Os traemos el esperado análisis del disco Blu-ray 4K de ‘Dune: parte dos’. Podemos adelantar que contiene un video sobresaliente 4K, HDR, WCG y una mezcla de sonido inmersiva y un canal LFE excepcional. Como siempre decimos en estos casos, no vamos a comentar lo buena o mala que es la película, si no lo bien o mal que se ve y se oye esta edición del disco Blu-ray 4K. ¡Vamos allá!
Primero, unos datos sobre la producción de ‘Dune: parte dos’. Con unos 190 millones de dólares de presupuesto estimado, Warner apostó muy fuerte por este largometraje, fotografiado por Greag Fraser (Dune parte uno, The Batman, Rogue one…). El balance fue muy rentable, pues recaudó unos 720 millones en taquillas de todo el mundo.
‘Dune: parte dos’ se grabó en su totalidad en digital, a una resolución superior a la utilizada en su primera parte. Todo el material de ‘Dune: parte dos’ tiene una resolución entre 4.5K y 6,5K, capturada por cámaras ARRI Alexa 65, también ARRI LF y mini LF (large format). En ‘Dune’ todo se capturó en 4,5K digital.
En cuanto a las ópticas, también hay un cambio en ‘Dune: parte dos’ con respecto a la primera. Aquí se usaron dos series de ópticas esféricas en la totalidad del metraje: las IronGlass VLFV y las Moviecam. A diferencia de la primera película donde mezclaron lentes anamórficas con otras esféricas de Panavision.
Más tarde profundizaremos más sobre las consecuencias de elegir estás cámaras y lentes. Como no podía ser de otra manera, en una producción de esta calidad, presupuesto y prestigio, todo el material se ha mantenido en 4K nativo desde el rodaje, pasando por la edición y postproducción para llegar a la venta en este disco Blu-Ray.
Especificaciones
Característica | Detalles |
---|---|
Disco | |
Capacidad | 1 disco de 100 GB |
Video | |
Codec | HEVC / H.265 |
Bitrate promedio | 49 Mbps |
Resolución | 4K nativo |
HDR | HDR10 y Dolby Vision MEL |
Aspect ratio | 2,39:1 |
Audio | |
Idiomas | Dolby True HD, castellano e inglés |
Formato | 7.1 + Atmos, castellano e inglés (24 bits) |
Bitrate promedio | 3,7 Mbps castellano e inglés |
Si queréis comparar ‘Dune: parte dos’ con la especificaciones de la primera parte, aquí os dejamos el link con el análisis que le hicimos al disco Blu-ray 4K.
Dune: parte dos, análisis de la imagen
Vamos con el primer titular: la presentación 2160p de Warner tiene una calidad de imagen sobresaliente.
Antes de entrar en detalles, veamos la relación crítica entre el ancho de banda, la duración de la película y el tamaño del disco elegido. El Blu-ray ofrece una codificación a 49 Mpbs de promedio para el vídeo 4K, con picos instantáneos de 100 Mbps. El film tiene una duración de 166 minutos y está almacenado en un disco de 100GB.
Es una combinación en el rango medio del mercado. Recordemos que la tasa máxima de datos por segundo en un Blu-Ray 4K de 100 GB (triple capa) son unos 128 Mbps. Podría tener 10 Mbps con algo más de voluntad por parte de los responsables, pero esta decisión está penalizada claramente por la larga duración de la película. Aunque sin ir mucho más lejos, ‘Dune: parte uno’ dura apenas diez minutos menos y tiene diez megas más por segundo de transferencia.
Por otro lado, ‘Dune: parte dos’ tiene una relación de aspecto constante de 2,39:1 (‘scope’) durante toda la duración del film. Aquí salta el primer punto polémico de esta edición. Tanto el director (Denis Villeneuve) como su director de fotografía manifestaron que, a diferencia de la primera película, en ‘Dune: parte dos’ se había protegido el encuadre para el formato IMAX y su relación de aspecto 1,43 (1,90 en su versión IMAX digital más moderna).
Pese a esa declaración de intenciones, esta edición mantiene constantemente el ratio 2,39:1 en el que no se pierde nada relevante de la narrativa, pero desde luego no es el formato principal en el que los responsables diseñaron los encuadres. En esta serie de ‘frames’ podéis ver los diferentes matices al usar ratios distintos.
Alto rango dinámico (HDR)
La edición en disco Blu-ray 4K de ‘Dune: parte dos’ viene con con dos formatos HDR: con metadata dinámica en Dolby Vision y con metadata estática en HDR10.
