Hace ya algo más de un mes que analizamos el magnífico amplificador estéreo de la marca británica Cambridge Audio con unos resultados absolutamente increíbles. Tras un mes de uso, nos hemos decidido a hacer un pequeño vídeo tras el del unboxing, donde analizamos las principales conexiones, impresiones, construcción y demás del CXA81.
Review Cambridge CXA81, analizámos el nuevo amplificador estéreo de la serie CX 2
Si miramos con detenimiento el producto, nos daremos cuenta que tanto este modelo como su hermano pequeño (CXA61) son el mismo producto que se introdujo hace ya casi 6 años por Cambridge, pero con pequeños retoques estéticos (el chasis Lunar Grey por ejemplo) y nuevas funcionalidades (mejoras en los amplificadores operacionales, en la pureza de la emisión de la señal, en los condensadores, etc.) dando como resultado una pequeña mejora de lo que ya era realmente bueno.
Lo primero que asombra a uno al desembalar el amplificador estéreo es la enorme calidad constructiva que tiene; recordemos que ofrece 80 vatios por canal, alimentación toroidal de enorme calidad y un diseño extremadamente cuidado. En cuanto a conectividad podemos encontrar prácticamente de todo, desde entradas RCA para conectar a un previo con Pre-outs, hasta SPDIF (coaxial y óptica), conexiones balanceadas XLR y un largo etcétera que analizamos en el propio vídeo. También incluye una entrada USB (mejorada respecto a un USB normal, admite audio de hasta 32 bits/384 kHz y calidad DSD256), lo que le permite aprovechar al máximo el uso de archivos con gran calidad de audio sin pérdida. Al margen de las conexiones físicas, también incluye un receptor Bluetooth aptX HD para la emisión directa de datos desde cualquier dispositivo compatible de hasta 24 bits/84 kHz (en modelos anteriores esta funcionalidad requería de un dispositivo USB externo que se vendía aparte).
En cuanto a calidad de audio, el CXA81 también alberga un DAC ESS Sabre ES9016K2M, lo que ofrece una presentación sonora potente pero impactante, dinámica y asombrosamente detallada si usamos fuentes de calidad. Una de las principales mejoras que he notado rápidamente es la separación de los instrumentos en la escena sonora, además de una clarísima mejora en la «resolución» y detalle del sonido sin llegar a parecer nunca chillón o estridente.
También sorprende el equilibrio que se consigue del sonido usando este Cambridge. Reproducir aquí con palabras algo que uno debe percibir en directo es tremendamente difícil, pero puedo intentarlo. El sonido usando unos Dali Zensor 7 y el CXA81 con varias pistas de archivos DSD es potente y muy contundente en el extremo bajo, pero lo suficientemente limpios como para no enmarañar la escena sonora (eso depende muchísimo de nuestra sala, acondicionamiento y altavoces que tengamos), mientras que los agudos son increíblemente nítidos pero sin resultar molestos en ningún momento. Una combinación muy dulce (escenas sonoras con un piano de fondo son una auténtica maravilla). Espero que os guste el vídeo y os resulte útil y entretenido, aunque hacer vídeos de equipos de sonido siempre es un reto.