¡Ya era hora! todos teníamos ganas de poder ver una GZ2000 y por fin, tras un mes (largo) de análisis, pruebas y más pruebas nos hemos dado por satisfechos con el material recopilado; así que aquí estamos, celebrando el año nuevo con el buque insignia de Panasonic: su flamante OLED GZ2000 con un panel edición profesional a medio camino entre el sector profesional y el sector consumer que luego en la sección de calidad de imagen veremos qué tal cumple. Así, a la ya muy buena base de las Panasonic FZ de 2017 (entre lo que destacamos la eliminación completa de los macrobloques que se iluminan), las principales novedades con respecto al año anterior son varias: soporte Dolby Vision, una mejor colometría de fábrica, una revisión del procesador de imagen (HCX Pro), un sistema de eliminación del banding de los grises al 5% llamado MURA y, en el caso de la GZ2000 varias guindas del pastel: una mayor revisión y profundidad de acceso al panel (en cuanto a colometría y tablas 3D LUT se refiere, ya que LG ha entregado el panel en bruto a Panasonic para que lo finalice ésta), un sistema Dolby Atmos real (con varios altavoces upfire en la parte trasera de la TV), un mando cromado de muy buen peso y calidad y que se retrilumina, un ABL hasta un 30% más relajado y como no: un panel edición profesional personalizado por el fabricante japonés, que promete llegar a los ansiados 1000 nits gracias a una mejor disipación del calor gracias a una plancha de aluminio situada en la parte trasera. ¿Lo conseguirá? A por el café y no te pierdas este artículo.
Este modelo desgraciadamente solo lo encontramos en los sabores de 55 y 65 pulgadas…y no es barato precisamente. El complejo sistema de altavoces Dolby Atmos y su panel edición profesional hace que, actualmente a enero de 2020, su PVP oficial sea de 3199 y 4199€ respectivamente. Además, en nuestro país, es difícil encontrar stock fuera de los distribuidores oficiales, así que no será fácil encontrar unos precios mejores que el oficial. Y ahora si, entremos en materia.
Panasonic GZ2000: Diseño
Panasonic es un fabricante japonés. Y en ellos la estética no es un valor asociado al minimalismo extremo como ocurre con el mundo occidental. Panasonic presenta un panel de líneas mucho más clásicas que en el resto de fabricantes, nada sobresale pero tampoco nada sobra: todo está donde debe estar. Tenemos la pantalla con uno grosor del marco igual que los del resto de fabricantes (1.1 mm), la barra de sonido -realmente bien integrada- en la parte inferior haciendo parecer la TV un poco más grande de lo que realmente es. La sorpresa viene por detrás: el panel adquiere un grosor de más del doble en su parte superior respecto a otros fabricantes, ya que tiene que albergar el sistema de altavoces upifire Dolby Atmos y también la «plancha» que actúa de disipación entre el panel y el chasis.
Siguiendo con el diseño, en la parte inferior encontraremos la barra de sonido firmada por Technics, compuesta por tres altavoces/woofers que actuarán como un sistema 3.0 real (canal izquierdo, central y derecho) que pueden verse si uno se acerca a la barra y mira atentamente.
Volviendo a la parte trasera, se pueden apreciar hasta 3 rejillas de ventilación para expulsar el calor que genera este modelo (no son ventiladores) para que el televisor aguante la temperatura de trabajo, cosa que se repite también en la parte media y en la inferior. Sin este diseño, probablemente Panasonic no hubiera podido crear un modelo OLED que llegue a ofrecer tanta luminosidad y un pico de brillo de 1000 nits. Punto importante para quien quiera colgarla: tened en cuenta que ahora los altavoces Atmos están «a ras» del resto de la TV y puede que os haga de tope con la propia pared si usáis un modelo de soporte demasiado pegado.
