Por fin y tras pasar los 15-20 días reglamentarios os traemos aquí el esperado análisis de la MASTER Series de Sony de este 2021: la espectacular OLED A90J. Ya os hicimos el unboxing y las primeas impresiones hace una semana (y ya nos parecía increíblemente buena recién sacada de la caja) pero era necesario esperar más días para poder hacer un análisis riguroso y en profundidad de esta Smart TV. La nueva Sony A90J viene a sustituir al modelo MASTER Series del 2019 (en 2020 no hubo modelo de esta exclusiva gama), la AG9 que tanas buenas impresiones nos causó en AVPasión.
El panel que ha usado Sony en su A90J es el nuevo panel «EVO», una evolución de los paneles OLED tradicionales. ¿Qué diferencia hay? básicamente se han añadido dos capas extra de azul-verde en la estructura OLED así como mejorado enormemente la eficiencia y brillo del componente azul (el encargado de «dar luz» al panel, ya que los píxeles realmente no son blancos si no azules). Con ello se consigue aumentar más el brillo en HDR, relajar el ABL y además mejorar la eficiencia energética del televisor. Las peculiaridades de las OLED son bien sabidas por todos: píxel auto-iluminado -lo que supone un contraste infinito y una profundidad 3D de la imagen sin parangón-, un impacto en HDR absolutamente demencial, negros perfectos y una respuesta instantánea del píxel. Además, en este modelo Sony ha incorporado una lámina de aluminio trasera a modo de disipador (aluminium sheet) que enfría rápidamente los píxeles, evitando así en una muy alto grado cualquier retención o quemado, a la par que permite un mayor aumento del brillo. Sea como fuere, es el tipo de tecnología que usa la Sony A90J y en nuestra opinión, es la tecnología que mejor calidad de imagen a fecha de hoy.
¿Y qué mejoras encontramos este año en la A90J? en este modelo encontramos ya diferencias notables. Lo más llamativo -como veréis en la sección de mediciones y calidad de imagen- es que el ABL en HDR parece estar más relajado aún que con la A80J, que ya lo tenía relajado (190 nits al 100% de pantalla blanca vs unos 130 del año pasado y contra unos 160 de la A90J) lo que ayuda a que la imagen en HDR sea más impactante. ¿Su segunda baza? un pico de brillo más alto (entre 800 y 850 nits) con la posibilidad de llegar a 1000 nits usando un par de trucos, un mejor y más configurable Tonemapping, el disipador que monta que nos permite aumentar más el brillo y olvidarnos de los quemados…y por supuesto el nuevo XR Cognitive, que será capaz de sacar lo mejor de lo mejor de un excelente panel.
Unboxing y primeras impresiones de la Sony OLED A90J MASTER Series
Esta Sony A90J se presenta en 3 diagonales disponibles: 55, 65 (el modelo analizado aquí hoy) y 83 pulgadas a precios oficiales de 2599, 3599 y 7499 euros respectivamente. Como veis, otra novedad con respecto a la del año pasado es la ausencia de un modelo 77 pulgadas y la inclusión de una diagonal aún mayor: 83 pulgadas.
Sony A90J: Especificaciones técnicas
Sony XG9505 | Características |
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Panel | OLED (panel EVO de 2021) |
Diagonal | 65 pulgadas |
Resolución | 4K UHD (3.840 x 2.160 puntos) |
Alto rango dinámico | HDR10, HLG y Dolby Vision |
Montaje | Fijo o en pared (VESA 400 x 200) |
Medidas | 144,4 x 83,3 x 4,1 cm (sin el pie) 150,2 x 83,4 x 31,7 cm (con el pie) |
Peso | 22,5/32 Kg (sin/con pie) |
Conectividad (Vídeo) | 2x HDMI 2.0 y 2 x 2.1 (Completos, HDCP 2.3) 3x USB (uno 3.0) 1x Ethernet 1x CI+ |
Conectividad (Audio) | 1 x Salida Óptica 1 x HDMI eARC |
Sonido | 2 woofers de 10W + 2 SW (Acoustic Surface+) |
Compatibilidad/Estándares | ARC/eARC Sintonizador DVB-T2 + 2 x DVB-S2 WiFi (AC) Bluetooth 4.2 Chromecast Integrado Apple AirPlay 2 & HomeKit |
Capacidad de reproducción | MPEG4 HEVC VP9 Perfil 2 |
Sistema Operativo | Google TV 10 |
Control | Mando a distancia (retroiluminado) App |
Diseño y mando a distancia
Sony ha apostado este año con una línea continuista con la del 2020, pero incluso algo más minimalista con dos patas metálicas que se «encajan» en los soportes inferiores del chasis de la TV, de forma que quedan colocadas hacia fuera con respecto al televisor y a diferencia de la A80J, hacen que quede «a ras» del mueble, dándole un aspecto muy elegante. Este año tenemos tres posiciones: posición estándar (como la hemos montado nosotros y como veis en las fotos), posición estrecha -ocupando menos espacio en el mueble al estar más centradas, solo disponible en el modelo de 83 pulgadas- y posición barra de sonido, que permite subir la altura del televisor 5,2 centímetros para poder colocar una barra de sonido debajo y que no tape parte del televisor. En la parte baja, a los lados del led propio de Sony, tenemos dos pequeños micrófonos integrados para utilizar con Google Assistant (también están en el propio mando a distancia, como veremos más adelante).
