La selección de monitores que hay disponible en el mercado es enorme en la actualidad. Por eso, para muchos usuarios no siempre es sencillo encontrar uno que se ajuste a lo que están buscando. Aunque siempre hay una serie de pautas que conviene tener en cuenta. De esta manera, el proceso de elegir un monitor que se ajuste al usuario va a ser mucho más sencillo en todo momento. ¿Qué es lo que hay que tener en cuenta en este proceso?
Uso y presupuesto
Lo primero que el usuario tiene que tener claro es para qué quiere usar dicho monitor. Hay consumidores que buscan un modelo para trabajar, navegar y de vez en cuando ver algunos contenidos. Mientras que hay otros que buscan un monitor para gaming, principalmente. Por eso, esto es algo importante, ya que va a determinar de manera notable la dirección que se tiene que seguir a la hora de buscar un modelo que se ajuste al usuario.
Por otro lado, cada consumidor tiene que tener claro el presupuesto del que dispone para esta compra. Hay muchos monitores en el mercado, con todo tipo de precios. Por eso, si se tiene un presupuesto determinado, que puede ser flexible si se quiere, será algo más sencillo orientar el proceso de compra.
Tamaño y resolución
En función del uso que se le vaya a dar a dicho monitor, el tamaño que se va a necesitar será variable. Un usuario que busca uno para jugar, necesitará un tamaño mayor, además de la mejor resolución posible. Ya que de esta manera va a ser posible tener una experiencia de uso inmersiva, además de que el monitor estará preparado para gaming, con modos para ello o con un reducido tiempo de respuesta. En dicho caso, si se busca para jugar, modelos de entre 24 y 32 pulgadas proporcionarán la mejor experiencia en cuanto a inmersión.
El usuario que busque un monitor para trabajar, no depende tanto de estos factores. Se necesita un monitor de calidad, con buena resolución, pero no necesitamos el más potente o el que tenga el menor tiempo de respuesta. En cuanto al tamaño, es algo que depende de la preferencia de cada usuario. Pero si es para trabajar, ya sea en casa o en oficina, un modelo de unas 20 pulgadas puede ser muy cómodo. Buen tamaño, que permite trabajar bien, además de ver contenidos.
Por otro lado, es posible que los usuarios gamer apuesten por un monitor curvo. Hay marcas que tienen algunos modelos en este campo, de los que ya os hemos hablado, como es el caso de Philips. Sin duda, son monitores que dan una experiencia aún más inmersiva a la hora de jugar o consumir contenidos. Aunque por lo general sus precios son más elevados. Por eso, para usuarios con un mayor presupuesto pueden ser una buena opción a tener en cuenta.
La resolución es algo que también se debe considerar. En el caso de algún modelo de monitor gaming vemos que vienen ya algunos con resolución 4K. Por lo general, podemos ver muchos modelos con Full HD, Full HD+ o UHD. Lógicamente, dependerá de las necesidades que se tengan, pero en el caso del gamer, se tiene que buscar la mejor resolución posible, dentro de su presupusto.
Tipo de panel
En función de la marca del monitor, podemos encontrar todo tipo de tecnología. Desde modelos IPS, LCD-LED a algunas marcas que usan el OLED o AMOLED en sus modelos. Los más comunes suelen ser los IPS o LED. Además de tener los precios más accesibles. En el caso de que se busque un monitor para trabajar, son más que suficientes, los modelos con LED. Van a cumplir bien en cuanto a rendimiento.
Este aspecto puede tener especial importancia debido a la iluminación. Ya que si apostamos por un monitor LCD, los píxeles no emiten luz por sí mismos. Nos encontramos por tanto con varias tecnologías de iluminación, como Edge LED, Full LED o Local Diming. Siendo la tercera posiblemente la más completa o la que mejor uso nos daría.
En el caso de un panel OLED-AMOLED, los píxeles son independientes entre sí. Lo que supone que cada píxel se puede apagar de forma individual, lo que permite unos tonos negros muy puros y mejor reproducción de color. Por eso, sobre todo para gaming o consumir contenidos son ideales. Aunque son más caros.
Brillo y contraste
Este es un aspecto que en muchos casos es mejor ver en la vida real. Por eso, si hay algún monitor que te interesa, comprueba la manera en la que funciona, si puedes visitar una tienda donde lo tengan. Ya que en ese uso vas a poder apreciar bien el brillo y el contraste. Sobre todo el contraste es complejo, ya que no hay una medida universal que diga qué es adecuado o no.
Conectividad
Por último, no debemos olvidarnos nunca de los puertos que hay en el monitor. Sobre todo si es un usuario gamer, probablemente vaya a necesitar más puertos y entradas. Por eso, es esencial que haya suficientes. Además de haber la variedad necesaria de ellos. Desde USB, DisplayPort, VIG, HDMI (importante comprobar la versión) o Thunderbolt, entre otros.