Este año parece que los fabricantes se han puesto de acuerdo en no descuidar la parte de atrás de la TV. Así, encontramos una especie de tapa de plástico con una pequeña abertura en su parte inferior, que al colocarla ocultará los cables casi completamente (algo útil si no vamos a colgarla). Por cierto, hablando de colgar, solo el pie de la TV pesa casi 7 kilos y el conjunto total 42. Por lo tanto, para colgarla tened en cuenta que estaremos cargando al soporte y a la pared algo más de 34 kilos.
La disipación de la GZ2000 es uno de sus puntos fuertes: el panel está más frío no solo por soportar los 1000 nits, si no que está más frío que el resto de fabricantes, síntoma de que la TV es capaz de expulsar todo el calor generado de forma excepcional y estamos seguro que eso repercutirá positivamente en la vida útil del producto. Además y como curiosidad las retenciones son muchísimo menos probables y necesitan de mucho tiempo con un elemento fijo para que se marquen. Lo más sorpreendente…¡es que desaparecen en apenas 6-7 segundos! De nuevo, es una consecuencia de la modificación de Panasonic y de esa plancha de aluminio que actúa como heatpipe para disipar el calor.
Conectividad y especificaciones técnicas
Una de las pequeñas decepciones de este y otros modelos del año -excepto LG- 2019 es que en conectividad seguimos anclado en puertos HDMI 2.0 (18 Gbps), en concreto cuenta con 4 entradas (todas con soporte ALLM). Dos de ellos, entre ellos el ARC-, la salida de auriculares/subwoofer, una toma USB 3.0, la entrada de satélite (DVB-S2, por lo que podremos sintonizar y ver canales 4K HLG FTA) y de antena (TDT/DVB-T2) y el puerto de red (10/100), todos ellos están en el lateral, cosa ideal ya que al colgarla no nos molestarán los cabezales de los propios cables. Por contra, la otra mitad (dos puertos HDMI 2.0, dos puertos USB 2.0, el RCA compuesto y el estéreo así como la entrada óptica) están en la parte trasera, «mirando» hacia detrás, ). Los nuevos puertos HDMI 2.0, por supuesto, siguen siendo compatibles con el estándar de la UHD Alliance, esto es, resolución 4K, soporte mínimo para HDR10 (aunque también soporta HLG y Dolby Vision y HDR10+, es decir que no tendremos ningún problema con ningún formato HDR), espacio de color BT.2020 y 10 bits de profundidad de color. A continuación, os dejamos con la tabla de especificaciones técnicas:
Panasonic GZ2000 – Especificaciones técnicas
PANEL | OLED 4K HDR UHD 10 bits, edición profesional |
RESOLUCIÓN | 3.840 x 2.160 (UHD) |
HDR | Dolby Vision, HDR10+, HDR10 y HLG |
PROCESADOR | HCX Pro |
OTROS | Panel profesional OLED, Sistema Dolby Atmos, ABL más relajado |
SISTEMA OPERATIVO | My Home Screen 4.0 |
SINTONIZADORES | DVB-S2 y DVB-T2 |
AUDIO | 140 W (40 W x 2 y 20 W x 3) |
ESTÁNDAR HDMI | 2.0b (con soporte ALLM) |
CONECTIVIDAD | 4 x HDMI 2.0, 1 x USB 3.0, 2 x USB 2.0, 1 x Ethernet (10/100), 1 x vídeo compuesto, 1 x salida digital óptica y 1 x jack de 3,5 mm |
MANDO | IR y retroiluminado |
CONSUMO | 162 vatios |
ETIQUETA ENERGÉTICA | B |
DIMENSIONES | 1.446 x 907 x 310 mm (con soporte) |
PESO | 42 kg (con soporte) |
PRECIO | 4.199 euros (65″) y 3199 euros (55″) |
Control y mando a distancia
Dado que GZ2000 es un televisor premium, Panasonic ha incluido un mando a distancia bastante distinto al resto de la gama: pesa mucho, rebosa calidad por los cuatro lados, todos los botones -y el propio mando a distancia- son cromados, la calidad constructiva es altísima en un material plasticoso de muy buena calidad que imita aluminio cepillado y la guinda del pastel: los botones -no todos, pero si la gran mayoría- son retroiluminados. Además el rango del IR es bestial, confundiéndose sobre si realmente es un IR o funciona mediante Bluetooth, ya que podemos estar apuntando al otro lado del salón que la TV funcionará perfectamente.
