Desde hace unos meses la división entre Xbox y Microsoft ha dado mucho de lo que hablar. Durante el 2013 fueron muchas las dudas y críticas que hubo durante los primeros meses de Xbox One, motivo que ha sido suficiente para apostar por un ecosistema que se lo ponga más fácil a todos los jugadores. A la vista está la diferencia entre Xbox dirigido por Phil Spencer que aquel dirigido por Don Matteick.
Y es que Xbox Series X se ha convertido en un elemento esencial para hacerle la competencia directa a Sony, de la cual Nintendo marcó la diferencia en 2006 cuando estrenaron la nueva Wii. Ya han pasado unos meses desde el estreno de la nueva PlayStation 5 y de la consola de nueva generación de Microsoft, y lo cierto es que ambas han dado mucho de lo que hablar y en especial la Xbox que llegaba a la batalla ya con algunas victorias. Aún así ambas sigue batallando por demostrar cual es la más potente, y lo cierto es que Xbox Series X tiene muchas papeletas por todo lo que ofrece:
Xbox Series X: característica técnicas
El verdadero motor de esta consola de Nueva generación es el chip que incorpora tanto la CPU como la gráfica, dos importantes componentes que funcionan a la vez a través de un mismo circuito integrado. A pesar de que este SoC esté creado por fotolitografía ultravioleta extrema (EUV) de 7nm con microarquitecturas Zen 2 para la CPU y RDNA 2 para el procesador gráfico no es igual que las soluciones de AMD. En la nueva consola, Microsoft ha querido mejorar el cerebro del procesador con algunas modificaciones que sin duda lo desmarcan de procesadores como Ryzen 3000 y Radeon RX 6000.
Por otro lado, la Xbox Series X ofrece 16 GB de tipo GDDR6, una memoria que tiene respuesta al SoC a través de un circuito de 320 bits. También es interesante remarcar que todos los componentes funcionan en las mismas condiciones, ya que 10 de los 16 Gabriel funcionan con un ancho de banda de 560 GB/s, y los otros 6 GB funcionan para comunicarse con otros elementos internos del sistema a una velocidad de transferencia de 336 GB/s. En cuanto a la APU y memoria principal de la consola se han elegido con un objetivo muy claro: hacer frente al renderizado para los juegos a 2160p, aunque mantiene el coste bajo control para que el precio no aumente demasiado.
También hay que tener en cuenta que en la arquitectura de la consola un elemento fundamental es la unidad de estado sólido que es el encargado del almacenamiento secundario. Y es que tanto la PlayStation 5 como la nueva consola de Microsoft coinciden en una cosa: reemplazan los discos duros mecánicos por las unidades SSD que son capaces de ofrecer una velocidad de lectura y escritura mucho más superior y mejores para soportar los juegos de hoy en día.
Esta unidad sólida de almacenamiento en Xbox Series X soporta una capacidad de 1 TB, pero el espacio real disponible en realidad es de 802 GB disponibles para poder instalar los juegos.
Opciones de almacenamiento
De igual modo que en Xbox One X y S, la nueva generación de consolas de Microsoft también incorpora la unidad óptica que admite la lectura de DVD y Blu-ray Disc pero como novedad es que también reproduce los discos Blu-ray 4K. Por otro lado, uno de los elementos que no está destacando mucho es el sonido, el cual implementa la tecnología Tritón desarrollada por los propios trabajadores de Microsoft y que logra crear con mucha precisión las ondas sonoras del aire y como interacciona con diferentes objetos y superficies del entorno.
Para terminar con este apartado, osea hablamos de la conectividad de Xbox Series X. Incluye una salida HDMI 2.1 muy completa para llevar a la televisión fotogramas con resolución 4K UHD además de una carencia de imágenes de hasta 120 FPS, también incluye 3 puertos USB 3.1, un conector Gigabit Ethernet además de una ranura de tarjetas propietarias de Seagate que tendremos que utilizar sí o sí si queremos aumentar el espacio de almacenamiento de la consola.
Un diseño renovado y atractivo
La nueva generación de la consola de Microsoft destaca por su aspecto tan grande y robusto. Tiene unas dimensiones bastante grandes con 30 centímetros de alto y 15 centímetros de ancho, que le dan un estilo muy único y característico de la compañía de Microsoft, que recuerda sin duda alguna a la antigua Xbox One.