Como en todas las unidades de casi todos los fabricantes de hoy en día, el contenido del interior del paquete así como su montaje no entrañan ningún misterio. Encontramos lo típico: manual de instrucciones en varios idiomas, guía rápida, garantía europea, un paquete de pilas, tornillería varia y, por supuesto, las patas para el montaje. Tampoco es necesario más para el montaje de la unidad. Además, una vez instalada y encendida, veremos como Sony ofrece varias apps de ayuda para ciertas tareas, así como la propia página web de Sony , con un buscador y categorías para casi cualquier duda que se nos ocurra. Si no, siempre podéis pasaros por nuestro vídeo de unboxing y montaje que os despejará cualquier duda de forma visual:
Con la llegada del sistema de «patas reversibles», se mantiene el diseño de una sola pieza que caracterizaba a la series A de OLED de Sony (A1, AG8, AG9), aunque a la vez se puede poner con la posición más estrecha para colocar la barra de sonido, dejando por tanto un «doble diseño» al gusto del cliente. A la hora de montar la TV, lo cierto es que el nuevo sistema es más útil, fácil de montar y además hace que la TV no quede inclinada, como si ocurría con las primeras MASTER Series (A1 y AF9). Como en todas las OLED -no es algo exclusivo de Sony- el panel es extremadamente fino en su parte superior y media y bastante grueso en la parte baja, donde se alberga toda la electrónica, puertos, woofers de sonido, chips y demás.
Aunque luego os hablaremos más en profundidad del sonido, de momento os podemos adelantar que, al igual que el año pasado, no parece posible que un televisor ofrezca esa calidad para ser un sonido integrado. El sistema se basa en dos accionadores de 10 vatios y 2 pequeños drivers que se encargan de los graves de 20W cada uno. Todos ellos «accionan» el panel mediante vibraciones haciendo que el sonido emane directamente de éste, sin absolutamente ningún efecto perjudicial o perceptible en la imagen. El resultado es increíblemente bueno: el sonido no tiene apenas distorsión en la banda audible, goza de muy buena tridimensionalidad y nitidez. Por si no fuera suficiente, la A90J cuenta con múltiples opciones para mejorar los diálogos, graves, etc., algo que siempre es de agradecer. Y además este año han añadido un modo de ecualización automático usando el micrófono del propio mando, sumándose así a otras marcas que ya lo tenían como LG, Panasonic o Samsung, otro punto a favor más a tener en cuenta.
Pasando a la conectividad, parece que por fin este año vamos a poder disfrutar de puertos HDMI 2.1 completos en todas las demás marcas que no sean LG. Empezamos en la A90J con 4 puertos, dos son HDMI 2.0 y los otros dos son HDMI 2.1 completos con soporte para HDCP 2.3 (soporte 4K@120 y VRR -mediante futura actualización del firmware-). Por supuesto, los puertos HDMI son plenamente compatibles con estándares como ARC y eARC (con el que podremos enviar audios HD desde reproductores externos usando el televisor como «puente» haciendo passtrough a una barra o amplificador que soporte audios HD pero no desde las apps internas). Al igual que en la AG9, todos los conectores están orientados hacia abajo o hacia el lateral (menos el de alimentación, cuya cabeza es muy pequeña y tiene una hendidura en la carcasa del TV para que no sobresalga, además de no ser fijo), algo que es muy de agradecer por los usuarios que cuelguen el televisor en la pared.
HDMI ARC vs HDMI eARC, ¿para qué sirven y qué diferencias tienen?
Por otra parte, el año pasado Sony estrenó nuevo mando el año pasado con las nuevas gamas AG9 (2019) y la A8 de 2020; un mando muy bueno, bonito y minimalista, pasando de un viejo mando vía IR de la AF9 (de plástico, diseño anticuado, había que apuntar, sin micrófono, disposición de botones muy caótica, etc.) a un mando muy muy bien hecho, de gran calidad, peso, distribución de botones y materiales de construcción. Además que se ve moderno, acabado de metal cepillado, con micrófono incorporado y que no hay que apuntar para hacerlo funcionar bien. Es uno de esos cambios que se notaban nada más sacarlo de la caja y probarlo un rato.
Este año al mando se le ha dado una vuelta de tuerca más, siendo muy similar al que encontrábamos en la A8 y manteniendo la retroiluminación, que además está realmente bien hecha, ya que solo se activa de noche y solo cuando lo cogemos con la mano y pasados unos segundos, para evitar que se encienda solo con cualquier movimiento. Y más siendo este un televisor hecho para ver de noche…lo cierto es que es un punto muy a favor a tener en cuenta.
Por otra parte, como comentábamos en el primer párrafo, Sony ya decidió organizar los botones de una forma mucho más lógica, pasando de tener múltiples botones cerca de los botones de dirección (Guía, Menú, etc.) a manejarse todo con los botones nuevos de acción rápida, esos que podemos personalizar a medida al sacar el menú «flotante» mientras usamos la TV. Para quien prefiera el método tradicional, que nadie se preocupe: siguen existiendo todos los botones de acceso directo a Ajustes, Home, micrófono, guía EPG, etc. ¡Ah!
