¿Una LED puede llegar a ser como una OLED? la respuesta corta es que «casi», la larga la desmenuzaremos a lo largo de este análisis escrito y en el vídeo que encabeza esta noticia. Hemos tardado unos 20-25 días en sacar esta noticia, ya que nos gusta analizar hasta el último detalle de los mismos, obtener lecturas, gráficas e impresiones con el máximo uso posible del mismo, para poder hacer así un análisis pormenorizado. Y efectivamente, ha pasado ya un mes y unos días y por fin podemos publicar este extenso análisis. ¡Esperamos que os guste tanto como a servidor escribirlo!
Todos recordamos el año 2020 como un año transicional en las Smart TV, ya que siendo sinceros, muy pocas mejoras hubo con respecto a los modelos de 2019. Este año sin embargo ocurre todo lo contrario, desde evoluciones importantes en el mundo del OLED como la Sony A90J hasta las nuevas MiniLED, como la que traemos hoy, con notables mejoras respecto a los tradicionales LED del año pasado, como una reducción del tamaño de los diodos, que pasan a ser 1/40 parte del tamaño de los LED normales, más brillo, menos blooming y un largo etcétera.
Antes de comenzar con el análisis en si, agradecer desde el Staff de AVPasión a nuestro patrocinador www.electrouno.es la cesión del material para su análisis y testeo. Esta Q95NA de Samsung se presenta en hasta 3 diagonales diferentes: 55 (este es el modelo cedido por Electrouno, a la que le agradecemos muchísimo su colaboración con nosotros en la cesión de productos para análisis), 65 y 75 pulgadas, a unos precios de 2099, 2799 y 3399 euros respectivamente. El modelo de 75″ se antoja extremadamente atractivo por su precio de lanzamiento, un punto a favor respecto a sus competidores OLED más cercanos.
Samsung Q95NA: especificaciones técnicas
Samsung Q95NA | Características |
---|---|
Panel | LCD LED (QLED, Panel 2021 MiniLED) |
Diagonal | 55 pulgadas |
Resolución | 4K UHD (3.840 x 2.160 puntos) |
Alto rango dinámico | HDR10, HLG y HDR10+ |
Montaje | Fijo o en pared (VESA 400 x 200) |
Medidas | 122,7 x 70,6 x 25,9 cm (sin el pie) 122,7 x 76,8 x 23,5 cm (con el pie) |
Peso | 16,8/21 Kg (sin/con pie) |
Conectividad (Vídeo) | 4 x HDMI 2.1 (40 Gbps) 3 x USB 1 x Ethernet 1 x CI+ |
Conectividad (Audio) | 1 x Salida Óptica 1 x HDMI eARC |
Sonido | 4.2.2 OTS 70W |
Compatibilidad/Estándares | ARC/eARC Sintonizador DVB-T2 + DVB-S2 WiFi (AC) Bluetooth 4.2 One Connect |
Capacidad de reproducción | MPEG4 HEVC VP9 Perfil 2 |
Sistema Operativo | Tizen OS 6.0 |
Control | Mando a distancia App |
Diseño
El diseño de esta Samsung Q95NA no ha dejado indiferente a nadie, aunque sigue las líneas maestras trazadas ya desde la Q9FN, esto es, un diseño con un pie metálico estéticamente precioso y no demasiado ancho -lo cual favorece su instalación en casi cualquier mueble o escritorio– y dejando un hueco lo suficientemente alto como para poder instalar una buena barra de sonido (la Q60T por ejemplo encaja como un guante, la analizamos también en nuestro canal de Youtube) lo cual crea un espacio estético idóneo, sin que ocupe más de lo estrictamente necesario. El diseño del pie es insuperable y sus materiales de construcción en aluminio cepillado, a su altura. En cuanto al diseño acústico del televisor, éste consta de un sistema de 4.2.2 de 70W (una mejora desde los 60W del año pasado) y con una tecnología llamada Object Tracking Sound, que más adelante veremos en su sección qué tal rinde.
