El año 2024 va a ser el año de los monitores con tecnología OLED, ya lo estamos viendo. Y el Samsung Odyssey OLED G9 es uno de los monitores más impresionantes que puedes encontrar hoy en día en el mercado. Equipa una pantalla curva de 49 pulgadas con panel OLED potenciado por la tecnología de puntos cuánticos, es decir, un panel QD-OLED de Samsung. Además ofrece unas espectaculares características gaming, con un tiempo de respuesta de 0,03ms (GtG) en una pantalla de 240Hz. Todo ello con un brutal diseño y resolución QHD Dual.
Pero es que este modelo de Samsung es mucho más que un panel grande. El fabricante coreano ha incorporado en el Odyssey OLED G9 su plataforma Smart TV mediante el sistema operativo Tizen OS, lo cual dota al monitor de acceso a las aplicaciones de streaming más importantes y el resto de apps de su plataforma. Cuenta además con una magnífica conectividad, con compatibilidad con todos las funciones que busca cualquier jugador premium. Tiene altavoces integrados, es compatible con la plataforma SmartThings de Samsung y luce un diseño que no te dejará indiferente.
Es decir, un monitor de armas tomar. Pero como sobre el papel todo es muy bonito y luego puede no serlo tanto, hemos querido probar de primera mano si todo lo que ofrece es tan bueno como parece. Así que en este análisis os vamos a contar qué ofrece, cómo se comporta y qué nos parecido el Samsung Odyssey OLED G9.
Pero antes, dos cosas. La primera deciros que el modelo analizado es el G95SC, es decir, el modelo lanzado en 2023. Es importante, ya que el nombre Odyssey OLED G9 se lleva utilizando durante varios años y puede crear confusión. Y la segunda, dar las gracias a Samsung España y su agencia de comunicación por prestarnos este espectacular monitor para su análisis y por la confianza depositada en AVPasión. Y dicho esto, vamos a ver qué tal funciona el Samsung Odyssey OLED G9 (G95SC).
Diseño: el formato 32:9 marca la diferencia
En los últimos meses he probado muchos monitores con tecnología OLED. La gran mayoría de estos monitores va dirigido al mercado gaming, ya que suelen ser dispositivos bastante caros. Así que, o bien tenemos los que que ofrecen el considerado tamaño ideal para los jugadores competitivos, como por ejemplo el AOC Agon Pro AG276QZD de 27 pulgadas; o bien tenemos los que ofrecen una pantalla de grandes dimensiones, entendiéndose por grandes dimensiones de 34 pulgadas en adelante. Quiero decir con esto, que no me «asusto» ante un monitor de gran tamaño.
Pero el Samsung Odyssey OLED G9 es un poco diferente al resto de monitores que había probado hasta ahora. Primero porque, si la memoria no me falla, es el más grande que he tenido, gracias a sus 49 pulgadas. Pero, a pesar de ello, no es el más «aparatoso». Y aquí viene la otra gran diferencia, y es que este modelo de Samsung cuenta con un formato de 32:9, en lugar de los más habituales 21:9. ¿Qué significa esto? Que es más alargado y menos alto. A la hora de reproducir contenido y trabajar, esto tiene sus ventajas y sus inconvenientes, como luego veremos.
Pero en lo que respecta al diseño supone que se ve menos «gigantesco», pero que vas a necesitar una mesa bastante grande. Para que os hagáis una idea, mi mesa mide 150 cm de ancho y la pantalla llegaba prácticamente de punta a punta, quitando unos poco centímetros a cada lado. Así que tuve que reorganizar bastante la mesa para acoplar el monitor a mi setup, moviendo los altavoces y eliminado algún que otro «accesorio» que tenía por ahí encima. No obstante, entiendo que es algo que alguien que se plantea comprar este monitor ya tendrá en cuenta.
Yéndome al diseño puro y duro, os puedo decir que el Odyssey OLED G9 de Samsung es un monitor precioso. Por la parte delantera tenemos unos marcos bastante ajustados, aunque mucho mayores que los que vemos en una pantalla de televisión. Es algo normal y habitual. Y la parte trasera a mí personalmente me parece preciosa, con ese acabado en un color plata claro gobernado por un espectacular círculo central que «conecta» con el brazo de la peana y que además incluye el sistema de iluminación LED. Una auténtica virguería.
