Vale, seguro que alguna vez te has preguntado si todos esos números de brillo que aparecen en las fichas técnicas de las teles o monitores realmente significan algo para ti, usuario de a pie. Porque claro, te ponen que si 300 nits por aquí, 500 nits por allá, 1000 o más en los modelos más pro… pero, ¿cuánto de eso ves tú en tu salón, en tu portátil o en tu coche? Pues resulta que no todo es tan literal como parece. Y aquí entra Samsung con una revelación que, sinceramente, suena a magia tecnológica: una pantalla OLED de 300 nits puede verse igual de brillante que una LCD de 500.
Y ojo, que esto no es solo marketing bonito. Lo dice UL Solutions, una empresa de ciencia y seguridad bastante seria que ha evaluado los paneles de Samsung y ha dicho: “Pues sí, lo que dicen estos coreanos es cierto”. Y es que la cosa va más allá del simple brillo medido con un aparato. Aquí hablamos de brillo percibido, es decir, cómo lo ve tu ojo humano. Y ahí es donde OLED juega con ventaja, porque no se trata solo de cuántos nits tiene una pantalla, sino de cómo los usa.
La clave de todo esto está en el contraste, y más concretamente en algo que llaman Perceptual Contrast Length o PCL, que básicamente mide cómo de “vivos” se ven los colores y brillos dependiendo de lo negros que son los negros de al lado. Y claro, si una OLED puede apagar un píxel del todo y ponerlo completamente negro, el píxel blanco que tiene al lado parece que te lanza un rayo láser al ojo (pero de los buenos). En cambio, en una LCD, donde el negro es más bien gris oscuro, esa sensación de “¡wow!” se pierde bastante.
Samsung lo dice, pero UL Solutions lo confirma: OLED gana en brillo percibido
Aquí viene lo bueno. Samsung se ha puesto seria y ha pedido a UL Solutions que mida esto con lupa. Lo que han hecho ha sido analizar 15 OLEDs de Samsung para portátiles, tablets y coches, y también 7 QD-OLEDs (estos son los paneles top que se usan en televisores y monitores de gama alta). Y el resultado es bastante contundente: las OLEDs ofrecen de media un 50% más de brillo percibido que las LCD con el mismo valor PCL.
¿Ejemplos concretos? Pues mira:
- Una OLED de 300 nits se ve igual de brillante que una LCD de 510 nits.
- Y una QD-OLED de 500 nits se percibe como una LCD de 767 nits.
¡Toma ya! Y estamos hablando de brillo en pantalla completa, no de esos picos que solo se alcanzan en un punto blanco sobre fondo negro en los test de laboratorio. O sea, esto es lo que realmente ves cuando estás viendo una peli, navegando por internet o jugando a la consola.
Pero aquí no acaba la cosa. UL Solutions también descubrió que, en algunos casos, la diferencia puede ser aún más bestia: hasta 2,88 veces más brillo percibido en OLED respecto a LCD. Aunque, eso sí, con una pequeña nota a pie de página: si hablamos de miniLED con atenuación local, la diferencia se reduce, porque ahí los negros también pueden ser bastante decentes. Aun así, OLED sigue jugando con ventaja.
Entonces, ¿qué significa esto para ti? Pues varias cosas muy interesantes. Para empezar, no te dejes engañar por los números. Que un panel tenga menos nits en las especificaciones no significa que se vea peor. De hecho, probablemente se vea mejor si es OLED. Y segundo, esto abre la puerta a dispositivos más eficientes, que no tienen que forzar tanto el brillo para darte una imagen espectacular. Lo cual es una buena noticia para la duración de batería en portátiles o móviles, y también para evitar el quemado prematuro de los paneles.
Además, Samsung no está de brazos cruzados. En breve llegan los nuevos paneles QD-OLED con aún más mejoras, y si todo esto ya suena bien, lo que viene pinta aún mejor. Si antes veíamos una diferencia de 1,5 veces, imagínate lo que nos espera en los modelos que están por llegar. Así que ya sabes, la próxima vez que veas una OLED de “solo” 300 nits, no la mires por encima del hombro. Está jugando en otra liga, donde el contraste y la percepción importan más que los números en una tabla.