En 2013, Google lanzó un pequeño dispositivo llamado Chromecast, el cual permitía transmitir audio y video desde tu smartphone, tablet o computadora a tu televisor. En una época en que los televisores inteligentes aún eran raros, Chromecast ofrecía una forma mucho más económica de hacer streaming de contenido en comparación con dispositivos dedicados como Apple TV.
La forma de utilizar ese primer dispositivo Chromecast era mediante «cast», el acto de enviar contenido de forma inalámbrica desde otros dispositivos. No venía con su propio control remoto, por lo que hacer casting era la única manera de reproducir audio y video en tu televisor. La tecnología que permitía el casting de un dispositivo a otro recibió su propio nombre: Google Cast.
Entonces, tenemos «Chromecast» (el producto físico) y «Google Cast«, la tecnología que te permite reproducir contenido en ese producto desde tus otros dispositivos. Bastante sencillo, ¿verdad?
No tan rápido. Poco después del lanzamiento del dispositivo Chromecast original, Google dio a otras compañías la capacidad de integrar la funcionalidad de Chromecast en sus televisores, barras de sonido, proyectores y altavoces. De repente, un dispositivo Chromecast podía ser casi cualquier cosa, no solo un pequeño dongle conectado a tu televisor.
Esto ha llevado a cierta confusión en torno a la tecnología de Google y, más importante, a las palabras que usamos para describir lo que hace y cómo funciona. Pero no te preocupes, vamos a desglosarlo todo para que en pocos minutos seas un experto en Chromecast y Google Cast.
La distinción clave
Como mencionamos anteriormente, el dispositivo Chromecast original fabricado por Google era un pequeño dongle HDMI que conectabas a tu televisor. Una vez conectado a la corriente y a tu red Wi-Fi, te permitía transmitir contenido de video desde tu computadora, smartphone o tablet a tu televisor.
Ese dispositivo resultó ser muy popular gracias a su bajo precio y simplicidad de operación, y fue rápidamente seguido por el Chromecast Audio (para transmitir solo audio a un conjunto de altavoces alimentados o cualquier dispositivo con una entrada de audio). La compañía eventualmente introdujo dos Chromecasts más, incluyendo el Chromecast Ultra con capacidad 4K/HDR.
Todos estos dispositivos compartían una filosofía común: dependían de un dispositivo que permitiera «castear» el contenido hacia ellos como un móvil o un PC. No tenían mandos, todo, desde la elección de lo que se transmitía hasta el control de la reproducción, se hacía desde el móvil, PC o cualquier otro que funcione para «castear». No había interfaz en pantalla ni aplicaciones o funciones integradas.
En 2016, cuando el gigante quiso dejar claro que también podías hacer casting a dispositivos de terceros seleccionados, creó la etiqueta «Chromecast built-in«. En ese momento, esto tenía sentido. Si tu televisor inteligente tenía Chromecast integrado, significaba que podía hacer las mismas cosas que un Chromecast Ultra (si era un televisor 4K/HDR), y si tu barra de sonido tenía Chromecast integrado, significaba que podía hacer lo mismo que un Chromecast Audio.
La llegada de Google TV
Mientras que la gama de dispositivos Chromecast de Google resultaba popular, no se podía ignorar que la falta de una interfaz en pantalla y un control remoto se estaba convirtiendo en un problema. A medida que los dispositivos de Roku y Amazon se volvían cada vez más baratos, los dispositivos Chromecast comenzaron a perder atractivo.
Curiosamente, la empresa ya había creado una plataforma competitiva conocida como Android TV, que varios fabricantes de televisores ya estaban utilizando. Pero Google nunca había creado su propio producto Android TV.
Eso cambió en 2020 con el lanzamiento de Google Chromecast con Google TV, un dispositivo completo de transmisión de medios basado en Android TV, pero mejorado con una interfaz especial de descubrimiento de contenido conocida como Google TV. Poco después de la aparición de este nuevo dispositivo, la empresa descatalogó todos sus antiguos productos Chromecast.
Google Chromecast con Google TV demostró ser un producto muy atractivo que conservaba todas las capacidades de casting de los dispositivos Chromecast anteriores, pero también podía usarse de manera independiente como una plataforma de transmisión autónoma. Hoy en día, hay dos versiones: una que maneja 4K/HDR y un modelo más económico que está limitado a 1080p/HDR.
La Confusión del Etiquetado
Desafortunadamente, esto creó una desconexión en la mente de los compradores. Si compras una barra de sonido con «Chromecast built-in», ¿significa que hace las mismas cosas que un Google Chromecast con Google TV? ¿Qué pasa con un altavoz inalámbrico? ¿O una caja de Android TV?
La compañía se dio cuenta en este punto de que la etiqueta Chromecast built-in ya no transmitía la información correcta a los compradores. Estos dispositivos de terceros, desde barras de sonido y proyectores hasta televisores inteligentes y altavoces conectados por Wi-Fi, todos comparten la misma característica clave: la capacidad de recibir sesiones de Google Cast desde productos compatibles, pero no reproducen el conjunto completo de funciones del actual Chromecast con Google TV de Google.
Tomó un tiempo aclarar las cosas, pero en mayo de 2024, la empresa cambió «Chromecast built-in» de nuevo a «Google Cast».
Aunque los términos Chromecast built-in y Google Cast significan lo mismo en cuanto a funcionalidad: un producto con una de estas etiquetas puede recibir audio y/o video transmitido, dependiendo de si tiene una pantalla o solo un altavoz. Sin embargo, la evolución y la diversificación de los dispositivos han creado una necesidad de mayor claridad en la terminología. Hoy en día, es fundamental entender estas diferencias para aprovechar al máximo la tecnología de transmisión de Google y seleccionar el dispositivo que mejor se adapte a tus necesidades.