El estándar HDMI (High-Definition Multimedia Interface) ha sido durante años el pilar fundamental para la transmisión de audio y video de alta calidad en dispositivos electrónicos. Desde su introducción en 2003, ha evolucionado significativamente, adaptándose a las crecientes demandas en las prestaciones y calidad de vídeo y audio.
En 2017, se presentó la versión 2.1, una actualización que prometía revolucionar la conectividad digital al superar ampliamente las capacidades de su predecesor 2.0. En la práctica, la versión 2.1 apenas lleva un par de años en nuestros equipos.
Ahora bien: ¿tienes conectados tus equipos HDMI adecuadamente para sacar el máximo de las conexiones? Este artículo está pensado para que aproveches hasta el más mínimo detalle de la conexión 2.1 y sus transporte de señal FRL (fixed rate link; enlace de tasa fija) frente al antiguo HDMI 2.0 y su transporte TMDS (Transition Minimized Differential Signaling; señalización diferencial minimizada por transición).
En este reportaje exploraremos las ventajas clave de HDMI 2.1 y sus diferencias fundamentales con 2.0. Concretamente, os hemos preparado cuatro gráficos exclusivos con situaciones bastantes habituales en nuestros domicilios, con una combinación de entradas y salidas de descodificadores de TV, reproductores blu-rays antiguos y modernos, media players etc. Cada uno de ellos con HDMIs de diferentes versiones.
El antiguo HDMI 2.0
Los cables con interfaz HDMI V2.0 usan el transporte de señal TMDS. Son las siglas de Transition Minimized Differential Signaling. Es un método para transmitir datos digitales a alta velocidad. Incorpora un algoritmo que reduce la interferencia electromagnética (EMI) sobre los cables de cobre y permite la recuperación del reloj en el receptor en distancias medianas de, como máximo, unos 15 metros aproximadamente.
Como hemos dicho en otras ocasiones, si usamos esas distancias e incluso menores, lo recomendable es usar un cable HDMI ópticos o AOC (active optical cable, en su definición inglesa). Realmente, son cables híbridos, que combinan fibra óptica y cable de cobre. Dicho en otras palabras: no es un cable puro de fibra. No. Es importante subrayarlo. Dentro de cualquier cable AOC conviven ambos, cada uno, ejecutando diferentes funciones. Si queréis más información a este respecto, haced click aquí para leer la noticia que le dedicamos en AVPasión.
Resumidamente, el contenido principal en sí mismo (el video y el audio, pongamos, de una película), discurren por el cable de fibra óptica; lo que conocíamos como bloques de transporte TMDS y ahora con el v2.1 se denominan FRL, tal y como os mencionamos en los párrafos de más arriba. En cualquier caso, como veremos en el siguiente apartado y en los gráficos que hemos preparado más abajo, la combinación ganadora es HDMI AOC v2.1b tanto en la fuente como en en display. Eso sí, conseguir este escenario es una tarea difícil, en tanto que los propios fabricantes no dan una información completa sobre los chips que incorporan.
El nuevo HDMI 2.1
HDMI 2.1 no es solo una actualización incremental; es un cambio radical diseñado para soportar las exigencias de las tecnologías modernas. Centrándonos en las ventajas relativas al FRL, podemos quedarnos con su mayor ancho de banda, subiendo hasta una tasa que llega, como mínimo a los 40 Gbps y como máximo a los 48 Gbps.
Este incremento permite la transmisión de contenido con resoluciones más altas, mayores tasas de refresco y mejor profundidad de color, sin necesidad de comprimir los datos. Pero sobre todo, permite un mejor y más rápido entendimiento entre los dispositivos conectados (en ingles, handshake). Supongo que todos los que estamos leyendo esto hemos sufrido pantallazos negros (o de cualquier color) intermitentes, micro cortes de audio mientras todo se estabiliza entre, por ejemplo, un media player 4K, el receptor AV y el televisor.
Para no alargarnos, resumimos las diferencias en una tabla comparativa:
Característica | HDMI 2.0 | HDMI 2.1b |
---|---|---|
Ancho de banda | Hasta 18 Gbps | Hasta 48 Gbps |
Resolución máxima soportada | 4K a 60 Hz | 10K a 120 Hz |
HDR y SDR simultáneos en pantalla |
No | Sí |
VRR | No | Sí |
QFT | No | Sí |
eARC | ARC limitado | eARC avanzado |
ALLM | No | Sí |
QMS | No | Sí |
Alimentación por el mismo cable |
No | Sí |
FRL difiere de la señalización TMDS tradicional de las versiones anteriores en que protocolos más lentos, con menos prestaciones y limitados a 18 Gbps. FRL define las señales por la cantidad de carriles (lanes, en inglés) y sus velocidades combinadas. Tiene seis velocidades de carril posibles que consisten en tres o cuatro líneas con una velocidad de cada una de 3-12 Gbps.