La construcción, como indicábamos, es de plástico pero de muy buena calidad que imita el aluminio cepillado plateado, con una terminación rugosa en la parte trasera que nos da un mayor agarre y muy buenas sensaciones al tenerlo en la mano. También pesa muy poco y su ergonomía es mejor que el del vetusto modelo que venía con la AF9. La principal novedad de este año es que se ha eliminado el botón de Google Play (un botón que prácticamente nadie usaba) y se han añadido 3 más: Disney+, Amazon Prime y Youtube, junto con el ya existente de Netflix. Ahora la navegación y acceso a dichas apps es mucho más fluida y rápida que nunca, ya que simplemente pulsando el botón que queramos nos llevará a la app.
Por otra parte el micrófono sigue estando integrado en el propio mando -aunque también lo tenemos en la parte inferior del chasis del TV y podemos elegir, desde los ajustes de la TV, cual queremos usar-. Además de hacer la función de asistente de voz para Google Assistant, también actuará como micrófono para ecualizar el sonido integrado y la verdad es que el resultado mejora bastante el sonido que viene por defecto configurado en la A90J, adaptando las frecuencias de la acústica a las particularidades de nuestra sala.
Lo nuevo de la gran G: Google TV
Desde el estreno de la Sony AF9 Master series, Sony consiguió dar con la tecla adecuada para lograr una muy buena implementación del sistema operativo Android TV en sus televisores. El sistema era realmente rápido, sin rastros de cuelgues, lentitud, crasheos o reinicios, además de una velocidad de instalación y desinstalación de apps fantástica (nada que ver con implementaciones pasadas que al final causaron un rechazo al sistema del androide verde por parte de muchos). El año pasado, con su gama A8, se refinó aún más…y este año Sony decidió una jugada arriesgada: implementar Google TV (la nueva versión de Android TV) perdiendo algo de fluidez por el camino, aunque la experiencia de uso sigue siendo buena, es «diferente».
En cuanto a hardware interno, como podéis ver más abajo en la foto adjunta, el fabricante japonés ha renovado su apuesta por un SOC (System On Chip, es decir, el procesador y gráfica del televisor) Mediatek MT5895 (en lugar del MT5893 del año pasado) de cuatro núcleos ARM Cortex A73 a 1500 Mhz y 3GB de memoria RAM (en lugar de los 2.5 del año pasado) además de 16GB de memoria interna -aunque el programa solo muestre 4GB, es necesario que se actualice-. Como os comentábamos, el sistema es realmente rápido, pero la experiencia de Google TV es completamente diferente a la de Android TV del año anterior: Google TV está enfocado completamente al contenido bajo demanda, por ello nos irá apareciendo automáticamente contenido que estemos siguiendo desde nuestras apps (Netflix, Amazon, etc.) directamente en el Home, sin necesidad de entrar directamente en las apps. Aunque por otra parte, puede hacer que la experiencia sea algo liosa las primeras veces que lo usemos -especialmente el acceso a Ajustes-.
También fue el año pasado cuando Sony decidió cambiar los menús de sus opciones de imagen, integrándolos mucho mejor con la propia interfaz de Android (Google TV) y ordenando las opciones en función de su categoría (Imagen, Movimiento, etc.) que harán las delicias de los más inexpertos, ya que todo se encuentra donde debería estar y el orden es mucho más intuitivo. Además de unas cuantas opciones nuevas, Sony añade una imagen ilustrativa que explica qué hace cada opción para los más noveles.
Por otra parte, es muy fácil navegar entre las diferentes categorías con esa especie de menú flotante, pudiendo anclar tantas «categorías» como queramos, es lo que Sony ha llamado Menú Rápido. Por poner un ejemplo, si somos alguien al que le guste mucho cambiar entre modos de imagen, simplemente anclaremos la categoría «Modo de imagen» al menú flotante, pudiendo cambiar entre modos de imagen de forma mucho más rápida que teniendo que entrar en el menú general. La integración con el resto de Google TV es perfecta, de hecho parece que son opciones que son de la propia Google…pero no es así, es un submenú añadido al sistema por Sony.
En cuanto a su capacidad de instalación de apps, la suerte de pertenecer al ecosistema de Google es precisamente sus posibilidades casi infinitas. Al ser un dispositivo Google TV no tendremos ningún problema con la instalación de ninguna app, es más las que lo soportan, activarán el soporte HDR/Dolby Vision (si el servicio lo soporta, caso de Disney+) y Dolby Atmos (vía ARC a un amplificador o barra, hablaremos de ello más adelante) y continúa ofreciendo soporte HDR a apps como Youtube. Además, el acceso a reproducción de archivos por USB o por red (NAS/DAS) sigue mejorando y cada vez es más estable -aunque limitados a los 100 Mbits de la tarjeta de red integrada (aunque por suerte, solucionable con este adaptador de USB a red gigabit), algo que se repite en todos los fabricantes y este año Sony se queda como la única marca con soporte DTS (tanto passtrough como decodificación a LPCM) y DTS-HD MA y DTS:X junto a Philips, ya que el resto de marcas han eliminado el soporte.