Un monitor de este tamaño necesita un buen soporte. En lugar de las habituales patas en forma de V, Samsung ha optado por una peana central en forma de hexágono. Y me parece un grandísimo acierto de diseño. Esta peana no es ni mucho menos pequeña, pero su forma permite una mejor colocación en el escritorio, tanto porque ocupa menos que unas gigantes patas como porque permite poner dispositivos encima de ella sin ningún problema.
La comentada peana se une a la pantalla mediante un brazo de grandes dimensiones, también muy diferente al habitual. Los monitores de estos tamaños tan grandes suelen tener brazos fuertes y pesados, pero generalmente no son excesivamente anchos. Pero el del Odyssey OLED G9 es más delgado y mucho más ancho. A mí, como os he dicho, me parece un diseño espectacular, uno de los más bonitos que he visto hasta ahora. También es bueno saber que el monitor es compatible con el montaje en pared VESA 100×100.
Con una pantalla tan grande, el ajuste de la misma puede ser clave. El soporte que incorpora el Odyssey OLED G9 ofrece ajuste en altura e inclinación, pero no permite pivotar. Supongo que con sus 49 pulgadas era peligroso permitir que los usuarios giraran el monitor (y no necesario en la gran mayoría de ocasiones).
En cuanto a los conectores, los tenemos colocados en la parte trasera (no en la inferior, como suele ser habitual), pero de lado, con un diseño similar al que encontramos en las teles. Además el monitor cuenta con una pequeña tapita que podemos colocar si no queremos que se vean. Cuenta con un Display Port 1.4, dos HDMI 2.1, tres USB 3.0, WiFi 5 y Bluetooth 5.2.
Para acabar con el apartado de diseño no puedo dejar de nombrar el sistema de iluminación colocado en la parte trasera, al que Samsung ha llamado Core Lighting+. Se trata de un halo de luz, colocado en la parte central, que podemos configurar con múltiples ajustes, incluyendo la capacidad de sincronizarse con lo que ocurre en el monitor gracias a la tecnología CoreSync. Ofrece una iluminación muy bonita y bastante potente si así lo deseamos.
Panel OLED sí, pero también otras características ideales para jugadores
Antes de pasar a valorar la calidad de imagen, vamos a echar un ojo a las características técnicas del monitor, aunque ya hemos hablado de algunas de ellas. El Samsung Odyssey OLED G9 (G95SC) cuenta con un panel QD-OLED, es decir, un panel OLED reforzado con la tecnología de puntos cuánticos. Así que tiene todas las características de esta tecnología, como son unos negros perfectos y un contraste impresionante. Sin embargo, es algo que ofrecen todos los monitores con esta tecnología.
¿Qué tiene de especial el modelo de Samsung? Pues primero que ofrece una nitidez todavía mayor, gracias al uso de una resolución de 5120×1440 píxeles. Samsung lo ha llamado DQHD o Dual QHD porque la densidad de píxeles es de 109 ppp, el mismo valor que ofrece un panel QHD de 27 pulgadas. De ahí que en algunos de los materiales de marketing puede que hayas visto una indicación de que este monitor es «como tener dos monitores QHD de 27 pulgadas en uno».
El panel tiene una curvatura 1800R, que no afecta en nada a la nitidez de la imagen y que, a la hora de jugar, permite una mayor inmersión. Por otro lado, el Odyssey OLED G9 ofrece una cobertura del 98% del espacio de color DCI-P3 y también compatibilidad con HDR10, aceptando también señales HDR10+. Y como también hemos avanzado antes, tenemos una frecuencia de actualización máxima de 240 Hz, con un tiempo de respuesta de 0,03 ms (GtG). Alcanzar 240 Hz en esta resolución será casi imposible, aunque siempre podremos limitar la resolución a otra más baja compatible.
En cuanto al brillo, uno de los puntos débiles de los monitores OLED, el Odyssey OLED G9 no destaca especialmente. El fabricante declara un valor de brillo normal de 250 nits, mientras que en HDR puede alcanzar los 400 nits. De hecho, cuenta con certificación VESA DisplayHDR True Black 400. Y en cuanto al movimiento, es compatible con FreeSync Premium Pro y también con G-Sync, aunque este último no aparezca en la hoja de especificaciones de la web de Samsung (cosa curiosa, porque en la misma peana del monitor encontramos el logotipo).
