SVS se ha convertido en uno de los fabricantes de subwoofers más importantes del mercado. Cuando un usuario piensa en cambiar este altavoz seguro que en su lista aparece algún modelo del fabricante norteamericano. Y no es de extrañar, porque ofrece modelos muy interesantes a precios que podríamos denominar como ajustados. Hace algunos meses tuvimos ocasión de traeros el análisis de la serie 1000, la gama de entrada del fabricante. Como os comentamos, tanto el SVS SB-1000 Pro como el SVS PB-1000 Pro son dos subwoofers realmente buenos, pero quizás se quedan algo cortos para los usuarios más exigentes. Por eso queríamos traeros el análisis de la serie 2000, formada por el PB-2000 Pro y el SB-2000 Pro.
El análisis del SVS PB-2000 Pro pudisteis leerlo hace unas semanas. Así que hoy le toca el turno al hermano «pequeño». El SB-2000 Pro es un modelo sellado y más compacto, pero esconde en su interior un nuevo driver de alta excursión de 12 pulgadas y 550 vatios RMS. Está equipado con un amplificador Sledge STA-550D capaz de alcanzar una potencia pico de 1.500 vatios con salida MOSFET totalmente discreta, un DSP de audio para dispositivos analógicos de 50 MHz y cuenta con la interfaz de control inteligente (ICI) con conexión Bluetooth. Es decir, estamos ante un perfecto candidato para los usuarios que buscan contundencia en un dispositivo más discreto de lo habitual en este tipo de altavoces.
Pero no nos adelantemos. Ahora os cuenta qué me ha parecido el SVS SB-2000 Pro tras probarlo durante algunas semanas. Sin embargo, antes de nada debemos dar las gracias a Supersonido, distribuidor oficial de SVS en España, por cedernos el subwoofer para su análisis en AVPasion. Y ahora sí, vamos a ver de qué es capaz este «pequeñín».
Mucho más compacto y elegante que su hermano portado
SVS no ha innovado con el SB-2000 Pro, así que tenemos prácticamente el mismo diseño que encontrábamos en el modelo 1000 Pro. Es decir, un cubo con esquinas redondeadas en el que destaca el enorme driver de 12 pulgadas situado en la parte frontal.
Al igual que me ocurrió cuando probé la serie 1000, en esta ocasión probé primero el PB-2000 Pro, el cual es bastante grande. Así que al guardar el modelo portado y sacar el SB-2000 Pro la primera impresión fue «¡que pequeñito!». Pero en realidad, es bastante más grande que el modelo de entrada. Concretamente tiene unas dimensiones de 37.2 cm de altura, 36 cm de anchura y 39.5 cm de profundidad, con un peso de 17.5 kg. Es decir, no es un cubo perfecto.
El diseño a mí personalmente me encanta. Luce una excelente calidad de construcción, con madera MDF bastante robusta y unos pequeños pies isoelastómeros que lo levantan muy ligeramente del suelo. Además, cuenta con una rejilla de malla de tejido ABS extra-grueso no resonante que, si bien es cierto que podría ser magnética, parece muy robusta y queda muy elegante.
Por último, y aunque nuestra unidad de prueba tenía el acabado «Black Ash», vale la pena destacar que el SB-2000 Pro sí está disponible en acabados brillantes, tanto negro (Piano Gloss Black) como blanco (White Gloss). La parte mala es que estos dos acabados suponen un incremento de precio de 100 euros.
El panel ICI y la conexión al móvil son una maravilla
La gama Pro de SVS destaca por incorporar la Interfaz de Control Inteligente (ICI) y la conectividad Bluetooth. Dicha interfaz consiste en un panel de control multifunción que sustituye a las habituales perillas que solemos encontrar en la gran mayoría de subwoofers. Este panel nos brinda acceso a las configuraciones básicas, como la configuración de fase, el tipo de encendido y el volumen, entre otras. Además cuenta con un sistema de luces LED para indicar las diversas configuraciones.
Además del comentado panel, en la parte trasera del SB-2000 Pro nos encontramos con las conexiones habituales de los subwoofers de SVS. Tenemos una entrada RCA estéreo/LFE y una salida RCA estéreo, junto con un disparador de 12 V y una conexión para el adaptador SoundPath de SVS para poder utilizar el subwoofer de forma inalámbrica. En este modelo desaparecen las entradas de cable de altavoz que teníamos en el modelo de la serie 1000.