Google TV cada vez es más rápido
Antes os comentábamos que lejos han quedado ya los tiempos de carga interminables entre canales de TDT o una EPG del pleistoceno sin apenas información. En la A90J todo aparece de forma prácticamente instantánea, los canales aparecen en un estilo visual muy llamativo con sus logos, información, etc. Además, ahora la integración llega también a esos sistemas bajo demanda, uniéndose las emisiones de internet, junto al VoD y a las emisiones en directo vía terrestre o satelital, algo que convierte al sistema en un cerebro y no distinguiremos desde donde viene la fuente. Un punto bastante positivo a nuestro entender.
En cuanto a funciones de IoT y domótica, Sony presenta unas posibilidades enormes. Gracias a Google TV las posibilidades del sistema en términos de domótica y control del hogar son enormes. Además, el fabricante nipón adoptó una nueva estrategia a partir de 2015-2016: alargar la vida de todos sus Smart TV todo lo posible mediante actualizaciones, así que no sería de extrañar que veamos Google TV en más modelos Bravia de años anteriores, así como nuevas características como el famoso VRR, del cual os hablaremos más adelante y que Sony ha prometido que llegará a este modelo en unos meses.
La Sony A90J, eso si, sigue una línea continuista en cuanto a conectividad y protocolos de servicios se refiere, dado que continúa ofreciendo soporte completo para Chromecast (el protocolo de transmisión inalámbrica de Google, algo lógico teniendo en cuenta que estamos hablando de un Smart TV con Android TV), aunque como hemos comentado más de una vez, presenta varios problemas (no solo en la A90J, si no en todos los televisores y dispositivos) como explicamos en nuestro canal de Youtube, ya que la emisión del contenido suele ser de baja calidad al perder información en ésta, por no hablar del horrible efecto judder al no poder cambiar de Hz al contenido grabado en el propio material.
Aparte de Chromecast, la A90J cuenta con soporte total para Google Assistant y también para Alexa, así que sea cual sea nuestro asistente personal y de domótica en casa, estaremos cubierto. En el caso de Google, al ser el fabricante también de Google TV, nos permitirá hacer muchas más cosas de serie: encenderla con la voz, mandarle vídeos o que nos ponga un canal de Youtube (al contrario que ocurre con LG o Panasonic, cuyo soporte es parcial) algo que es de lo más útil a todo el que le guste el mundo de la domótica. Todo de forma fácil y sencilla con nuestro mando a distancia o bien con la propia TV, ya que tenemos la opción de elegir qué micro utilizar, si el integrado en el mando o en el chasis de la TV.
También encontramos soporte para Airplay 2 y Homekit de Apple al 100%, además de soporte completo para su servicio de streaming Apple TV+. Esta vez sin tener que esperar a ninguna actualización de firmware. Enchufar y disfrutar, cada vez más sencillo.
Acoustic Surface +: el mejor sonido integrado, ahora mejorado
Cuando probamos la tecnología de Acoustic Surface en nuestras primeras impresiones de la Sony AF9, nos quedamos todos impresionados con su calidad: era un sonido que provenía de la propia TV, usando 3 (en este caso) pequeños woofers que actúan como accionadores, provocando una vibración imperceptible en el panel y provocando así la emisión de ondas de sonido desde el propio televisor. Como decíamos, el resultado es simplemente espectacular -teniendo en cuenta que hablamos del sonido integrado en un TV-, con una separación de los canales increíble, bajísima distorsión, buen SPL y una extensión que -como todas las TV- peca de falta de graves. Pero el conjunto no podría ser mejor, ciertamente.
¿Qué añade este año la A90J? un woofer más, siendo así un total de 2 actuadores (10W cada uno) más otros dos para los graves (de 20W cada uno), sumando así un total de 4. Los actuadores se encargan de hacer vibrar al televisor, que actúa como un enorme altavoz. En este caso, al se una Master Series, la A90J tiene la posibilidad de actuar como altavoz central de un equipo dedicado, aunque ciertamente se queda muy lejos de lo que puede ofrecer un altavoz central dedicado. Otra buena noticia es la inclusión de un conector jack para auriculares en el lateral de la TV.
Sobre la compatibilidad de formatos, la A90J sigue la estela de la A8 y soporta exactamente los mismos tipos de audios, es decir, es capaz de decodificar Dolby Atmos (comprimido), o lo que es lo miso, el perfil basado en DD+ que usan todos los servicios bajo demanda (Netflix, Prime, Disney+, etc.). El televisor también puede hacer passtrough de cualquier otro tipo de audio (incluyendo DTS, DTS HD MA y DTS:X) pero siempre y cuando se use un reproductor externo conectado al puerto HDMI eARC de la A90J (que es el mismo que uno de los dos puertos HDMI 2.1, el 3) y ésta, a su vez, a una barra de sonido o amplificador compatibles. Si por contra, queremos usar una app interna de la TV como reproductor (por ejemplo Kodi), no nos sacará ningún tipo de audio más allá de DD o DTS, algo que se repite en otras marcas y televisores de la competencia.