Como en todas las unidades de casi todos los fabricantes de hoy en día, el contenido del interior del paquete así como su montaje no entrañan ningún misterio. Encontramos lo típico: manual de instrucciones en varios idiomas, guía rápida, garantía europea, un paquete de pilas, tornillería varia y, por supuesto, el soporte del montaje. Tampoco es necesario más para el montaje de la unidad. Si tenéis dudas sobre el montaje o cualquier problema (ya que a veces, incluso con el manual, se puede perder uno), siempre podéis pasaros por nuestro vídeo de unboxing y montaje que os despejará cualquier duda de forma visual, además de un primer repaso por menús y otras funcionalidades interesantes:
Con la llegada del sistema FALD a los flaships de Samsung QLED desde el año 2018 en adelante, el panel engordó considerablemente ya que debe albergar todo el sistema de LEDs y zonas independientes que se encienden y apagan (120). Todo eso ocupa espacio. Para compensar, Samsung alberga toda la electrónica en un equipo externo: el famoso One Connect, del cual más adelante os hablaremos.
Aunque el sonido tiene su sección propia, de momento os podemos adelantar que éste se encuentra en la media para contar con unos altavoces integrados. Además, Samsung incorpora un DSP llamado Object Tracking Sound, que básicamente intenta emular un sistema de posicionamiento de canales y objetos, intentando que el televisor emita sonido desde diferentes partes de éste. Aún así, aunque mejora a un sistema sin dicho DSP, sigue lejos del que consideramos el mejor sistema de audio integrado en un televisor (Acoustic Surface de Sony). Aún así, Samsung ofrece diferentes perfiles y tipos de sonido, así como opciones para mejorar los diálogos, efectos, varios tipos de DRC y compresores dinámicos, etc. Y además este año han perfeccionado el modo de ecualización automático usando el micrófono del propio mando que se estrenó el año pasado, sumándose así a otras marcas que ya lo tenían como LG, Panasonic o Sony, otro punto a favor más a tener en cuenta.
Pasando a la conectividad, este 2021 por fin encontramos todos los puerto HDMI 2.1 (etiquetado como Game, puerto 4, en el One Connect), contando con un ancho de banda efectivo de 40 Gbps. Por supuesto, con dicho puerto obtenemos todo el abanico de posibilidades que nos brinda el nuevo puerto: ALLM (cambio a Modo Juego de forma automática), 4K@120 Hz, croma 444 completo y a 10 bits, con soporte para Freesync Premium, VRR HDMI (y para G-Sync, aunque oficialmente no lo soporte, no hay ningún problema) y también soporte completo para eARC (con el que podremos enviar audios HD desde reproductores externos usando el televisor como «puente» haciendo passtrough a una barra o amplificador que soporte audios HD).
https://www.avpasion.com/hdmi-arc-y-hdmi-earc-para-que-sirven-y-que-diferencias-tienen/
A diferencia del resto de modelos de la competencia, Samsung ofrece aquí su primer gran punto diferenciador: One Connect. Se trata de un ingenioso sistema donde toda la electrónica del televisor va integrado en una «caja» aparte, desde los puertos HDMI, de sonido, antenas hasta la propia alimentación tanto del One Connect como del televisor. Tan solo necesitamos conectar un diminuto cable -además transparente, o casi- desde éste hasta el televisor y listo. Ya podemos conectar todo lo que queramos al One Connect. Es el sistema perfecto para los usuarios que cuelguen el televisor en la pared, muy superior a cualquier otra solución presentada hasta el momento. Este año, además, se ha renovado el diseño para ser más estético y delgado y poder acoplarse a la peana si así se desea por parte del usuario.
Dentro del apartado de conectividad y cables, no podíamos olvidarnos de uno de los aspectos más cuidados por el fabricante coreano: el cable managment. Gracias a la altura que le confiere el soporte metálico y muy especialmente, el sistema de electrónica concentrado en el One Connect, hace que el televisor solo tenga que gestionar un solo cable. Por ello, Samsung ya ha diseñado una pequeña hendidura en la carcasa del televisor por donde podemos pasar el cable que va entre la TV y el One Connect, dejando la parte trasera del televisor extremadamente limpia y sin el más mínimo cable a la vista si miramos el televisor de frente (y lo veremos todo recogido si lo miramos desde atrás, por el motivo que sea).