Pero volvamos al sistema de control. Si bien es cierto que el panel ICI a nivel de diseño queda realmente bonito, puede que no sea la solución más intuitiva del mercado. Pero no hay problema, porque lo más probable es que lo uses una sola vez en tu vida (cuando recibas el subwoofer). La razón es la incorporación de la conectividad Bluetooth para controlar el dispositivo desde la aplicación de SVS.
De la aplicación de SVS ya os hemos hablado varias veces en los otros análisis. Nada más encender el subwoofer, la aplicación lo detecta de forma prácticamente instantánea y se conecta al dispositivo. Desde esta app podemos controlar el volumen, el filtro de paso bajo, la fase, la polaridad, el ecualizador paramétrico o los ajustes preestablecidos, entre otras cosas.
Con la aplicación también podemos guardar ajustes preestablecidos personalizados para ajustar la configuración del subwoofer a diferentes situaciones con solo tocar un botón. También en la aplicación tenemos un ecualizador paramétrico de 3 bandas que permite ajustes precisos para personalizar el rendimiento del sub. Sin duda, una aplicación muy completa que nos permitirá «toquetear» los ajustes del subwoofer sin levantarnos del sofá.
Driver de 12 pulgadas con amplificador Sledge STA-550D
Antes de valorar su sonido, vamos a echar un vistazo rápido a sus características técnicas. El SB-2000 Pro se basa en un nuevo driver de alta excursión de 12 pulgadas que utiliza un cono ventilado de aluminio ligero y rígido con tapa antipolvo de fibra compuesta que crea niveles de presión sonora que energizan el espacio, al tiempo que mantiene el control incluso en los niveles más altos de impulsión.
Este se combina con un marco parabólico de largo alcance mediante el uso de un moldeado por inyección patentado que permite una excursión extrema de los graves que se pueden sentir al mismo tiempo que se preserva la longevidad de la unidad de impulsión.
Cuenta también con un motor magnético de ferrita doble que pesa casi 7 kg y genera cantidades masivas de magnetismo para producir una excursión extrema sin perder el control. Según SVS, el SB-2000 Pro tiene una respuesta de frecuencia de 19-240 Hz (+/- 3 dB).
Todo ello está alimentado por un amplificador Sledge STA-550D que ofrece una potencia nominal de 550 vatios RMS, con un pico de 1.500 vatios. El amplificador Sledge combina la eficiencia de un amplificador de Clase D con la capacidad de mover grandes cantidades de corriente a través de los MOSFET totalmente discretos, lo que permite, según SVS, obtener un gran rendimiento en todos los niveles y en cualquier habitación.
Por último, el SB-2000 Pro está equipado con un sofisticado DSP de audio para dispositivos analógicos de 50 Mhz con filtrado de 56 bits y curvas de respuesta de frecuencia optimizadas específicamente para este modelo.
SVS SB-2000 Pro: Especificaciones técnicas
SVS PB-2000 Pro | Características |
---|---|
Tipo | Subwoofer |
Recinto | Sellado |
Driver | 12 pulgadas |
Amplificador | 550W RMS (+1500W pico) en Clase D |
Respuesta de frecuencia | 19-240 Hz (+/-3dB) |
Conectividad | Entrada/salida estéreo no balanceada Entrada estéreo para altavoces Trigger 3-12V AC/DC USB para adaptador wireless |
Control | Panel de control de función inteligente (ICC) Aplicación SVS |
Dimensiones | 37.2 x 36 x 39.5 cm (alto x ancho x profundo) |
Peso | 17.5 kg |
Acabados | Black Ash, Black Gloss, White Gloss |
Disponibilidad | Disponible |
Precio | 1.149 euros (1.249 euros los acabados Gloss) |
Potencia con control
Siempre se ha dicho que los subwoofers sellados tienden a funcionar mejor con la música que con las películas, ya que su diseño permite un control más preciso y estricto de los graves. Por otro lado, los subwoofers ventilados ofrecen graves más profundos y contundentes, lo cual suele ser mejor para el cine. Esto, siendo cierto, no hace que no podamos disfrutar de un buen subwoofer sellado en cine y de un subwoofer portado en música. De hecho, así lo hemos podido comprobar en nuestros análisis.
