¿Quién no ha fantaseado alguna vez con que le toque la lotería? Seguro que la mayoría de vosotros lo ha hecho. Cuando lo hacemos, pensamos en qué casa o coche nos compraríamos, ¿verdad? Pues nosotros, los aficionados al audio y el vídeo, también solemos fantasear con qué equipo de audio o qué televisor nos compraríamos si no tuviéramos las habituales limitaciones económicas que solemos tener la gran mayoría (al menos yo lo hago de vez en cuando). Y os puedo decir que las Sonus Faber Sonetto VIII siempre han estado en lo más alto de mi lista de altavoces que compraría si alguna vez me tocara la lotería.
Así que cuando Sarte-Audio, distribuidor oficial de Sonus Faber en España, me dijo que me iba a mandar unas Sonus Faber Sonetto VIII para probar, la emoción invadió mi cuerpo. Por cierto, aprovecho para darle mil gracias a Sarte-Audio por la cesión de un producto tan top. Siendo sincero, hasta ahora las tenía incluidas en mi lista de «fantasía» porque me parecían uno de los altavoces más bonitos del mercado y porque había leído algunas reviews internacionales que las ponían en muy buen lugar. Ahora, tras probarlas durante varias semanas, os puedo decir que se mantienen en mi comentada «lista de sueños» por méritos propios.
Sonus Faber Sonetto VIII: un lujoso acabado que esconde un potente «motor»
Ahora que ya conocéis mis sueños más profundos (totalmente reales, por cierto), vamos a echar un vistazo a cómo son y qué ofrecen las Sonus Faber Sonetto VIII. Ya en fotos me lo parecían y me reafirmo, y esto es totalmente subjetivo, me parecen los altavoces más bonitos que he visto nunca. Curiosamente, la serie Sonetto es una de las más «económicas» de Sonus Faber, teniendo solo por debajo la serie Lumina. Aunque eso sí, las Sonetto VIII son el modelo más alto de la serie.
Lo primero que debemos saber para entrar a hablar del diseño es que las Sonus Faber Sonetto VIII se fabrican en Italia, algo extraño en el mundo «Made in China» en el que vivimos. A mí personalmente me recuerdan al típico coche de alta gama que cuida mucho el diseño y la comodidad de sus pasajeros, pero que bajo el capó esconde un potente motor capaz de competir con los deportivos más radicales. Estos altavoces de Sonus Faber huyen del diseño más «industrial» de otras marcas High End, pero sin renunciar a un magnífico rendimiento sonoro, como luego veremos.
Al ver por primera vez los Sonus Faber Sonetto VIII (y el resto de la gama Sonetto) llama mucho la atención el diseño en forma de laúd de las cajas. Es decir, la caja «se hincha» en la parte frontal para luego ir estrechándose conforme avanzamos hacia la parte trasera. Este diseño no es simplemente estético, ya que busca eliminar las paredes paralelas en el interior del recinto para poder controlar de una manera más efectiva las resonancias. Esto hace que la parte frontal forme parte del recinto, uniéndose a la perfección con el resto de la caja, convirtiéndose en un único cuerpo con esquinas ligeramente curvadas.
Los Sonus Faber Sonetto VIII están disponibles en cuatro acabados: walnut, blanco, negro lacado y wenge. Nuestra unidad de prueba, como habéis podido ver en las fotos, era el modelo con acabado en negro lacado. Es un acabado realmente bonito, pero que se tiene que cuidar. Como en cualquier otro lacado, se quedan marcadas las huellas más fácilmente que en los acabados mate.
Otro detalle muy llamativo, heredado de la gama Olympica, es el remate en cuero de alta calidad cosido a mano que encontramos en la parte superior del altavoz. Esta zona de cuero es siempre de color negro, independientemente del color de la madera, y lleva el nombre de Sonus Faber grabado en relieve. Me parece una gran idea, especialmente si optamos por el acabado lacado. Es una forma de darle un toque elegante y al mismo tiempo proteger la parte superior de la caja.
Si volvemos a la parte frontal vale la pena destacar que los altavoces están «enmarcados» mediante unos embellecedores de aluminio que les hace destacar frente a la madera. Los tenemos en todos las unidades que forman el altavoz, siendo algo más grande en la zona del tweeter.
En la parte trasera de los altavoces tenemos conectores de cinco vías con puentes. Si quitamos los puentes podremos bicablear o biamplificar, según necesitemos. Los terminales de conexión utilizan tuercas niqueladas de alta calidad con cápsulas de plástico. Los soportes son de plástico negro o rojo para identificar la polaridad.