Tizen, mejorando el cerebro de las QLED
Es, junto con WebOS de LG, uno de los mejores sistemas propietarios que podemos encontrar. Mientras que los demás fabricantes no hacen más abrirse cada vez más a Google TV, las dos grandes marcas coreanas -Samsung y LG- siguen apostando por tener el control total sobre su sistema operativo. Y la jugada no podía salirles mejor: el sistema operativo roza la perfección en cuanto a estabilidad y además tiene otras ventajas añadidas, como la posibilidad de instalar casi cualquier app Bajo Demanda y personalizar casi al detalle cualquier opción del televisor (al estar hecho el sistema a medida). Esta unión entre software y hardware no hace solamente que el sistema vaya como un tiro, si no que permite un alto grado de personalización como por ejemplo el sistema Ambient Mode, un innovador sistema en el que podemos poner un fondo personalizado al televisor y que éste quede como un cuadro, por ejemplo.
En cuanto a hardware interno, a diferencia de los dispositivos con Android, no podemos saber exactamente que tipo de SOC (System On Chip, es decir, el procesador y gráfica del televisor) monta. Lo que si sabemos es que en términos de calidad de imagen –el coprocesador encargado del procesamiento- es el Neo Quantum Processor 4K con AI (Inteligencia Artificial), que puede ir aprendiendo a través de una base de datos de Samsung, modificando así los parámetros más importantes de la imagen. Realmente hay campos en los que ha avanzado respecto al año pasado, como veremos más adelante.
En cuanto al uso general del sistema, como so comentábamos, es una auténtica roca y este año se le da una vuelta de tuerca más. No se ha reiniciado, colgado o apagado (ni si quiera hemos visto que haya ido lenta con alguna app) en un mes de uso, lo que convierte a Tizen en una bestia para quien quiera un sistema estable y además este año podemos decir que hay un salto grande en cuanto a fluidez del sistema, algo de lo que nos quejábamos en años anteriores. Además Samsung no instala nada de bloatware (salvo un par de apps) ni recarga el sistema de forma innecesaria.
Lo que si hemos encontrado algo más lioso es el sistema de imagen, parámetros y opciones, ya que no hay que hacer demasiados «clicks» para llegar hasta los parámetros; además que aún así muchas de las opciones solo aparecen entrando directamente desde el icono del apartado de imagen (como el modo Automotion Plus, para juegos, o el Ecualizador de Negros); lo he encontrado algo confuso respecto a otros sistemas. Lo positivo es que una vez nos hemos acostumbrado al «orden» de Samsung, ya podremos cambiar casi instantáneamente entre modos de imagen y demás opciones, sin tener que entrar de nuevo al apartado «padre».
Llegando al apartado de apps, como os decíamos, Tizen es una plataforma donde no nos va a faltar de nada. En éste vamos a encontrar absolutamente todas: desde la reciente Disney+, la nueva app de HBO Max (aún no disponible), Vodafone TV, Spotify, M+, Orange TV, Netflix, Amazon Prime y un larguísimo etétera. Además todas ellas cuentan con soporte HDR/HDR10+ (si el servicio lo soporta, caso de Disney+, Netflix o Amazon Prime) y Dolby Atmos (vía ARC a un amplificador o barra, hablaremos de ello más adelante) y continúa ofreciendo soporte HDR a apps como Youtube Además, el acceso a reproducción de archivos por USB o por red (NAS/DAS) sigue mejorando y cada vez es más estable -aunque limitados a los 100 Mbits de la tarjeta de red integrada, algo que se repite en todos los fabricantes-, de ahí nuestra recomendación de que uséis el Wifi en este modelo) y por segundo año consecutivo tenemos que lamentar la ausencia del codec DTS (tanto passtrough como decodificación a LPCM) y DTS-HD MA y DTS:X, sumándose así al resto de marcas han eliminado el soporte. Ya solo queda Sony como único baluarte del DTS.
