A la hora de seleccionar altavoces para montarnos un sistema estéreo o incluso un cine en casa, una de las primeras dudas que tenemos siempre es si elegir altavoces de estantería o altavoces de suelo. Es una elección que muchas veces hacemos simplemente por el espacio disponible, pero para la cual deberíamos tener en cuenta otros aspectos muy importantes. Elegir entre altavoces de estantería y de torre (también conocidos como altavoces de sobremesa y de suelo) puede ser un poco complicado, ya que cada uno ofrece distintas ventajas según la situación.
Ojo, no es que uno sea siempre mejor que el otro. Todo dependerá de la habitación donde vayamos a colocarlos, del presupuesto que tengamos y también de las preferencias de sonido que tenga cada usuario. Con esto en mente, vamos a repasar los tres factores principales que debes considerar al elegir entre altavoces de estantería o de torre. Teniendo en cuenta estos tres factores podrás tomar una mejor decisión e intentar así «asegurar el tiro». Vamos a ello.
Altavoces de estantería o altavoces de suelo: la sala
La sala o espacio donde vayamos a colocar los altavoces es clave a la hora de decidirse por un modelo de estantería o uno de suelo. Y no nos referimos al tratamiento acústico que pueda tener la misma, que también, ya que esto se queda en otro nivel. Nos referimos a la cantidad de espacio disponible en la habitación y a dónde vamos a colocar los altavoces; pero también a las dimensiones de la habitación y a cómo las frecuencias y la salida llenarán el espacio.
Si tienes una habitación pequeña, la elección lógico son altavoces de estantería, especialmente si la escucha se realiza relativamente cerca de los altavoces. Si tienes una habitación más grande, especialmente una con muchos asientos, los altavoces de torre son la mejor opción debido a sus capacidades adicionales de salida/volumen y graves más completos, sin necesidad de un subwoofer.
Si no tienes espacio en el suelo para colocar altavoces de torre, pero sí un estante o un mueble disponible, la elección es obvia. Sin embargo, si para colocar los altavoces de estantería vas a necesitar unos soportes, no descartes del todo los modelos de suelo. Decimos esto porque muchos soportes de suelo diseñados para albergar altavoces de estantería acaban ocupando más espacio que algunos altavoces formato torre. Por ejemplo, los Arendal Sound 1961 nos sorprendieron por lo estrechos que son.
Por otro lado, debemos tener en cuenta si vamos a integrar un subwoofer en el sistema o no. Además lo debemos tener en cuenta tanto a nivel estético como sonoro, aunque de esta segunda parte hablaremos luego. Si tenemos pensado incorporar un subwoofer, tendremos que tener en cuenta el espacio del suelo que ocupa este y también su ubicación ideal.
Altavoces de estantería o altavoces de suelo: sonido
¿Qué es lo más importante de un altavoz? Su sonido, por supuesto. Tanto a nivel de calidad como en lo que se refiere al tipo de sonido que está buscando cada usuario. En general, un altavoz de gran sonido siempre debe incorporar algunas características clave para ofrecer una experiencia verdaderamente envolvente y convincente. Esto incluye precisión, refinamiento y la capacidad de permanecer fiel al contenido, de presentar delicadamente detalles sutiles y de hacer una declaración sonora dramática pero creíble cuando sea necesario.
Cualquier gran altavoz de estantería o de torre también debe poseer capacidades de salida que energicen la sala y un excelente rango dinámico, desde agudos brillantes hasta graves potentes y bien definidos. Y un nivel más personal, un altavoz orador debe transmitir con veracidad la experiencia emocional y sensorial que el director, el músico o el ingeniero de sonido pretendía que sintiéramos y nunca interferir en ella.
Dicho esto, en términos de diferencias de sonido entre los altavoces de estantería y los de suelo, hay dos factores principales a tener en cuenta.
Volumen
El volumen de un altavoz (también llamado «salida») es una función de la «sensibilidad» del altavoz, o la eficacia con la que convierte la potencia (vatios) del amplificador en volumen (decibeles). Cuanto más sensible sea el altavoz, menos potencia necesitará del amplificador para reproducir a todo volumen.
Los altavoces de torre suelen ser más sensibles y, por lo tanto, pueden producir más volumen que los altavoces de escritorio. Sin embargo, esto quizás sea generalizar demasiado, así que tendréis que fijaros bien en el dato de sensibilidad de los modelos que os interesen.
Graves y calidad general del sonido
Para los audiófilos y adictos a los altavoces, esta es quizás la parte más controvertida. Muchos aseguran que los altavoces de estantería, complementados con un subwoofer que maneje los graves, son la mejor elección. Otros tantos están convencidos de que los altavoces de torre son la mejor opción para conseguir un sonido más completo sin necesidad de subwoofers. En última instancia, depende de lo que busques en términos de sonido y de cuáles sean tus preferencias personales.
Lo que sí está claro es que uno de los elementos más importantes a la hora de valorar la calidad de sonido de un altavoz es su capacidad para manejar los graves. Y, al mismo tiempo, es una de las cosas más difíciles de conseguir en un altavoz. El mayor tamaño de los altavoces de torre les permite mover más aire que los altavoces de estantería, lo que generalmente se traduce en unos graves graves más profundos e impactantes.
Los modelos de suelo suelen tener también más woofers, lo que crea incluso más graves. Así que si para ti son importantes los graves profundos y potentes y no quieres añadir un subwoofer, los altavoces de torre son probablemente la mejor opción.
Es cierto que hay muchos altavoces de estantería de rango completo que no requieren un subwoofer, por lo que no es algo totalmente imprescindible. Además también existen algunos altavoces de estantería con woofers realmente grandes. Pero si queremos un gran impacto en las frecuencias bajas, la única forma de conseguirlo es utilizar un buen subwoofer.
Altavoces de estantería o altavoces de suelo: presupuesto
Por último, no nos podemos olvidar de otro de los factores más importantes en cualquier compra: la cantidad de dinero que queremos gastarnos. La gama de altavoces es tan amplia que podamos encontrar desde modelos de 50 euros hasta modelos de más de 100.000 euros (mucho más). Esta increíble variedad tiene que ver con los diversos elementos estructurales y mecánicos que componen un sistema de altavoces y la amplia gama de calidades de materiales que se pueden utilizar para cada uno de esos elementos.
Un altavoz de suelo de precio excesivamente bajo quizás no ofrezca el rendimiento esperado, así que si tu presupuesto es muy ajustado probablemente te convenga más un altavoz de estantería. Si tu presupuesto es más abultado, tendrás que tener en cuenta todas las consideraciones comentadas anteriormente.
Fuente | SVS