Ante este escenario siempre me gusta recordar que solo hay una masterización en alto rango dinámico y que lo único que cambia es la optimización que los formatos de salida permiten para acomodar ese máster a sus especificaciones.
Tampoco está de más recordar que el Max CLL es el valor del pixel más alto de luminosidad encontrado en algún frame de la película. En los mapas de nits que os vamos a mostrar, está representado en azul claro. Por su parte, el MAX FALL es el valor promedio de luminosidad de cada plano del film y aquí está representado por el color morado.
Tanto el Dolby Vision como el HDR10 son muy parecidas y no ofrecen una experiencia distinta. Vamos en primer lugar con el HDR10, que se queda con un Max CLL de 866 nits para una media de 232 nits. El Max FALL, por su parte, se sitúa 162 nits. Estamos ante cifras estándar en la edición de películas actuales, donde es extraordinario superar el escenario de los 1.000 nits.
Esta película ofrece grandes contrastes entre escenas diurnas a pleno sol del desierto, cuevas oscuras con entradas de luces puntuales y otras secuencias nocturnas donde el HDR cumple perfectamente su papel de trasladar la estética de la fotografía.
Con respecto a la versión de alto rango dinámico con Dolby Visión, este disco trae una capa MEL (minimal enhancement layer) de 10 bits que le inyecta a la imagen entre dos y tres megas por segundo extras. Es decir, el Dolby Vision está compuesto por una base 10 bit HDR10 + la capa MEL de Dolby.
Los número son muy parecidos, con el Max CLL llegando a 910 nits para una media de 264 nits. La experiencia es esencialmente la misma que el HDR10 al no añadir un Dolby Vision FEL de 12 bits. Una auténtica lástima porque este largometraje merecía ese extra de información y de densidad en la codificación.
Como podéis ver en las capturas, las zonas de máxima luminosidad se suelen quedar entre los 400 y los 600 nits en la mayoría de las ocasiones, tanto en zonas puntuales muy pequeñas como en otras zonas de la imagen con dimensiones más generosas.
Nuestros televisores no se verán obligados a hacer un mapeo de tonos agresivo ni mucho menos.
Definición y textura
‘Dune: parte dos’ tiene unas imágenes de gran definición. No es una nitidez extraordinaria, como el Blu-Ray 4K de ‘Gran Turismo’, sino una gran definición y detalle sin resultar protagonista. El director de fotografía lo ha explicado con bastante detalle. No quería que las imágenes resultaran digitales en el sentido de que tuvieran esa dureza digital con nitidez constante. Por eso y como paso con Dune I, en ‘Dune: parte dos’ también aplicaron la técnica del ‘print out’ o ‘film out’.
¿En qué consiste? En pasar todas el material digital de la cámara ARRI Alexa a un negativo de 1 ISO y una vez impreso, escanean ese celuloide para tener ese digital procesado. ¿Qué añade este proceso en medio de la cadena? Según el director de fotografía, no es una cuestión de añadir grano fotoquímico, pues el ISO es mínimo; es más bien una cuestión de añadir texturas, respuestas en altas y bajas luces así como conseguir los matices de color del celuloide.
Según sus palabras, le quita la precisión y el rabioso detalle de las imágenes de una de las mejores cámaras de la cinematografía digital. Qué duda cabe que las ópticas elegidas también ayudan a conseguir esta meta. No se emplearon unas lentes modernas, si no unas bastante antiguas. Las Moviecam son unas lentes de los años 70 construidas con vidrio de la extinta Unión Soviética y realojadas en diseño actual para su uso en cámaras digitales.
Si quieres saber más de estos procesos, en AVPasión ya elaboramos un reportaje a este respecto con más detalles todavía, en el contexto de su lanzamiento en salas de cine.
El video ofrece una imagen homogénea y consistente durante todas las secuencias. Tengo la impresión de que ‘Dune I’ tiene una textura algo más ‘sucia’ y menos contrastada que esta ‘Dune: parte dos’. Quizás encuentro una mayor densidad de negros y sombras en esta última comparada con la primera. No tiene esos niveles de ‘tinta’ de John Wick evidentemente, pero tampoco esa es la intención artística de los responsables.
Espacio de color ampliado (WCG)
‘Dune: parte dos’ no es una película con una paleta cromática amplia. Tampoco lo era la primer parte. Además, la mayoría de sus tonos de color están desaturados, otorgando una personalidad muy característica a las imágenes, prácticamente monocromáticas o bicromáticas.
Qué duda cabe que el canal rojo es especialmente importante en este largometraje. El planeta Arrakis en un desierto y esos tonos de la arena, rocas, gusanos, la especia, el sol de los amaneceres y atardeceres son clave.