Mando a distancia: adiós a las pilas, hola al sol
El mando a distancia de Samsung se presenta, como todo en esta gama, de forma minimalista y cuidando al máximo el diseño…y pensando en el medio ambiente, ya que puede recargarse con la luz del sol. Está fabricado en aluminio cepillado de muy buena calidad y, como decimos, es extremadamente moderno y futurista. Además, cuenta con tres botones de acceso directo a apps Bajo demanda: Netflix, Amazon Prime y Samsung TV Plus (una especie de servicio de IPTV gratuito de canales de todo el mundo). De una forma muy cómoda podemos acceder a esas apps desde el mando, aunque la verdad es podrían ser personalizables.
Por otra parte, veréis que al conectar un dispositivo HDMI el televisor se pone a identificarlo y nos permitirá manejarlo…incluso aunque no disponga de CEC, lo cual es una auténtica maravilla. Al igual que ocurre con webOS, los dispositivos se pueden renombrar a mano desde el panel de ajustes para identificarlos más rápidamente.
Otra forma de controlar el televisor la mar de interesante es la app SmartThings, que nos permite controlar varios ajustes de la QLED, como cambiar de entradas o incluso el Ambient Mode y, por supuesto, lanzar aplicaciones directamente -aunque con ciertas limitaciones-.
Antes os hablábamos de Alexa y Google Assistant. El problema es que al no ser un dispositivo con Android TV (de Google) las funciones de control del televisor están muy limitadas y no podremos encenderlas con nuestra voz. Y Bixby, por otra parte, solo funciona para controles sencillos como cambiar de entrada o de canal. Este año se le añade compatibilidad con Alexa también.
Object Tracking Sound+: una buena idea
Ya llevamos unos cuantos televisores analizados de forma pormenorizada y el oído -y la vista, por supuesto- se hace rápidamente a los cambios, tanto a mejor como a peor.. Cuando probamos la tecnología de Acoustic Surface en nuestras primeras impresiones de la Sony AF9, nos quedamos todos impresionados con su calidad. Esto, lamentablemente, solo lo he sentido con esa tecnología, con ninguna más. El Object Tracking Sound es un DSP (un sistema que «emula» posiciones de altavoces virtuales) que funciona bien, pero se nota que el sonido es el de un televisor integrado. Físicamente cuenta con 4.2.2 canales -según Samsung- y el Object Tracking Sound ayuda un poco a hacer el sonido más espacial y tridimensional, pero como decimos es bastante limitado y al fin y al cabo suena a sonido de televisor plano. Eso si, ligeramente superior a lo que ofrece LG o modelos más baratos de Panasonic y Philips, pero sigue claramente por detrás de Sony en este aspecto. Como todos ellos, se nota la ausencia de un subwoofer en el extremo bajo y una distorsión cuando empezamos a darle caña. En este campo el sonido es exactamente igual que el año anterior, salvo que los altavoces son un poco más potente llegando a los 70W.
Sobre la compatibilidad de formatos, la Q95NA sigue la estela de su predecesora en cuanto a soporte de codecs de audio, es decir, es capaz de decodificar Dolby Atmos (comprimido), es decir, el perfil basado en DD+ que usan todos los servicios bajo demanda (Netflix, Prime, Disney+, etc.). El televisor también puede hacer passtrough de Dolby Digital y Dolby TrueHD (pero no de DTS, DTS HD MA ni DTS:X) pero siempre y cuando se use un reproductor externo conectado al puerto HDMI eARC de la Q95NA y ésta, a su vez, a una barra de sonido o amplificador compatibles. Si por contra, queremos usar una app interna de la TV como reproductor, no nos sacará ningún tipo de audio más allá de DD o PCM, algo que se repite en otras marcas y televisores de la competencia.
