Ya en el 2018 y también el año pasado con la excelente XG9505, la marca nipona pasó sus modelos de gama alta LCD LED a la mejor tecnología posible de retroiluminación del mercado: FALD -o Full Array Local Dimming-, una tecnología de iluminación de píxeles por zonas. Es decir, cada conjunto de píxeles se enciende y apagara de forma autónoma en función de las necesidades, imitando así al funcionamiento de la tecnología OLED y consiguiendo unos negros perfectos (y contraste) cuando una zona de apaga. ¿El problema? que un televisor 4K cuenta con más de 8 millones 300 mil píxeles y la XH95 solo cuenta con unas 50 zonas, dándonos un ratio de 1 zona para cada 166000 píxeles. Lógicamente, en escenas complicadas veremos algo de blooming o perderemos algo de detalle en sombra/negros.
Precisamente es uno de los aspectos que más ha mejorado Sony respecto el año pasado: el blooming se ha reducido drásticamente -usando las mismas zonas que el año pasado-, el ángulo de visión se ha mejorado mucho (igualando ya al de un panel IPS), el SoC se ha retocado haciendo que el sistema operativo (Android TV 9) vaya como un tiro y al fantástico mando del año pasado se le ha añadido retroiluminación automática -solo tenemos que coger el mando y se encenderán los botones si es necesario), se ha mejorado también el audio integrado y la capa antirreflejos. Ah, también se ha mejorado notablemente la calidad de imagen con Dolby Vision, corrigiendo el exceso de oscuridad que presentaban los modelos de Sony de años anteriores.
OLED vs LED vs MicroLED: ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene cada una?
Este modelo se presenta en 5 diagonales disponibles: 49, 55 (este es el modelo que nos ha cedido Sony para el análisis), 65, 75 y 85. Es preciso recordar, que una de las características estrellas del televisor (la gran mejora del ángulo de visión presente desde el año pasado, bautizada por Sony como X-Wide Angle) solo está disponible en los modelo sde 55, 65, 75 y 85 pulgadas, quedándose fuera el modelo de entrada de 49″, una pena.
Sony XH95: Especificaciones técnicas
Sony XG9505 | Características |
---|---|
Panel | LCD de tipo VA (10 bits) con retroiluminación LED Directo/FALD (Full Array Local Dimming) y atenuación local |
Diagonal | 55 pulgadas |
Resolución | 4K UHD (3.840 x 2.160 puntos) |
Alto rango dinámico | HDR10, HLG y Dolby Vision |
Montaje | Fijo o en pared (VESA 400 x 200) |
Medidas | 122,9 x 71 x 7 cm (sin el pie) 123 x 77,9 x 31 cm (con el pie) |
Peso | 16,8/18,1 Kg (sin/con pie) |
Conectividad (Vídeo) | 4x HDMI 2.0 (Completos, HDCP 2.3) 3x USB 1x Ethernet 1x CI+ |
Conectividad (Audio) | 1 x Salida Óptica 1 x HDMI eARC |
Sonido | 2 woofers de 10W |
Compatibilidad/Estándares | DVB T/T2/C/S2 Sintonizador Dual WiFi (AC) Bluetooth 4.2 Chromecast Integrado Apple AirPlay 2 & HomeKit |
Capacidad de reproducción | MPEG4 HEVC VP9 Perfil 2 |
Sistema Operativo | Android TV 9.0 Oreo |
Control | Mando a distancia App |
Diseño
Este año Sony ha apostado por un modelo más atrevido que el del año anterior, con unas patas mas minimalistas colocadas en los extremos del panel. Eso tiene su parte buena (queda preciosa, da mayor estabilidad y además hace que la altura del televisor suba, permitiendo colocar una barra de sonido debajo de la misma sin tapar la propia TV) y su parte mala: hace que necesitemos de un mueble de, al menos, 120 cm para poder colocarla (en su versión de 55″). Por otra parte, una vez hayamos desembalado la unidad, encontraremos lo típico de casi cualquier TV de hoy en día: manuales de instrucciones (en varios idiomas), una guía rápida de montaje, los propios soportes/pies de la TV, tornillería varia, dos pilas AA, garantía europea y poco más. Como siempre decimos: sobrio pero suficiente, ya no estamos en la época en la que necesitábamos extensos manuales de cada aspecto del televisor, ya que contamos con la ayuda de la propia página web de Sony y también de una app instalada en la propia TV que nos ayudará con casi cualquier cuestión que necesitemos.
