Conectar tu Smart TV mediante cable de red suele tener bastantes más ventajas que inconvenientes sobre una conexión inalámbrica o Wifi. Realmente y ya os lo adelantamos, solo existe una desventaja de conectar tu nuevo televisor mediante cable de red: la velocidad limitada a 100 Mbps (100 megas) pero no es culpa de la conexión, si no de la tarjeta de red del televisor.
En la actualidad, no existe ningún televisor cuenta con una tarjeta de red superior a 100 Mbps, por lo que por mucho que hagas jamás superarás este límite. ¿El motivo de que los fabricantes no usen tarjetas de red gigabit -1000 Mbps-? uno podría ser el no facilitar el acceso a la piratería y otro, el más lógico, el ahorro de costes. Pero por suerte en muchas marcas podemos optar por un adaptador USB a Ethernet para sortear este problema, como en LG y también en Sony. En cualquier caso, conectar la TV por cable tiene una serie de ventajas.
Cable vs. WiFi: 5 razones para optar por la conexión física en tu Smart TV
Si sorteamos el límite artificial impuesto por los fabricantes al usar tarjetas de red limitadas a 100 Mbps, usando los citados adaptadores USB por ejemplo, tendremos hasta 5 ventajas sobre una conexión inalámbrica. Estas ventajas en nuestro caso tendrán una serie de consecuencias -positivas- sobre las apps de streaming de la TV, incluso mejorar la calidad de imagen y audio. Podríamos resumirlas en:
- Mayor velocidad de transferencia: como ya hemos dicho antes, una conexión cableada tiene una velocidad mayor y más estable que la inalámbrica (si, ya sabemos lo de las tarjetas de red a 100 Mbps de los televisores). Con los adaptadores USB adecuados, conseguiremos una estabilidad única y una mejor experiencia en la carga de vídeo de las apps de streaming de las principales plataformas.
- Prácticamente inmunes a las interferencias: por cuestiones lógicas, los cables son casi inmunes a interferencias que si afectan a las conexiones Wifi (ondas de otros dispositivos, paredes, la distancia entre el router y el televisor, etc.). De nuevo, con el cable encontramos una conexión más estable y que fluctúa menos en la velocidad -tiene menos subidas y bajadas de velocidad-.
- Más segura: de nuevo, una conexión cableada es mucho más segura y robusta que una inalámbrica, donde nuestros datos viajan por el aire y cualquier hacker puede intentar entrar en nuestra red mediante diversos métodos. Con una conexión cableada esto no ocurre al ir la señal por el propio cable y no por el aire en forma de ondas.
- Menor latencia: esta es una de las claves para los gamers. Una menor latencia se traslada en que pasa menos tiempo entre la acción y la respuesta del televisor. Para juegos competitivos que requieren una acción casi instantánea entre jugador y respuesta, es prácticamente indispensable una latencia -medida en milisegundos- lo más baja posible y lo más fluida posible.
- Estabilidad: el tener conectado nuestro televisor por cable significa un flujo de datos en red totalmente estable; como os decíamos antes, la conexión cableada no sufre de bajadas y subidas de flujo de datos, si no que es mucho menos fluctuante, algo que repercute directamente en la calidad del streaming de vídeo, que no sufrirá tanto de caídas y bajadas de calidad (bitrate); tampoco sufriremos de desconexiones de red y otros problemas que si podemos encontrar en las redes inalámbricas.
En definitiva, conectar nuestra nueva Smart TV por cable y no por conexión inalámbrica tiene varias ventajas que hemos visto aquí de forma resumida, aunque podríamos centrarlas en que es un tipo de conexión más rápida (en el mundo de las Smart TV, no siempre), más segura, con menor latencia y especialmente más estable y con menos fluctuaciones, algo vital para no ver constantemente la calidad de la imagen que estemos viendo subiendo y bajando, sino siempre directamente a la máxima calidad posible que acepte la aplicación.