El vinilo está viviendo una segunda época dorada, igual que los CD tradicionales. Cada vez más personas apuestan por este formato, cambiando la tendencia hacia la reproducción en streaming. Al punto de que las ventas de LP están alcanzando máximos históricos. ¿El problema? Que se acerca una crisis de abastecimiento.
En 2021 se compraron más de cinco millones de discos de vinilo en Reino Unido. Una cifra sorprendentemente alta, pero tal y como informaron desde la Industria Fonográfica Británica (BPI), supone el 23% de todos los álbumes vendidos en dicho país, por lo que el vinilo está a punto de superar al CD como medio físico más utilizado por los amantes de la música.
El vinilo está camino de superar al CD como medio físico dominante
Y en Estados Unidos las cifras son mareantes. Por ejemplo, Harry´s House, el último lanzamiento de Harry Styles, batió récords en mayo consiguiendo vender 182.000 copias en su primera semana, siendo el álbum de vinilo que más rápido se ha vendido en Estados Unidos desde 1991.
Otro artista como Voyage, consiguieron vender 29,891 copias en su primera semana, tal y como informan desde iNews. Y la Industria Fonográfica Británica afirma que el 40% de las ventas totales del mercado corresponden a este formato, por lo que los discos de vinilo están siendo los reyes del momento.
Solo hay que echarle un vistazo a las cifras de ventas en Estados Unidos, donde los discos de vinilo han crecido un 61% en 2021 alcanzando beneficios de 1000 millones de dólares, cifras que no se ven desde 1980, superando con creces las tasas de crecimiento de Spotify, por poner un ejemplo.
Comienzan los problemas de abastecimiento
El problema es que, el éxito del vinilo está provocando un gran problema de abastecimiento. Se han construido decenas de fábricas prensadoras para cumplir con las necesidades del mercado, pero no están cumpliendo con la demanda necesaria.
Por ejemplo Michaels, jefe de United Record Pressing, el mayor productor de discos de Estados Unidos, en Nashville (Tennessee), indica que las ventas de vinilos se están acelerando a un ritmo nunca visto.
Actualmente, hay 40 fábricas en Estados Unidos, el problema es que son familiares. Tras el auge y caída del vinilo, las grandes discográficas dejaron de fabricar los discos de vinilos de sus artistas, por lo que este mercado cayó en picado.
Y ahora que el LP vuelve a estar en liza, la capacidad de producción de estas plantas independientes (algunas dirigidas por los propios músicos, como la planta Third Man Pressing de Jack White), son mucho más limitadas a nivel de producción.
Además, montar una fábrica de prensado es un proceso complicado, especialmente ahora que por culpa de la pandemia del coronavirus hay interrupciones en la cadena de suministro. Y la escasez de materias primas, especialmente los polímeros que se funden y prensas para convertirse en discos de vinilo, está causando problemas que incluyen retrasos en los nuevos lanzamientos. También faltan cajas de cartón e insertos de papel usados en las fundas de los discos.
Hay pequeños artistas que piden tiradas de 100 discos, pero los grandes grupos ocupan la capacidad de producción por mucho tiempo. . «Acabamos de añadir más maquinaria a nuestra línea de producción para tener más capacidad disponible», explica. Y aun así, no es suficiente.
Para que te hagas a la idea, su capacidad de entrega de pedidos es de unas 16 semanas, ya que han tenido que ampliar el plazo, que habitualmente es mucho más corto, debido a la escasez de materia prima.
Esta planta fue construida en 2021 y actualmente tiene una capacidad de producción de 12.000 discos a la semana, aunque el objetivo es llegar a 100.000 discos.
«Los artistas más pequeños se enfrentan a los mismos problemas que cualquiera que intente encontrar capacidad de producción«, dice Lowe. «Evidentemente, algunos de los grandes sellos tienen la capacidad de ponerse al día, de desembolsar dinero durante un tiempo para asegurarse esa capacidad. Pero las independientes más pequeñas no pueden permitírselo».
Ahora, el objetivo de estas fábricas es ser más eficientes, recortar costes y conseguir aumentar la producción.«En la oficina se trata de no perder el tiempo, de asegurarnos de que hacemos las cosas bien, de enviar el producto correcto a la gente en el plazo adecuado«, dice. «En la fábrica, intentamos utilizar menos energía y menos agua siempre que podemos, y utilizamos productos reciclados siempre que es posible».
El problema es que la demanda es tan alta que, si sigue este ritmo, las fábricas de prensado van a necesitar que la cadena de suministro se recupere rápido o, más pronto que tarde, comenzará una escasez de vinilos a nivel mundial.