El incorporar una toma de sonido eARC está muy bien pero será especialmente útil para aquellos que tengan una barra de sonido -compatible- con una sola toma HDMI, ya que si tuviera dos (o un amplificador, por ejemplo), podemos conectarlo todo a éste y de ahí a la TV, usando el amplificador para el sonido y la TV para la imagen, no teniendo ningún sentido usar la TV como «puente» entre ambos dispositivos. Es decir: es una funcionalidad que solo podrá aprovechar un tipo de perfil de gente muy concreta. ¿El problema? que no dejará pasar el codec DTS ni el DTS HD MA ni DTS:X, por lo que al final habrá que usar barras con dos entradas HDMI o el uso, como decíamos, de un splitter.
Calidad de imagen: ¿casi una OLED?
Llegamos por fin al punto dulce de la review: la calidad de imagen. ¿Cuántos nits tiene? ¿la imagen en HDR es realmente tan brillante? ¿que tal la colometría?. Vamos por partes. La QLED QN95A, como todos los televisores que no sean OLED, monta un panel LCD y en este caso VA. Los paneles VA son tradicionalmente mejores en términos de contraste. Además de eso, el panel es FALD -o Full Array Local Dimming-, una tecnología de iluminación de píxeles por zonas. Es decir, cada conjunto de píxeles se enciende y apagara de forma autónoma en función de las necesidades, imitando así al funcionamiento de la tecnología OLED y consiguiendo unos negros perfectos (y contraste) cuando una zona de apaga. ¿El problema? que un televisor 4K cuenta con más de 8 millones 300 mil píxeles y la QN95A solo cuenta con 792 zonas (en su versión de 65″), dándonos un ratio de 1 zona para cada 9500 píxeles. Un salto espectacular si lo comparamos con el ratio de 1 zona para cada 69000 píxeles que tenía la Q95T del año pasado, eliminando casi completamente el blooming hasta acercarse peligrosamente al nivel de negro que ofrece un televisor OLED…pero sin sus desventajas.
El sistema FALD además, es caro de fabricar y también de gestionar, necesitando siempre un equilibrio entre nivel de negro y detalle en las sombras, ya que muchísimas imágenes no son oscuras al 100% si no que están en penumbra, por lo que la zona no puede apagarse completamente y tiene que iluminarse -tenuemente-. Pero…este año es diferente. Gracias a que los MiniLED son 1/40 del tamaño del año anterior, unido a lo que Samsung denomina tecnología Quantum Matrix (una estructura encargada de modular la luz para evitar blooming) hace que consiga casi tener el mismo detalle en sombra que un televisor OLED -muy cerca se queda- y manteniendo un nivel de negro asombrosamente profundo. Nada que ver con años anteriores, donde la Q95T por ejemplo acababa aplastando mucho detalle en sombra además de tener un blooming bastante evidente.
Por otra parte, la QN95A cuenta con una capa adicional para mejorar los pobres ángulos de visión de los paneles VA, lo que Samsung denomina Ultra Viewing Angle. El sistema funciona como una guía óptica para los píxeles, dispersando la luz de forma más uniforme radiando hacia los lados, no solo de frente, consiguiendo así no lavar el nivel de negro o los colores hasta pasado bastante ángulo de visualización. Por otro lado, cuenta sin lugar a dudas con el mejor filtro antirreflejos del mercado sin ninguna duda, un auténtico agujero negro que se traga toda la luz, haciendo que este panel se pueda disfrutar plenamente en una habitación extremadamente iluminada sin que se refleje prácticamente nada en el panel. Una auténtica pasada en este aspecto.
En cuanto al pico de nits en HDR, nuestra QN95A ronda los 1600-1700 nits en ventana al 10% y calibrada profesionalmente con sonda (D65), lo cual es sorprendente alto y la verdad es que hace que se pueda disfrutar del efecto HDR incluso de día. E incluso puede subir hasta los 1800-1850 en modos fuera de la norma. Si medimos el 100% de ventana, arroja un sorprendente valor de más de 700 nits, una auténtica pasada. Además, como indicábamos en el párrafo anterior, con casi una total ausencia de blooming de, mejorando muy notablemente la gestión con respecto al año pasado mejorando el contraste, rango dinámico y por supuesto el nivel nativo de negro. . El brillo tan elevado hace que las escenas en HDR brillen y tengan un «punch» único.