En cuanto a la organización, creemos que no es la más ideal, ya que muchos hacen funciones que no deberían o que a simple vista parece que hacen otra cosa, otros simplemente no deberían estar en ese lugar (como el botón exit al lado del AV y del botón Picture, todos ellos junto al botón de apagado, cosa que hará que apaguemos la TV cuando queríamos cambiar de modo de imagen o poner nuestra consola, por ejemplo); además, para los tiempos que corren también hay un exceso de botones, aunque esto es algo personal y como todo, va a gustos.
El mando a distancia funciona también perfectamente con otros dispositivos mediante CEC, aunque como bien sabéis ahí cada uno es de su padre y de su madre y muchas veces no irá o irá a medias, etc. Como norma general suele funcionar casi todos los dispositivos que hemos probado, pero dado ese caótico orden que mantiene Panasonic, hay botones que funcionar funcionan pero nadie esperaría que fuera ese botón el que hiciera esa función (me viene a la cabeza el botón Option, que suele hacer de Home en la mayoría de dispositivos). Pero bueno, lo importante es que funciona y lo hace sin mayores problemas.
Otro pequeño pero que podríamos ponerle, es que no tiene micrófono ni por supuesto botón para acceder a él. Como consecuencia, tampoco tenemos ningún asistente de voz incorporado a la TV, ni Google Assistant ni Alexa, aunque si podemos vincular un Google Mini por ejemplo (o un smartphone), pero dado también que el sistema operativo -que tenéis en la sección siguiente- es muy limitado, no tiene ningún sentido, ya que prácticamente no podremos controlar nada de la TV (solo apagarla y encenderla y cuatro cosas más). Pasando al tema de la domótica y la integración con la TV, tampoco Panasonic ofrece apenas ningún estándar para poder integrarla en frontends como Home Assistant y similares. Es una TV diseñada por y para fanáticos de la calidad de imagen y todo lo demás es secundario -excepto, quizá, el audio-, por lo que era de esperar encontrarse esta serie de limitaciones en el apartado de Smart TV/asistentes de voz.
My Home Screen: sigue estando cojo
Panasonic continúa apostando por su propia versión de Smart TV: My Home Screen, ahora en su versión 4.0. Recordemos que este extraño sistema proviene de un fork de Firefox OS que Panasonic ha continuado desarrollando por su parte. Como es costumbre en la mayoría de fabricantes, esta versión solo está disponible para modelos de 2019, no siendo actualizables ninguna otra gama de años anteriores.
En cuanto al sistema operativo en si, la verdad es que no está nada mal si tenemos en cuenta que, como hemos dicho antes, la TV ha sido diseñada solo con una cosa primordial en la cabeza: calidad de imagen. Podríamos hacer el símil de que se parece más a un monitor de estudio que a un televisor, donde todas las funcionalidades extra importan mucho menos. Eso no quita que, para un uso básico del Smart TV nos sea más que suficiente, pues tenemos las 3 grandes aplicaciones (Netflix, Amazon Prime y Youtube) y las 3 funcionan perfectamente con sus respectivos estándares y formatos (HDR, Dolby Vision, Dolby Atmos) sin problema alguno. Además, en el caso de Netflix, tenemos un botón dedicado también.
Por otra parte y de ahí el título de esta sección, seguimos pensando que el Smart TV sigue terriblemente cojo, ya que no hay apenas posibilidad de instalar más apps: ni HBO, ni Disney+, ni Apple+ (ni por supuesto, Airplay 2), ni Movistar+, etc. Si queréis usar la TV como reproductor de películas, podéis ir olvidándoos ya que no soporta el codec DTS, con lo cual una inmensa cantidad de películas y series directamente no os la reproducirá o lo hará sin sonido.
