Por fin, vamos a analizar ‘Oppenheimer’, largometraje de Universal Studios y dirigido por Christopher Nolan, que se puso a la venta en España el 22 de noviembre y se agotó en 48h prácticamente en su versión Ultra HD. Conociendo el perfeccionismo de este cineasta en cada uno de los aspectos de un film, este lanzamiento es uno de los más esperado del año.
Como se suele decir en estos casos, no vamos a comentar lo buena o mala que es la película, sino lo bien o mal que se ve y se oye el disco Blu-Ray 4K en cuestión.
En primer lugar, hablemos de unos datos sobre la producción de ‘Oppenheimer‘, más que nunca necesarios para dar contexto a la imagen y al sonido que rodean a este disco.
La fotografía de ‘Oppenheimer‘ corre a cargo del Hoyte van Hoytema (El topo, Interstellar, Dunkirk…) con una mezcla de película de 5 perforaciones de 65 mm y 15 perforaciones de IMAX, utilizando tanto emulsiones en color como en blanco y negro (negativo que tuvo que ser inventado por Kodak y el laboratorio FotoKem para esta película). En otras palabras, el blanco y negro de 65 mm es un formato de película completamente nuevo y, por lo tanto, jamás usado antes.
La producción utilizó una combinación de cámaras, incluidas la cámara IMAX MK-IV, IMAX MSM 9802 y Panavision Panaflex System 65 Studio, con lentes Panavision Sphero 65, Panavision System 65 y Hasselblad. El largometraje se terminó en un proceso casi completamente fotoquímico que comenzó procesando todos los negativos filmados y escaneándolos en una resolución de 8K, usando el el software de edición de AVID para trabajar en el montaje durante meses.
La lista de decisiones de edición o EDL definitiva (que no es más que un conjunto de códigos de tiempo) se exportó a una máquina foto-mecánica para cortar y empalmar el negativo de 65 mm. Y finalmente, la corrección de color. Que también se realizó fotoquímicamente para sacar un interpositivo maestro de 65 mm. del que generan las copias de las salas comerciales de exhibición con celuloide.
Para su lanzamiento en este Blu-ray Ultra HD, se creó un master 4K a partir de los escaneos 8K del material en 65mm/IMAX, y la presentación digital fue etalonada en HDR, aunque como adelanto, en realidad es un SDR con mínima ampliación de luminosidad. Es una decisión de Nolan y si su objetivo es conseguir una copia exacta de la experiencia del celuloide, lo ha conseguido al 100%. De hecho, en la pieza ‘Innovations in Film‘ del disco de extras, se puede ver al colorista trabajando con dos imágenes una al lado de la otra, comparando el máster digital con la película fotoquímica.
Es decir hay 4 másters: dos principales en fotoquímico (IMAX 15/70 y el de 35 mm) donde no existe ni es posible el HDR y otros dos digitales subordinados (el DCP mayoritario para salas y el generado para Blu-ray) que imitan a los anteriores y por lo tanto, tampoco llevan alto rango dinámico.
Especificaciones Oppenheimer
Característica | Detalles |
---|---|
Disco | |
Capacidad | 1 disco de 100 GB |
Video | |
Codec | HEVC / H.265 |
Bitrate promedio | 61 Mbps |
Resolución | 4K nativo |
HDR | HDR10 / HDR10+ |
Aspect ratio | 2,20:1 y 1,78:1 |
Audio | |
Idiomas | DTS, castellano // DTS Master Audio, inglés |
Formato | 5.1 castellano // 5.1 inglés |
Bitrate promedio | 768 kbps castellano, 24 bits // 3,6 Mbps inglés, 24 bits |
Oppenheimer: análisis de la imagen
Vamos con el primer titular: la presentación 2160p de Universal es maravillosa. Así de simple.
