Han pasado ya dos largos años desde que iniciamos el proyecto de AVPasión.com y, durante ese tiempo, los usuarios no han parado de pedirnos un análisis de un buen televisor QLED. Por fin, tras un largo tiempo, la espera a finalizado. Aquí llega el videoanálisis (para el análisis escrito tendréis que esperar unos días más) del mejor televisor 4K de Samsung para este 2020: la flamante QLED Q95T en 55 pulgadas. Agradecer desde AVP la cesión del producto a Samsung España, podéis leer las especificaciones completas de este televisor pulsando aquí.
La Samsung Q95T se presenta este año en tres formatos: 55, 65 y 75 pulgadas, siendo la más pequeña la que hemos utilizado en nuestro análisis. Lo primero que llama la atención del usuario será, sin duda, el peso del televisor. Un modelo de 55 suele pesar mucho menos que lo que pesa la Q95T, síntoma de que es un panel muy bien construido y que cuenta con más de 120 zonas en su parte trasera para encender o apagar las zonas de iluminación de la tecnología FALD. La segunda cosa que más llamará la atención es esa cajita negra que está en la parte baja: el One Connect, ese hub que concentra todas las conexiones del equipo de forma separada y es ideal para aquellos que nos guste colgar el televisor en la pared. No se verá ni un cable (bueno si, el de fibra óptica que conecta el TV con el One Connect).
Pasando ya a los temas más importantes, encontramos un nuevo puerto HDMI 2.1 completo de 40 Gbps (puerto 4, etiquetado como Game), lo que dota a la Q95T de la capacidad de jugar a 4K a 120 Hz 4:4:4 10 bits HDR con VRR y Freesync sin el más mínimo problema. Ideal para las nuevas generaciones de consolas. Al margen de la conectividad, también se ha mejorado el sistema operativo Tizen, uno de los mejores sistemas operativos para Smart TV (con permiso de WebOS y Android TV en algunos modelos de televisores): es rápido, sencillo, cuenta con todas las apps y este año estrena un renovado color oscuro para evitar molestias con entornos oscuros (cosa que ocurría el año pasado con su interfaz blanca). El mando sigue siendo el mismo -precioso y de muy buena calidad, muy minimalista- y Samsung sigue apostando por el mejor filtro antireflejos del mercado con mucha diferencia.
Pasando ya a lo más importante en un televisor, su calidad de imagen, nos encontramos con un panel LCD VA con Quantum Dots para generar el color (aportan una mayor cobertura cromática sobre el viejo filtro RGB) y, como decíamos al inicio, un sistema de retroiluminación FALD (Full Array) que se encarga de encender y apagar las 120 zonas que tiene el panel de forma muy efectiva, encendiendo o apagando con ellas, cientos de miles de píxeles. El resultado es sorprendentemente bueno -y más este año, donde se ha mejorado el algoritmo encargado de no sacrificar demasiado detalle en sombra ni lavar demasiado el nivel de negro-. Aunque no, no llega al nivel de negro nativo de un panel OLED, lo cierto es que se queda muy cerca, especialmente en escenas no demasiado complicadas.
Donde si que la Samsung Q95T saca todo el músculo es en escenas diurnas o que requieren grandes picos de luz, dado que el panel nos da (calibrado) unos 1730 nits al 10% de ventana y unos 700 en ventana completa, lo que unido a su casi ausencia de ABL (o restricción automática de brillo) hace que las escenas en HDR sean impactantes y con un efecto 3D y «pop» difícilmente igualables. Si sumamos a todo ello, el soberbio filtro antireflejos y su gran luminosidad también en el modo SDR, estamos ante un televisor totalmente recomendable para su uso en entornos muy iluminados.
En nuestro análisis escrito (lo publicaremos en unos días), podréis ver todas las mediciones, datos y demás impresiones de forma detallada. Mientras tanto, podéis hacerlo viendo este vídeo-análisis que os hemos preparado, que esperamos que os guste y disfrutéis tanto como nosotros haciéndolo. Si os gusta el material que estamos haciendo, no olvidéis por favor apoyar al canal suscribiéndoos en Youtube. Como siempre, esperamos que os resulte útil.