ocurrido en todas las películas y cuando estamos ante un programa de televisión o una acción más «calmada» el diálogo es bueno; pero cuando la acción es muy potente he echado en falta algo más de claridad en las voces.
Respecto a esto, algo bueno es que la barra nos permite controlar el volumen de los bajos y los surround de forma individual. Sin embargo, en mi caso particular no conseguí encontrar un equilibrio perfecto, ya que si bajaba mucho el volumen del subwoofer para que no destacara perdía ese impacto en las escenas de acción. Lo bueno, como decía, es que no sucede todo el tiempo.
Para acabar, en lo que respecta a la música la barra ofrece un buen rendimiento. No se puede comparar con unos buenos altavoces estéreo, pero seguro que cumple bien para la mayoría de usuarios. Los bajos son contundentes gracias al subwoofer y los agudos son enérgicos, pero le falta algo de nitidez en el rango medio. Es algo bastante habitual en este tipo de dispositivos.
Conclusiones y precio
Debo ser sincero, la JBL Bar 1000 me ha sorprendido. No porque sea la mejor barra de sonido del mercado, pero sí por el salto que ha dado el fabricante desde la JBL Bar 9.1 que tuve ocasión de probar hace casi un par de años. Este modelo es mucho mejor en todo.
La JBL Bar 1000 tiene muchas cosas interesantes. Es fácil de utilizar, tanto para ver cine como para escuchar música. Mediante sus altavoces desmontables ofrece un punto extra de flexibilidad que otras barras no tienen. Cuenta con una muy buena conectividad para ser una barra de sonido y acepta todos los formatos de audio HD, algo imprescindible hoy en día. Además, las nuevas funciones que he visto en la app me han parecido tremendamente acertadas. Entre ellas destaca el sistema de calibración que, sin ser excelente, hace un buen trabajo.
Pero también cuenta con algunos puntos débiles que debemos tener presentes. Por ejemplo, los altavoces desmontables son muy cómodos a la hora de ubicarlos pero debemos tener en cuenta que funcionan a batería, así que hay que acordarse de cargarlos. Los efectos Atmos están por debajo de otras propuestas de precio similar y los diálogos los he notado algo «emborronados» en algunas películas (repito, no siempre pasa). Por otro lado, los conectores HDMI son solo «medio 2.1», ya que no son capaces de pasar señales 4K a 120 Hz.
Incluso con estos puntos débiles, creo que la JBL Bar 1000 es una barra de sonido muy a tener en cuenta si estas buscando un modelo de gama alta que cuente con altavoces traseros físicos y un buen subwoofer. Cada uno tendrá que valorar la importancia que da a cada una de las ventajas y desventajas de este modelo. La JBL Bar 1000 está a la venta actualmente con un precio oficial de 1.150 euros.