Sobre el diseño que antes os adelantábamos un pequeño anticipo, es muy elegante. El hecho de colocar los dos «soportes/pies» en los extremos del televisor hace que el TV se vea muy minimalista y más bonito, a nuestro juicio, que el XG95 del año pasado. La parte trasera sigue siendo gruesa, dado que al ser un modelo Full Array debe albergar todos los LEDs que se encenderán y apagarán en función de las necesidades de la imagen (nosotros hemos contado cerca de 50 zonas usando nuestro patrón, que podéis ver en el vídeo del final del análisis). Además este año Sony ha mejorado los tweeters/woofers de agudos y medios, colocándolos en los extremos de una especie de «barra» que atraviesa el eje horizontal trasero de la XH95, haciendo que el sonido sea más «tridimensional» al salir hacia los lados (y desde los extremos), facilitando mucho la apertura de la escena sonora. Y se nota mucho. En cuanto a los graves, sigue contando con unos graves sorprendentemente buenos y profundos al tener la parte de abajo algo más gruesa. Lógicamente no puede competir con una buena barra de sonido o equipo dedicado, pero como es norma en Sony, la calidad del sonido está un peldaño por encima de la media de otros modelos con los que compite. Y además este año han añadido un modo de ecualización automático usando el micrófono del propio
mando, sumándose así a otras marcas que ya lo tenían como LG, Panasonic o Samsung, otro punto a favor más a tener en cuenta.
En cuanto a la conectividad, este año tampoco contamos con puertos HDMI 2.1 (solo los tendrá el modelo HX90 y no sabemos si la futura A9S de 48″), aunque sí algunas características heredadas de
éste, como por ejemplo soporte completo para eARC (poder enviar los formatos de audio HD a través de un reproductor externo conectado directamente a la TV y de ésta a una barra o amplificador) o soporte HDCP 2.3. Este año, además, Sony continúa con la que ya fue un total acierto el año anterior: orientar todos los conectores del televisor hacia abajo o hacia el lateral (excepto el de alimentación, aunque éste es muy pequeño y tiene una hendidura dentro de la carcasa para que no sobresalga), algo muy de agradecer por los usuarios que cuelguen el televisor en la pared.
HDMI ARC vs HDMI eARC, ¿para qué sirven y qué diferencias tienen?
Antes de terminar con la conectividad, Sony suele ser una marca que cuida tanto el diseño frontal como el trasero. Y como no podía ser de otra forma, las patas que hacen la función de soporte no solo sirven como soporte, si no que también cuentan con una especie de bridas que están incluidas en el paquete, con las que podemos recoger todos los cables y llevarlos por ésta hasta la pata, haciendo que no se vea ni un solo cable si miramos el televisor de frente. Otro acierto más.
Smart TV: una vuelta de tuerca más
Este sería el segundo año que el sistema operativo (Android 9 Pie) implementado por Sony es excelso. Atrás quedan los tiempos en los que las Smart TV eran de todo menos smart: lentas, se atascaban, reiniciaban, etc., lo que provocó una ola de rechazo hacia Android TV como sistema operativo. Hoy, a fecha de junio de 2020, podemos afirmar con total rotundidad que Android TV va en volandas en la XH95. Podréis moveros por los menús, aplicaciones, ajustes, etc. como pez en el agua. El SoC (System On Chip, es decir, el procesador y gráfica del televisor) ya fue renovado el año pasado (que tan buenas impresiones nos causó) y repite de nuevo en 2020: encontramos en el corazón del televisor nipón un Mediatek MT5893 de cuatro núcleos ARM Cortex A73 a 1500 Mhz y 2.5GB de memoria RAM (más que suficiente para tener varias apps abiertas en segundo plano). La XH95 no se ha colgado ni reiniciado una sola vez, siendo una de las TV más estables y rápidas en cuanto a Smart TV que hemos probado, con permiso de WebOS de LG y Tizen de Samsung. En ningún momento hemos sentido la necesidad de limpiar el sistema de apps inútiles o que traiga demasiada «morralla» preinstalada, lo cual es de agradecer.