Apps y posibilidades de expansión aparte, en el tema de personalización y facilidad de uso la verdad es que cumple sobradamente. Tenemos un botón Home donde accederemos al «carrusel» principal de apps, desde las podremos ordenar, lanzar, configurar, ocultar, ponerles un PIN, etc., fácil y sencillo. Subiendo o bajando iremos cambiando entre diferentes «filas« que muestran contenido ya listo para entrar: por ejemplo si pulsamos hacia abajo veremos como aparece Netflix, con nuestro usuario y todas las series que estamos viendo para poder acceder directamente desde ahí, sin tener que abrir la app directamente (que podemos hacer pulsando la tecla en el mando que tenemos para tal fin). ¿Que no tenemos botón dedicado a Prime? no pasa nada, ya que tenemos un botón del mando que podemos asociar a cualquier app del sistema, siendo muy útil ya que hay gente que no consumirá Amazon Prime pero si, por ejemplo, DAZN. Pues ningún probelma, se asocia la app al botón y listo.
Otra gran idea y ejemplo de flexibilidad de My Home Screen es el botón Picture: un botón que nos permite cambiar rápidamente entre distintos modos de imagen. Y lo mejor es que es 100% personalizable, pudiendo dejar por ejemplo solo los modos Normal, Cine y Juego y así conmutar entre ellos usando el botón del mando, sin tener que entrar en el menú de ajustes de imagen ni nada por el estilo.
Por otro lado, la parrilla de canales EPG/Grabación sigue anclada en el pleistoceno, tanto en usabilidad como en diseño. Y además muchos de los elementos siguen creando confusión o estando duplicados: por ejemplo el botón AV del mando nos lleva a nevegar entre las diversas entradas HDMI, componentes, etc. del televisor. Pero si entramos en «Dispositivos» desde el menú principal, nos sale otro panel para navegar que hace exactamente lo mismo que el anterior. Un claro ejemplo de que Panasonic lleva muchos años arrastrando elementos de otros sistemas y al final se hace todo un pequeño lío en cuanto a cohesión.
Podríamos concluir por tanto que es un sistema muy rápido, muy estable y que hace pocas cosas pero las que hace las hace bien. No aspira a más, pero es que tampoco fue ese su objetivo. El objetivo de este modelo, como hemos repetido, es uno: ofrecer al usuario la mejor calidad de imagen posible y todo lo demás es secundario. Por lo tanto si alguien es un fan de los smart tv, tendrá que optar por un dispositivo externo como por ejemplo la Nvidia Shield TV. Si alguien quiere sacar el máximo provecho y partido a su My Home Screen, os dejamos con un vídeo donde destripamos cada uno de los secretos de este extraño sistema, con trucos, mejoras, etc.:
Sonido: un quiero y no puedo
Uno de los supuestos puntos fuertes de la GZ2000 es su sistema de sonido integrado, con altavoces Dolby Atmos reales, todo ello supervisado y diseñado por Technics, teniendo en mente que el usuario pueda prescindir de comprar una barra de sonido dedicada. El fabricante japonés en su página web nos habla de que este modelo cuenta con 5 canales (3.0.2): los 3 frontales integrados en la barra de sonido y 2 más en la parte trasera orientados al techo (los upfire, para efectos Dolby Atmos). Al carecer de subwoofer como tal, Panasonic nos permite añadir uno externo y conectarlo a la entrada de auriculares de la TV, lo cual es una idea fantástica ya que ninguna barra del mercado por buena que sea, incorporará un subwoofer de 12 o 15″. Eso si, si añadís un subwoofer a la GZ2000, recordad cambiar el corte de frecuencia y ponerlo entorno a los 100/120 Hz para que todo lo que baje de ahí, se mande al subwoofer externo y no a la barra.