La verdad es que el SB-2000 Pro ofrece un rendimiento increíble. Ahí donde lo veis, es capaz de conseguir un bajo tremendamente potente. Cada vez que se encendía un motor de los aviones de Top Gun Maverick sentía vibrar mi pecho, mientras que la explosión nuclear que se produce al principio de Terminator Génesis recorría la habitación de forma implacable. Este pequeño subwoofer de SVS es capaz de reproducir graves claros, densos y profundos.
Pero un buen subwoofer no tiene en cuenta solo la potencia. El SB-2000 Pro controla a la perfección todos los sonidos de una película y reproducirlos sin distorsiones. Este subwoofer es capaz de llegar muy bajo y permanecer ahí si es necesario. En ningún momento he notado un bajo retumbante o molesto. Y esto es una de las cosas que más me gusta de los subwoofers de la serie Pro de SVS, el control que tienen de todo lo que se reproduce en ellos.
Pasando a la música, el SB-2000 Pro vuelve a sorprender. Ofrece un extremo inferior muy detallado y una precisión milimétrica a la hora de seguir el tempo de las pistas. Destaca el magnífico control, la profunda extensión y la magnífica potencia que ofrece este subwoofer con todo tipo de pistas. Es decir, estamos ante un subwoofer que es capaz de rendir a la perfección tanto en películas como en música. Es cierto que el PB-2000 Pro baja un poco más y ofrece un bajo más impactante, pero el SB-2000 Pro ofrece un sonido más controlado.
La única duda que puede generar este pequeño altavoz es si encajará en el tamaño de la habitación y el nivel de volumen máximo requerido. Si tenéis un salón o una sala entre pequeña y mediana y no necesitáis reproducir a un volumen de referencia (es decir, como si estuvierais en el cine), el SB-2000 Pro encajará perfectamente en vuestro sistema. Si tenéis una sala dedicada o un salón grande, no tenéis vecinos y os gusta darle caña, quizás un solo SB-2000 Pro se quede algo corto. Si este es el caso, podéis añadir un segundo subwoofer o adquirir un modelo portado de mayores dimensiones.
Conclusiones y precio
SVS es un gran experto en crear subwoofers que ofrecen una gran relación prestaciones-precio. No quiero decir con ello que sean equipos económicos, porque no lo son, pero ofrecen un rendimiento excepcional y una tecnología que solo se ve en la gama más alta.
El SVS SB-2000 Pro es una buena muestra de ello. Estamos ante un subwoofer con una muy buena calidad de construcción y con un tamaño muy compacto para llevar en su interior un driver de 12 pulgadas. Por otro lado, cuenta con la incorporación del sistema ICI y la conectividad por Bluetooth para poder manejarlo y configurarlo a través de una aplicación, lo cual hasta hace nada solo veíamos en los modelos de gama premium del fabricante.
Es cierto que no llega tan abajo como el PB-2000 Pro, que debería ser el modelo elegido si buscas unos bajos infrasónicos, pero el SB-2000 Pro ofrece tal potencia, control y velocidad que es difícil no recomendarlo a cualquier que busque graves profundos para una sala pequeña-mediana. Y también para alguien que vaya a utilizar el subwoofer tanto en música como en cine.
Aunque es difícil encontrar puntos negativos en este subwoofer, si nos ponemos exigentes podemos sacar algunos. Por ejemplo, la rejilla es bastante sencilla y no cuenta con conectores magnéticos (que no siempre son lo mejor, pero se suelen encontrar en los modelos más premium). Otro punto negativo, en mi opinión, es que el acabado Gloss sea 100 euros más caro que el acabado no brillante. Y, hablando del precio, no estamos ante un subwoofer económico.
Y es que, como ya comenté en otros análisis, el cambio de dólares a euros no beneficia en nada a los productos de SVS. El SVS SB-2000 Pro se vende en España con un precio oficial de 1.149 euros (1.249 euros los que tienen acabado Gloss). Es un precio alto que hace que este magnífico subwoofer tenga una competencia muy dura en el mercado. Aún así, sigo pensando que es subwoofer muy a tener en cuenta.