El seguimiento de la curva PQ EOTF (una curva absoluta que mide el seguimiento que hace el televisor del HDR) tras la calibración es perfecto. El problema lo encontramos en que Samsung sigue empeñada en hace run seguimiento incorrecto de la curva (gris) por encima de la amarilla (referencia) haciendo que todo sea mucho más brillante de lo que debería. Por suerte, este año en el modo de imagen cinéfilo FILMMAKER -compatible con este televisor– el seguimiento es muy preciso.
Un pequeño problema que presenta este modelo es que hemos encontrado DSE (efecto de pantalla sucia) y algo de ghosting. El primer defecto es bastante molesto en colores uniformes (o en partidos de fútbol) y dependerá de la suerte a la hora de haber obtenido una unidad con más o menos, pero por lo general todas tienen. El Ghosting, por otra parte, es debido a la lentitud del píxel del panel LCD, que deja una cierta estela o arrastre especialmente visibles en fondos blancos o grises cuando el objeto es negro o viceversa. Aunque, por lo general, ninguno de los dos defectos es especialmente molesto y no creo que mucha gente lo note en su día a día.
Otro aspecto muy impactante en este televisor es su riqueza cromática. Por dos motivos: uno es que al contar con Quantum Dots en lugar de un filtro RGB convencional, se gana pureza y amplitud en la cobertura. Y en segundo lugar que al no tener subpíxeles blancos -como si tienen los televisores OLED-, todo el haz de luz del HDR se muestra en los tres colores primarios RGB (en las OLED hasta 350 nits también, a partir de ahí es solo luz blanca, lavando los colores). No son pocas escenas donde podemos notar esa mejoría.
Hablando de color, al igual que ocurre con otros televisores , el tener tantísimos nits puede ser contraproducente en algunas escenas con alto rango dinámico, ya que en las luces hemos observado posterización y/o un ligero banding. Este último podría corregirse con un filtro de Gradación Suave, pero lamentablemente la QN95A continúa sin contar con un filtro de este tipo, algo que también afectará a material comprimido de mala calidad -streaming esecencialmente-.
Otro tema candente en las comunidades de aficionados y que nosotros también echamos muy en falta es la ausencia un formato de metadatos dinámico con el que tengamos contenido: Dolby Vision. Si, la QN95A cuenta con soporte de HDR10+, pero el contenido disponible en este formato es bastante menor que en Dolby Vision y muy difícil de encontrar reproductores o aplicaciones bajo demanda compatibles con éste. Y aún contando con todo, el formato presentado por Dolby es sencillamente superior en prácticamente todos los aspectos.
Por otra parte, este año hemos encontrado algo curioso también en cuanto a colometría: viene peor ajustada de serie que en años anteriores. En nuestro análisis del modelo del año pasado, la Q95T, nos dimos cuenta de que el color venía francamente bien en los modos cinéfilos. Sin embargo en esta QN95A tienen un tono cobrizo/amarillento, fruto de un mal balance de blancos -especialmente en la parte alta de la gamma-, donde predomina el amarillo y el rojo. Nada que no pueda remediarse con una calibración profesional con sonda, pero es algo que Samsung debería cuidar algo más.
Antes os hablábamos del Ultra Viewing Angle. No hemos notado ni rastro de pérdida alguna de contraste, nivel de negro o que el ángulo mejore poco, todo lo contrario. Podemos ver la TV de lado perfectamente y el nivel de negro, contraste y colometría apenas se ve afectado, más o menos manteniendo el tipo como si fuera un panel IPS. Aún así, lógicamente, en este punto tampoco puede rivalizar con los casi perfectos ángulos de visión de otras tecnologías como la OLED, pero consideramos que es más que suficiente para acabar con aquello de que «para ver un televisor VA hay que sentarse justo en el centro«, desde luego.
