Siempre que hablamos de la compresión de vídeo, los códecs juegan un papel fundamental. Aunque AV1 ha tomado protagonismo en los últimos años, el Versatile Video Codec (VVC), también conocido como H.266, está ganando relevancia, especialmente tras la reciente apuesta de Intel. Este movimiento ha generado preguntas sobre la importancia de VVC y por qué algunas grandes empresas están optando por esta tecnología en lugar de AV1. En este artículo, desglosaremos qué es el códec VVC, qué mejoras introduce frente a su predecesor HEVC (H.265), y por qué Intel ha decidido apostar por él.
A pesar de que la industria del streaming ha acogido mayormente a AV1, la complejidad y capacidades de VVC lo hacen una opción a considerar, sobretodo para aplicaciones que requieren una compresión eficiente de vídeo en 4K y resoluciones superiores. Sin embargo, no todo es tan simple; los costes de implementación y las dificultades asociadas con los royalties retrasan su adopción generalizada.
¿Qué es el códec VVC?
El códec VVC es un estándar de compresión de vídeo que surgió con la intención de mejorar la eficiencia y calidad en la transmisión de vídeo, especialmente en 4K y resoluciones superiores. Este códec fue desarrollado por la Joint Video Experts Team (JVET) y lanzado oficialmente en 2020, aunque su desarrollo comenzó en 2017. Se esperaba que VVC reemplazara a HEVC y AVC en términos de eficiencia de compresión, y las pruebas demostraron que el nuevo estándar puede ofrecer una calidad de imagen equivalente a la de HEVC con una reducción de hasta el 50% en la tasa de bits.
VVC está diseñado específicamente para soportar aplicaciones de transmisión de vídeo en 4K, videoconferencias y contenido de alta calidad, manteniendo un nivel de compresión que minimiza el almacenamiento en búfer sin comprometer la calidad. Esto es crucial para plataformas de streaming como Netflix, Disney+ y Prime Video, que ofrecen contenido en 4K, aunque aún es difícil encontrar compatibilidad con este códec en servicios como YouTube o Twitch.
Mejoras introducidas respecto a HEVC
El códec VVC trae una serie de mejoras en comparación con HEVC, que lo hacen más atractivo para la industria. Algunas de las mejoras más notables incluyen un particionamiento más eficiente y predicciones avanzadas, como la intra predicción y predicción a través de vectores en movimiento. Estas innovaciones permiten que VVC maneje mejor las complejidades de la transmisión de vídeo en alta resolución.
Otro de los avances clave de VVC es su capacidad para soportar vídeo en HDR y contenido 360º, dos características que están ganando popularidad en las plataformas de contenido audiovisual. Además, introduce nuevas variantes de filtros de bucle y técnicas avanzadas de codificación aritmética, que mejoran la eficiencia de la compresión sin perder calidad visual.
La Universidad Técnica de Aquisgrán ha realizado estudios detallados sobre estas mejoras, destacando cómo VVC supera a HEVC en términos de eficiencia de compresión, lo que se traduce en un menor uso de ancho de banda y una mejor experiencia para los servicios de streaming.
A nivel práctico, las pruebas realizadas por entidades como la BBC comparando VVC con AV1 y HEVC han mostrado resultados impresionantes. Según los estudios, VVC ofrece una mejora del 33% en la eficiencia de compresión en comparación con HEVC, lo que lo convierte en una opción preferida para aplicaciones que requieren alta calidad con tasas de bits más bajas.
Uno de los mayores beneficios de VVC es su capacidad para reducir el tamaño de los archivos sin comprometer la calidad del vídeo, lo que es particularmente útil para la transmisión de contenido en 4K en conexiones de banda ancha más lentas. Para disfrutar de contenido en 4K sin interrupciones, se recomienda una conexión de 300 Mbps, pero con VVC, las velocidades de 100 Mbps pueden ser suficientes, dependiendo del caso.
Intel simplemente ha visto el filón
Intel ha sido una de las primeras empresas en ver el potencial del VVC, integrándolo en su nueva línea de procesadores Intel Core Ultra 200V. Estos chips, que cuentan con la GPU Intel Xe2, son capaces de decodificar vídeo en 8K a 60 FPS, lo que representa un gran salto en términos de capacidad de procesamiento para contenido de alta definición.
Aunque la implementación de VVC en los portátiles es algo novedoso, todavía se enfrentan a limitaciones en cuanto a la codificación de vídeo, un proceso que requiere hardware aún más potente. Intel, sin embargo, ha dado un paso importante al ofrecer soporte para la decodificación, lo que permitirá a los usuarios disfrutar de contenido en 4K de manera más fluida, incluso en dispositivos con conexiones menos estables.
Royalties: otro asunto que retrasa todo
Uno de los grandes obstáculos que enfrenta el códec VVC es el pago de royalties. A diferencia de AV1, que es royalty-free, VVC requiere que los fabricantes paguen por su implementación. Este es uno de los motivos por los que muchas compañías tecnológicas, como NVIDIA y AMD, no han adoptado completamente este estándar en sus productos.
Esta situación pone en desventaja a VVC frente a otros códecs más económicos o sin costos de licencia, ralentizando su adopción en el mercado.
A pesar de sus desafíos, el códec VVC tiene el potencial de revolucionar la transmisión de contenido en 4K y más allá. Su eficiencia en la compresión de vídeo y su capacidad para ofrecer alta calidad con menor uso de ancho de banda lo convierten en una opción atractiva para el futuro del streaming. No obstante, la necesidad de hardware avanzado y los costos asociados con los royalties son barreras significativas que podrían retrasar su adopción generalizada.
En cualquier caso, con la apuesta de Intel y otras grandes empresas, no sería sorprendente ver un aumento en la utilización de VVC en los próximos años.