Este año, además, Sony ha reimplementado los menús de una forma mucho más lógica, apilando las opciones en diversas categorías (Imagen, Movimiento, etc.) que ayudan mucho a ir directamente a la que queremos de forma más rápida e intuitiva. Además, se ha añadido una pequeña imagen explicativa y un resumen de qué hace cada opción para los más noveles. Por si fuera poco, podemos navegar directamente «sobre» la imagen de fondo sin tener que irnos al menú de ajustes, pudiendo «anclar» diversas opciones directamente en esta nueva barra flotante. De nuevo, un acierto más del modelo de 2020, poniendo la guinda al pastel de un Smart TV ya muy maduro y perfectamente estable. Ha costado varios años, pero se ha conseguido.
Por otra parte, este año Sony estrena varias apps nuevas (también disponibles en modelos anteriores) como son Disney+, HBO Max (próximamente) o Vodafone TV, teniendo así el 100% de apps bajo demanda españolas disponibles. Todas ellas en perfecto funcionamiento con 4K HDR/Dolby Vision (si el servicio lo soporta, caso de Disney+) y Dolby Atmos (vía ARC a un amplificador o barra, hablaremos de ello más adelante) y continúa ofreciendo soporte HDR a apps como Youtube. Además, el acceso a reproducción de archivos por USB o por red (NAS/DAS) sigue mejorando y cada vez es más estable -aunque limitados a los 100 Mbits de la tarjeta de red integrada, algo que se repite en todos los fabricantes-, de ahí nuestra recomendación de que uséis el Wifi en este modelo) y este año Sony se queda como la única marca con soporte DTS (tanto passtrough como decodificación a LPCM) y DTS-HD MA y DTS:X, ya que el resto de marcas han eliminado el soporte.
Un televisor cada vez más inteligente
Como decíamos antes, lejos quedan los tiempos de carga insufribles de cambio de canal en la TDT o de carga de la EPG con su información. Ahora aparecen prácticamente instantáneamente con una pequeña fila de logos con todos los canales, descripción, logo del canal, grabación, etc., pudiendo además buscar información relacionada en internet, añadir temporizadores, configurar el PiP, etc. Todo eso sumado a la nueva fila de opciones rápidas de las que os hablábamos antes y la posibilidad de customización de éstas por parte del usuario, hace que el sistema vaya completamente fluido y recuerde bastante a webOS o Tizen.
Al igual que el año anterior, pese a que Google ya ha anunciado una nueva versión de Android TV (o Google TV como se rumorea que va a llamarse) la versión que entrega Sony con su XH95 es la versión 9.0, aunque Google ya anunció que está trabajando con varios fabricantes -entre ellos, Sony- para acelerar la llegada de Android TV 10 a varios modelos de 2020, así que es presumible que veamos esta versión en la XH95 a lo largo del año.
De nuevo, como ya encontrábamos en la XG95, la XH95 sigue su estela en cuanto a conectividad y protocolos, ya que continua ofreciendo soporte completo para Chromecast (el protocolo de transmisión inalámbrica de Google, algo lógico teniendo en cuenta que estamos hablando de un Smart TV con Android TV), aunque como hemos comentado más de una vez, presenta varios problemas (no solo en la XH95, si no en todos los televisores y dispositivos) coimo explicamos en nuestro canal de Youtube, ya que la emisión del contenido suele ser de baja calidad al perder información en ésta, por no hablar del horrible efecto judder al no poder cambiar de Hz al contenido grabado en el propio material.
Además de Chromecast, la Sony XH95 también cuenta con soporte completo de Google Assistant, pudiendo integrar el televisor en nuestro grupo de domótica de la casa, encenderla con la voz, mandarle vídeos o que nos ponga un canal de Youtube (al contrario que ocurre con LG o Panasonic, cuyo soporte es parcial). Todo ello gobernado con el mando a distancia -renovado- que cuenta con un botón dedicado para el micrófono. Siguiendo con los protocolos de domótica, este año se estrena de serie soporte para la Apple Homekit (el sistema de domótica de la empresa de la manzana) y, como hemos comentado en el párrafo anterior, soporte completo para Airplay 2, sin tener que esperar a ninguna actualización de firmware.