Su apariencia puede gustarte más o menos, ya que destaca por una imagen maciza, oscura y muy parecida a un ladrillo. Eso sí, de lo que presume esta consola es de caber prácticamente en cualquier esquina que esté cerca del televisor. Ofrece unos lados firmes y resistentes que van a lograr que la colocación de la Xbox Series X sea muy sencilla, ya que la idea es que se coloque apoyándola en uno de sus lados más anchos o en los más estrechos independiente de su aspecto.
Y es que Microsoft ha tenido muy en cuenta todos los elementos de un hogar como televisores de gran tamaño o sistemas multimedia tan aparatosos y por ello ha favorecido que la consola pueda ser ubicada en prácticamente cualquier hueco libre. Tiene un peso de 4 kilogramos, que va a asegurar una buena estabilidad aunque hay que tener mucho cuidado en su manipulación por el peso.
En cuanto a su alimentación, la nueva Xbox Series X abandona por fin el tiempo donde las consolas necesitaban los transformadores de corriente. En lo que respecta a la temperatura y el ruido, en términos generales las primeras impresiones son muy positivas ya que el ruido de la ventilación es apenas notable prácticamente inexistente incluso cuando se está ejecutando un videojuego, pero con una acción muy eficiente y sin subir la temperatura de la consola.
En nuestra completa opinión, pensamos que el diseño de la Xbox Series X cumple con una estética acorde con una nueva generación de las consolas: elegante pero también con sus zonas importantes de color verde que se encargan de ventilar la consola. Muchos usuarios echaron en falta quizás la opción de que la parte de color verde tuviera unos LEDs dinámicos, aunque Microsoft ha decidido finalmente apostar por ese color único del que sin duda es característico la consola desde sus primeros modelos.
Como ya habréis podido ver en las fotos de la nueva consola de Microsoft, el panel frontal es prácticamente diáfana. Sus diferentes elementos como la ranura que permite utilizar el soporte Blu-ray 4K, el puerto USB, el botón para la sincronización de los mandos de control y la luz LED que indica que la consola está encendida son los que terminan de completar el frontal de la Xbox Series X.
En lo que respecta al panel trasero de la consola, se encuentran los diferentes conectores a excepción del puerto USB que se encuentra en la parte frontal. Alguno de estos conectores son la salida de HDMI que incluye la norma de 2.1 y el transformador de alimentación que se encuentra en el interior de la consola.
Uno de los aspectos que más llama la atención en la parte frontal de la Xbox Series X, es el tamaño tan reducido de las ranuras para las tarjetas de expansión de Seagate, que alcanza una capacidad de 1 TB por 249 euros. Esperemos que dentro no mucho también se reduzca su alto precio. Y otra cosa a tener en cuenta: tanto la entrada HDMI como la salida S/PDIF de Xbox One X ya han pasado a la historia.
Un detalle interesante del diseño de la Xbox Series X es que igual de cómoda se siente tanto en vertical como en horizontal. Ofrece una estabilidad tan potente que se ve igual de rígida independientemente de cómo la coloquemos, y su sistema de refrigeración va a funcionar igual de bien en cualquiera de las posiciones. Para nuestra opinión, la Xbox Series X está mucho mejor situada en vertical, ya que la consola situada en horizontal las proporciones que ocupa son más amplias, pero independientemente de esto el usuario puede elegir en qué posición colocarla ya que el comportamiento de la consola no va a variar en nada.
También destacan en su diseño los orificios circulares que están ahí por un motivo funcional y no forman parte de la decoración. Cumplen una función muy importante: permite que el aire a temperatura ambiente acceda al interior de la consola para poner en marcha el sistema de refrigeración y refrigerar los componentes que más trabajan en la consola cómo son por ejemplo el SoC, los chips de memoria, la controladora de E/S o los circuitos del Flash NAND.
¿Se sobrecalienta la Xbox Series X?
En la nueva Xbox Series X podemos ver el sistema de refrigeración de Xbox One X: una cámara de vapor que va a impedir que el SoC se sobrecaliente y va a mantener la temperatura constante en el umbral máximo. Incluso cuando se llega a ejecutar muchas aplicaciones a la vez. Esta misma solución también busca que se mantenga el nivel de emisión del ruido en el mínimo posible, ya que el trabajo que cumple el ventilador es capaz de cumplir su labor de mover una gran cantidad de aire y sin tener que hacer un giro excesivo.