Antes de entrar en los detalles, analicemos ahora la crítica relación entre el ancho de banda, la duración de la película y el tamaño del disco elegido. Nos ofrece una codificación a 61 Mpbs de promedio. La duración de la película es de 180 minutos y está almacenada en un disco de 100 GB. Es una combinación en el rango medio alto, teniendo picos instantáneo de 115 Mbps. Recordemos que la tasa máxima de datos por segundo en un Blu-Ray 4K de 100 GB (triple capa) son unos 128 Mbps.
La cinematografía de la película es extraordinaria, usando este enorme formato para capturar momentos notablemente íntimos, así como eventos de mayor composición con el mismo nivel de detalle y definición. Hay momentos en los que la cara de un actor ocupa todo el encuadre del 65 mm, produciendo un gran impacto en el espectador que es capaz de observar hasta el más sutil de los gestos.
Y alternativamente, magníficas vistas panorámicas que IMAX captura con una grandeza que ni siquiera el famoso Cinemascope con lentes anamórficas puede lograr. Hay una sensación de dimensionalidad o grandeza en el paisaje de Nuevo México, con montañas en el horizonte y nubes en el cielo, para lo cual el formato IMAX es único.
La claridad aquí es casi impactante, con detalles exquisitos y texturas visibles en todo momento, junto con el grano fotoquímico más fino posible. Sin embargo, hay una suavidad óptica en la imagen, una cualidad natural, nada artificial o digital (en el peor sentido de la palabra). Aquellos de vosotros que tengáis proyección o pantallas de TV de bastantes pulgadas, lo vais a gozar porque emerge una dimensionalidad de la imagen que realmente llama tu atención y atrae mucho. Es simplemente impresionante.
Otro punto a destacar: este disco Blu-ray 4K presenta una relación de aspecto variable que oscila entre 2,20:1 y 1,78:1. El resultado es realmente sorprendente, y tan acertado en su aspecto fotoquímico como lo fue ‘Top Gun: Maverick‘ en formato digital de gran tamaño en 4K UHD el año pasado.
Oppenheimer: efecto HDR
Este largometraje entra dentro de la categoría de ‘SDR mejorado’. Pese a que está dentro de un disco masterizado en formato HDR10, a duras penas podemos decir que es un disco HDR en tanto que el análisis de su mapa de nits se queda entre los 100 y los 200 nits constantemente.
Sí, la escena de la detonación de la bomba también es SDR. El impactante frame usado en posters y demás material promocional no tiene más de 200 nits. Me refiero a la imagen que os pongo debajo de este párrafo. Es imposible no pensar »¿y si estos planos en concreto los hubieran masterizado a 2.000 o 4.000 nits? ¿no hubieran sido más impactantes?». Pues seguramente, pero ya sabemos que Nolan es fiel a sus ideas a niveles nunca vistos y tendremos que esperar mejor ocasión para aprovechar el 100% de este formato.
Incluso al estar masterizada en HDR10+ sería un buen gancho de marketing.
Oppenheimer: espacio de color ampliado (WCG)
Este apartado, de nuevo, sigue la premisa de ser respetar la fidelidad al metraje original del 65 mm. Y la película usa una paleta de colores restringida y limitada: colores terrosos y apagados. Podemos decir que es un 80% REC 709 y un 20% espacio de color P3.
Ese 20% se restringe a momentos de emociones fuertes o sobrecarga sensorial extrema, como la explosión de la bomba o las escenas oníricas, donde los colores se vuelven más vibrantes.
Por su lado, el innovador material en blanco y negro presenta un gran contraste, con sombras profundas. Luce espectacular. De hecho no es un blanco y negro puro. Tiene unos curiosos matices verdosos.
Un dato muy interesante que no me lo esperaba y que enlaza con esa misma tonalidad verde dentro de la tienda de campaña en las operaciones.
Ya para terminar el análisis de la imagen, diré que, como espectador que experimentó esta película en cine en formato de 70 mm en Barcelona este verano (desgraciadamente no en IMAX), en realidad prefiero esta experiencia 4K UHD: tiene todos los beneficios de esa dimensionalidad de la película fotoquímica de 65 mm, pero ninguno de los defectos de la proyección analógica (polvo, rayajos del desgaste del proyector, parpadeo de la bombilla etc.).