Retocando un excelente mando a distancia
Como todo en esta review, el mando de la XH95 es un simple retoque o perfeccionamiento del ya excelentísimo mando de la XG95. Pasamos del viejo mando vía IR de la XF9005 (de plástico, diseño anticuado, había que apuntar, sin micrófono, disposición de botones muy caótica, etc.) a un mando muy muy bien hecho, de gran calidad, peso, distribución de botones y materiales de construcción. Además que se ve moderno, acabado de metal cepillado, con micrófono incorporado y que no hay que apuntar para hacerlo funcionar bien. Es uno de esos cambios que se notaban nada más sacarlo de la caja y probarlo un rato.
Este año, además, se le ha dado un toque aún más premium: ¡las teclas se retroiluminan solas! Y no hay que tocar ningún botón especial para ello, simplemente al cogerlo el mando detectará que alguien lo está utilizando y se encenderán las teclas. Algo imprescindible para cualquier cinéfilo que guste de ver la TV completamente a oscuras.
Por otra parte, como comentábamos en el primer párrafo, Sony ya decidió organizar los botones de una forma mucho más lógica el año pasado, pasando de tener múltiples botones cerca de los botones de dirección (Guía, Menú, etc.) a manejarse todo con los botones nuevos de acción rápida, esos que podemos personalizar a medida al sacar el menú «flotante» mientras usamos la TV. Para quien prefiera el método tradicional, que nadie se preocupe: siguen existiendo todos los botones de acceso directo a Ajustes, Home, micrófono, guía EPG, etc. ¡Ah!
La construcción, como indicábamos, es de plástico de muy buena calidad que imita el aluminio cepillado, con una terminación rugosa en la parte trasera que nos da un mayor agarre y muy buenas sensaciones al tenerlo en la mano. También pesa muy poco y su ergonomía es mejor que el del vetusto modelo XF9005. Por supuesto, contamos con un botón dedicado a Netflix y otro a Google Play (hubiera sido preferible uno directo a Amazon Prime, pero bueno), aunque con una app de Android TV podremos personalizarlos para que nos lancen la aplicación o acción que queramos. Este año, el micrófono además de hacer la función de asistente de voz para Google Assistant, también actuará como micrófono para ecualizar el sonido integrado y la verdad es que el resultado mejora bastante el sonido que viene por defecto configurado en la XH95, adaptando las frecuencias de la acústica a las particularidades de nuestra sala.
Sonido integrado de calidad
«Calidad» para hablar de un televisor integrado, claro. Los graves siguen siendo bastante notables para tratarse de unos altavoces integrados (algo que ya nos sorprendió el año pasado), precisamente por eso el televisor es más «gordo» por la parte inferior, para poder bajar más en frecuencia. La XG95 ya estrenó dos woofers dedicados a medios y agudos en los dos extremos de la parte trasera, ampliando mucho la escena sonora y el efecto 3D al salir el sonido «hacia los lados«. Si unimos esa característica, mejorada este año con unos conos algo mayores y aún con más apertura, con la resonancia tan buena de la parte inferior destinada a graves, nos encontraremos con un sonido que, para tratarse de un televisor integrado, no está nada mal. Los graves se notan profundos -obviamente no pueden acercarse a los de un subwoofer dedicado- llegando aproximadamente a bajar a frecuencias de enitre 70-80 Hz. Los medios están muy presentes y son completamente «abiertos», notando perfectamente donde está cada objeto en la escena sonora.