Una de las soluciones más prácticas que han llevado a cabo los ingenieros de Microsoft en la Xbox Series X es que la placa base la han dividido en dos placas de circuito impreso compactas y fijadas a un chasis disipador de calor que se sitúan en posición perpendicular del ventilador superior al estar en vertical. De esta manera, el flujo del aire circula por toda la superficies de las placas de circuito impreso, y así permitir la transferencia de energía térmica por convección que emiten los elementos que más calor disipan hacia el aire.
Nosotros hemos querido comprobar cuales son los elementos que más calor emiten de la consola, y para ello hemos escaneado la superficie con un termómetro digital por infrarrojos. Además, también hemos querido tomar la temperatura en dos escenarios distintos, uno de ellos en baja carga (consola encendida pero sin ejecutar juegos) y en alta carga (la consola ejecuta un juego que requiere mucha potencia para poder ver a qué temperatura alcanzan los componentes en su máximo rendimiento).
Para el escaneo de la consola en alto rendimiento hemos querido utilizar varios juegos diferentes cómo son el ‘DiRT 5’ en Xbox Series X y S, ‘Gears 5’ en Xbox One X y ‘The Last of Us II’ en PlayStation 4 Pro. Para obtener unos datos más precisos de la superficie de la consola, lo hemos dividido en varias secciones para que se puedan apreciar las diferencias entre a cuál es la máxima temperatura que ha alcanzado la consola en baja carga en cada elemento de esa sección y por otra parte la temperatura máxima alcanzada con la consola en alta carga en cada elemento de esa sección. Para estas pruebas también se tiene que tener en cuenta la temperatura ambiental de la habitación para obtener unas medidas más precisas.
Otra de las pruebas es ver cuáles son las secciones que más se calientan cuando la consola está en baja carga. Nuestras pruebas indicaban que la mitad superior de la consola se calienta ligeramente más que la mitad inferior, y esto tiene sentido si recordamos que el aire a temperatura ambiente viene del exterior y una vez entra en la consola se va calentando mientras asciende por la consola y va recogiendo la energía térmica disipada de los elementos de la consola que vas calor emiten.
Por otro lado, las pruebas con medidas en alta carga tienen una diferencia de temperatura entre la mitad superior y la mitad inferior mucho más pronunciada que el escenario de baja carga. En esta circunstancia el aire caliente sale de la consola por el panel superior con una temperatura que ha alcanzado los 59,1°C. Esta cifra puede impactar al verlo de primera mano, pero lo cierto es que es una temperatura normal teniendo en cuenta el nivel de trabajo que tienen los componentes críticos de un de la potencia cómo es esta consola. En ninguna de todas las pruebas que realizamos a la Xbox Series X dio problemas de inestabilidad producidos por un sobrecalentamiento.
La Xbox Series X es sumamente silenciosa
Muchos usuarios suelen preocuparse mucho por el ruido de las consolas cuando se encuentran bajo estrés por la ejecución tan alta del sistema de refrigeración. Por ello, también hemos hecho las pruebas pertinentes sobre el ruido generado por la Xbox Series X en diferentes escenarios como en las pruebas anteriores: en alta carga y en baja carga.
Para poder hacer estas pruebas, hemos utilizado un sonómetro Velleman DVM805 con el micrófono situado justo en posición perpendicular a 2 cm de la rejilla por donde sale el aire caliente de la consola, en el caso de la Xbox Series se encuentra en la parte superior.
Los resultados de las pruebas nos dieron un nivel de ruido de la Xbox Series X en alta carga muy parecido al que también emitía la Xbox One X. Lógicamente esto es muy positivo ya que la consola antigua de Microsoft es muy silenciosa bajo mucho estrés. E incluso, los 42 dB de ruido extra son fácilmente camuflados por la banda sonora de los juegos e incluso estando muy cerca de la consola.
En comparación a las otras consolas, nos encontramos con la PlayStation 4 Pro una consola que goza los 58 dB, un nivel de ruido que puede llegar a convertir un ambiente muy molesto. Las pruebas las hemos realizado sobre una PS4 Pro con apenas 20 horas de uso, por lo que el sistema de refrigeración no ha dado ningún problema.