Es importante tener bien calibrado el proyector o el televisor para tener esa y precisión tal y como diseñó la paleta cromática el director. De lo contrario, es posible que lo veas todo del mismo tono o no notes estas variaciones. Esto volverá a repetirse cuando hablemos de los subgraves de sonido.
En escenas y planos puntuales podemos encontrar otros colores, como el azul del liquido protagonista de esta imagen, o incluso los ojos de varios actores y actrices.
Mención especial merecen las secuencia del planeta de la casa Harkonnen, puesto que está en un blanco y negro muy peculiar. De hecho, no es blanco y negro, son imágenes del espectro infrarrojo, conseguidas con un filtro especial puesto en una cámara ARRI convenientemente modificada. Curiosamente, tienen mínimos matices verdosos como podemos observar en esta captura de aquí arriba.
En general, el espacio de color se mantiene dentro del REC 709. Con frecuencia excede al más amplio espacio P3 y de manera extraordinaria hace excursiones al REC 2020.
Cuando sucede esto último, casi siempre es en las coordenadas del naranja al rojo, como en este imagen. La secuencia inicial en Arrakis con el eclipse solar es una auténtica referencia de variación del tono de color, luminosidad. Una profundidad que tiene todo el metraje, pero aquí más.
En cualquier caso, la experiencia del volumen de color (alto rango dinámico + amplio espacio de color) es reducida pero cuando llega a cotas mayores, cumple ese papel de destacar para los intereses de la narrativa.
En general, podemos concluir que la paleta cromática propia de las salas de cine, el DCI P3, coincide y es proporcionada con la experiencia del disco Blu-Ray 4K, con alguna escena puntual donde se profundiza más aún.
Dune: parte dos, análisis del sonido
Este disco Blu-ray 4K de ‘Dune: parte dos’ ofrece una gran noticia: incluye la mezcla de sonido Dolby Atmos doblada al castellano y también su versión original en inglés. Ambas son muy parecidas en frecuencias, espacialidad y sonoridad. Quizás el castellano tiene un poco menos de impacto que la versión original, porque el proceso natural de remezclar la banda internacional (música y efectos) con los elementos nacionales de cada país (voces y ambientes) siempre tiene alguna variación.
Después de esta gran noticia, solo queda adentrarnos en los detalles más técnicos. El Atmos tiene un bitrate promedio de 3,7 Mbps de ancho de banda con picos alrededor de 6 Mpbs, cifras habituales del panorama inmersivo en 24 bits. Tanto en inglés como en castellano.
Estamos ante una mezcla nativa en Atmos, realizada por Richard King (Origen, Dunkerke, Interstellar…) que sustituye a Mark Mangini, responsable del gran diseño de audio de la primera parte. El mezclador de sonido, es el mismo Ron Barlett (Blade Runner 2049).
Tanto Richard King como Ron Barlett han hablado en varios reportajes sobre la relevancia del trabajo de los subgraves y los agudos para dimensionar y proporcionar la escala de los eventos que suceden y sus protagonistas, humanos, animales o artificiales.
En el análisis del reparto de frecuencias, encontramos un uso de extremo a extremo, llegando hasta los 24 khz de extensión. No son cruciales esos súper agudos, pero sí dan una idea de la naturalidad y cuidado de esta mezcla.
Los diálogos son mayoritariamente inteligibles aunque en más de una ocasión se subordinan a la música del maestro Hans Zimmer y los atronadores efectos de sonido, en una decisión probablemente enfatizada por el uso de máscaras y otros dispositivos por parte de los protagonistas. Esto atañe tanto a la versión original como al castellano.
Rango dinámico
Una vez pasado el Dolby Atmos de ‘Dune: parte dos’ por el procesador, se descubre que la sonoridad tiene unos picos a 0 dB en cuatro canales: los tres frontales y el surround izquierdo. Algo realmente abrumador y muy difícil de encontrar.
El rango dinámico nos ofrece un nuevo récord en estos análisis de AVPasión, llevándolo hasta el 19, con un promedio de -28 dB en versión original inglés y Atmos 9.1.6. Con el Atmos en castellano, se llega también al DR 19 y un promedio de -29,2 dB. Es la confirmación definitiva de la enorme sonoridad que tiene esta mezcla, con una notable diferencia entre los pasajes más bajos y los niveles más altos de volumen.
Ya lo dijimos con la abrumadora mezcla de Mad Max la semana pasada y lo repetimos aquí: si quieres probar si tu sistema de sonido distorsiona, ‘Dune: parte dos’ es tu material demo favorito de sonido, no lo dudes.