El incorporar una toma de sonido eARC está muy bien pero será especialmente útil para aquellos que tengan una barra de sonido -compatible- con una sola toma HDMI, ya que si tuviera dos (o un amplificador, por ejemplo), podemos conectarlo todo a éste y de ahí a la TV, usando el amplificador para el sonido y la TV para la imagen, no teniendo ningún sentido usar la TV como «puente» entre ambos dispositivos. Es decir: es una funcionalidad que solo podrá aprovechar un tipo de perfil de gente muy concreta. Aún así, como decíamos al inicio de la review, Sony es la única marca ahora mismo con soporte de DTS junto a Philips, siendo eliminado en absolutamente todos los modelos de la competencia. Además, al contar con puertos HDMI 2.1, es especialmente importante, dado que podremos conectar cualquier dispositivo directamente al televisor y éste enviará el sonido DTS y DTS HD MA sin tocar por eARC, cosa que ninguna otra marca puede ofrecer ahora mismo.
La OLED más impactante en HDR
Llegamos por fin al punto dulce de la review: la calidad de imagen. ¿Cuántos nits tiene? ¿la imagen en HDR es suficientemente brillante? ¿qué tal la colometría?. Bueno, como comentábamos al inicio, la Sony A90J monta un panel OLED de última generación (2021) y además EVO -mejora en eficiencia energética y brillo-, aunque el panel en si y su estructura no ha cambiado un ápice desde 2019; dicha tecnología es conocida por todos por su capacidad de encender o apagar los píxeles a nivel indiviual para que, cuando haya una escena oscura o con mucho negro, sea capaz de apagarse por completo, entregando un negro puro. El negro es el parámetro más importante de la imagen, ya que se usa para medir el contraste: el punto más brillante entre el más oscuro, por tanto…si el negro es 0, cualquier valor que dividamos entre éste nos dará infinito: contraste infinito. Y si, el HDR más que de nits y brillo, tiene más relación con el contraste.
Entonces, si tenemos un contraste infinito la imagen es perfecta, ¿no? no, ya que hay otros parámetros igualmente importantes, por ejemplo: los tan cacareados nits. Los nits en un valor de medición de la luz, cuanto más alto sea más brillante (o capacidad de entrega de luz) podrá emitir un panel y es aquí donde los OLED aún flaquean con respecto a las LED más modernas, quedándose entorno a los 600-700 nits, mientras que un panel LED puede llegar a los 1500-1600. Aún así, en nuestra opinión, es más impactante incluso en HDR ver un televisor OLED como este con un nivel de negro perfecto y menos brillo que al revés, como ocurre con otros modelos LED.
Otros parámetros igualmente importantes en los televisor -y más en los OLED- es su capacidad de entregarnos un buen detalle en sombra, ya que la tecnología OLED tiene sus particularidades. En el extremo del nivel de negro, los píxeles tienen que pasar de un estado de apagado (0) a encendido (1), haciendo que esa transición sea muy brusca, incluso para el menor estímulo posible de luz. Este es justo uno de los puntos clave este año con las nuevas Sony A80J y A90J: su enfermizo detalle en sombra en fuentes HDR, nunca habíamos visto nada igual, probablemente sea cosa del nuevo procesador XR Cognitive, del cual os hablaremos más adelante. La A90J entrega un detalle perfecto sin aplastar ningún detalle donde no deba y viendo más detalle en sombra que sus competidores…y siguiendo la curva PQ EOTF estrictamente -lo podéis ver vosotros mismos más abajo-.
Por otro lado, tenemos el extremo brillante, donde ya hemos comentado que las OLED pueden flaquear, aunque tienen otra particularidad: dado que su estructura de píxeles está hecha completamente de puntos blancos con un filtro RGB para generar el color, solo pueden emitir una luz con color rica hasta los 350 nits, siendo a partir de ahí hasta su tope (600-700) solo blanco puro, lavando algo los colores en las altas luces respecto a otras soluciones. Sony prometía este año que eso no iba a ocurrir y así ha sido…no solo sube el subpixel blanco, si no que además sube los otros tres (el rojo, verde y azul) evitando así lavar el color y mostrándonos más riqueza cromática en las altas luces que otros modelos.
En cuanto al pico de nits en HDR, nuestra A90J (técnicamente hemos tenido dos unidades, la primera es la que medimos pero tuvimos que cambiarla por un pequeño defecto) mide 850 nits al 10% de ventana (con picos puntuales de 880) en los modos más precisos e incluso calibrada profesionalmente con sonda (D65) e incluso llega a sobrepasar los 1000 nits si usamos el truco de ganancias del balance de blancos que os explicamos en nuestro canal de Youtube -tenemos que recordar que la A8 del año pasado nos midió 597 nits-. Sin embargo la gran ventaja de este año es doble: por un lado, aunque la medición en un patrón estático sea esa, en contenido parece que el XR hace que los detalles especulares brillen algo más y saquen algo más de detalle (y más color, como hemos explicado); por otra parte al 100% de pantalla blanca si que mide notablemente más que el año pasado: 185-190 nits o incluso algo más de 200 con el truco anterior (contra los 125 del modelo A8 del año anterior), una buena noticia ya que la percepción de «brillo» muchas veces viene dada por ese 100% de pantalla y no tanto por el pico al 10%. ¿Cómo se consigue ese nivel de brillo? gracias, en parte, al ya citado anteriormente disipador que actúa enfriando el panel -a la vez que el chip XR monitoriza en tiempo real la temperatura del panel-.