Sobre la compatibilidad de formatos, la XH95 sigue la estela de la XG95 y soporta exactamente los mismos tipos de audios, es decir, es capaz de decodificar Dolby Atmos (comprimido), es decir, el perfil basado en DD+ que usan todos los servicios bajo demanda (Netflix, Prime, Disney+, etc.). El televisor también puede hacer passtrough de cualquier otro tipo de audio (incluyendo DTS, DTS HD MA y DTS:X) pero siempre y cuando se use un reproductor externo conectado al puerto HDMI eARC de la XH95 y ésta, a su vez, a una barra de sonido o amplificador compatibles. Si por contra, queremos usar una app interna de la TV como reproductor (por ejemplo Kodi), no nos sacará ningún tipo de audio más allá de DD o DTS, algo que se repite en otras marcas y televisores de la competencia. Por otra parte, aquellos «chasquidos» que notábamos el año pasado al utilizar el passtrough de audios en el televisor, este año se ha solucionado al 100%. Ni rastro del problema: el sonido pasa sin tocarse desde la fuente -reproductor- hasta el amplificador.
El incorporar una toma de sonido eARC está muy bien pero será especialmente útil para aquellos que tengan una barra de sonido -compatible- con una sola toma HDMI, ya que si tuviera dos (o un amplificador, por ejemplo), podemos conectarlo todo a éste y de ahí a la TV, usando el amplificador para el sonido y la TV para la imagen, no teniendo ningún sentido usar la TV como «puente» entre ambos dispositivos. Es decir: es una funcionalidad que solo podrá aprovechar un tipo de perfil de gente muy concreta. Aún así, como decíamos al inicio de la review, Sony es la única marca ahora mismo con soporte de DTS, siendo eliminado en absolutamente todos los modelos de la competencia.
Un televisor creado para el HDR
Llegamos por fin al punto dulce de la review: la calidad de imagen. ¿Ha mejorado este año la retroiluminación FALD respecto al año pasado? ¿Cuántos nits da? Para los nuevos, este modelo monta un sistema de retroiluminación denominado FALD (Full Array Local Dimming), un sistema encargado de encender o apagar grupos de cientos de miles de píxeles para que, cuando haya una escena oscura o con mucho negro, sea capaz de apagarse por completo, entregando un negro puro como hacen las OLED. El negro es el parámetro más importante de la imagen, ya que se usa para medir el contraste: el punto más brillante entre el más oscuro, por tanto…si el negro es 0, cualquier valor que dividamos entre éste nos dará infinito: contraste infinito. Claro está que esto tiene sus limitaciones, puesto que la XH95 solo cuenta con unas 50 zonas de atenuación local, o lo que es lo mismo: 1 zona para cada 166000 píxeles. Esto hace que en algunas escenas veamos efecto blooming (como si la luz se «saliera» alrededor de los objetos brillantes sobre fondo oscuro) ya que la zona es demasiado grande y si apagara no veríamos nada. En cualquier caso, es infinitamente mejor un sistema Full Array que uno Edge Led (una única tira de leds en uno de los bordes del televisor, que se encarga de encender o apagar toda la TV a la vez).
El sistema FALD además, es caro de fabricar y también de gestionar, necesitando siempre un equilibrio entre nivel de negro y detalle en las sombras, ya que muchísimas imágenes no son oscuras al 100% si no que están en penumbra, por lo que la zona no puede apagarse completamente y tiene que iluminarse -tenuemente-. Encontramos que en esa gestión del local dimming, Sony es la que mejor trabajo realiza del mercado. El nivel de negro es siempre muy estable (nada de fluctuaciones), el más profundo posible y sin pérdida alguna de detalle en sombra. Más mérito tiene todavía teniendo en cuenta la capa adicional que incorpora (modelos de 55 en adelante, éste incluído) para mejorar el ángulo de visión. Es lo que Sony llama X-Wide Angle. El año pasado nos quejábamos que no era demasiado efectiva y que, además, era a expensas del nivel de negro. Este año el ángulo de visión ha mejorado mucho, siendo muy muy similar al de un panel IPS pero con los niveles de negro de un panel VA y además FALD. ¿Qué más se le puede pedir? Ah, claro, el filtro antirreflejos, de primer nivel, lo que hace que pueda verse perfectamente de día.