Os quiero hablar aquí también del OSD o menú en pantalla. El OSD del Odyssey OLED G9 es un poco especial al incorporar Samsung su plataforma Smart TV. Y lo cierto es que si no estás muy acostumbrado a este sistema puede resultar un poco confuso, ya que tenemos como varias versiones para el menú de ajustes. Por un lado tenemos un OSD especial para los juegos, que aparece en la parte inferior de la pantalla. El otro, sin embargo, es muy parecido al menú de configuración que se utiliza en los televisores del fabricante.
La versión para juegos se activa manteniendo presionada la tecla reproducir/pausa en el mando a distancia, mientras que la versión de televisor aparece cuando presionas el joystick. Para complicar aún más las cosas, hay configuraciones disponibles en la interfaz de TV Plus que se superponen a las que se encuentran en los otros menús. Una vez encuentras dónde hacerlo, el monitor permite ajustar la imagen de una forma bastante precisa, pero lo cierto es que no es la interfaz más intuitiva que he visto.
Samsung Odyssey OLED G9 (G95SC): especificaciones técnicas
Samsung Odyssey OLED G9 (G95SC) | Características |
---|---|
Panel | QD-OLED |
Tamaño | 49 pulgadas |
Resolución | 5120 x 1440 píxeles |
Alto rango dinámico | HDR10 y HDR10+ |
Ratio de Aspecto | 32:9 |
Brillo | 250 nits en SDR y 450 nits en HDR |
Densidad de píxeles | 109 ppp |
Gama de colores | DCI-P3: 98% |
Curvatura | 1800R |
Tiempo de respuesta (GTG) | 0,03 ms |
Ratio de Contraste | 1 000 000:1 |
Conectividad | 2 x HDMI 2.1 1 x DisplayPort 1.4 3 x USB 3.0 WiFi 5 Bluetooth 5.2 |
Otras características | Compatibilidad con AMD FreeSync Premium Compatibilidad con NVIDIA G-SYNC Sistema de iluminación Core Lightning Mando a distancia PBP & PIP |
Soporte | Ajuste de altura (120 mm) Inclinación (-2° ~15.0°) VESA 100×100 |
Dimensiones (con peana) | 1194.7 x 529.3 x 236.9 mm |
Peso (con peana) | 12.9 kg |
Disponibilidad | Disponible |
Precio | 1.799 euros |
Calidad de imagen: una experiencia espectacular tanto jugando como trabajando
A la hora de evaluar la calidad de imagen de un monitor como el Odyssey OLED G9 debemos diferenciar entre varios escenarios de uso. Para lo que más lo he usado es para trabajar, ya que trabajo desde casa. Y como pantalla de productividad puedo decir que es una auténtica maravilla. Su ligera curvatura es ideal para poder ver todo el contenido de una forma cómoda sin distorsionar los elementos como las líneas de, por ejemplo, un documento Excel. Las aplicaciones que requieren de una vista más panorámica, como el propio Excel o el Adobe Premier, adquieren una nueva dimensión cuando tienes tanto ancho disponible.
Por otro lado, las tareas más «normales» también son mucho más fáciles, ya que las 49 pulgadas de este monitor y su formato de imagen permiten tener cuatro o cinco documentos abiertos y a la vista al mismo tiempo. Por ejemplo, comparar diferentes versiones del mismo archivo se hace mucho más sencillo. O estar viendo al mismo tiempo una referencia que necesitas a la vez que trabajas en otra ventana. Las posibilidades son infinitas.
El segundo escenario, y donde más brilla el Odyssey OLED G9, es el juego. Jugar en este monitor es una experiencia alucinante. La relación de aspecto 32:9 ofrece un punto de vista diferente al de otros monitores, pero es cierto que no es la mejor para todo tipo de juegos. Los shooters como Call of Duty o similares brillan, al igual que los juegos de coches tipo Forza Horizon. La inmersión que proporciona un monitor de este tamaño es alucinante, incluso con una curvatura que no es tan pronunciado como la de otros modelos similares. Además tenemos un campo de visión tremendamente amplio. Una delicia.
