¿Quién dijo que un tocadiscos solo sirve para reproducir vinilos? Hoy en día hay verdaderas obras de arte con aguja, y si eres amante de la música (y del diseño), prepárate porque esto no es lo típico que encuentras en una tienda de electrónica de barrio. Aquí te traemos una lista de cinco tocadiscos de edición especial que son una auténtica pasada. Y sí, ya te avisamos: esto va de caprichos, no de presupuestos normales.
Sabemos que en temas de audio hay opciones para todos los bolsillos, y siempre está bien mirar calidad-precio. Pero a veces, solo a veces, aparecen esos productos que te hacen pensar: «Vale, esto no lo necesito… pero madre mía, cómo lo quiero«. No es que vayas a vender un riñón por uno de estos tocadiscos (bueno, tal vez sí), pero lo cierto es que si te cruzas con uno, lo vas a recordar. Y lo vas a querer enseñar.
Aquí no se trata solo de sonido. Se trata de historia, diseño, colaboración con marcas legendarias y, sobre todo, de ese «algo» que los hace únicos. Porque al final, tener uno de estos tocadiscos en casa es como tener una pieza de museo… que suena. Así que dale al play y prepárate para babear un poco.
Los 5 tocadiscos de edición especial más brutales que vas a ver (y oír)
Pro-Ject AC/DC Turntable: el vinilo al infierno… o al cielo
Este es para los que nacieron para rockear. Pro-Ject se marcó una auténtica joyita con su edición dedicada a AC/DC. Forma parte de su Artist Series, donde también hay modelos inspirados en Metallica, los Beatles e incluso Pink Floyd (spoiler: lo verás más abajo).
Lo más guapo de este modelo es el brazo en forma de rayo, como el mítico logo de la banda australiana. Y no queda ahí la cosa: el eje del subplato está iluminado por luces LED rojas, como si tuvieras el mismísimo infierno encendido bajo el vinilo. Es pura actitud.
No, no es el tocadiscos más barato del mundo. Pero si eres fan de AC/DC, esto no es un gasto: es una inversión en felicidad.
Technics SL-1200M7B: Lamborghini, vinilos y rugidos
¿Un tocadiscos que suena como un V12? Sí, existe. Y es este.
Technics cogió su modelo SL-1200MK7, que ya es leyenda entre los DJs, y lo fusionó con el espíritu salvaje de Lamborghini. El resultado es un tocadiscos con acabados en colores llamativos (sí, hay uno amarillo fosforito) y detalles visuales que imitan el patrón en Y de los superdeportivos italianos.
Pero lo más loco es que viene con un vinilo con sonidos reales de seis modelos míticos de Lambo, incluyendo el Miura SV o el Murciélago LP 640. Así que mientras colocas tu disco favorito, puedes fliparte un rato con los rugidos más icónicos del automovilismo. Es puro postureo… pero del bueno.
Bang & Olufsen Beogram 4000c Saint Laurent Edition: diseño danés con alma parisina
Aquí ya entramos en terreno premium, elegante y casi fashionista. Bang & Olufsen recuperó su mítico Beogram 4000 de los años 70, y lo llevó al siguiente nivel con una colaboración con Saint Laurent. Solo hicieron 10 unidades en todo el mundo. Sí, has leído bien: diez.
Cada tocadiscos está numerado y tiene una carcasa de madera ziricote (sí, esa que parece salida de una mansión en Mónaco), detalles de aluminio y un logo grabado que más que audio, te dice: “yo no soy un simple reproductor”. Es como si Audrey Hepburn fuera un tocadiscos. Clase pura.
Pro-Ject The Dark Side Of The Moon: Pink Floyd en estado puro
Y volvemos con Pro-Ject, porque se lo curran. Este modelo rinde homenaje al disco que cambió la historia del rock, «The Dark Side of the Moon» de Pink Floyd, que cumplió 50 años. Cincuenta.
La tapa triangular de cristal de 10mm imita la mítica portada del álbum, y el toque más mágico es el arcoíris con luces LED que simula la luz refractada al girar el disco. Y sí, puedes regular la intensidad de la luz. Porque cuando tienes un tocadiscos así, tienes que poder presumir hasta con la iluminación. Es arte. Es nostalgia. Es ciencia y rock a la vez.
Linn LP12-50: cuando Jony Ive se pone con los vinilos
Este es el más «Apple» de todos. Literalmente. Jony Ive, el hombre que diseñó el iPhone, el iMac y casi todo lo bonito de Apple, se juntó con Linn para reinventar el clásico Sondek LP12 por su 50 aniversario.
¿El resultado? Líneas suaves, acabados impecables, interruptores circulares de aluminio, una nueva base que reduce vibraciones al máximo y un diseño que parece salido de una peli de ciencia ficción. Y sí, suena tan bien como se ve. Es caro, claro. Pero si eres de los que aman el diseño tanto como la música, esto es el nirvana en forma de tocadiscos.
Así que ya sabes: si pensabas que un tocadiscos era solo para escuchar discos… estabas muy equivocado. Aquí hay estilo, pasión, historia y un punto de locura. Y aunque no todos estén al alcance del bolsillo medio, no está de más soñar un poco, ¿no?
Via: What Hi-Fi