Cada día lo vemos en los telediarios, en los periódicos y en casi cualquier portal de noticias: Trump ha vuelto con fuerza a escena, y esta vez sus nuevos aranceles tienen a Europa en el punto de mira. Lo que empezó como otro capítulo más en su eterna guerra comercial con China, ahora se ha extendido también a nosotros, y empieza a notarse el nerviosismo en sectores clave, como el de la electrónica de consumo. Así que sí, si estabas pensando en cambiar de tele o pillarte una buena barra de sonido para el salón, es normal que empiecen a surgirte dudas… y con razón.
Porque claro, la primera pregunta es lógica: ¿solo afectará a productos que vienen de Norteamérica? ¿O también puede salpicarnos en marcas que se fabrican aquí en Europa, o incluso en Asia? Y la respuesta es… depende. Por ejemplo, marcas de sonido muy conocidas como SVS, Klipsch o JBL, todas con origen estadounidense, sí podrían encarecerse si la Unión Europea responde con aranceles de represalia, como ya ha anunciado. En ese caso, importarlas sería más caro, y ese coste podría trasladarse al consumidor.
En cambio, marcas asiáticas como LG o Samsung (coreanas) o TCL (china), en teoría no deberían verse afectadas directamente por los aranceles entre Europa y EE.UU., al no formar parte del conflicto. Pero hay un matiz importante: muchas veces utilizan componentes clave que sí provienen de Estados Unidos, como procesadores, chips o software licenciado. Y si esos elementos se encarecen por esta guerra comercial cruzada, el precio final también podría subir en Europa, incluso si el producto se monta en Asia.
Aranceles del 20% para Europa… y hasta del 54% para Asia: tormenta global en la tecnología
A partir del 9 de abril de 2025, el gobierno de Trump impondrá un arancel del 20% sobre productos importados desde la Unión Europea, afectando de lleno a sectores como la maquinaria, la industria del acero y, cómo no, la electrónica de consumo. Pero eso no es todo. Según el plan anunciado, más de 180 países están siendo golpeados con aranceles, incluyendo tarifas de hasta el 54% para productos procedentes de China, Vietnam o Camboya.
La cosa no acaba ahí. Se han incluido aranceles especiales al aluminio (25%), un material clave en la fabricación de carcasas de televisores, ordenadores, consolas y hasta sistemas de refrigeración líquida. Y también se verán afectados materiales como litio, tierras raras, cobalto y silicio, fundamentales para todo: pantallas, chips, baterías, sensores, memorias y placas base. O sea, todo lo que hace que tu tele funcione, esté conectado y se vea bien.
Gigantes como Apple, Nvidia, Amazon, Google o incluso Nintendo ya están sintiendo la presión: sus fábricas dependen en gran parte de países como China o Vietnam. Apple, por ejemplo, ensambla más de 50 millones de iPhones al año en China, y aunque lleva tiempo diversificando su producción hacia India, estos aranceles podrían obligar a una reestructuración rápida… y costosa.
Y si compras online, prepárate también: Trump ha eliminado la exención “de minimis”, lo que significa que compras inferiores a 800 dólares en tiendas como Temu, Shein, eBay o Amazon ahora también pagarán aranceles, encareciendo buena parte del comercio electrónico tal como lo conocemos (aunque no sabemos exactamente si esto afectará a las compras desde Europa).
Entonces, ¿compro ya o espero a ver qué pasa?
Esta es la gran pregunta que nos hacemos todos: ¿compro ya esa tele OLED o me espero a que pase el chaparrón? Y como casi siempre, depende. Pero siendo realistas, si tenías ya un modelo en el radar o estabas a punto de lanzarte, quizá sea mejor hacerlo antes de que el nuevo escenario empiece a reflejarse en los precios.
Ten en cuenta que cuando se anuncian aranceles así, las marcas suelen mover ficha rápido: o bien suben precios de forma escalonada para que “duela menos”, o bien frenan promociones que tenían pensadas. Lo que ahora cuesta 899 euros, pronto puede pasar a 1.099 euros sin que nadie te lo avise. Y como encima venga con menos stock o con retrasos, ni Black Friday nos salva.
En resumen: los aranceles del 20% de Trump a productos europeos ya son una realidad, y si a eso le sumamos el golpe del 54% a países clave en la producción tecnológica global, tenemos una tormenta perfecta para que suban los precios de todo: teles, barras de sonido, auriculares, proyectores y más. Si estabas esperando una señal para hacer esa compra pendiente… igual esta es la definitiva.