En cuanto al pico de nits en HDR, nuestra XH95 ronda los 1220 nits en ventana al 10% y calibrada profesionalmente con sonda (D65), lo cual es sorprendente para un televisor de esta gama y eleva el brillo un 20% más que el año pasado. Si medimos el 100% de ventana, arroja un sorprendente valor de más de 600 nits, una auténtica pasada. Además, gestionar esa cantidad de brillo con tan solo 50 zonas es muy loable, no habiendo encontrado exceso de blooming de forma generalizada (solo localizada en barras de scope cuando hay un elemento muy brillante cerca de una de éstas) o en escenas de auténtica tortura para el televisor, mejorando bastante la gestión que hacía el año pasado la XG95 pero con el mismo número de zonas…lo cual es muy pero que muy sorprendente. En líneas generales es complicado encontrarse con ese problema y el brillo tan elevado hace que las escenas en HDR brillen y tengan un «punch» único.
El seguimiento de la curva PQ EOTF (una curva absoluta que mide el seguimiento que hace el televisor del HDR) es excepcionalmente buena, de auténtica referencia. Algo que contrarresta con el seguimiento que hace otras marcas como LG o Samsung, siguiendo la curva (gris) por encima de la amarilla (referencia) haciendo que todo sea mucho más brillante de lo que debería. Como veréis en la foto inferior, Sony es tan estricta que ambas curvas se superponen, haciendo del seguimiento una auténtica maravilla fiel 100% a la visión del director. Por otra parte, la XH95 cuenta con un tone-mapping peculiar, reteniendo todo el detalle posible hasta más o menos unos 2000 nits y a partir de ahí hacer clipping (descartar o quemar detalles en las altas luces) para evitar bajar el brillo general de la escena. El resultado, uniendo que al ser un modelo LCD no cuenta con limitador de brillo (ABL), es espectacular con un brillo, color y saturación increíbles.
Como bien sabéis, además, la XH95 es compatible con otros dos formatos HDR: HLG (usado en retransmisiones de TV) y Dolby Vision. Si el año pasado comentábamos que la imagen con Dolby Vision calibrado (Oscuro) era demasiado oscuro que la competencia, nos alegramos de haber comprobado que en este 2020 se ha solucionado al 100%, tanto con apps internas como Netflix como usando reproductores por HDMI dedicados; en nuestro caso hemos probado contenido tanto con una Shield TV como con un Oppo 203 y comparado con una LG C9 y el resultado es idéntico en cuanto a nivel de brillo de la escena. Otro punto más para Sony con su XH95:
Hasta ahora hemos visto lo bueno; ahora le toca el turno a la parte mala que, como todo dispositivo, la tiene. Pese a que ha mejorado en prácticamente todos los aspectos de la imagen a su predecesora (un 20% más de nits, mejor gestión de halos y blooming con las mismas zonas, corrección del problema de Dolby Vision, etc.), sigue teniendo ciertos problemas inherentes a la propia tecnología LCD. Por ejemplo, en escenas con mucho negro (tomas del espacio, cielo estrellado, etc.), la XH95 tiene que jugar siempre con un compromiso entre mostrarnos detalle o un nivel de negro profundo. La mejora de este año del blooming es a expensas del detalle, encontrándonos varias situaciones donde por ejemplo el televisor no nos muestra detalle, por ejemplo en esta toma del cielo nocturno, mientras que una OLED nos muestra todo el detalle sin ningún problema:
Por otra parte, la limitación del número de zonas hace que, al elevar tanto el nivel de nits necesario para el HDR, la imagen se lave un poco ya que 1 sola zona controla más de 150 mil píxeles a la vez. Es decir, sería el problema inverso al caso anterior: si quiere mostrar mucho brillo será a costa de lavar la imagen (exceso de detalle en blancos) o si no, se vería sin fuerza ni riqueza. Es decir, no es un problema tanto de la tecnología FALD si no como del limitado número de zonas que monta esta unidad -comprensible por otra parte por tener el precio que tiene-.
Si el año pasado no nos convenció mucho el X-Widge Angle, podemos decir que este año esa característica o tecnología ya está madura. No hemos notado ni rastro de pérdida alguna de contraste, nivel de negro o que el ángulo mejore poco, todo lo contrario. Podemos ver la TV de lado perfectamente y el nivel de negro, contraste y colometría apenas se ve afectado, más o menos manteniendo el tipo como si fuera un panel IPS. Aún así, lógicamente, en este punto tampoco puede rivalizar con los casi perfectos ángulos de visión de otras tecnologías como la OLED, pero consideramos que es más que suficiente para acabar con aquello de que «para ver un televisor VA hay que sentarse justo en el centro», desde luego.