Donde si que peca algo el Ultra Viewing Angle es en escenas muy muy brillantes, en modo HDR y viéndola de lado, ya que ahí el televisor nos entregará toda su capacidad lumínica y al verlo de lado podremos ver algunos defectos de la tecnología FALD, tales como blooming, halos, floración y demás defectos en objetivos brillantes, además de un contraste regular que hace que la imagen pierda mucho contraste. Aún así es mucho menos acusado que en el año anterior, pudiendo disfrutarse desde ángulos más abiertos sin ningún problema.
En resumen: aunque el pico de nits es extremadamente impactante y el nivel de negro realmente bueno, en nuestra opinión, es más impactante incluso en HDR ver un televisor OLED con un nivel de negro perfecto y menos brillo que al revés. Aún así este año se queda extremadamente cerca y es posible que a alguien le guste más el menor ABL y mayor luminosidad del panel QLED que el OLED, ya que este año es el primero que podemos decir que Samsung se ha quedado bastante cerca de sus competidores OLED. No queremos pensar cuando consiga implementar 4 o 5 mil zonas en el televisor.
Neo Quantum Processor: notable alto
Este año nos hemos llevado una grata sorpresa con el procesador. Lo cierto es que continúa algo por debajo que la competencia de gama alta (especialmente Panasonic y Sony) pero algo por encima de su competidor nacional más próximo: LG. El escalado es excepcionalmente bueno, este año tanto con fuentes 1080p como fuentes por debajo de esta resolución (su punto débil del año pasado). El procesador hace un grab escalado, sacando detalle y nitidez pero sin parecer artificial. A su vez, la imagen es limpia y sin exceso de ruido y macrobloques pero sin quitar detalle fino de la imagen…incluso con fuentes de tan mala calidad como las de HBO.
De nuevo y por quinto año consecutivo, otra gran ausencia es la del filtro Smooth Gradation (Gradación suave), una funcionalidad que ya tiene tanto Sony como LG como recientemente Philips en sus gamas de 2020. Se trata de un filtro de De-contorno. Esta interesante tecnología analiza los píxeles adyacentes en colores uniformes, si detecta que no son exactamente iguales, aplica una máscara de gradiente progresivo, viendo así un color en un lado que va poco a poco y de forma suave y progresiva, convirtiéndose en la otra tonalidad. Es espectacular ver como mejor la calidad del contenido comprimido y elimina el banding, algo que además le vendría de perlas a la QN95A también para eliminar el exceso de banding en algunas escenas HDR.
En cuanto al interpolador, Motion Plus en este caso que es como lo llama Samsung, si el año pasado le dimos un notable, este año se queda sin dudar con un sobresaliente. El interpolador ha mejorado muy notablemente sobre años anteriores. Si bien continúa por detrás del MotionFlow de Sony, ya podemos decir que pasa a jugar en Primera. No hay rastro de los tirones que sí pudimos ver otros años ni tampoco exceso de efecto telenovela ni tampoco artefactos. Se puede utilizar en valores moderados sin perder la esencia ni la cadencia original de cine. Otra pequeña mejora, sin duda, junto al mejor escalado de fuentes por debajo de 1080p del nuevo Neo Quantum Processor.
Lamentablemente la QN95A continúa usando un modo de BFI (Black Frame Insertion) inutilizable.. Se trata de un sistema de intercalado de un frame negro entre cada frame original, ganando suavidad pero perdiendo brillo. El problema es que funciona internamente a 60 Hz, produciendo una pérdida de brillo demasiado alta (un 5o%) y un molesto efecto de parpadeo. No obstante, no encontramos que sea un problema ya que el televisor tiene por defecto activado una especie de Scanning Backlight (un sistema de inserción de cuadros negros por zonas, no entero) por lo que no tendremos ningún problema con el BFI desactivado, aunque mejoraría mucho más el movimiento si pudiéramos activarlo también. Por otra parte, Samsung es la única marca que permite introducir un interpolador menos intenso para juegos, algo que ayudará mucho a la suavidad en juegos de 30 fps y no incrementará demasiado el input lag. Y justo con eso vamos a terminar este extenso análisis.