En otros juegos, como por ejemplo los deportivos, la experiencia con el formato 32:9 me ha parecido un poco peor. Por ejemplo en el FIFA creo que «faltaba» algo de pantalla en la parte superior. A mí personalmente me gusta más el formato 21:9 o incluso el 16:9 para este tipo de juegos. Por lo demás, el movimiento es tan bueno o mejor que el los monitores con tecnología LED con una frecuencia muy superior. Es algo que consigue la tecnología OLED y su fluido y suavemente movimiento.
Los juegos en HDR también lucen espectaculares, con un contraste profundo y una magnífica saturación de color. Sin embargo, el brillo es, sin duda, el punto donde deben mejorar los monitores con tecnología OLED. Los panales MiniLED lucen mucho más a la hora de mostrar imágenes HDR, aunque es cierto que el contraste prácticamente infinito de la tecnología OLED compensa un poco esa falta de brillo máximo. Ya lo he comentado en otros análisis de monitores OLED, y con el Odyssey OLED G9 se vuelve a repetir.
Respecto al juego, vale la pena diferenciar también entre jugar con un ordenador y con una consola. A pesar de su altísima calidad de imagen, no recomendaría este monitor para jugar con las consolas de nueva generación. Ni la Xbox Series X ni la Play 5 son compatibles con el formato ultrapanorámico de este monitor, así que vamos a tener una imagen con una bandas negras enormes en los laterales. Se puede jugar, por supuesto, pero vamos a aprovechar solo una pequeña parte de la pantalla.
Y algo similar ocurre en el tercer escenario que os planteábamos, que no es otro que la visualización de contenido multimedia. El Odyssey OLED G9 viene con Tizen incorporado, así que tenemos acceso directo a las plataformas de streaming, sin necesidad de utilizar el ordenador o conectar un dispositivo externo para ello. Nuevamente, la calidad de imagen será espectacular, pero solo aprovecharemos una parte de la pantalla, ya que el contenido cinematográfico se emite casi siempre en formato 16:9. Aún así, si es la única pantalla que vas a tener en la habitación, te puede servir para desconectar un rato y verte una serie o película sin problema.
Para todos estos escenarios, con sus pros y sus contras, el Odyssey OLED G9 de Samsung nos va a proporcionar una tremenda calidad de imagen. Tenemos un color y contrastes espectaculares, con una imagen general clara y nítida, tanto para jugar como para ver contenido o leer texto. Todo está perfectamente controlado.
Tenemos una gran uniformidad, unos magníficos ángulos de visión (aunque ligeramente peores que los televisores, seguramente debido a la curvatura), unos colores precisos incluso sin calibración profesional y, en general, una imagen súper precisa y fiel.
Conclusiones y precio
Me da la sensación de que Samsung no ha promocionado demasiado sus monitores con tecnología OLED. Y es una pena, porque el Samsung Odyssey OLED G9 es un monitor asombroso. Lo es tanto a nivel de calidad de imagen como por sus características técnicas y diseño. Incluso antes de encenderlo ya te das cuenta de que has hecho una compra magnífica. Su diseño es precioso y su nivel de acabados muy alto. Y una vez encendido, solo va a mejor. Tenemos una imagen impresionante en todos los sentidos y aprovechar sus 49 pulgadas ultrapanorámicas para trabajar y jugar es una delicia.
Como dijo Joe E. Brown en ‘Con faldas y a lo loco’, nadie es perfecto. Aunque para ser sinceros, no se le pueden poner muchas pegas al Odyssey OLED G9. Sin duda su punto más débil es el brillo, pero es algo común a todos los monitores OLED de esta generación. Por otro lado, la peana no permite girar el monitor, aunque lo más probable es que no nos haga falta. Y es cierto que su formato no es el ideal para ciertos usos, pero eso tampoco es culpa del monitor, es algo que debe decidir el usuario.
Sí tengo una última pega, común en todos los modelos de este tipo. Lo habéis adivinado, su precio. El Samsung Odyssey OLED G9 (G95SC) se vende con un precio oficial de 1.799 euros, aunque es cierto que en algunas tiendas especializadas lo podemos encontrar a un precio inferior. Lo que sí hemos visto es que en Samsung.com no tienen disponibilidad del monitor, lo cual puede significa que, o está agotado, o van a lanzar un nuevo modelo este año. Sea como sea, si apuestas por este modelo no te equivocarás.