La serie Cambridge Audio Edge nació hace tres años para celebrar el 50 aniversario del fabricante británico. Retaron a sus ingenieros a crear una serie de productos que ejemplificara la visión original de la compañía, sin estar especialmente limitados en presupuesto. El resultado fue la creación de la gama Edge, que recibió ese nombre en honor a Gordon Edge, el ingeniero responsable de la primera creación de la nueva gama de Cambridge Audio, el amplificador integrado P40. Posteriormente llegaron el amplificador integrado Edge A, el amplificador de potencia Edge W, el amplificador de potencia monoblock Edge M y el preamplificador con reproductor de red integrado Edge NQ. Precisamente estos dos últimos son los que he podido probar durante varias semanas.
No quiero haceros spoilers de la review, pero más que probar debería haber dicho que he podido disfrutar, porque estamos ante dos equipos realmente impresionantes. Son lo mejor de lo mejor de Cambridge Audio y se nota. Se nota en el packaging, se nota en el diseño y se nota, por supuesto, en el sonido. Como ya imaginaréis, no estamos ante dispositivos económicos. Pero Cambridge Audio ha conseguido ofrecer un rendimiento de gama muy alta con un precio que, al menos en el mundo audiófilo, se puede considerar hasta «asequible». Como os decía, el conjunto que nos ha cedido el fabricante estaba compuesto por un preamplificador Edge NQ y dos amplificadores monoblock Edge M.
Pero antes de empezar con el análisis, desde AVPasion queremos darle las gracias a Cambridge Audio por la cesión del producto y por la confianza depositada en nosotros para probar unos equipos de tan alto nivel (tanto sonoro como económico).
Unboxing y puesta en marcha de los Edge NQ y Edge M de Cambridge Audio
No suelo hablar de la parte del unboxing en un análisis de un dispositivo, más que nada porque no suele tener ningún interés. Pero es que el packaging del Edge NQ y del Edge M es tan impresionante que no he podido evitarlo. Lo primero, llegan en un embalaje de doble caja que incorpora un sistema de «presillas» muy parecido al que incluyen algunos televisores. Esto permite proteger mejor la caja principal y facilita la apertura de la misma, porque los dispositivos pesan bastante (especialmente los amplificadores).
Una vez quitadas las presillas y abierta la caja, nos encontramos con una espuma de protección, de grosor considerable, que «abraza» completamente al equipo. Al levantar la espuma veremos una funda con cremallera de color negro perfectamente acoplada que supone otro nivel más de protección del equipo. También veremos, en las cuatro esquinas, unas piezas que protegen todavía más los lados del dispositivo. Y, por fin, tras quitar todo esto y los correspondientes manuales, nos encontraremos con el dispositivo, tapado con una tela de color blanco que nos puede servir después para cubrirlo y evitar que le entre polvo (aunque será una pena tenerlo tapado).
Esta descripción sirve tanto para el packaging del Edge NQ como del Edge M, ya que ambos están embalados de la misma forma. Algo que debemos tener en cuenta, especialmente si no hemos tenido nunca un equipo de estas características, es el tamaño de los dispositivos. Ojo, no es que sean muy grandes si los comparamos con otros dispositivos de gama alta, pero tienen cierto tamaño y, sobre todo, un peso considerable. Los amplificadores Edge M pesan casi 24 kg cada uno, mientras que el Edge NQ se queda en poco más de 10 kg. Es decir, estamos en casi 60 kg de equipo.
Bien, una vez superado el «shock» por su packaging, tamaño y peso, procedemos a colocarlos. Os voy a ser sincero, no ha sido nada fácil buscarles sitio. Pero al final conseguí hacer hueco en mi sala y la verdad es que, a pesar de lo que pueda parecer, la puesta en marcha no puede ser más sencilla. Solo tenemos que colocar un cable RCA o XLR desde la salida preamp del Edge NQ a cada uno de los amplificadores Edge M, ya que al ser monoblock solo nos amplificaran un canal, de ahí que el fabricante nos haya mandado dos.
Será en los amplificadores Edge M donde conectaremos los altavoces. Y también tendremos que conectar, por comodidad nuestra más que nada, un pequeño cable de 3.5 mm que hace la función de enlace entre los tres dispositivos para que cuando encendamos el Edge NQ se enciendan de forma simultánea los dos Edge M. Y os puedo decir que, al menos durante las semanas que lo he tenido, esta sincronización no ha fallado ni una sola vez.