En cuanto a conectividad, contamos con una toma óptica (que, sin saber muy bien por qué, está limitada a estéreo) y por supuesto las HDMI 2.0, siendo una de ellas ARC y admitiendo DD, DD+ y Atmos (comprimido, esto es, DD+), pero nada de DTS. Los altavoces upfire cumplen muy bien su cometido y la verdad es que sorprende escuchar efectos, voces y detalles que vienen de detrás sin tener ningún altavoz, todo viene de la propia TV. El problema del sonido de la TV viene de los 3 altavoces incorporados en la propia barra de sonido unido a una mala decisión en cuanto a configuración por defecto.
La calidad del sonido es muy muy buena, sin llegar a ser igual de buena que un sonido con Acoustic Surface de Sony, pero si sorprendentemente bueno, nítido y potente. ¿Entonces…cual es el problema? pues que de serie el usuario no va a escucharlo así, ya que la TV se empeña en que, si le entra una señal 5.1 (o 5.1 + Atmos) mandará cada canal a un altavoz (el izquierdo al izquierdo, el central al central, etc.) y siendo tan pequeños el sonido es horrible, careciendo de definición en tonos medios y con unos agudos muy estridentes. Todo cambia si conmutamos a estéreo (por ejemplo en Netflix, cambiamos de audio y en lugar de poner 5.1 ponemos la otra pista). Se hubiera solucionado todo si Panasonic hubiera añadido un conversor a PCM y que se emitieran todos los canales por todos los altavoces, ya que una barra nunca tendrá la capacidad «real» de emitir 6 canales perfectamente diferenciados (y no hablemos ya de los Dolby Atmos).
Como conclusión: podría ser mejor, pero también peor. Si tuviéramos una opción de mandarlo todo por todos los altavoces de la TV sonaría siempre notablemente mejor, pero sin ser así, recomendaría comprar una barra de sonido externa o mejor aún un buen AVR con un sistema dedicado. Por otra parte, el fabricante japonés podría sacar al mercado una GZ2000 sin todo el sistema de sonido, seguro que abarataría mucho el conjunto y total, la mayor parte de la gente que compre un modelo de gama alta como este ya tiene su propio sistema de sonido dedicado.
Calidad de imagen soberbia
Por fin llegamos al o más interesante de la review! ¿Qué tal el HDR? ¿Cumple? ¿merece la pena ese desembolso de dinero? Vamos a ir viéndolo poco a poco y seréis vosotros mismos los que juzguéis si merece o no la pena. Ya veréis. De hecho, podéis empezar con este vídeo como aperitivo:
Siempre me gusta escribir las secciones de vídeo teniendo en cuenta de donde venía. En este caso nuestra base era una excelentísima LG E9, una de las mejores TV de todo el año. ¿Y que tal es en comparación? Pues en escalado, yo les daría entre un empate y una ligera ventaja para LG, ya que el fabricante coreano trata las señales con un ringing (dientes de sierra) mucho menos evidente y tiene una gran ventaja bajo su manga: el Smooth Gradation, que hace que esas diferentes «bandas» en colores uniformes desaparezcan sin perder prácticamente detalle, mientras que Panasonic los muestra de forma bastante más evidentes al carecer de una opción así, aunque por otro lado muestra algo más de detalle y nitidez (pero con más ruido). Por lo tanto en fuentes de mala calidad (540, 720p, TDT) en mi opinión la E9 sale victoriosa, aunque suene sorprendente.
Pasando a fuentes de alta calidad, esto es, HDR10 y Dolby Vision, es donde la TV muestra absolutamente todo su potencial. Y ahí si vemos una diferencia a favor de la GZ2000 (que podéis juzgar vosotros mismos también en el vídeo). Antes de empezar a meter las manos en harina, quisimos medir los nits del panel (siempre calibrado con Calman Autocal, nada de ponerlo en modo dinámico ni similar)…y Panasonic no miente, llega a los 1000 nits e incluso algo más. Absolutamente increíble en un panel OLED.
