El aumento de la resolución en televisores parece que no ha calado tanto como el de los nits, pero aún así algunos fabricantes se han empeñado en seguir aumentando la resolución nativa de los mismos. Un ejemplo ha sido BOE, que ha presentado en la feria SID (Display Week) de 2024 algo totalmente sorprendente: un televisor de 110 pulgadas y una resolución nativa de 16K (si, 4 veces la resolución de un televisor 8K). Eso si, no sirve de nada ya que no existe contenido en esta resolución.
Otra gran novedad de este panel -y ahora si, útil- es que utiliza una revolucionaría tecnología de 3D sin gafas. La pantalla UHD cuenta con la citada resolución ultraalta, ángulos de visión muy mejorados, una amplia cobertura de gama de colores y otras características punteras como un novedoso sistema de retroiluminación Mini LED que ahora analizaremos en profundidad.
Un televisor con una resolución 16K…¿para qué?
Parece paradójico pero no siempre más es mejor. Y en esta ocasión eso ocurre con el nuevo televisor de BOE: lo que pretendía ser una ventaja -la resolución 16K– se convierte automáticamente en una desventaja al no existir ningún tipo de material que sea capaz de aprovechar la enorme resolución nativa que tiene la pantalla. Por tanto, todo el material que pongamos tendrá que reescalarlo el televisor. Y por muy bien que lo haga nunca será igual que verlo en un panel con la resolución nativa del televisor.
Por otro lado, cuando subimos a diagonales tan enormes (85 pulgadas o más), se necesita ya una guía óptica que mejores los ángulos de visión, algo que parece que el fabricante si que ha implementado aquí, que además comenta que es algo nuevo y que ningún televisor del mundo tiene. En parte, también, para que la visualización en 3D sin gafas sea viable.
Y es que el 3D ha vuelto, esta vez en forma de chapa…digo, en forma de sin gafas. Algo que demandaban los consumidores y marcaban como punto débil de esa tecnología de visualización. Junto a la mejora del ángulo de visión -que el fabricante cifra en 60 grados sin pérdida-, se ha podido crear este modelo que es ideal para salas pequeñas de cine en casa o comercios donde mostrar productos en 3D y que la gente los vea al pasar por los escaparates sin necesidad de unas gafas.
El último punto donde se apoya ese modelo es en su sistema retroiluminación Mini LED con una amplia cobertura de gama de colores, por cierto. Hasta hace poco, todos los televisores LCD utilizaban un diodo LED tradicional, de un tamaño considerable, con lo que aunque el panel los montara en la parte trasera (Direct LED) y además pudiera encenderlos y apagarlos por zonas (Full Array Local Dimming), estaba limitado en su eficacia por el tamaño de éste. Esto ha cambiado con la llega de los Mini LED, mucho más pequeños.
Por desgracia, no sabemos si usará un panel IPS o VA (por los grados de visión suponemos que VA) o si usará un sistema de retroiluminación Full Array o EDGE LED ya que el fabricante no ha querido facilitar estos y otros datos interesantes como por ejemplo el ratio de contraste nativo. Habrá que esperar para saber más.
Para acabar, explican desde la presentación, que BOE ha hecho mucho hincapié en el procesamiento, al apostar totalmente por la inteligencia artifical en sus nuevos chips para los televisores presentados. También apuestan por una reducción del consumo a través del procesador y las novedades incorporadas en este modelo de 110 pulgadas. Desde luego, es una curiosidad y un raravis en el mundo del televisor, dominado totalmente -y con razón- por los modelos 4K.
Fuente: prnewswire