Antes de crear un cine en casa tenemos que prestar mucha atención al dispositivo que vamos a utilizar para la visualización de contenido, y las principales dudas siempre están entre un proyector o un televisor de gran diagonal. Hace muchos años las primeras televisiones apenas alcanzaban las 60 pulgadas, por lo que la comparación con proyectores de gama media eran muy grandes ya que daba una mejor sensación de inmersión y una pantalla también mucho más amplia, aunque también presentaba grandes defectos. Pero con los años esta situación ha podido mejorar mucho en favor a las televisiones o por el contrario están más igualadas para el cine en casa.
En primer lugar tenemos que prestar atención al uso que le vamos a dar al dispositivo. Al tratar sobre cine en casa generalmente vamos a tratar sobre todo con dispositivos o sistemas pensados para la reproducción de películas y series, aunque muchos usuarios empiezan también a utilizarlos para jugar, ver deportes o para ver la televisión de forma habitual.
Y aquí encontramos la principal diferencia entre los proyectores y las televisiones habituales, ya que la primera opción ha necesitado una sala dedicada o semidedicada para controlar lo máximo posible la luz ambiental.
Los proyectores son mucho mejores que antes
Empezamos hablando sobre los principales motivos por los que hace unos años eran los inconvenientes para comprar un proyector, y que con el paso de los años se han ido solucionando hasta el día de hoy que no suponen un problema para disfrutar del cine en casa.
Qué hay que tener en cuenta al comprar un proyector
Por un lado, está la duración de las lámparas que emiten la luz, que a la hora de recambiarlas era realmente caro cuando las bombillas apenas alcanzaban una duración de más de 1.000 o 2.000 horas de uso. Esto suponía tener que ahorrar tiempo de uso teniendo un cine en casa y no poder disfrutar del proyector todo lo que querríamos, o por el contrario gastar mucho dinero en recambios en poco tiempo, y eso contando con que ese modelo seguiría en venta en las tiendas.
Y por suerte hoy en día esto ha cambiado radicalmente, y las lámparas de proyección actuales ya ofrecen un tiempo de uso de más de 5.000 horas, y en algunos modelos concretos incluso tienen una duración de más de 10.000 horas. Y además de esto, también han llegado al mercado proyectores con sistemas de iluminación que integran luces LEDs o láser con un tiempo de vida de entre 20.000 o 30.000 horas.
Otro de los principales problemas que tenían los proyectores antiguos era el «efecto rejilla» o la visualización de los pixeles en distancias cortas y medias. Teniendo en cuenta este problema podría afectar a los modelos HD-Ready o también algunos Full HD, pero gracias a las nuevas tecnologías los equipos más modernos DLP entre otras mejoras de los modelos en 4K eso no va a suponer ningún problema.
La luz ambiental a la hora de utilizar un proyector para conseguir un cine en casa también ha sido siempre un problema durante muchos años. Pero poco a poco son más los fabricantes que van diseñando modelos que rechazan la luz ambiental para poder seguir utilizando los dispositivos sin tener que tener la habitación a oscuras para conseguir la potencia necesaria además de un buen contraste, que también va a ayudar a una mejor iluminación láser y más potencia lumínica.
Ventajas de las Smart TV de gran formato
Aunque hoy en día podamos encontrar este tipo de proyectores con láser y pantallas potentes a las que no perjudica la luz ambiental, los televisores siguen siendo los reyes del mejor cine en casa. Si vamos a disfrutar de nuestros dispositivos en un lugar donde hay ventanas que no podemos cubrir de la luz del día, las televisiones siguen siendo la mejor opción por las características que ofrece.
A pesar de que en lugares de baja luz los proyectores puedan funcionar correctamente, los televisores siguen siendo la mejor opción a tener en cuenta por ofrecer un mejor contraste y una mayor calidad en formato dinámico o HDR para los modelos OLED o LCD FALD.
Los últimos proyectores que han salido en el mercado ofrecen una duración de hasta 30.000 horas, pero esto puede quedarse corto en comparación a lo que ofrecen los televisores con más de 100.000 horas en lo que se refiere a la pantalla, por lo que aseguran bastantes años de buena iluminación y calidad en el panel del televisor.
Ventajas de los proyectores
Hasta ahora después de analizar ambos dispositivos podemos llegar a pensar que finalmente un televisor es la mejor opción, pero esto también hay que matizarlo. Si queremos tener un dispositivo que supere las 90 pulgadas, tendremos que seguir teniendo la opción de proyectores a no ser que tengamos un presupuesto ilimitado y podamos optar por tecnologías tan potentes como Micro-LED entre otras que este año van a empezar a llegar a los hogares.
Por otro lado los proyectores también siguen ofreciendo una mejor relación en cuanto al precio y tamaño de la diagonal. La diferencia es notable, ya que un televisor de 75 pulgadas puede resultar mucho más cara y nos obliga a tener que optar por un modelo de gama más baja para no tener que rascarnos el bolsillo en exceso.
Y por último también encontramos un elemento importante como es la inmersión en la película que nos ofrece este dispositivo, como si tuviéramos un cine en casa en toda regla. Es mucho mayor la sensación que ofrece un proyector, y no sólo por el tamaño sino porque la luz que emite llega al espectador de forma indirecta y más natural para muchos usuarios que sufren de fatiga visual que provocan los televisores.
Si apuestas por un proyector, mejor que compres una buena pantalla
Y en lo que respecta a las pantallas y la capacidad de reflejar la luz tenemos que tener en cuenta varios elementos de los proyectores para poder hacer una comparación precisa con las pantallas de los televisores: y es que para sacar el máximo partido a un proyector también debemos contar con una buena pantalla que sea capaz de reflejar el potencial del dispositivo.
Nunca hay que tomar como una buena decisión poner sábanas, estores o cortinas para intentar conseguir ese efecto de cine en casa, ya que de esta forma el proyector no va a mostrar su verdadera calidad y potencial, ya que este tipo de objetos suelen ser translúcidas además de colores o estampados, pliegues y más elementos que van a estropear considerablemente la imagen y no se mostrará la verdadera luz.
Al igual que tampoco es recomendable utilizar una pared cualquiera de casa. Es cierto que es la forma más rápida de poder conseguir un cine en casa de forma económica, pero para ello la pared tendrá que cubrir ciertos requisitos como que sea completamente lisa y no tenga gotelé o similares, además de estar pintada de forma uniforme en color gris o blanco.
También hay que tener en cuenta que pintar la pared para utilizarla como pantalla no es igual de sencillo que pintar el salón como decoración. Para ello hay que tener en cuenta varias cosas como no dejar rastro del rodillo o brocha y conseguir un acabado liso y sin marcas. Si no se da un buen acabado la luz no se va a reflejar de forma uniforme y habrá manchas en la imagen.