Para conseguir música necesitaremos conectar al Edge NQ un cable de red para conseguir que este se conecte a Internet. También podemos hacerlo mediante WiFi, gracias a un dongle USB que viene incluido en el paquete. Lo enchufamos todo a la corriente y voilà, ya tenemos el equipo montado.
Diseño: minimalismo y elegancia a partes iguales
En ocasiones los dispositivos de audio High-End tienen un diseño más práctico que bonito, las cosas como son. Sin embargo, no podemos decir lo mismo de la gama Edge de Cambridge Audio, ya que cuenta con un diseño realmente precioso. Es un diseño elegante, sencillo y atemporal, que hará que no parezca anticuado durante muchos años. Y no solo a nivel estético, ya que ofrecen una excelente calidad de construcción y acabados.
Empezamos por los puntos comunes. Tanto el Edge NQ como el Edge M lucen un diseño con esquinas redondeadas, con un bonito acabado en color plateado grisáceo que varia ligeramente de tonalidad según la incidencia de la luz. Por supuesto prácticamente todo lo que podemos ver y tocar está fabricado en metal, destacando el «surco» superior que tienen ambos dispositivos y que rompe el diseño totalmente liso para darle un toque moderno (y también ayuda a conseguir una mejor ventilación).
También vemos algunos detalles muy bien pensados. Por ejemplo, las entradas y salidas de la placa posterior están etiquetadas para la conexión hacia arriba o invertida hacia la derecha, lo cual se agradece muchísimo cuando estás manipulando los equipos.
Centrémonos ahora en el Cambridge Audio Edge NQ. La parte frontal está dominada por una pantalla a todo color, que muestra una curiosa rueda con las diferentes entradas que ofrece el dispositivo y las ilustraciones del álbum durante la reproducción. La pantalla se ve genial y ofrece, nuevamente, un diseño más moderno y una más agradable experiencia de reproducción.
Aunque dadas todas las funciones que tiene el Edge NQ podríamos haber esperado una gran cantidad de controles, lo cierto es que solo tenemos una gran perilla dual colocada en el lado derecho del dispositivo (mirándolo de frente). Con este genial mecanismo podremos cambiar de entrada girando la parte interior y controlar el volumen girando el dial exterior, mucho más grueso. Cada uno de los diales tiene un acabado y un tacto distinto, siendo prácticamente imposible equivocarse al manipularlo. Se trata de un sistema que, aunque pueda no parecerlo, ha supuesto un gran esfuerzo de desarrollo para la compañía. Según el fabricante, este dial doble está compuesto por más de 30 piezas.
El resto de la parte frontal del Edge NQ está bastante limpio. Lo único que nos vamos a encontrar es una salida de 6.3 mm para auriculares y un botón de encendido. Y hablando de encendido, Cambridge ha preconfigurado ambos dispositivos para que se pongan en modo de espera si están más de 20 minutos sin utilizarse. Algo que, por otro lado, podemos modificar desde la aplicación de control del dispositivo.
No puedo cerrar el apartado de diseño del Edge NQ sin hablar de su mando. Teniendo en cuenta el tiempo invertido por Cambridge Audio en el desarrollo de un espectacular producto de gama alta, no podían estropearlo con un mando a distancia «cutre». Y no lo han hecho, ya que el Edge NQ incluye un mando a distancia realmente espectacular. Tiene un diseño atractivo y es realmente pesado, dejando claro que también el mando está cuidado hasta el más mínimo detalle. La única pena es que, con lo bonito que es, no vamos a utilizarlo prácticamente, ya que la mayor parte del tiempo controlaremos el dispositivo mediante la aplicación de Cambridge Audio. Pero de ella hablaremos luego.
Volviendo al mando a distancia, cuenta con los controles necesarios para parar y activar la reproducción, silenciar el dispositivo, seleccionar la fuente e incluso poner nuestra música preferida de forma directa gracias a los cuatro preajustes con botón directo que podemos configurar.
El Edge M luce un diseño todavía más minimalista que el del preamplificador (a nivel de controles claro, ya que es bastante más grande). Tanto es así que en su parte frontal solo tenemos el botón de encendido, nada más. También destacan las grandes rejillas de ventilación que tenemos en los laterales del dispositivo, completamente metálicas y de color negro. Rompen un poco la estética plateada de la gama Edge, pero son totalmente necesarias porque los Edge W generan mucho calor.
Conectividad y características técnicas
Dejamos de lado el diseño para entrar en la parte más técnica. El Edge M incorpora entradas RCA no balanceadas y entradas XLR balanceadas. Mediante un pequeño interruptor situado en la parte posterior le diremos al amplificador con qué tipo de señal de entrada vamos a alimentarlo.
