Y de nuevo, la audiencia de la TDT marca un mínimo histórico en 2022, tan histórico que cae a su menor nivel de los últimos 30 años. Recordemos que este modelo de consumo nació allá por el año 1956 en España. 67 años han pasado en los que, salvo por la aparición de la HbbTV, se ha mantenido intacto en su formato y forma de consumo: emisiones en directo con 0 interacción con el usuario final. A medida que pasan generaciones, la audiencia de la TV sigue cayendo y cayendo.
Algunos de las grandes corporaciones han intentado imitar el modelo de contenido bajo demanda (VoD en inglés) como podría ser RTVE Play, A3Player o modelos por el estilo, lo cierto es que su contenido sigue siendo pésimo en cuanto a calidad técnica (720p en el mejor de los casos y estéreo), con interfaces muy poco cuidadas, contenido pobre, congelaciones de la app, falta de la misma en algunos fabricantes, etc. Y la audiencia de la TV sigue cayendo y cayendo. Y no saben más que apuntar al dedo en lugar de a la luna.
La audiencia de la TDT cae a mínimos de los últimos 30 años y no parece que vaya a cambiar
Según los datos que hemos podido analizar de todo el año 2022 (publicados hace unas semanas en este 2023 por Barlovento), en España la gente consume aproximadamente es de 3 horas y 10 minutos, perdiendo así un 10% de tiempo respecto de visionado medio del 2021, empeorando los datos incluso de mayo de 2021…que a su vez era el peor dato desde 1992. El dato de todo 2022, como decimos, es aún peor, confirmando así la tendencia de caída continuada de consumo de la TDT en España.
Antena 3 sigue en cabeza a lo largo de todo 2022 en la parrilla de canales de la TDT, con una audiencia tv de un 13.9%, mejorando un paupérrimo un 0.1% de cuota respecto a 2021, aunque se encuentra también en mínimos históricos, al igual que el resto de cadenas nacionales. Telecinco se deja un 2,6% mientras que TVE parece no remontar la sangría iniciada a principios de la década.
El problema no es el contenido, ni la cantidad de canales de TDT que emitan en parrilla (por mucho que se empeñen, la gente no demanda más cantidad de canales). El problema es de fondo…y tiene difícil solución. Parece ser que es un problema enquistado y nadie se atreve a intentar solucionarlo.
TDT: un modelo desfasado y que se niega a reinventarse
La histórica caída del consumo de emisiones de la TDT lleva ya más de 10 años. Hay muchos motivos, pero parece que las cadenas no dejan de echar balones fuera y culpar a todos menos a ellos mismos: que si youtubers, falta de inversión pública, retrasos para la llegada de la UHD y un largo etcétera. Lo cierto es que e modelo sigue igual, las emisiones siguen a 720p (1080i en el mejor de los casos) y audio en estéreo. Así es imposible captar más gente.
Si miramos más allá de la TDT, hasta los propios servicios de streaming están mostrando fatiga (aunque sus causas son otras, como las subidas de precio constantes, la fragmentación de diferentes plataformas, etc.). Si les está empezando a pasar factura a éstas, las reinas de la era digital, como para que no le ocurra a un modelo tan poco flexible como la TDT.
La caída de la audiencia de la TDT se debe, además de todo lo anteriormente dicho, a una serie de causas que nadie quiere ver o entender (dentro de los despachos de las grandes cadenas de televisión):
- No puede ser que en pleno 2023, sigamos con emisiones de canales de TV en una calidad pésima. La gran mayoría incluso emite todavía en definición SD (576 líneas entrelazadas. Esto es 16 veces menos resolución que el contenido 4K) y las que lo hacen en HD se limitan a 720p en el mejor de los casos. Hasta un directo de Youtube tiene más calidad.
- Ni un solo canal emite en 5.1 (aunque sea comprimido y con pérdida). Todo estéreo y, de nuevo, con un bitrate horrible.
- Es un infierno navegar por las apps de las cadenas (HbbTV) y, aún pudiendo, es un contenido en diferido. La llegada de las plataformas de streaming supuso un antes y un después: la gente quiere llegar, encender el televisor y poner el contenido cuando quiera no cuando le obligen.
- Ni si quiera las emisiones privadas de pago como Movistar son capaces de cuidar la mayoría de estos detalles. Decodificadores con ausencias importantes en imagen y sonido, bugs, contenido en diferido, etc.
- Se «paquetizan» todos los contenidos para compensar los que dan dinero con los que no (el fútboles un ejemplo) para que el usuario tenga que «tragarse» el paquete completo con cien canales que no va a ver y con fibra de alta velocidad, superando el total de 100 euros mensuales. En otros países como Reino Unido, Sky te da la posibilidad de pagar un precio muchísimo más reducido al mes para ver toda la Premiere League. Solo la Premiere League.
Si lo comparamos con la simplicidad de llegar y pagar una suscripción (generalmente económicas) mensuales para ver solo el contenido que te gusta y cómodamente en una app, las conclusiones son más que obvias. Las cadenas de TV tradicionales están perdiendo clientes a razón de miles y no tiene ninguna solución. O si la hay, nadie quiere ser el valiente que ponga en marcha los mecanismos para solucionarlo.