Y aquí tengo que hacer una pequeña crítica. Los terminales de conexión están en una zona bastante baja del altavoz, lo que hace que, cuando estamos tirados en el suelo intentando conectar los altavoces, no sea fácil identificar el color de cada terminal. Si bien es cierto que no es algo que, de forma general, vayamos a tocar mucho, sería preferible que Sonus Faber hubiera utilizado un sistema de identificación algo más visible.
Nos me olvido de los soportes que incluyen los altavoces. Las Sonetto VIII vienen con unos grandes soportes metálicos en forma triangular, aunque con aristas redondeadas y cuatro puntas. En cada uno de los extremos tenemos unas puntas (spikes) para colocar los altavoces en suelos blandos, como por ejemplo moquetas. Y estos son absolutamente necesarios, ya que, como luego veremos, el bass réflex está colocado en la parte inferior.
Para los suelos duros Sonus Faber incluye unos discos metálicos que tienen una pequeña hendidura en la parte central donde debemos encajar los picos de las puntas. El otro lado del disco está forrado con una goma para amortiguar el peso de los altavoces y no rayar los suelos.
El problema es que esta goma es antideslizante. Así que, o tienes mucho hueco para moverte y poder poner los discos una vez los altavoces estén en su ubicación ideal, o tendrás que ingeniártelas para mover los altavoces con los discos puestos. Una forma es colocar un papel bajo los discos y después retirarlo, pero no es una forma demasiado «ortodoxa». Una vez colocado el altavoz, el fabricante dice que podemos utilizar la rosca de las puntas para nivelar el altavoz y colocar el tweeter a la altura del oído.
Tanto este detalle de los discos como el del color de los terminales que os comentaba antes no tendría demasiada importancia si estuviéramos ante altavoces manejables. Pero es que, aunque en fotos no lo parezca, los Sonus Faber Sonetto VIII son grandes, muy grandes. Miden 118.8 cm de alto, 28.3 de ancho (en su parte más ancha y sin contar el soporte) y 42.7 cm de profundo. Además cada altavoz pesa 26.3 kg, así que siempre será mejor que se monte entre dos personas.
Para acabar el apartado de diseño solo me falta comentar que las Sonetto VIII vienen con unas rejillas de tela acústica con fijación magnética. A mí personalmente me gustan mucho más sin la rejilla, pero entiendo que pueden ser necesarias si tenemos niños o mascotas en casa.
Sonus Faber Sonetto VIII: diseño de 3 vías fácil de mover
Visto el diseño, vamos a centrarnos en la parte técnica. Las Sonus Faber Sonetto VIII tienen un diseño de 3 vías compuesto por 5 altavoces. En concreto combinan un tweeter de cúpula de seda de 29 mm de diámetro con tecnología DAD (Damped Apex Dome), un altavoz de rango medio de 150 mm con cono compuesto de una fibra natural especial y una mezcla de pulpa de papel sin prensar secada al aire y tres woofers de 180 mm con cesta de compresión ultra libre y cono de aleación de aluminio para conseguir la máxima velocidad.
De la gestión de todos estos transductores se encarga un filtro divisor de frecuencias de diseño antirresonante con respuesta en amplitud y fase optimizada, topología circuital Paracross y compensación de impedancias en las frecuencias bajas.
Mirando los altavoces en fotos o una vez montados uno podría pensar que tienen un diseño de caja sellada. Sin embargo, no es así. Sonus Faber ha colocado el puerto réflex de los altavoces en la parte inferior, de ahí que sea tan importante el uso de las púas cónicas que acompañan a los altavoces. Es una solución que proporciona una flexibilidad máxima a la hora de colocar los altavoces, ya que nos permite pegarlos un poco más a la pared sin que aparezcan los problemas habituales de un bass réflex trasero.
Y si nos centramos todavía más en los números, os puedo contar que las Sonetto VIII tienen una sensibilidad de 90dB, una impedancia nominal de 4Ω y una respuesta de frecuencia de 36 Hz a 25.000 Hz. Sonus Faber recomienda usar un amplificador de entre 50 y 300 vatios para conducir a estas bestias, pero su alta sensibilidad nos permitirá usarlas incluso en amplificadores de potencia modesta. La mayoría de amplificadores de estado sólido y tubo no tendrán dificultades para mover estos altavoces a altos niveles de presión acústica.