Lo cierto es que el XR de Sony va variando la curva PQ EOTF (aunque la sigue perfectamente fiel) de forma dinámica en función de un algoritmo propietario (lo que se conoce como tone-mapping), no guiándose por lo que dice una medición estática. Eso, junto al menor ABL hace que en nuestra comparativa entre la Sony A80J y la C9 -teniendo esta última 100 nits más- no hemos notado que la Sony brille menos, si no al revés, gracias en parte a este algoritmo. Otro punto a favor es el ya citado detalle en sombra mucho mayor en Sony, así como también unoscolores son más ricos ya que la firma nipona ha cuidado este año la colometría hasta niveles prácticamente profesionales. El resulta es simplemente fantástico, haciendo que las escenas en HDR brillen y tengan un «punch» único. Y no es la única sorpresa…tenemos una opción más dentro del HDR: Brillo preferido.
Este año, como decíamos, Sony estrena una nueva opción dentro del tone-mapping, llamada Brillo preferido. Tenemos también otras dos opciones más: por primera vez podemos desactivar el tone-mapping (poniendo la opción de brillo en No) o, como otros años hacía de forma automática, indicarle que siga la curva PQ EOTF (una curva absoluta que mide el seguimiento que hace el televisor del HDR) de forma perfecta, de auténtica referencia. ¿Entonces, qué hace la opción de Brillo preferido? Algo similar a lo que tienen otras marcas como LG o Samsung, siguiendo la curva (gris) por encima de la amarilla (referencia) haciendo que todo sea mucho más brillante de lo que debería.
Como veréis en la foto inferior, Sony es tan estricta que ambas curvas se superponen, haciendo del seguimiento una auténtica maravilla fiel 100% a la visión del director (con la opción Gradación). Por otra parte, la A90J cuenta con un tone-mapping peculiar, reteniendo todo el detalle posible hasta más o menos unos 1500 nits y a partir de ahí apuesta por el clipping (descartar o quemar detalles en las altas luces) para evitar bajar el brillo general de la escena. El resultado, a nuestro juicio, es el que mejor equilibrio encuentra entre brillo y oscuridad, con unas imágenes en HDR realmente impactantes. Por contra, si optamos por la opción Brillo preferido, como veis, la curva gris se aleja bastante de la amarilla (más brillo del que debería):
Como bien sabéis, además, la A90J es compatible con otros dos formatos HDR: HLG (usado en retransmisiones de TV) y Dolby Vision. Otros años Sony apostaba por introducir un Dolby Vision basado en el procesamiento del lector (fuente), conocido como Player-LED. Esta implementación podía causar problemas al presentar (en el modo calibrado, es decir Dolby Vision Oscuro) una imagen más oscura de la que debería. Este 2021, la A90J por fin cuenta con una implementación completa basada en el chip -hardware- de la propia TV, conocido como perfil TV-LED. De esa forma se acaban los problemas de ver la imagen más oscura de lo normal y demasiado ruido en fuentes comprimidas. Aunque por contra, como veremos en la sección de juegos, tiene un pequeño inconveniente: no podemos activar Dolby Vision y 4K a 120 Hz a la vez.
Por otra parte, encontramos también otros pequeños problemas menores, tales como que este año seguimos sin un generador de patrones interno para Calman AutoCAL, con lo que si queremos calibrar nuestro televisor profesionalmente tendremos que contar con un generador externo para poder realizarla. Otros problemas más grandes en HDR que tenía el televisor el año pasado (A8) era un exceso de límite del brillo al 100% de pantalla, el famoso ABL. El limitador de brillo en los paneles OLED es, quizá, lo peor de ésta (y no tanto su capacidad de nits, ya que los nits no son una unidad lineal por lo que 2000 nits no es el doble que 1000, si no «solo» un 25% más), ya que limita la producción lumínica del panel, aunque eso si, este año a unos más generosos 190 nits a pantalla completa (por los 129 de la A8 del año anterior), mientras que un panel LCD es capaz de entregar unos 600-700 nits, marcando la diferencia claramente en escenas diurnas. En cuanto a compatibilidades, aunque cuenta con soporte para Dolby Vision, HDR10 y HDR10+, Sony sigue sin incorporar el cuarto formato: el HDR10+.
Otro de los pequeños contras que podríamos indicaros en el apartado de HDR -aunque igualmente replicable en el de SDR- sería el de los reflejos excesivos del panel, como todos los paneles OLED aunque hemos notado que en la A90J a mejorado ligeramente. Eso obligará al usuario a que tenga que bajar las persianas de día -al menos parcialmente- para poder disfrutar de contenido HDR o Dolby Vision, aunque con su implementación del modo Dolby Vision Brillo puede intentar sortear dicho problema, ya que esta A90J no cuenta con modo Dolby Vision IQ. Por otra parte y como veremos más adelante, este año Sony si presenta en contenido SDR una imagen mucho más limpia de ruido y hormigueo en escenas oscuras que sus competidores más directos como el Alpha 9 de LG o el HCX Pro de Panasonic, cosa que el año pasado con el X1 Ultimate no acababa de hacerlo del todo bien.