Donde si que peca algo el X-Wide Angle es en escenas muy muy brillantes, en modo HDR y viéndola de lado, ya que ahí el televisor nos entregará toda su capacidad lumínica y al verlo de lado podremos ver algunos defectos de la tecnología FALD, tales como blooming, halos, floración y demás defectos en objetivos brillantes, además de un contraste regular que hace que la imagen pierda mucho contraste. Es algo normal teniendo en cuenta, de nuevo, que estamos hablando de un modelo que apenas llega a las 50 zonas de atenuación.
Como decíamos al inicio de este apartado, consideramos -y con diferencia- que el algoritmo de Sony para controlar los defectos inherentes a la tecnología FALD es la mejor del mercado. Podremos ver escenas con negros más profundos o con más o menos detalle, pero es extremadamente raro ver que en una escena no vemos absolutamente nada o que, por ejemplo, el brillo sube y baja de forma fluctuante. El algortimo de Sony, gracias a su X1 Ultimate, se encarga de que todo esté donde deba estar -teniendo en cuenta las limitaciones del número de zonas).
El X1 Ultimate sigue marcando la diferencia
A Sony se le puede acusar de muchas cosas, pero en el campo del procesamiento de imagen (escalado, colometría, movimiento) siguen siendo los reyes del mercado. El X1 Ultimate nos sigue asombrando año tras año (y eso que ya tiene un par de ellos a sus espaldas).De fábrica, la TV presenta una colometría fantástica en sus modos de fábrica más cercanos a norma (Cine, Experto). El promedio de DeltaE (AE) en el balance de blancos rondaba el 1.7 (siendo 3 el umbral a partir del cual el ojo humano empieza a notar una desviación), lo cual es impresionante para ser un modelo de la gama que estamos hablando. En cuanto a colometría, si que encontrábamos algunos errores puntuales en algunos colores (amarillo, cyan, etc.) por encima de 3, pero en general de nuevo increíblemente bien como viene de fábrica. Eso si, nosotros la calibramos de forma profesional con Calman y la dejamos de absoluta referencia (gamma 2.35, balance de blancos con AE de 0.3 y colometría con AE de 0.6), entregando una imagen absolutamente espectacular, neutra y cinéfila.
Otra gran ventaja en los modelos de Sony es el Smooth Gradation (Gradación suave), una funcionalidad que aplica un filtro de De-contorno. Esta interesante tecnología analiza los píxeles adyacentes en colores uniformes, si detecta que no son exactamente iguales, aplica una máscara de gradiente progresivo, viendo así un color en un lado que va poco a poco y de forma suave y progresiva, convirtiéndose en la otra tonalidad. Este filtro ha aparecido también este año en las LG 2019, siendo unos de los grandes atractivos tanto del fabricante japonés como del coreano. Realmente se nota, especialmente en contenido comprimido. Eso si, no es nada recomendable activarlo en Dolby Vision, donde se ve que existe algún tipo de incompatibilidad o problema y puede eliminar detalles en los planos en penumbra.
Tasmpoco podemos olvidarnos del MotionFlow, el sistema de movimiento de Sony. De nuevo: sin palabras, el mejor del mercado. El sistema de interpolación de Sony. Es, como bastante diferencia, el mejor sistema de movimiento del mercado; sin paliativos de ningún tipo. Es prácticamente imposible encontrarse con artefactos o problemas de objetos que se «parten» fruto de la invención de los frames; además podemos gestionar la suavidad a nuestro gusto (nosotros somos partidarios de aumentar lo mínimo posible, quizá con 1 solo punto es suficiente para eliminar esa brusquedad del movimiento 24p) sin aparecer efecto telenovela por ningún lado. Como todo en Sony, es muy natural, muy orgánico; ayuda al movimiento sin destruir ese movimiento típico de cine. Además, este año se ha introducido el BFI a mayor frecuencia (Black Frame Insertion) para mejorar aún más el movimiento. Se trata de un sistema de intercalado de un frame negro entre cada frame original, ganando suavidad pero perdiendo brillo, algo que no es un problema en SDR ya que el televisor emite suficiente luz.