Y es que, amigos, esta TV fue pensada para el HDR. La dinámica y el contraste son absolutamente bestiales si sumamos una capacidad lumínica de 1000 nits y los negros perfectos de la tecnología OLED. El mapeo de tonos para fuentes masterizadas a 1000 nits aquí no se aplicaría, por lo que seríamos capaces de ver todo el rango dinámico sin comprimir a la vez que no perdemos detalles de las altas luces ni tampoco sacrificamos APL (brillo medio). Para 4000 nits, el cambio en la respuesta de la curva de Panasonic es un poco agresiva, empezando el roll-off demasiado pronto para preservar todo el detalle posible, sin embargo lo hace a expensas del APL. Esto puede corregirse al gusto del usuario usando las herramientas del Dynamic HDR y el HDR Brightness Enhancer. El primero actúa sobre los detalles de las altas luces para no quemarlas y el segundo es con el que podemos subir la cuva PQ EOTF un poco más para ganar «punch» en los medios. Subiendo este valor a 15 y bajando 7 puntos la gamma en el IRE 2.5 y 5, nos da una dinámica y una imagen absolutamente espectacular, manteniendo la colometría de fábrica de Panasonic y su imagen cinéfila.
Por otro lado, otra de las ventajas de la GZ2000 es que presume de tener uno de los paneles más limpios del mercado, sin rastro alguno de banding en el 5% del gris, uno de los problemas de algunos modelos y unidades de otros fabricantes. Además, este modelo tiene también un ABL (restricción automática del brillo) un 30% más relajada, lo que hace que ver eventos con un gran % de blanco sea una auténtica maravilla, ya que el blanco es bastante más puro que en el resto de sus competidores.
La colometría, como no podía ser de otra forma, viene realmente bien de fábrica. El AE medio de la escala de grises no llega al 2.5 en SDR (por debajo del 3 el ojo humano es incapaz de percibirlo) ni al 4 en HDR. En cuanto al color, el error medio apenas llega al 1, tanto en SDR como en HDR. Eso se traduce en un color extremadamente realista, con tonalidades naturales donde debe serlo y saturadas en aquellas que la escena lo necesite. Si lo sumamos a un ABL un 30% menor y los 1000 nits de pico de nits, la imagen es sencillamente alucinante. Eso si, por defecto todos los modos tienden a tener un exceso de rojo a lo largo de toda la gamma, para emular esa imagen «rojiza» y «cálida» típica de los plasmas de antaño:
Los 1000 nits, sin embargo, presentan un nuevo problema: aparece banding/posterización en escenas con objetos muy brillantes, como en la famosa escena del inicio de Kingsman. En realidad, se trata de una consecuencia del roll-off que hace Panasonic para no hacer un clipping duro en los 1000 nits. En la práctica se traduce en que solo veremos ese pequeño defecto en una o dos escenas de toda una película y eso si prestamos atención. De nuevo, a este televisor le vendría de perlas un filtro Smooth Gradation que solucionaría de un plumazo tanto este como el problema de banding de color en fuentes de mala calidad.
Por otro lado, la presentación de Dolby Vision es exquisita. En su modo Dolby Vision Oscuro (el más correcto), la imagen es absolutamente demencial, manteniendo todos los detalles de las altas luces y presentando una imagen muy cinematográfica. Sin embargo, puede resultar un tanto oscura y por eso tenemos un modo Dolby Vision Brillo. A diferencia del de LG, este modo está muy bien implementado, subiendo la gamma en la parte media (lo que da, como tradicionalmente se conoce, más punch a la imagen) pero sin levantar nunca el negro absoluto (problema que adolece LG).
Finalizaríamos este apartado hablando del movimiento. Es un televisor que incluso sin interpolador activado, representa los 24p de forma exquisita y sin desdoblamiento de objetos -o no más que el propio inherente a la cadencia de 24 cuadros por segundo-, algo que queda en evidencia si ponemos la LG E9 y la GZ2000 en la escena de los molinos del test de Spears&Munsil V2: la GZ2000 presenta una imagen con un movimiento mas suave que la LG, ambas sin interpolador. Si lo activamos, la Panasonic de nuevo tiene un interpolador más fino, mucho más sutil y sin prácticamente ningún artefacto. Por contra, cuando vemos escena con muchos elementos en la imagen, podemos llegar a apreciar un pequeño tartamudeo, aunque es algo bastante extraño y que seguramente a la mayoría de gente le pase inadvertido.