Test de consumo
Otra prueba de la que queríamos los resultados de la Xbox Series X es medir el nivel de consumo de la consola tanto en baja carga como en alta carga, y para ello hemos utilizado un consumómetro. En el escenario con baja carga el uso ha utilizado aproximadamente unos 58,2 varios, mientras que el alta carga ha utilizado 200,8 varios.
En la baja carga de Xbox Series X consume menos que la Xbox One X. Y un dato interesante es que la Xbox Series S es la consola que menos energía consume en elecciones escenario de bajo estrés, con unos 95,5 vatios máximos en sus ambos escenarios de uso.
Otra de las pruebas que hemos hecho es el tiempo que necesita cada consola para encenderse y apagarse. Los resultados han sido los esperados, en los que se muestran como las consolas de Microsoft tardan mucho menos en encenderse y apagarse con respecto a la PlayStation 4 Pro al entrar en la acción de inicio y apagado rápido.
A la hora de hacer estos estudios es importante tener en cuenta que el tiempo a medir debe ser exacto desde el momento que seleccionamos la opción de apagar hasta que se apaga complementamente. No es solamente el tiempo que tardan en dejar en enviar la señal a la pantalla del dispositivo el que lo hagamos conectados. Y es que esto es importante tenerlo en cuenta ya que el apagado definitivo suele tardar unos minutos más después de lo que creemos.
Xbox Series X sorprende al usarla junto a un televisor 4K UHD con HDMI 2.1
Gracias a la entrada HDMI 2.1 que han incluido en la Xbox Series X, vamos a poder enviar la señal al televisor que necesariamente tenga también una entrada HDMI y con la misma norma de las imágenes en 2160p y un mínimo de 120 FPS. Teniendo en cuenta el motor gráfico de los títulos que puede soportar la carga gráfica de la consola, estos números van a ser razonables aunque un título difícilmente va a alcanzar esta tasa de imágenes en el hardware de Xbox Series X.
Y es que jugar en 1080p o 1440p con una carencia muy cerca de los 120 FPS es posible alcanzarlos por la consola, sin embargo si queremos disfrutar al máximo de la experiencia que ofrece el modo de juego nuestra pantalla de televisor o monitor debería trabajar con una frecuencia de refresco de 120 Hz. A la hora de hacer estas pruebas también hemos probado diferentes modelos de televisores, y el que sin duda mejor trabaja con el Xbox Series X a la hora de haber realizado estas pruebas ha sido el XH90 de Sony, ya que incorpora las entradas HDMI 2.1 (que corresponde a los conectores 3 y 4) que permiten aceptar señales de entrada 2160p a 120 Hz.
Todas las consolas de nueva generación van a terminar por consolidar algo que ya podíamos ver tanto en la Xbox One X y PlayStation 4 Pro: poder ver todas las imágenes en una calidad mucho más alta pero sacrificando la cadencia de imágenes o bien si queremos tener una calidad de gráficos más normales y llegar a los 60 FPS. Uno de los juegos que hemos podido probar en Xbox Series X para este análisis es ‘DiRT 5’ que nos da la opción de esta posibilidad.
En primer lugar el escenario de la consola con el modo de ‘DiRT 5’ en Xbox Series X con una calidad de imagen superior antes que la tasa de imágenes. En este primer caso, se trata de un recorte procedente de una ampliación al 300% de la captura que ofrece cada detalle en una calidad muy alta. Se trata de una calidad que esta consola puede aprovechar al máximo para ofrecernos una carencia de imágenes muy sólida que nunca baja de los 30 FPS.
Por el contrario, también hemos hecho la prueba con un igual recorte al 300% pero a diferencia del caso anterior este escenario prioriza la frecuencia de imágenes antes que la calidad. Se pueden apreciar los detalles pero en una calidad más baja que el anterior, aunque la calidad gráfica de ‘DiRT 5’ sigue siendo muy potente. Cada fotograma extra se nota mucho por la conducción suave y por la fluidez que presentan los cambios de escenarios durante el juego. Al fin y al cabo cada usuario va a tomar como prioridad uno u otro escenario, y es decisión de cada uno pero en nuestra opinión si ambos ofrecen una calidad de imagen muy cercana, es mucho más rentable priorizar la fluidez de los fotogramas por segundo.