Esta captura de aquí arriba es de las pocas escenas donde podemos encontrar cierta ‘normalidad’ en la paleta de colores, con un espectro más o menos amplio. La mayoría de las secuencias tienen un carácter monocromático o bicromático (verde-azul; verde-rojo etc.)
Oppenheimer: análisis del sonido
«Oppenheimer» presenta una banda sonora DTS Máster Audio 5.1 en inglés y un DTS 5.1 en castellano. Una lástima meter un códec de tanta capacidad como el DTS MA en inglés con otro que tiene ya treinta años de existencia, en español. 4 Mbps frente a 0,7 Mpbs hacen que se pierdan esos detalles que marcan la diferencia entre una experiencia memorable y otra buena. La mezcla en castellano funciona bien y reproduce proporcionalmente una mezcla sensacional, pero a pequeña escala comparada con el inglés.
La mezcla de sonido también es otra razón por la que prefiero este 4K UHD al 70 mm. El escenario sonoro es grande, amplio y fascinante, con todos los canales activos para la notable partitura de Ludwig Göransson, así como para efectos surround. De hecho, el sonido DTS (DATASAT) del CD-ROM que corre en paralelo a la copia IMAX / 70mm tiene una compresión 4:1 corriendo a 0,8 Mbps y aquí con el DTS-MA vamos a casi 5 Mbps como decía antes. Ojalá pudiera escuchar esta mezcla del Blu-ray en una sala de cine óptima.
La banda sonora de la película es una combinación perfecta para las imágenes. Como es típico de Nolan, se trata de una mezcla envolvente con mucha sonoridad y dinámica poderosa, con unos transitorios sobrecogedores. Me recordaron al diseño de sonido de ‘Un lugar tranquilo I & II‘ donde un sonido fortísimo entra súbitamente y se corta al instante para cambiar la perspectiva, aumentando el dramatismo de manera fascinante. El ataque de esos sonidos transitorios, impacta a niveles altísimos.
Pero a diferencia de las anteriores mezclas de las películas de Nolan donde la inteligibilidad de los diálogos a menudo se veía enterrada por la músicas, efectos etc. la claridad del sonido de la palabra ha sido perfectamente calibrada para ser fuerte y fácilmente perceptible en todo momento.
Una vez pasado el DTS MA por el procesador, se descubre que la sonoridad tiene un pico a 0 dB (¡Nolan nunca decepciona en esto!), y un promedio de -22 dB, es decir, cifras que nos hablan de que la sonoridad es muy alta. Si el pico es 0 dB (ni un decimal menos para evitar distorsiones, tremendo) llevará a todo el sistema de sonido (previo, ampli, cables y altavoces) a su máximo rendimiento. Alguno echará mano al mando a distancia para bajar un poco el volumen… ¡avisados estáis!
En último lugar, el rango dinámico o RD medido en decibelios RMS. Es un término estándar e internacional para el grado de variación de sonoridad dentro de una pasaje sonoro con total objetividad. Los valores bajos (por ejemplo, DR 3) reflejan un alto abuso de compresión. Las pistas que son DR3 tienen un rango de tres decibelios entre el promedio y señal máxima del pasaje. Una pista de sonido con una baja cantidad de procesamiento dinámico en mezclas/postpro, tendrá un valor DR mucho más alto, por ejemplo, DR12 o más. Mientras que DR7 sería bajo para rock música o muy bajo para Jazz, es bastante aceptable para música electrónica p.ej.
En una película tan hablada como esta, deberíamos encontrarnos un RD de 10 ó 12. En este DTS MA en inglés, nos marca un RD 15, lo que nos da una idea objetiva de la gran cantidad de variación de sonoridad entre los sonidos de más alto volumen y los más bajos. ¡Una excelente noticia! como quedará demostrado un poco más adelante con el canal LFE para el subwoofer.