Sonus Faber Sonetto VIII: Especificaciones técnicas
Sonus Faber Sonetto VIII | Características |
---|---|
Sistema | Altavoces de suelo de 3 vías |
Altavoces | Tweeter de cúpula de seda de 29 mm de diámetro con tecnología DAD Altavoz de rango medio de 150 mm con cono de fibra natural y pulpa de papel Tres woofers de 180 mm con cesta de compresión ultra libre y cono de aluminio |
Crossover | 270Hz – 3.000Hz |
Respuesta de frecuencia | 36 Hz – 25.000 Hz |
Sensibilidad | 90 dB SPL (2.83 V/1m) |
Impedancia nominal | 4 ohm |
Amplificación sugerida | 50W – 300W |
Dimensiones | 1188 x 283 x 427 mm |
Peso | 26,3 Kg |
Acabados | Walnut, Blanco, Negro lacado y Wenge |
Disponibilidad | Disponible |
Precio | 5.990 euros |
Sonus Faber Sonetto VIII: la pura verdad del audio
Unos altavoces de tan alta calidad se merecían un amplificador a la altura, así que he aprovechado que los tenía en casa para probar las Sonus Faber Sonetto VIII alimentándolas con los Cambridge Audio Edge M. En la review podéis ver las características de estos dispositivos, pero resumiendo son dos amplificadores monoblock que ofrecen nada menos que 350W RMS a 4 ohmios.
Desde la primera escucha los altavoces de Sonus Faber causan una magnífica impresión. El sonido es potente, con mucho carácter y con unos graves capaces de hacer temblar la habitación. La foto de las Sonus Faber Sonetto VIII debería estar en el diccionario al lado de la definición de la palabra «equilibrio». Los altavoces no tienen énfasis específico ni falta de énfasis en ningún rango de frecuencia, ofreciendo un sonido limpio, extendido y delicado cuando la música que estamos escuchando así lo exige.
Es un altavoz neutro que permite a los oyentes escuchar exactamente lo que está pasando. Son muy detallados, capaces de mostrarnos todos y cada uno de los matices de la pieza musical que estemos escuchando. Los medios y los agudos suenan suaves y bien integrados, mientras que las uniones de frecuencias entre los transductores son inaudibles, tal y como debe ser.
La dinámica de los altavoces depende del amplificador utilizado, pero con un buen amplificador las Sonus Faber Sonetto VIII ofrecen una dinámica sorprendente. Su amplio rango dinámico nos permite escuchar pistas «cambiantes» sin necesidad de estar modificando el volumen por miedo a que cuando la música sube de intensidad se desequilibre. Esto lo apreciamos realmente bien al reproducir, por ejemplo, piezas tocadas por grandes orquestas.
La sensibilidad de 90dB de las Sonus Faber Sonetto VIII hace que suenen muy bien desde el principio y con amplificadores menos potentes. Sin embargo, los he probado ampliamente en mi receptor AV para cine y parte de la emoción que transmiten estos altavoces se pierde. Así que estoy deseando poder probarlos con un receptor más potente y capaz. Si puedo hacerlo antes de devolverlas actualizaré este artículo para contaros mis impresiones. A pesar de ello, los Sonetto VIII han sido diseñados para poder trabajar con amplificadores menos potentes y ofrecer resultados muy convincentes.
Tenía mis dudas con el puerto bass réflex inferior. No sabía si al estar relativamente cerca del suelo se dejaría notar en exceso con las frecuencias bajas más potentes, pero para nada. Los bajos son contundentes cuando deben serlo, pero están perfectamente integrados y durante la prueba no he tenido ningún tipo de distorsión o ruido extraño. Sonus Faber asegura que pueden bajar hasta los 36 Hz, pero según la sala diría que incluso un poco más.
En definitiva, las Sonus Faber Sonetto VIII ofrecen un sonido realmente impresionante. Es un sonido cálido, suave y al mismo tiempo con mucha vitalidad cuando se requiere. Suenan de maravilla tanto en potentes temas de rock o hip-hop como en relajadas pistas de jazz o música clásica. Son capaces de aprovechar al máximo la potencia del amplificador que tengamos, ofreciendo una potencia suficiente para llenar grandes espacios (si nuestro amplificador puede con ello claro).
Conclusiones y precio
Los Sonetto VIII no son unos altavoces económicos, pero dentro de los números que se manejan en el High-End del audio no tienen un precio desorbitado. Y lo mejor es que ofrecen una relación precio-rendimiento-calidad excepcionalmente alta. Los Sonus Faber Sonetto VIII se venden en tiendas especializadas con un precio oficial de 5.990 euros.
Son altavoces fabricados en Italia, magníficamente acabados, potentes, capaces, con una respuesta de frecuencia muy amplia, bajos profundos y la capacidad suficiente para llenar salas de gran tamaño. Ofrecen un sonido muy pulido, sin adornos.
En definitiva, aunque su etiqueta de precio pueda asustar a algunos, estamos ante unos altavoces que superan en calidad acústica y de fabricación a muchos modelos de precio más alto. Yo personalmente solo os puedo decir que, chicos y chicas, me he enamorado.
Los Sonus Faber Sonetto VIII han sido cedidos para el análisis por parte de Sarte-Audio, distribuidor oficial del fabricante italiano en España. De nuevo les damos mil gracias por confiar en AVPasión y darnos la oportunidad de probar unos dispositivos de tan alta gama.