Un mando que funciona, pero sin grandes alardes
Probablemente incluso más que la consola, y es que el mando de la Xbox Series X demuestra por sí mismo hasta donde ha llegado ese nuevo nivel de generación de consolas. En cuanto al diseño, es muy parecido o prácticamente igual al mando que ya veíamos en Xbox One (aunque es más pequeño), el mismo que también suponía un avance de generación con respecto a las anteriores consolas. Y es que realmente hay diferencias entre todos los mandos que han ido acompañando las consolas de Microsoft ya que siempre ha sido una opción excelente.
En este nuevo mando la colocación de los sticks y los botones de cruces en la derecha del stick izquierdo se mantienen igual que siempre en Xbox. El tacto del mando (una opción general al simplemente sujetarlo) y su diseño es muy parecido al tradicional, al igual que su peso y la sensibilidad de los botones, sticks y de los gatillos. Eso sí, aunque puedan ser unos modelos muy similares entre todos ellos, hay tres diferencias a destacar.
La primera diferencia y más llamativa quizás es la superficie rugosa que ya veíamos en el mando Elite de Xbox One. Esa textura rugosa que se sitúa en el agarre de los gatillos, y en las palmas de las manos que sin duda ha mejorado mucho con respecto al mando de la anterior consola. Ese tanto rugoso de los botones centrales es una sensación tan sutil que apenas puede distinguirse de un satinado. El peso del mando también va acorde con esta textura de la zona posterior ya que va a ayudar a que el agarre sea mucho mejor a las manos.
Con respecto a la segunda diferencia, es el botón «Share» que se va a utilizar para la socialización y para compartir juegos, capturas y videos. Para ello solo tienes que pulsar el botón para capturar la pantalla de lo que estés viendo en ese momento, y dejándolo pulsado alcanza hasta 20 segundos de vídeo. Una vez hayas sacado la captura o el video se guardará todo en la aplicación de Xbox que tengas en el móvil, a través de donde podrás compartir por redes sociales.
Y por último está la cruceta, que también la ha heredado del mando Elite, que cuenta con una estructura circular y enfocada para los juegos de lucha. Aunque la capacidad de personalización con la que contaban los botones de aquel antiguo mando no está presente en este nuevo mando de generación. Es muy probable que podamos ver también un modelo de Elite para el Series X, aunque una cosa es segura, y es que los mandos de Xbox Series X y S funcionarán en la consola One.
Se trata de un mando nuevo que es idéntico a los anteriores de las consolas de Microsoft, muy cómodo y que se adapta fácilmente a las manos además de un peso y ergonomía muy adecuados. El mando es sin duda una prueba más de las calidad de la nueva consola y que lucha contra un rival muy duro que es Sony y su nuevo mando control de la PlayStation 5.
Cómo funciona Xbox Series X
Uno de los cambios que podemos apreciar en Xbox Series X (también nos referimos a la Xbox Series S en el que nuestras apreciaciones son para ambas) es la interfaz. Y es que Microsoft ha optado por querer modificar levemente su interfaz, pero sin muchos cambios ya que anteriormente ha funcionado perfectamente. Hay muchos elementos similares como la puerta de entrada a Xbox y que está organizada de mimbres comunes. Algunos elementos también han desaparecido aunque cualquier jugador que haya utilizado su interfaz le será muy sencillo de utilizar.
Esta interfaz es más clara y personalizable que las versiones de Microsoft anteriores, y que han decidido dividirla en dos bloques distribuidos en hileras. En primer plano te aparecerán los últimos juegos, aplicaciones, secciones o ajustes que hayas utilizado. También aparece un acceso directo a la biblioteca de tus juegos, recomendaciones de juegos que estén en Game Pass como el acceso directo a la Store.
En esa primera sección de Lo Último aparecerá en la fila intermedia en la que solo aparecerá un solo juego, con un acceso directo a la Store donde se puede comprar así como videos y anuncios. También aparecerá otra categoría: el Game Pass que da acceso directo así como a la biblioteca de juegos, que estarán divididos por temas o recomendaciones sueltas, así como un acceso directo a los más nuevos, o poder canjear las Ventajas obtenidas durante las partidas. Este apartado de Game Pass es una propuesta de Xbox que se encuentra justo después de Lo Último.