Para acabar, la TV presenta al usuario miles de opciones de configuración al gusto: reductores de ruido, nitidez, tipos de curva EOTF, etc. Aquí hemos notado que todo funciona mucho más fino y mejor que otras marcas: el reductor de ruido al mínimo o en automático quita muy muy muy poco ruido y sin afectar a la nitidez, la nitidez podemos subirla pero no será demasiado evidente, etc. y así con todo. Todo funciona mucho más en detalle que en el resto de marcas. En cuanto al problema del auto-dimming que se da en otras TV al detectar logos fijos, no hemos sido capaces de notarlo en la GZ2000. Ya sea con 1 o con 4 logos en pantalla fijos, la TV no baja nunca la luminosidad, lo cual es de agradecer especialmente para los más jugones (junto a la asombrosa capacidad de no retener/marcar/quemar nada de nada los logos fijos).
Una gran TV para jugar
Hace tiempo que las TV ya no solo se usan para ver la TV. Que si smart tv, youtube, leer libros, etc. Y por supuesto, también juegos. Aunque no sea una TV pensada especialmente para jugar, lo cierto es que su capacidad de prácticamente no marcar nada en pantalla (gracias al panel profesional de Panasonic) la hace una de las golosinas más apetitosas para los gamers. Pese a que no trae consigo puerto HDMI 2.1 (y todo lo que conlleva para los gamers, como la posibilidad adicional de mandar todo el flujo de datos sin comprimir el croma), si que trae el modo ALLM, es decir, que conmutará automáticamente al modo juego cuando lancemos un juego. Además, otra curiosa y más que interesante función es la de que tiene una opción de modo juego para todos los modos de imagen. Es decir, podemos jugar con el modo THX Cinema manteniendo el input lag bajo que da tradicionalmente el modo juego. Una pasada.
En el controvertido tema de las retenciones y quemados, como hemos dicho antes, no hay de que preocuparse, ya que para quemar una GZ2000 habría que hacer auténticas burradas al panel. Éste, cuenta con una especie de Ajuste de Luminosidad de logo, pero o bien no funciona (da igual que lo dejemos en Bajo, Medio o Alto) o es que quizá no funciona tal y como pensamos que lo hace. Eso si, la TV no baja el brillo general como si hacen otras marcas, lo cual unido a su capacidad de apenas marcar nada en pantalla, hace a la GZ2000 una de las mejores teles del mercado para quien busque sesiones de muchas horas al día.
Por desgracia, la GZ2000 no cuenta con G-Sync ni VRR, además su input lag no es tan bajo como el de la LG C9/E9 (que ofrece unos impresionantes 13.3 ms en modo juego (para fuentes 1080p, 4K y 4K HDR a 60 Hz), si no que tiene que conformarse con 20,8 ms, una cifra realmente buena y que,probablemente, si no eres jugador profesional te sea más que suficiente. Es una pena que Panasonic siempre ande tan atrasada en estos aspectos, ya que un panel profesional de 1000 nits, que prácticamente es imposible de quemar y con 12 ms y G-Sync+VRR hubiera sido una auténtica pasada. Quizá lo veamos en los modelos de 2020.
En cuanto al modo juego en HDR, es increíble, ya que el tonemapping de Panasonic solo afecta a las altas luces, por lo que no veremos escenas oscuras demasiado oscuras ni escenas brillantes demasiado brillantes. Si unimos eso a los 1000 nits en HDR y un ABL un 30% menor, la sensación de jugar en 4K HDR en una Panasonic GZ2000 no puede describirse, tenéis que vivirla en directo. Parece que puedas saltar al mundo virtual ya que es tan tan real que se asemeja a asomarse por una ventana. Una maravilla de experiencia. Como decíamos, se nota que este televisor nació para el HDR.