Sé que una tabla resulta fría y complicada de trasladar a nuestros equipos «¿y esto, en qué me afecta en casa?». Pues bien, vamos a traducirla en tres ventajas más cotidianas:
- Primer dato relevante: si dos chips HDMI 2.1 se ‘ven’ entre ellos, pongamos un televisor y un receptor AV, siempre se van a intercomunicar con conexión FRL
- En particular, el FRL siempre intentará conectar con el ‘lane’ más alto disponible para maximizar el rendimiento de la más baja. Y sea cual sea la elegida, mantendrá una velocidad de datos fija en lugar de las versiones anteriores de HDMI que varían los canales TMDS y su velocidad de datos.
- Y la otra gran ventaja del 2.1: el FRL incorpora el canal de reloj TMDS directamente en la señal HDMI, lo que permite funciones más potentes como frecuencia de actualización variable y demás tecnologías para videojuegos, sobre todo.
Sin embargo, 2.1 no es completamente diferente porque el FRL es retrocompatible con versiones anteriores con velocidades de datos más bajas y recurrirá a TMDS tradicional si el FRL no es compatible (es decir, si usamos un cable v2.1 entre dos aparatos que son v2 por ejemplo). Cuando está en reserva, TMDS es capaz de todas las señales hasta FRL 2. Aunque un dispositivo puede admitir una tasa de FRL particular, es posible que no admita todas las señales de video posibles.
Bajando toda esta información tan técnica a nuestros salones de casa, y por poner un ejemplo, los receptores AV de Denon más modernos, te muestran toda esta información que os he contado activando en Video ‘4K/8K Signal Format” y poniendo “8K Enhanced” y a continuación apretar dos veces el boton INFO en nuestro mando a distancia. Os dejo este link para verlo de primera mano.
Cuatro escenarios habituales con HDMIs implicados
Vamos con el primer escenario, el ideal: TV y receptor AV con chips HDMI 2.1
Como podemos observar, pese a que tenemos alguna fuente de contenido 2.0 la conexión entre receptor y televisor se mantiene con transporte FRL; y evidentemente todas las fuentes 2.1 con el receptor también. Ya simplemente es una cuestión de que los chips se entiendan ente ellos y seleccionen el carril o ‘lane’ más conveniente entre ellos.
En este segundo escenario, incluso aunque el 100% de nuestras fuentes de contenido (aquí un reproductor UHD Blu-ray y un descodificador de televisión) no sean 2.1, la conexión entre el receptor/procesador y el televisor/proyector siempre será FRL, asegurando la mejor de las prestaciones y la mayor precisión de reloj, minimizando errores. Esta situación es un error habitualmente por desconocimiento: ¡aunque todas tus fuentes sean 2.0 se beneficiarán del FRL si receptor y TV son 2.1!
En este tercer escenario, la situación empeora ligeramente: pese a tener fuentes de video tanto TMDS con 2.0 y FRL con HDMI 2.1, si el televisor solo tiene entradas 2.0 la conexión con nuestra salida del receptor con chip 2.1 será realizada con transporte TMDS en todos los casos.
Y por mucho que nos empeñemos, si conectamos nuestro receptor con salida 2.1 con un cable 2.1 a nuestro televisor con entrada 2.0 no le vamos a engañar: la conexión será TMDS por la retrocompatiblidad de ambos estándares. Es un aspecto importante de 2.1, la compatibilidad con versiones anteriores garantiza que siempre vaya a funcionar la conexión, aunque con limitaciones en el ancho de banda y restricción de prestaciones obviamente.
Consideraciones para la transición a HDMI 2.1 con link FRL
Para aprovechar las ventajas de HDMI 2.1, se deben considerar ciertos factores:
- Cables: 2.1 requiere cables certificados ‘ultra high speed’ para manejar el ancho de banda de 40 a 48 Gbps.
- Dispositivos: Ambos dispositivos en el extremo del cable (como un televisor y una consola) deben ser compatibles con HDMI 2.1 para aprovechar todas sus características.
- Costes: Los dispositivos compatibles con 2.1 pueden ser más costosos inicialmente, sobre todo si compramos cables ópticos, aunque los beneficios justifican la inversión.
HDMI 2.1 representa un cambio fundamental en la conectividad digital, ofreciendo un ancho de banda sin precedentes y características diseñadas para optimizar la experiencia de visualización y audio. Si bien 2.0 sigue siendo funcional para la mayoría de los usos cotidianos, el salto a 2.1 se vuelve imprescindible para quienes buscan las mejores prestaciones visuales y de sonido posible, especialmente en juegos, cine en casa y aplicaciones de alta tecnología. En un mundo donde las resoluciones más altas y las experiencias inmersivas son la norma, HDMI 2.1 es el presente y el futuro de la conectividad audiovisual.
De momento intentemos conseguir conectar por v2.1 todos los nuestros equipos, idealmente con cables de fibra y en un mundo perfecto, que los chips de los equipos sean de la versión 2.1b vigente desde este año 2024, sobre todo por su propio sistema de alimentación eléctrica, que es la mayor ventaja cotidiana en esta revisión.