Gaming: revolución «q»uántica
Para acabar, aunque no somos muy de juegos, queríamos dedicarle un apartado al Gaming. Este año, en este campo nos encontramos con una grandísima mejora respecto al año pasado. Para empezar y lo más importante: ya no tendremos ninguna degradación de la imagen al activar el local dimming (hasta ahora los televisores de Samsung desactivaban demasiadas zonas del local dimming para arañar unos segundos en el input lag). Se ve prácticamente igual que el modo película -aunque con algo más de blooming y más brillo, ya que parece que continúa desactivando algunas zonas-.
Por otra parte, también se ha mejorado el input lag, ya que en el modo Juego (incluso podemos activar el Gradación Suave sin apenas subir el input lag) la TV nos entrega unos impreisonantes 9.2 ms (y rondando los 5-6 ms en modo 4K@120 Hz). Además de ello, como podéis ver en la foto superior, también se ha añadido un «Panel gaming» que nos informa en todo momento del tipo de VRR que tenemos activado, fps, si tenemos el HDR o no, el aspect ratio, etc. Además podemos activar el Motion Plus en el modo juego, llegamos a unos fantásticos 23 ms y con una suavidad emulada de 60 fps en todos los juegos, un total acierto por parte de Samsung.
Otra novedad importante es, por supuesto, el paso este año a los 4 puertos con HDMI 2.1 completo (y no solo uno como el año anterior) siendo todos los puertos plenamente compatible con Freesync Premium, HDMI VRR y G-Sync (aunque no oficialmente) pudiendo disfrutar de los famosos 4K@120 Hz de refresco y croma completo 4:4:4 con HDR activado.
Conclusiones
Nos encontramos ante un panel LCD VA mini LED tope de gama QLED de Samsung 2020 en su línea 4K que nos deja un fantástico sabor de boca. Básicamente Samsung ha sabido quitarse rápidamente las críticas recibidas el año anterior por reducir un 4 veces el número de zonas de retroiluminación en su modelo Q95T, algo que repercutió enormemente en su calidad de imagen. En esta QN95A, sin embargo, nos encontramos con un televisor con entre 500-800 zonas de retroiluminación, con una auténtica evolución de los LED (miniLED del 1/40 del tamaño del año pasado) y un control de la luz soberbio, erradicando prácticamente el blooming en la mayoría de escencas complicadas.
En cuando a su electrónica, aunque no llegue al nivel de Sony, lo cierto es que nos deja muy buen sabor de boca en cuanto a escalado y nitidez en fuentes 4K y 1080p y este año además, en fuentes SD y más teniendo en cuenta que no cuenta con ningún filtro de Gradación Suave (un error importante en nuestra opinión). En cuanto a HDR, las escenas diurnas son completamente espectaculares con sus 1700 nits y más teniendo en cuenta la casi ausencia total de blooming. Eso si, no podemos dejar de echar en falta el soporte de Dolby Vision. En el campo de color, este año si hemos notado un pequeño paso atrás con un exceso de amarillo en los blancos, además de DSE en casi todos los paneles de esta línea.
Para acabar, el renovado mando a distancia solar y Tizen 6 hacen una muy buena mezcla; todo se mueve perfectamente y con buen rendimiento, bastante más rápido que el año pasado. Cuenta, además, con soporte para Google Assistant, soporte eARC, Alexa, etc. La guinda al pastel es la incorporación de cuatro puertos HDMI 2.1 completos y la llegada de HDMI VRR, G-Sync y Freesync Premium plenamente compatibles a 4K, 120 Hz, croma 4:4:4 y HDR. Tampoco puedo olvidarme del renovado One Connect, una maravilla de diseño y muy fácil de esconder en la propia peana del televisor.
En conclusión…¿nos encontramos ante el primer televisor LED que quiere ser una OLED? aunque en términos generales sigo prefiriendo el contraste y look que ofrece un OLED (incluso en HDR), lo cierto es que esta QN95A nos ha dejado impresionado en cuanto a nivel de negro, ausencia de blooming e impacto general en HDR y SDR. Además de una muy buena electrónica. Nos preguntamos que puede conseguir Samsung con 4 o 5 mil zonas de atenuación…puede suponer un relevo de poder en la gama alta de las Smart TV.
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