El rango dinámico o DR (dynamic range) medido en decibelios RMS, es un término estándar e internacional para el grado de variación de sonoridad dentro de un pasaje sonoro con total objetividad. Los valores bajos (por ejemplo, DR 3) reflejan un abuso de compresión. Las pistas que son DR 3 tienen un rango de tres decibelios entre el promedio y señal máxima del pasaje. Una pista de sonido con una baja cantidad de procesamiento dinámico en las mezclas, tendrá un valor DR mucho más alto, por ejemplo, DR 12 o más.
Para las mezclas de música electrónica, un valor de DR 7 se considera aceptable debido a la naturaleza más comprimida y enfocada en el aspecto del ritmo de este género. Sin embargo, en otros géneros musicales como las bandas sonoras para cine o el jazz, este valor sería considerado bajo, ya que se busca preservar en mayor medida el rango dinámico original de las grabaciones.
Mezcla de sonido
La mezcla Atmos hace un uso excepcional de la plataforma inmersiva, permaneciendo dinámica en la mayoría de las escenas. Es decir, hay elementos diferenciados y únicos en la interacción entre todos los canales horizontales y verticales. Y esos elementos se comportan como verdaderos objetos con movimientos libres, en cualquier ubicación. La banda sonora de ‘Dune: parte dos’ tiene todo lo necesario para que disfrutarla en los home cinema de los aficionados. Es un material ‘demo’ sin ningún matiz.
Hay que resaltar dos aspectos importantes:
- En general, las mezclas de sonido son específicas para el formato doméstico del Blu-ray 4K, incluidas las Atmos y DTS X. En otras palabras: no son las mismas mezclas incluidas en el DCP para salas de cine. Es algo habitual en las producciones medianas y grandes y se denominan mezclas de campo cercano o ‘near field’ en inglés. Se reduce la presión sonora, el rango dinámico y la distribución de frecuencias principalmente. Lo particular de esta mezcla de Dune II, es el exquisito cuidado que han puesto en todos los detalles para ofrecer una experiencia fiel y proporcionada en el ámbito doméstico.
- Tampoco es el mismo Dolby Atmos del DCP de las salas comerciales de cine que el ‘Atmos Home’ que lleva el TrueHD del Blu-ray doméstico. Ya hablamos largo y tendido sobre esta cuestión aquí en AVPasión. Nuestros procesadores ‘Atmos Home’, entre otras limitaciones, no pueden procesar los, por ejemplo, 30 o 40 objetos simultáneos de un DCP por lo que el ‘Atmos Home’ los unifica y los reduce a un máximo de 15 en el mejor del casos.
Una vez refrescados estos dos conceptos, por presión sonora, rango dinámico, trabajo de frecuencias e inmersión esta mezcla es una demo constante. Hablando de esto último, encontramos 11 objetos en este Atmos, que se empiezan a funcionar después del inicio de la película. Digo esto porque es curioso comprobar como la potente frase franquicia sobre el poder de la especia en el inicio de Dune I y II, está mezclada en una ‘bed’ 7.1 tradicional. Aquí os traigo un pantallazo a este respecto:
A partir de ahí, la plataforma del ‘Atmos Home’ se expande hasta sus límites. Esta mezcla de campo cercano o ‘near field’ usa los 16 canales del ‘Dolby Atmos Home’, el máximo de su capacidad. Es decir, cuando compramos este disco, obtenemos hasta un 9.1.6 en todo su esplendor; así como cualquier configuración específica como 6.1.4 o un 5.1.6 por poner dos ejemplos poco frecuentes. Todos se aprovecharan gracias al procesador que descodificará la metadata y renderizará los objetos según la configuración que tengas, incluidos los míticos ‘front wide‘ a izquierda y derecha (9.1) o el ya casi desaparecido ‘back channel’ usado en los Dolby Digital EX o el DTS ES (6.1)
La escena de la doma del gusano y las explosiones son un auténtico festín de objetos moviéndose libres y adaptados a la configuración Atmos de cada uno de nuestros hogares. Aunque me quedo con la escena de los fuegos artificiales posteriores al circo en el planeta Harkonnen.
Aquí tenéis una captura de pantalla del software oficial de Dolby que usamos en nuestros análisis. En el minuto dos ya se utilizan los 16 canales simultáneos y se activan los avisos al alcanzar 0 dB en cuatro canales. Algo realmente impresionante.
Por buscar algún valor negativo, estas mezclas tan rotundas generan una experiencia abrumadora, que a poco que el sistema de sonido o la acústica de la sala no esté ajustada, puede producir una sensación de fatiga por distorsión, mantenimiento de decibelios en la habitación que no decaen rápido etc. O incluso, no notar esa espacialidad y separación de objetos de sonido al no estar reproduciendo la mezcla con un mínimo de ajuste y calibración, defraudando en las expectativas.