En este gráfico de aquí arriba he señalado dos datos relevantes. En primer lugar fijaros en el rectángulo amarillo vertical: indica esos momentos abundantes de silencio rotos por transitorios devastadores para el equipo de sonido. Y en segundo lugar, la elipse amarilla, a la izquierda, indica la densidad del canal LFE, que tiene más presencia que el resto de canales, con una sonoridad difícil de encontrar durante tantos minutos seguidos
La mezcla da vida a muchos tipos diferentes de entornos sonoros, desde vastos paisajes barridos por el viento hasta salas de conferencias universitarias con ecos, pasando por oficinas y espacios de trabajo más cerrados y silenciosos, según la percepción de la propia mente de Oppenheimer.
La mezcla carece de algunos de los beneficios de las mezclas basadas en objetos como Dolby Atmos o DTS:X, pero tampoco hay nada erróneo en esta experiencia de seis canales. A Nolan le gusta el sonido frontal y así permanece durante las tres horas. Oppenheimer es una película de diálogos, no hay debate. Es que ni le gusta el 7.1 al bueno de Christopher; solo mezcla en 5.1 ó 5.0 y fin.
Vamos ahora con la respuesta en frecuencia de «Oppenheimer».
Hay dos informaciones interesantes: la mayoría de las frecuencias agudas están limitadas entre 16 y 17 Khz y de ahí no pasan salvo en momentos de dramatismo especial (lo he marcado con una rectángulo amarillo muy apaisado). Fijaros cómo coincide en el tiempo la mayor presencia del canal LFE del gráfico anterior con el momento de más agudos (hasta 24 khz) señalado en este con otra elipse amarilla. Esto no es casualidad y se llama diseño de sonido y mezcla inteligente.
El análisis con los subgraves, siempre me gusta analizarlos en relación al canal central. Es verdad que el uso del canal LFE (low frecuency effects) de por sí, ya es muy significativo. Pero la mayoría de nosotros en nuestras casas y salas no dedicadas hacemos un gran uso del ‘bass management‘, es decir, nuestros altavoces no son capaces de reproducir bien los subgraves y se los quitamos para que los reproduzca el subwoofer. En ese sentido, considero que es más útil e informativo analizar el canal LFE añadiendo el contexto del canal central del que saldrá bastante bass-management, que no solo ver el canal .1 de manera aislada.
Qué gusto da ver estas gráficas: el canal central está tan lleno de frecuencias graves que podría ser la del canal LFE, pero no. Solo a partir de 80 hz empieza un suave ‘roll of’ hasta los 50 hz donde se filtra la información subsónica. Y hablando de frecuencias subgraves: aquí se viene el sub.
Os avisamos con rotundidad: es el subwoofer más caliente de este 2023 (batiendo al anterior de Misión Imposible Sentencia mortal). ¡¡Estamos hablando de que el LFE se centra entre 10hz y 60 hz llegando a -5dB en todo ese rango!! Se nos quedan cortos los adjetivos para etiquetar la pegada y contundencia de esta mezcla. Lo normal es que los vecinos oigan el subwoofer funcionar.
Y más aún: observad esa flecha amarilla que la diferencia entre la linea verde y la roja, de -5 a -30 db respectivamente; tenemos más de 25 decibelios de rango dinámico, algo apabullante. Bravo por los mezcladores y diseñadores de sonido de ‘Oppenheimer’.
Oppenheimer (4K UHD + Blu-ray + Blu-ray Extras) (Blu-ray)
Entorno del análisis Home cinema: TV OLED & Dolby Vision, calibrado con Calman Portrait Displays + sistema de sonido 5.2.4 calibrado con Audyssey + REW
Si os gustan estos análisis técnicos de la imagen y el sonido os recomiendo que os paséis por la sección con el análisis de los discos:
– Dungeons and Dragons, honor entre ladrones: puntuación de 9
– Avatar, el sentido del agua: puntuación de 9,3
– Posesión infernal, el despertar: puntuación de 9,7