El Blu-Ray llegó para sustituir al DVD, ofreciendo un formato que destaca por contar con resolución UHD. El problema es que, cada año las cifras de ventas son peores. Si a esto le sumamos que gigantes del entretenimiento de la talla de Disney+ ya han dejado claro que dejarán de lanzar contenidos en este formato, la cosa no pinta nada bien.
Para poner las cosas en peor situación, vamos a desgranar las ventas que ha tenido el formato Blu-Ray en el último año en Estados Unidos. Es cierto que la pandemia mundial ha afectado a las ventas de discos, por no hablar del descalabro en taquilla. Pero, hay un gran problema: la demanda de contenidos de entretenimiento digital se ha disparado durante el confinamiento. Así que, el COVID-19 no es el culpable de su declive.
Cada vez menos personas compran contenidos en Blu-Ray
En el segundo trimestre de 2020, el gasto en plataformas de contenidos bajo demana en el hogar de EE. UU. Fue de $ 7,94 mil millones. Para el primer semestre de 2020 fue de $ 15,1 mil millones. Ahora supera con creces los ingresos de la taquilla de EE. UU., Que ascendieron a $ 4,64 mil millones (-8,7%).
En la primera mitad de 2020, las ventas de películas digitales, o EST, ($ 1,61 mil millones) también se dispararon más allá de las ventas de DVD / Blu-ray ($ 1,275) por primera vez en los EE. UU.
La diferencia es aún más pronunciada si incluye los alquileres digitales a través de plataformas VOD y los alquileres físicos en las cifras; 2,98 billones de dólares para digital, en comparación con los 1,85 billones de dólares para discos Blu-Ray. Y ojo, que la nueva categoría digital PVOD (Premium VOD), con estrenos en casa como Trolls World Tour, tampoco está incluida en las cifras.
Con esto, queda claro que las ventas de Blu-Ray en Estados Unidos, uno de los clientes más potentes dentro del sector, se han visto diezmadas, pasando de alcanzar más de $ 10 mil millones en ventas anuales en 2014 a ir desinflándose año tras año. Además, las contrataciones de servicios VOD como Netflix, ademas de alquileres online se ha ndisparado en un 54 por ciento durante el segundo trimestre de 2020 en comparación con el segundo trimestre de 2019.
¿La culpa la tienen Netflix, Disney+ y resto de plataformas?
Ya te adelantamos que escribir estas letras no está siendo un plato de buen gusto precisamente. Como amante del séptimo arte, acumulo un buen número de películas tanto en formato DVD, como en Blu-Ray. Incluso sigo guardando viejas joyas en VHS en un fervor coleccionista por objetos que me han dado tantas horas de diversión. Pero tengo muy claro que este formato está a punto de morir.
No solo hablo del Blu-Ray, sino del formato físico. Para empezar, este método de distribución cinematográfica está de capa caída. Y el hecho de que un histórico como Samsung haya decidido dejar la fabricación de reproductores Blu-ray 4K y de no invertir medios ni esfuerzos en renovar la línea HD con actualizaciones de sus modelos vigentes, deja claro que el futuro pinta feo.
Aunque, por desgracia es un movimiento muy coherente. Diferentes estudios de mercado afirman que las ventas seguirán cayendo, llegando a 2023 con una baja media del 6 por ciento. No hace falta ser un detective para saber que el principal motivo por el que el Blu-Ray está cerca de desaparecer, son las plataformas de contenidos bajo demanda, además de los servicios de venta online de copias digitales.
Y es que, las ventajas que ofrecen estos servicio VOD son tantas, que cada vez más personas dejan de lado el romanticismo de tener una estantería repleta de películas, para poder disfrutarlas con tan solo pulsar un botón. Y no solo está la s: la inmediatez del acceso al contenido a través de redes WiFi o móviles. Sino que podemos verlo en todo tipo de formatos: dese la comodidad de tu Smart TV, usando una tablet, nuestro propio teléfono móvil…
Los más fervientes defensores del Blu-Ray defenderán a capa y espada la calidad. En las plataformas de contenidos bajo demanda, no encontramos tantas películas y series en formato 4K, mientras que en disco sí que es más fácil conseguirlas. Pero claro, cualquier novedad tiene un precio abusivo, y este es otro punto en contra del sucesor del DVD.
Por otro lado, si le das un vistazo al catálogo de Netflix, por poner un ejemplo, verás que los pilares que sustentan su completo catálogo está nutrido de producciones propias de gran calidad, como la aclamada Stranger Things, además de un buen número de cintas pertenecen a grandes estudios. ¿Y qué pasa con el cine independiente? Que brilla por su ausencia.
Y aquí está la última solución para que el Blu-Ray tenga algo de espacio antes de desaparecer de forma definitiva. Más que nada porque las películas más antiguas no suelen estar disponibles. Es cierto que en Netflix podemos ver títulos de la talla Forrest Gump o Beetlejuice. Pero siguen faltando grandes obras del séptimo arte.
Así que, los que somos amantes el séptimo arte, i queremos disfrutar de contenidos antiguos, una de las pocas opciones que nos quedan es apostar por Blu-rays y DVDs. ¿Lo mejor? que no es precisamente difícil encontrar todo tipo de películas de segunda mano a precios de verdadero escándalo. Ojo, no decimos que no vayan a acabar por extinguirse – principalmente porque en los próximos años se digitalizarán todas las películas y aquí será el final definitivo del formato físico -, pero es la única forma vía de escape para que los discos sigan teniendo una utilidad mínima.
Incluso el cine se irá quedando sin distribución en formato físico, donde ya hemos visto que cada vez más estrenos sorprenden al aterrizar directamente en plataformas VOD, dejando de lado el Blu-Ray. ¿Y qué pasa con las consolas? Es cierto que son uno de los mayores exponentes para reforzar el uso de este formato, ya que su precio hace que valga más la pena invertir en un dispositivo de este tipo que en un reproductor al uso. Pero seguramente la próxima generación de consolas llegará directamente sin lector.
De esta manera, cualquier juego se descargará de forma digital, por lo que el formato físico no tiene razón de ser. Así que, por mucho que nos pese, deberemos hacer de tripas corazón y prepararse para decir adiós al Blu-Ray, y lo que ello conlleva. Por que esas toneladas de extras, por no hablar comentarios de director y otras opciones destacables, están condenadas a desaparecer en un plazo máximo de cinco años.