Para acabar con este apartado (y casi con el análisis), nos queda uno de los puntos fuertes del X1 Ultimate: el escalado y procesado de imagen. Lejos de los términos de márketing de moda actuales (todo tiene que estar procesado por «Inteligencia Artificial«) Sony continúa apostando por su sistema de base de datos por objeto (Dual Database), un enorme banco de datos que le ofrece al X1 Ultimate la posibilidad de escalar las imágenes a unos niveles sorprendentes. Muchas veces es complicado encontrar diferencias entre 1080p y 4K, la verdad, al menos en término de nitidez. En este caso, Sony donde marca la diferencia con el resto de marcas es más en canales de muy baja definición (TDT por ejemplo o viejos DVD) donde saca oro de donde no lo había. Si lo unimos al excelente Smooth Gradation, podemos concluir que es una de las marcas donde mejor podremos ver el contenido de mala calidad (y el de buena, por supuesto).
Para acabar, aunque no somos muy de juegos, queríamos dedicarle un apartado al Gaming. Este año, en este campo nos encontramos con una pequeña mejora: el input lag de este televisor fue de 18.3 ms tanto en 4K como en 1080p, lo cual está fenomenalmente bien y supone un avance respecto a los modelos del año pasado (21 ms ). Por otra parte, ese input lag mejorado es a base de desactivar buena parte del procesamiento de imagen…incluyendo la retroiluminación, cayendo aún más el contraste y siendo aún más grises los negros. Aquí ningún fabricante puede aportar solución, ya que de nuevo, estamos ante una limitación tecnológica del LCD. En cuanto a la rapidez del píxel, nos encontramos con los típicos 10-11 ms de los paneles VA (la de los paneles OLED es de 0.1 ms).
Conclusiones
Nos encontramos ante un panel LCD VA de una gama alta más que interesante por su precio. En esta XH95 encontramos el perfeccionamiento de todo aquello que nos nos acabó de convencer en el modelo XG95: el X-Widge Angle funciona muy bien con una mejora importante (parte gracias al mejor tratamiento del sistema FALD), un mejor control sobre el Full Array y esas 50 zonas, mejoras en el mando -retroiluminación-, Smart TV, unos 200 nits más en HDR, un nuevo y más intuitivo menú, input lag de 18 ms, el modo Dolby Vision arreglado, etc.
En términos de calidad de imagen, este año el perfeccionamiento del sistema FALD hace que sea complicado encontrar escenas con blooming o floración (aunque si se buscan se encontrarán), aunque continuamos viendo que en escenas con objetos muy brillantes las barras scope se pueden contaminar y volverse un poco grises. Por otra parte, el sistema sigue siendo el mejor en cuanto a compromiso entre nivel de negro y detalle en sombra. En este aspecto es el mejor del mercado, siempre ofreciendo un compromiso ideal entre detalle y contraste.
En cuanto procesamiento de la imagen también podríamos concluir que el X1 Ultimate sigue reinando sobre el resto de chips de imagen, ofreciendo un escalado exquisito y un movimiento líder del mercado. En el campo del HDR, se agradece también ese aumento de nits hasta los más de 1200, lo que hace que el contenido HDR luzca espectacular. Y más si tenemos en cuenta que podemos calibrar el televisor con Calman AutoCAL, ya que es plenamente compatible.
Para acabar, el mando a distancia y la nueva interfaz/menú son una auténtica delicia. Se mueve todo perfectamente fluido, sin lag ni problemas de rendimiento alguno. Cuenta, además, con soporte para Google Assistant, Chromecast, soporte eARC, etc. La guinda al pastel es una calidad de sonido que, sinceramente, no esperábamos. Suena muy bien para no llevar barra de sonido incorporada.
En definitiva, nos encontramos con una TV que recomendamos para aquellos usuarios que no quieran un TV OLED (por el motivo que fuere). Si la XG95 ya trajo consigo una buena base, la XH95 no ha hecho más que perfeccionarla y ponerle la guinda al pastel de un televisor excelente.