El tercer apartado es exclusivo para la Store, en el que podremos tener atajos útiles para acceder a los títulos más nuevos, los disponibles, igual que una sección de juegos de pago, gratuitos y ofertas temporales. Es una buena opción que se pueda acceder a todo esto a partir del menú principal, y así ahorrarnos tener que atravesar procesos intermedios.
Y por último, una serie de categorías menores que seguramente irán aumentando conforme avance el tiempo enfocado para los nuevos jugadores, y que también estarán para los usuarios de la Xbox One: ya que en la sección de La Comunidad habrá acceso a los videos oficiales, búsqueda de amigos, clubes, y mucho más. Dentro de la categoría de Eventos también aparecerán todos los eventos próximos de juegos online y el acceso a través de tarjetas.
En términos generales, la interfaz es clara y sencilla de entender. Además también está la posibilidad de entrar a menús relativos a un juego además de poder acceder a otros apartados del perfil si pulsas el botón del logo de Xbox. En ese momento se abrirá un menú a la izquierda con subsecciones diversas además de información sobre cuáles han sido los juegos jugadores recientemente o lo que aún están activos, además de otra información de interés como grupos, chats, logros, y más datos habituales sobre el perfil, sistema, configuración y mucho más.
En general, una interfaz muy fácil de utilizar que prioriza sobre todo tener un acceso directo a los juegos desde la pantalla principal. Y es que esta es una de las principales apuestas que han tenido en las consolas de nueva generación: poder ejecutar varios juegos a la vez y poder pasar sin ningún problema de uno a otro con atajos que nos llevarán unos segundos (ocho más concretamente). A esta tecnología Microsoft la ha denominado como Quick Resume: una tecnología que hemos tenido la oportunidad de probar y lo cierto es que ha funcionado muy bien y ha tenido unos resultados muy positivos.
En las pruebas que hemos hecho, hemos utilizado hasta ocho juegos muy exigentes gráficamente y a pesar de que la consola ha tenido algún que otro tirón, en términos generales ha dado un resultado muy positivo. Al volver a iniciar un juego dónde lo hemos dejado, todos ellos cumplen a la perfección sin problema como el ‘Gears 5’, ‘DiRT 5’, ‘Batman Arkham Knight’ y otros muchos como ‘Carrion’. Tan solo hemos notado en algunos juegos que se han reiniciado desde el principio como es el caso de ‘Alien Isolation’, ‘Table Tennis’ de 360, aunque Microsoft ya ha asegurado que están trabajando en ello para solucionar estos problemas.
Por el momento Microsoft sigue trabajando en estas actualizaciones que van llegando poco a poco y algunas de ellas modifican algunos elementos esenciales. En nuestra opinión los títulos más nuevos, y en concreto de Microsoft tienen más posibilidades de que Quick Resume funcione a la perfección en Xbox. Y seguramente esta tecnología vaya mejorando conforme pasen los meses, hasta que funcione como han prometido que asegure el cambio entre juegos en apenas ocho segundos, así como el acceso directo en el mismo punto donde lo dejamos. Las primeras impresiones han dado muy buenos resultados y probablemente este sistema acabe cambiando la experiencia para muchos usuarios.
Es una realidad que Quick Resume existe para asegurar una mejor experiencia de juego para todos los usuarios, pero no es el único aspecto de Xbox que busca este fin: también la velocidad a la que se mueve el sistema. Anteriormente os comentábamos la rapidez que han tenido desde siempre las consolas de Microsoft con el inicio y apagado de la consola, y esto también engloba a la carga de los juegos. Hoy en día prácticamente todos los títulos aumentan esta velocidad para reducir el tiempo de carga y no solamente aquellos que llevan la etiqueta de ‘Optimizada for Xbox Series X’.
Además de todos los que ya hemos probado, se nota sin duda alguna una mejora en términos generales de todos los juegos, en algunos casos mayores y en otros algo mejores. Además de la velocidad del arranque de la consola, el usuario va a notarlo mucho más en la carga de las partidas al reiniciar después de morir, ese tiempo de carga es prácticamente nada.
La baza de la retrocompatibilidad
Y después de todo esto hay que mencionar que claramente Microsoft apostaría por la retrocompatibilidad en la Xbox Series X y S, es la gran diferencia con PlayStation 5. Ahora entraremos en materia pero en principio os contamos que las nuevas Xbox son retrocompatibles con: los juegos de Xbox One y con toda la lista infinita de Xbox.