Además de las entradas y los terminales de altavoces, que aceptan bananas y horquillas, también tenemos salidas equilibradas y no equilibradas. Estas sirven por si queremos utilizar dos o más amplificadores monoblock en cada altavoz, pudiendo así bi o incluso multi amplificar.
Bajo el capó, como no podía ser de otra forma, nos encontramos con componentes de alto nivel. En el Edge M el fabricante ha utilizado transformadores toroidales dobles de simetría opuesta, diseñados para cancelar de forma efectiva la interferencia electromagnética y al mismo tiempo ofrecer una mayor potencia.
Por otro lado, el Edge M utiliza amplificación de clase XA, propiedad de Cambridge Audio. Según el fabricante, la amplificación Clase A estándar no era suficientemente eficiente para el Edge M. Así que añadieron un voltaje de polarización a un diseño tradicional de Clase AB, reduciendo la distorsión a niveles inapreciables. Esta configuración única también produce menos calor y hace que todo el sistema sea mucho más eficaz.
El Edge M ofrece 200W RMS a 8 ohmios y 350W RMS a 4 ohmios, con una relación señal/ruido de 93 dB y una ganancia de 28dB a través del RCA) y 22dB mediante los conectores XLR.
Cambridge Audio Edge M: Especificaciones técnicas
Cambridge Audio Edge M | Características |
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Potencia de salida continua | 200W RMS a 8 ohmios, 350W RMS a 4 ohmios |
Distorsión armónica total | <0,002 % 1 kHz de potencia nominal (8 ohmios); <0,02 % 20 Hz – 20 kHz de potencia nominal (8 ohmios) |
Respuesta de frecuencia (a 8 ohmios) | <3Hz – >80kHz +/-1 dB |
Relación Señal/Ruido (Ref. 1 W a 8 ohmios) | >93 dB |
Relación Señal/Ruido (Ref. Máxima Potencia) | >115 dB |
Ganancia | 28dB (RCA)/ 22dB (XLR) |
Sensibilidad de entrada | 1,7V RMS (RCA) / 3,4V RMS (XLR) |
Impedancias de entrada | 100k ohmios equilibrados, 47k ohmios no equilibrados |
Entradas | Equilibradas, no equilibradas |
Salidas | Salida del altavoz, salida del bucle (equilibradas y no equilibradas) |
Dimensiones | 150 × 460 × 405 mm |
Peso | 23,6 kg |
Disponibilidad | Disponible |
Precio | 4.500 euros |
En la parte trasera del Edge NQ encontramos la mayor parte de las conexiones que ofrece este preamplificador. En la parte superior tenemos un conector USB B que acepta audio USB clase 1 o 2. La clase 1 es para los equipos más antiguos y está limitada a 96 kilohercios, mientras que la clase 2 es el estándar actual que en el Edge NQ sube hasta 384 kilohercios de muestreo. La selección entre las clases 1 y 2 se realiza yendo a un navegador y escribiendo la dirección IP del Edge NQ.
Al lado del conector USB-B tenemos una entrada HDMI ARC. Esta nos permitirá conectar el preamp al puerto HDMI ARC de nuestro televisor para reproducir el sonido de la tele en el equipo. Eso sí, debemos tener en cuenta que el Edge NQ no es un equipo diseñado para decodificar los formatos de audio que se suelen utilizar en cine, así que deberemos mandar la señal en PCM. Esto lo podemos hacer eligiendo PCM en el menú de audio de nuestro televisor. Obviamente, el sonido que obtendremos será sonido estéreo.
A continuación tendremos un conector digital SPDIF y dos entradas digitales ópticas. Es decir, en la parte superior tenemos toda la parte digital del preamp. Ya en el lado analógico (zona inferior), tenemos dos entradas RCA de un solo extremo y dos XLR balanceadas. También tenemos salidas XLR y RCA.
Por último tenemos dos puertos USB-A para dispositivos de almacenamiento, un conector Ethernet RJ45 y el comentado conector jack de 3.5 mm para encender de forma simultánea el preamp y el amplificador o amplificadores.
Aunque viendo la parte de conectividad ya podemos hacernos una idea de lo que nos ofrece el Edge NQ, no está de más repasar sus características técnicas. Si dijéramos que el NQ es un preamp con streaming no estaría mintiendo, pero seguro que seríais muchos los que dejaríais de leer. Pero es que el Edge NQ es mucho más que un streamer. En realidad estamos ante un preamplificador analógico con un DAC integrado, que además incorpora un módulo que nos permite reproducir en red. Es decir, no nos quedemos solamente en sus capacidades como streamer, ya que estamos ante un preamp y DAC de alto nivel.