XR: el rey de los procesadores de imagen (otra vez)
Y por cuarto año consecutivo, encontramos que el procesador de imagen de Sony (escalado, colometría, movimiento) es el mejor del mercado, con especial énfasis en que cuanto peor es la calidad de imagen del material, más diferencia a favor del XR encontramos. Ya usamos el mismo titular con el X1 Ultimate, pero lo cierto es que Sony lleva el procesamiento de imagen a otro nivel
En cuanto a colometría, la TV venía increíblemente bien de fábrica en sus modos de imagen más cercanos a norma (Cine, Personal) especialmente en SDR. El promedio de DeltaE (AE) en el balance de blancos rondaba el 2.8 (siendo 3 el umbral a partir del cual el ojo humano empieza a notar una desviación) y la novedad de este año es que el balance de blancos también venía en toda la banda prácticamente perfecta -salvo algún error por encima de 3.3 puntualmente en el 80% IRE- con un ligero predominio del verde sobre los otros dos primarios, pero aún así es impresionante lo precisa que viene de casa. En cuanto al CMS y esta es la novedad con respecto a la A8…es que viene increíblemente bien, prácticamente con ningún color por encima del umbral del 3 (puntualmente 7 errores por encima del 3.5, pero nada más). Eso se nota en una mayor naturalidad de las caras, siendo extremadamente realistas y sin «desviarse» hacia ningún color, si no que son totalmente neutras. Eso si, nosotros la calibramos de forma profesional con Calman y la dejamos de absoluta referencia (gamma 2.35, balance de blancos con AE de 0.4 y colometría con AE de 0.9), entregando una imagen absolutamente espectacular, neutra y cinéfila.
Otra gran ventaja en los modelos de Sony es el Smooth Gradation (Gradación suave), una funcionalidad que aplica un filtro de De-contorno. Esta interesante tecnología analiza los píxeles adyacentes en colores uniformes, si detecta que no son exactamente iguales, aplica una máscara de gradiente progresivo, viendo así un color en un lado que va poco a poco y de forma suave y progresiva, convirtiéndose en la otra tonalidad. Este filtro ha aparecido también este año en las LG 2019, siendo unos de los grandes atractivos tanto del fabricante japonés como del coreano. Realmente se nota, especialmente en contenido comprimido. Eso si, no es nada recomendable activarlo en Dolby Vision, donde se ve que existe algún tipo de incompatibilidad o problema y puede eliminar detalles en los planos en penumbra.
Tasmpoco podemos olvidarnos del MotionFlow, el sistema de movimiento de Sony. Aquí de nuevo se nos acaban los calificativos: el mejor movimiento del mercado, la perfección en este campo hecha TV. Es simplemente increíble. Es prácticamente imposible encontrarse con artefactos o problemas de objetos que se «parten» fruto de la invención de los frames; además podemos gestionar la suavidad a nuestro gusto (nosotros somos partidarios de aumentar lo mínimo posible, quizá con 1 solo punto es suficiente para eliminar esa brusquedad del movimiento 24p) sin aparecer efecto telenovela por ningún lado. Además, este año el XR lo lleva a un nivel aún superior, siendo el movimiento aún mejor y con la imposibilidad de ver ruido o artefactos debido a la invención de los nuevos fotogramas.
Como todo en Sony, es muy natural, muy orgánico; ayuda al movimiento sin destruir ese movimiento típico de cine. Además, este año se ha perfeccionado el BFI a mayor frecuencia (Black Frame Insertion) para mejorar aún más el movimiento. Se trata de un sistema de intercalado de un frame negro entre cada frame original, ganando suavidad pero perdiendo brill, aunque en Sony con el modo BFI al mínimo no perderemos nada de brillo (en SDR, en HDR es recomendable dejarlo desactivado).
Para acabar con este apartado (y casi con el análisis), nos queda uno de los puntos fuertes del XR: el escalado y procesado de imagen. Lejos de los términos de márketing de moda actuales (todo tiene que estar procesado por «Inteligencia Artificial«) Sony continúa apostando por su sistema de base de datos por objeto. ¿La diferencia del nuevo XR respecto al X1 Ultimate? sutil pero ahí está. Ahora el nuevo procesador crea una especie de campo 3D, aumentando ligerísimamente -pero suficiente- la nitidez de los objetos en primer plano y de los del segundo plano, dando una percepción más real, más como lo percibe el ojo humano. Era algo que creíamos que era un término de márketing pero nada más lejos de la realidad. La imagen en SDR es sorprendentemente buena si no nos pasamos subiendo el Reality Creation.
Muchas veces es complicado encontrar diferencias entre 1080p y 4K, la verdad, al menos en término de nitidez. En este caso, Sony donde marca la diferencia con el resto de marcas es más en canales de muy baja definición (TDT por ejemplo o viejos DVD) donde saca petróleo de donde no lo había. La nitidez que consigue el XR no lo había visto ni si quiera en los modelos de la propia Sony del año anterior, limpiando además la imagen de toda la suciedad y posterización de la compresión propia de nuestros tests y con una nitidez absolutamente sublime. Si lo unimos al excelente Smooth Gradation, podemos concluir que es una de las marcas donde mejor podremos ver el contenido de mala calidad (y el de buena, por supuesto).