Conclusiones
Si llegaste hasta aquí…¡enhorabuena! La review es -y tenía en mente ser- extensa y detallada, por lo que te doy las gracias por aguantar hasta el final. En cuanto a las conclusiones, qué decir. Servidor viene de tener toda una Sony 65AF9 y una LG 65E9. Quizá esperaba mejorar en cuanto al escalado o presentación de fuentes SD/720p y no esperaba notar ringing en un modelo de tan alta gama, pero lo cierto es que de igual forma tampoco esperaba notar tanta diferencia a mejor en el interpolador de movimiento, además de otras mejoras sobre LG (más brillo y nits, menor ABL, ausencia completa de banding, un modo Dolby Vision Brillo mucho mejor implementado, una colometría más cálida y agradable, etc.). Por contra, como digo, un escalado que tildaría ligeramente por debajo del de LG y Sony y una ausencia de Smooth Gradation que, de añadirse, haría saltar a la GZ2000 al nivel de Sony y LG en cuanto a escalado, ojalá lo veamos en este 2019.
En cuanto a la representación de escenas en penumbra, la GZ2000 también lo representa ligeramente mejor que LG y Sony, aunque aquí la diferencia es más ajustada, pero definitivamente hay menos ruido, posterización y demás suciedad en este tipo de escenas en la GZ2000 que en las demás, aunque como digo si que hay más banding dado que no tiene un Smooth Gradation. Al igual que en LG, hay una ausencia total de macrobloques o macrobloques iluminados.
En el campo del 4K HDR, la GZ2000 es lo más bestia que hemos visto nunca. La experiencia de ver un panel de 1000 nits y OLED en la misma frase solo puede idearse si se ve en directo. Absolutamente indescriptible. El tonemapping es realmente bueno (lástima que a 4000 nits sea tan agresivo el roll-off) y nos hace ver hasta el último de los detalles en las altas luces. Además, si la calibramos con Autocal de Calman, la imagen mejorará aún más, siendo más natural y con más profundidad. Ah! No me puedo olvidar de la excelsa implementación de Dolby y su Dolby Vision en este modelo, especialmente el Dolby Vision Brillo.
Como conclusión, estaríamos ante la mejor TV para ver contenido de altísima calidad (UHD, servicios 4K en streaming) y especialmente en HDR: tanto su variante sin metadatos -HDR10- como sus versiones con metadatos dinámicos: Dolby Vision y HDR10+. Una experiencia que uno tiene que ver en directo, no se puede describir con palabras.
Al margen de la gran calidad de imagen que tiene, hemos de añadir un panel de 2019 ligeramente retocado sobre el del 2018 (la estructura del píxel rojo es un 30% más grande, para aumentar la luminosidad de la imagen una vez calibrada y a la vez ser menos propensa a retenciones), junto al añadido de una lámina de aluminio para alcanzar los deseados 1000 nits y poder disiparlos. El sistema MURA elimina prácticamente al 100% cualquier atisbo de banding en el gris 5% y hay una total ausencia de DSE. Por contra, este modelo se queda claramente cojo en cuanto a Smart TV y ausencia de HDMI 2.1, aunque tampoco fue concebida con esos objetivos en mente (pero no estaría de más que los trajera, dado su precio). En cuanto al sonido, esperábamos algo más, en mi opinión podrían haber bajado el precio unos 500 euros más y que trajera un sistema de sonido normal y corriente.
Como conclusión final y como ya anticipamos en nuestro vídeo de mejor TV de 2019, nos encontramos ante la mejor TV del mercado para ver cine, especialmente en alta calidad (HDR, 4K, etc.), mientras que seguiríamos manteniendo el premio de mejor TV global a la LG C9. Lo que está claro es que son los dos grandes ganadores del 2019.