El Edge NQ se ha diseñado con una placa de circuito impreso en la que los condensadores convencionales han sido sustituidos por una topología acoplada CC, incluyendo un control de volumen de estado sólido. El objetivo de este diseño ha sido minimizar las interferencias en la ruta de señal y garantizar un perfecto equilibrio de canal en todos los volúmenes.
Cambridge ha querido ofrecer un alto rendimiento con cualquier fuente, así que el Edge NQ es capaz de manejar cualquier contenido digital de hasta 32 bits/384 kHz y DSD256 a través de su entrada USB, o hasta 24 bits/192 kHz a través de S/PDIF. Todas las fuentes digitales son manejadas por un DAC ESS Sabre ES9018K2M.
Y, por supuesto, no podemos olvidarnos de su completa parte de streaming. El Edge NQ cuenta con la última versión del módulo de streaming diseñado por Cambridge Audio, con un nuevo chip más rápido y compatible con archivos de 24 bits/192 kHz y DSD128. Integra Spotify Connect, Tidal, Qobuz, AirPlay, Bluetooth aptX HD y radio por Internet, lo que significa que vamos a poder reproducir en el Edge NQ desde cualquier fuente que nos imaginemos. Y para rematar, también tiene el certificado Roon Ready.
Cambridge Audio Edge NQ: Especificaciones técnicas
Cambridge Audio Edge NQ | Características |
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Conversor D/A | Distorsión armónica total (THD) 20 Hz – 20 kHz <0,0008%, 24-bit, 1Vrms de salida |
Fuentes analógicas THD | 20 Hz – 20 kHz <0,0008%, 1Vrms de salida |
Respuesta en frecuencia | 20 Hz-20 kHz +/- 0,1 dB |
Relación Señal/Ruido (Ref. 1V) | >103 dB |
Comunicación cruzada a 1 KHZ | < -100dB |
Salida máxima del preamplificador | 6 Vrms simple o 6 Vrms + 6 Vrms equilibrados |
Entradas digitales | USB de audio 2.0 compatible con PCM de hasta 32 bits a 384 kHz o DSD256 2 x Toslink 16/24-bit 32-96kHz SPDIF Coaxial 16/24-bit 32-192kHz HDMI eARC Ethernet 100 Base-T RS-232 |
Entradas analógicas | 2 x RCA no balanceada 1 x XLR balanceada |
Salidas | XLR balanceada RCA no balanceada |
Conectividad inalámbrica | WiFi 802.11n 2.4 GHz Bluetooth 4.1 compatible con SBC, AAC, aptX y aptX HD Chromecast Spotify Connect Tidal AirPlay Radio por Internet Reproducción UPnP Certificado Roon Ready |
Dimensiones | 120 x 460 x 405 mm |
Peso | 10.2 kg |
Disponibilidad | Disponible |
Precio | 5.000 euros |
StreamMagic y Edge, dos aplicaciones para controlar el sistema
Para manejar todas las opciones que nos ofrece el Edge NQ tenemos dos aplicaciones disponibles. Por un lado el fabricante lanzó la aplicación Edge, que nos permite revisar parte de la configuración del dispositivo. Desde aquí podemos cambiar de fuente y controlar la reproducción, pero lo más importante es que podemos revisar todos los ajustes del equipo.
Por ejemplo, podemos activar/desactivar el apagado automático, cambiar el nombre que va a tener el Edge NQ en la red, modificar el brillo de la pantalla del dispositivo, configurar que fuentes queremos que estén activadas (por si solo queremos activar las que utilicemos), configurar la red, limitar el volumen o incluso desactivar la función de preamplificación (por si queremos utilizar el Edge NQ solo como streamer y DAC).
La otra aplicación, en la que pasaremos el 98% de nuestro tiempo con el equipo, se llama StreamMagic. Esta nos da acceso a Tidal, Qobuz, carpetas compartidas en red y radio por Internet. Además, como he comentado antes, el Edge NQ está certificado como Roon Ready, así que podremos utilizar el conocido sistema de clasificación de música (yo no estoy suscrito, así que no he podido probarlo).