Canal central y LFE
El análisis con los subgraves siempre me gusta analizarlos en relación con el canal central. Es verdad que el uso del canal LFE (low frecuency effects) de por sí, ya es muy significativo. Pero la mayoría de nosotros en nuestras casas y salas no dedicadas hacemos un gran uso del bass management, es decir, nuestros altavoces no son capaces de reproducir bien los subgraves y se los quitamos a los altavoces tradicionales (cinco, siete, nueve, doce…) para que los reproduzca el subwoofer.
En ese sentido, considero que es más útil e informativo analizar el canal LFE añadiendo el contexto del canal central del que saldrá bastante bass management, que no solo ver el canal .1 de manera aislada. ¡Al sub le añadimos unos cuantos decibelios extra del BM! de ahí la importancia de calibrar bien ese .1 doméstico.
En ese sentido, ‘Dune: parte dos’ tiene esa mezcla de sonido que se beneficia de tener dos o más subwoofers, igual que ‘Mad Max furia en la carretera’ o ‘The abyss’. Es muy difícil que un solo sub pueda con el LFE y el bass management que va a recibir simultáneamente sin distorsionar o responder de manera lenta (cuando llega un nuevo sonido subgrave todavía está reproduciendo el anterior).
El canal central cuenta con un contenido potente de frecuencias graves. La mayor actividad la encontramos entre los 40 y 80 hz, en ese rango llegamos a -10 dB. Más abajo, desde 40 hz incluye el habitual ‘roll off’ de frecuencias con una pendiente acusada hasta caer a los 20 hz donde no permite que hay información sub-sónica.
Necesitamos unos altavoces de torre espectaculares para reproducir esas frecuencias a esos niveles sin distorsión en el canal central. Lo habitual es tener cortados a 80 ó 60 hz los altavoces frontales y debido al bass management, se irán directos al subwoofer, alterando la mezcla original. Todavía no hemos hablado del LFE y el subwoofer ya está ardiendo solo por el central (y resto de canales surround).
¡Atención! Tal y como hablamos hace unas semana con ‘The abyss‘, aquí sucede lo mismo: el canal específico LFE tiene un amplio contenido infra sónico. Es lo que llamamos el subgrave táctil, en el sentido de que no se oye tanto como se siente en el cuerpo a través del sentido del tacto. Lo sentimos nosotros y los vecinos, puesto que la longitud de onda de p.ej. 10 Hz tiene una longitud de ¡34 metros!
El análisis del LFE también llega a cotas de material de demostración. Es una auténtica referencia. Estamos hablando de que el LFE tiene un pico a -5 dB a 25 hz. A partir de ahí, tal y como señalo con la línea amarilla, no decae, y nos encontramos con un pico en 10 hz casi a -15 dB. Toda esa zona marcada en trazas amarillas es la que hará vibrar nuestros domicilio y el de nuestros vecinos si no tenemos cuidado.
Todo lo que tiene que ver en ‘Dune: parte dos’ con las recolectadoras de la especia, cabalgar gusanos y las explosiones del final del metraje son auténticas sacudidas de subwoofer.
Si queréis investigar más sobre la dimensión táctil de los subgraves en mezclas de sonido subsónicas, pasaros también por la review de ‘The abyss’ de la semana pasada.
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Entorno del análisis: TV OLED & Dolby Vision, calibrada con Calman Portrait Displays. Sistema de sonido 5.2.4 calibrado con Audyssey y REW.
Dune 2 (4K UHD + Blu-ray) (Blu-ray)
Tabla histórica con la clasificación en AVPasión
Película | Puntuación |
---|---|
Posesión infernal, el despertar | 9,7 |
Dune |
9,6 |
Mad Max, furia en la carretera |
9,5 |
Oppenheimer | 9,5 |
Aquaman y el reino perdido |
9,4 |
Gran Turismo | 9,4 |
Avatar, el sentido del agua | 9,3 |
Misión Imposible: sentencia mortal I | 9,3 |
65 | 9,3 |
The Creator |
9,3 |
Spiderman: cruzando el multiverso |
9,2 |
Dungeons and Dragons, honor entre ladrones | 9 |
The Flash | 8,9 |
Super Mario Bros | 8,9 |
The abyss | 8,8 |
Fast X | 8,8 |
Indiana Jones y el dial del destino |
8,7 |
Barbie | 8,5 |
Avatar | 8,3 |
Titanic | 8,2 |
Megalodón II: La Fosa | 8 |
Mentiras arriesgadas | 7,8 |