Para ello el funcionamiento es el mismo que en Xbox One: primero se inserta el disco original del juego en la consola, algunos de ellos que hemos probado de la Xbox 360 son ‘Prey’ (2006), ‘Table Tennis’ y ‘Crackdown’. Una vez detecta el juego el sistema descarga el archivo con el disco original y ya se podría empezar a jugar. En este aspecto la mejora se puede apreciar en que los tiempo de carga son mínimos, y en mucho de los casos el disco SSD va a ayudar a que el rendimiento mejore notablemente. De todas formas ya ofrece una buena experiencia al tomar los mismos datos del disco.
La retrocompatibilidad tiene muchas más funciones además de poder volver a jugar con los títulos que disfrutabamos antes (que ya de por sí poder recuperar clásicos de las antiguas consolas de Microsoft ya son una verdadera ventaja para los jugadores más nostálgicos) sino también forma parte de la estrategia de Microsoft que ya ha anunciado que habrá secuelas de los clásicos además de los inevitables ‘Halo’ y ‘Gears’ en un futuro no muy lejano.
La estrategia de Microsoft es poder llegar a crear un ecosistema de juegos muy grande, con algunos títulos más nuevos y otros más antiguos. Esta es la gran ventaja de la retrocompatibilidad, poder jugar en la Xbox Series X y S un catálogo de juegos inmenso para que haya variedad entre todos los tipos de jugadores, y el usuario no se quede sin posibilidades y tenga que recurrir al mismo siempre. Nos referimos a los jugadores distintos que buscan poder jugar mucho a títulos muy variados y dejar un poco más atrás el hecho de las características de la consola.
Este catálogo ya lo ofrece el Game Pass, un sistema que permite a los usuarios poder descargar una infinidad de juegos, tanto las novedades como los clásicos, y a un precio fijo. Este sistema añadido a la retrocompatibilidad más el Project xCloud que ya dio resultados positivos en Xbox One y que en esta nueva consola no iba a ser menos. En términos generales, la Xbox Series X es un trabajo duro que viene realizando Microsoft desde hace muchos años con sus consolas, y para la nueva generación de consola la compañía con sede en Redmond ha jugado su mejor baza: cambiar lo mínimo posible.
Xbox Series X: ¿Vale la pena su compra?
En general, está claro que la Xbox Series X se trata de una continuación muy precisa de lo que fue la Xbox One. Con un resultado muy esperado después de los lanzamientos de One X y Game Pass en donde Microsoft buscaba para su política de juegos. Por ello en términos generales decimos que se trata de la continuación de una consola pero mucho más potente, con muchas mejoras pero sin perder esa esencia de lo que ha sido Xbox. Sobre todo al hablar de la Series X, ya que ha supuesto un salto tecnológico pero tratándose de la misma consola Xbox de siempre.
En lo que respecta a los juegos en la nueva generación de consolas, no vamos a centrarnos en las cuestiones técnicas excepto en los títulos que destaquen por su calidad visual, pero si en la forma de jugar. Con ello nos referimos a las interfaces, la posibilidad de compartir las actividades sociales y sobre todo en el uso de la tecnología que va a reducir mucho los tiempos de carga entre los juegos que estemos utilizando, se trata sin duda de un salto tecnológico que se centra más en la experiencia de los jugadores que en los juegos.
La posibilidad de que Microsoft le diera a Xbox Series X esa posibilidad de Centro multimedia ya queda atrás por las opciones por las que ha optado la compañia, y se han centrado en crear una máquina para jugar. Y esto también puede o no suponer una razón de crítica por falta de riesgo en Xbox por parte de Microsoft, esto depende de la opinión de cada persona. Y es que han apostado por la comodidad para el jugador por reducir los tiempos de carga, poder cambiar de juego en cuestión de pocos segundos, tener un acceso a un catálogo impresionante de juegos con buenos precios, el Game Pass, Project xCloud y mucho más. Puede tener sus partes negativas, pero no pierde estos puntos indiscutibles a favor.
Aunque eso sí la batalla entre las consolas de nueva generación es un hecho que parece ser que no acabará pronto, pero siempre con la intención de beneficiar a los jugadores. En general nuestras impresiones hacia Xbox Series X es claramente positiva por una tecnología muy puntera, más atención en los juegos, un diseño más atractivo, etc.