La aplicación quizás no sea tan visual como la del comentado sistema Roon, pero es bastante completa. En la pantalla principal tenemos un acceso directo a las diferentes fuentes, otro a las emisoras presintonizadas y otro más para las aplicaciones de música. Si nos vamos a Biblioteca tendremos el acceso directo a Tidal y Qobuz, así como los servidores de música que detecte la aplicación. Como detalle apuntar que estos deben estar compartiendo la música mediante UPnP (DLNA), si solo lo tenéis como SMB o NFS no os encontrará el servidor.
Una vez accedemos a Tidal, que es el servicio que tengo contratado en este momento, podremos ver las habituales opciones que nos dan este tipo de aplicaciones (por ejemplo en la app de Sonos son muy parecidas). Podemos buscar contenido, buscar playlist por estados de ánimo, por géneros o acceder a nuestra colección (donde tendremos los álbumes que hemos guardado y nuestras playlist). El funcionamiento general ha sido bueno, pero en alguna ocasión ha dejado de mostrarme el contenido de Mi colección, teniendo que cerrar la app de StreamMagic, abrir la aplicación de Tidal y después volver a abrir la app StreamMagic. Esto me ha pasado unas 3 veces en las 5-6 semanas que he estado probando el equipo.
Algo más «engorroso» es el manejo de una colección de álbumes digitales guardada en local. Aunque podemos acceder a ella y buscar por diferentes categorías, si tenemos una colección muy amplia puede ser mejor plantearnos utilizar un sistema de organización como Roon.
Calidad de sonido: audio en su forma más pura
Por fin llegamos al apartado más esperado de la review: el sonido. Para probar el conjunto formado por el Edge NQ y un par de amplificadores Edge M he utilizado unas espectaculares Sonus Faber Sonetto VIII. Estas han sido cedidas para la prueba por Sarte Audio, distribuidor oficial de la marca italiana en España. Darles mil gracias por la cesión y que sepáis que dentro de poco tendréis el análisis de las Sonetto VIII en AVPasion.
Volviendo a la combinación formada por el Edge NQ y los dos Edge M, esta nos ofrece un sonido limpio, transparente, puro e impresionante. Ni se añade ni se quita nada. Podría decir que se puede sentir «la textura» del sonido. La organización y coordinación de los instrumentos es excelente.
La respuesta de los graves también es un punto fuerte del conjunto de Cambridge Audio. Tenemos unos agudos muy ricos, frecuencias bajas detalladas, gran sentido rítmico en todas las fuentes de entrada y un rango medio grueso y dulce, con mucho cuerpo. Todo esto está ayudado por un amplio rango dinámico y unas voces precisas, sin adornos.
En definitiva, el conjunto formado por el Edge NQ y el Edge M ofrece una calidad sonora realmente impresionante, ya sea que estemos escuchando un solita con su instrumento o una potente banda de rock. Nunca hay dureza o brillo excesivo, a pesar de que el preamplificador es capaz de extraer gran cantidad de detalles de prácticamente cualquier fuente. Obviamente un sonido tan limpio hace que las fuentes con mayor calidad brillen mucho más.
Conclusiones y precios
Llegamos al final del análisis y creo que durante el mismo ha quedado claro que la combinación Edge NQ y Edge M me ha parecido realmente espectacular. A pesar de ser equipos que buscan competir en la gama alta del HiFi, Cambridge Audio ha sabido dotarlos de una sencillez de uso y fiabilidad increíbles. La magnífica conectividad inalámbrica del Edge NQ hace que podamos llegar a casa, encenderlo y simplemente «lanzarle» la música desde el móvil para seguir escuchándola en nuestro equipo de audio. Sé que a muchos audiófilos esto les parecerá poco menos que una aberración, pero la comodidad que aporta está fuera de toda duda.
Pero es que además el Edge NQ hace un gran trabajo como DAC de cualquier fuente digital, es un amplificador de auriculares muy capaz y funciona maravillosamente como preamplificador analógico, lo que significa que tenemos todo lo necesario en un equipo de altos vuelos. La combinación Edge NQ + Edge M nos ofrece una experiencia sonora única en su rango de precios.
El Cambridge Audio Edge NQ está a la venta con un precio oficial de 5.000 euros, mientras que el Edge M tiene un precio de 4.500 euros. He visto algunos combos que ofrecen dos amplificadores Edge M con un precio que suele rondar los 8.000 euros, ahorrando así unos 1.000 euros si los compramos de forma individual. Por otro parte, si nos gusta mucho el sistema Edge pero el uso de dos amplificadores monoblock nos parece excesivo (o muy caro), podemos optar por adquirir el Edge W, un amplificador de potencia de dos canales y 100W que tiene un precio oficial de 4.000 euros y que ofrece el mismo diseño que los modelos analizados.