Para acabar, aunque no solemos comentar estos datos dado que cada panel es un mundo -incluso dentro del mismo modelo y diagonal-, lo cierto es que nuestra unidad de la A90J cuenta con una excelente uniformidad del gris al 5% del estímulo de vídeo y un blanco envidiablemente blanco al 100%, sin rastro alguno de banding, tintes, DSE o cualquier otro defecto propios de la tecnología OLED. Unido a un menor ABL, hace que el blanco a pantalla completa luzca realmente blanco y no ligeramente gris como ocurría el año pasado en la A8.
Gaming: un paso en la dirección correcta
Para acabar, aunque no somos muy de juegos, queríamos dedicarle un apartado al Gaming. Este año, en este campo nos encontramos con una pequeña mejora: el input lag de este televisor fue de 16.4 ms tanto en 4K como en 1080p, lo cual está fenomenalmente bien y baja a 12 ms al funcionar a 4K y 120 Hz aunque sigue ligeramente por encima de su competencia más directa (LG).
Recordad que a diferencia de los modelos LCD, aquí no hay ninguna degradación de imagen al activar el modo Juego y que incluso podemos activar el Gradación Suave sin apenas subir el input lag. Es más, podemos activar también el modo BFI al mínimo para mejorar el movimiento subiendo el input lag a tan solo 26 ms, una cifra que sigue estando realmente bien.
Respecto a las novedades, este año la A90J tiene varias de ellas. La más obvia la inclusión de dos puertos HDMI 2.1 completos (48 Gbps) con soporte para 4K a 120 Hz (sin el bug del blur). Además, Sony tiene anunciada ya de forma oficial también el soporte para VRR en una futura actualización a finales de año. Además de ello, la A90J es plenamente compatible con eARC y 4K@120 a croma completo (444) a 10 bits, lo cual hará las delicias de los jugadores. ¿Lo malo? que el chipset no es capaz de hacer funcionar los juegos a 4K a 120 Hz con Dolby Vision, solo con HDR, así que tendremos que decidir si queremos jugar a Dolby Vision a 60 Hz o a HDR10 a 120, algo que no es muy preocupante viendo el excelente tone-mapping del HDR que tiene este televisor.
Conclusiones
Y si has llegado hasta aquí, ¡enhorabuena por la lectura tan densa y larga! hemos intentado tocar todos los parámetros importantes de esta espectacular Sony A90J. Nos encontramos ante uno de los mejores televisores del año, sin ninguna duda, que mejora lo que ya era una muy buena base como la A8 del año anterior. ¿Mejoras? bastantes, empezando por un nuevo procesador XR que quita el hipo, una mejora notable en el tratamiento de la compresión y posterización y, como siempre, un excelente escalado (mejorado este año incluso) y movimiento. Por otra parte, en cuanto a conectividad, los dos puertos HDMI 2.1 completos son un avance enorme con respecto al modelo de 2020.
En cuanto a calidad de imagen poco más podemos aportar: es igual de buena que la también excelente hermana menor A80J, pero con una serie de mejoras importantes. La imagen en HDR y Dolby Vision es fantástica y la más espectacular que hemos visto nunca. Al ser un OLED, el efecto tridimensional es enorme, con una ausencia total y completa de blooming, floración y otros problemas típicos de los paneles LCD. Este año se le añade un mejor tone-mapping, menor ABL en HDR y una nueva opción para dar más brillo a los tonos medios para quien prefiera salirse de la norma, además de añadírsele en este modelo un disipador de aluminio que puede llevar el panel hasta los 1000 nits y evitar prácticamente en su totalidad las retenciones. Y por supuesto, una mejor implementación de Dolby Vision, con el perfil TV-LED basado en hardware.
En cuanto procesamiento de la imagen también podríamos concluir que el XR sigue reinando sobre el resto de chips de imagen, ofreciendo un escalado exquisito y un movimiento líder del mercado. En el campo del HDR, la combinación entre tone mapping y clipping y el píxel autoemisivo de las OLED junto a las nuevas opciones, consiguen que el contenido HDR luzca espectacular. Y más si tenemos en cuenta que podemos calibrar el televisor con Calman AutoCAL, ya que es plenamente compatible con éste.
Para acabar, el mando a distancia (que además nos ha encantado la retroiluminación) y la nueva interfaz/menú son gustarán a muchos y decepcionará a otros tantos. Eso si, desde la última actualización todo se mueve todo perfectamente fluido, sin lag ni problemas de rendimiento alguno. Cuenta, además, con soporte para Google Assistant, Chromecast, Airplay 2 y soporte eARC, etc. La guinda al pastel es una calidad de sonido increíble, con una tecnología de Acoustic Surface + ya muy madura y ligeramente mejorada este año
En definitiva, nos encontramos con una TV que catalogamos como Referencia absoluta y enfocada a aquellos usuarios cuyo uso primordial sea el cine, aunque también es un excelente modelo para juegos y este año ya casi en igualdad de condiciones que sus competidores al incluir puertos HDMI 2.1 (aunque solo dos, por desgracia) aunque también puede usarse sin problemas para contenido de baja calidad y streaming, ya que es el televisor que mejor chip de imagen tiene del mercado. En resumen: este televisor es PURO CINE y está pensado con una sola cosa en la cabeza: ESPECTÁCULO EN HDR.