El tercer episodio de ‘Agatha, ¿Quién si no?’ mantiene la serie en un camino muy prometedor, mientras que el aquejare de brujas protagonistas comienza a adentrarse en el suyo. Este nuevo capítulo, aunque quizás algo menos sólido que sus dos predecesores, tiene momentos graciosos, momentos escalofriantes y, sobre todo, momentos que nos permiten ir conociendo mejor a los personajes y empezar a teorizar sobre lo que ocurrirá en los próximos episodios.
Resumen del Episodio 3 de ‘Agatha, ¿Quién si no?’ (¡OJO Spoilers!)
El aquelarre se encuentra en el mismo punto en el que acabaron el episodio anterior: al principio de la Senda de las Brujas. No les queda otra opción más que avanzar. Esto incluye, desafortunadamente, a la pobre señora Davis, que no sabía en qué se estaba metiendo, y a la que Agatha sigue llamando por el nombre falso que tenía bajo el hechizo de la Bruja Escarlata, señora Hart.
Ninguna de ellas, excepto Agatha, que supuestamente ya ha sobrevivido a la senda en otra ocasión, sabe muy bien qué hacer, pero el camino no tarda en abrirse delante de sus ojos, y las lleva a una casa en la que tendrán que enfrentarse al primero de los retos. Lo que sabemos por ahora sobre la Senda es que pondrá a prueba las habilidades de las brujas, que aquel que la complete recibirá lo que más desee, y que salirse del camino es muy, muy peligroso.
La primera prueba resulta ser sobre el campo de las pociones, por lo que es la bruja Jennifer Kale, con la que Agatha tiene una relación especialmente enemistada, la encargada de sacarlas con vida. Nada más entrar a la casa, el aquelarre recibe un cambio de look mágico cortesía de la Senda, que les da nuevos peinados y ropa. ‘Agatha ¿quién si no?’ Demuestra su capacidad de hacer un pastiche de referencias de cultura popular: la estética de la Senda, con el caminito que lleva hasta la casa, nos remite a ‘El mago de Oz’, pero la casa las transforma en personajes sacados directamente de un episodio de ‘Big Little Lies’.
En la casa encuentran una carta con una adivinanza que les da a entender que tienen que beberse una botella de vino. Eso mismo es lo que hacen todas, menos el adolescente (cuyo verdadero nombre todavía es un misterio), que por su edad todavía no puede consumir alcohol. Pronto se dan cuenta de que el vino es un veneno, y es cuando Jennifer tiene que poner en práctica todos sus conocimientos sobre pociones para prepararles un antídoto en tan solo 30 minutos.
A raíz del veneno, cada una de las brujas se enfrenta a sus miedos en forma de alucinaciones, aunque todavía no sabemos bien lo que significa cada una. La señora Davis ve a Wanda, Alice ve a su madre, Jennifer a un hombre que intenta ahogarla, y Lilia a una chica con un vestido renacentista con la que habla en italiano. Cada una de estas pequeñas escenas promete un misterio personalizado para cada personaje que se irá desenredando en cada episodio.
Pero la más llamativa de todas las alucinaciones, naturalmente, es la de Agatha: el llanto de un bebé la lleva hasta una cuna, pero, al retirar la sábana, encuentra el Darkhold en lugar de un niño. En el episodio anterior ya hubo una referencia pasajera al supuesto sacrificio de un hijo por parte de Agatha, pero este episodio lo hace más explícito: Jennifer le cuenta al adolescente que Agatha entregó a su hijo a cambio del Darkhold, el Libro de los condenados. Sin embargo, la alucinación tiene un gran efecto sobre Agatha, que parece horrorizada. ¿Tendría esa reacción si realmente hubiera sacrificado voluntariamente a su único hijo? ¿O simplemente está consumida por la culpa por lo que hizo?.
Tras las alucinaciones, las brujas consiguen el antídoto y la Senda les permite salir de la casa, aunque no sin bajas: cuando están de vuelta en el camino, el adolescente anuncia que Sharon, la señora Davis, está muerta.
Por lo pronto, el personaje de Agatha está en un territorio en el que nunca antes hemos visto a un protagonista en el UCM. No solo no es una heroína, sino que se mantiene firmemente en su rol de villana, y su única motivación —hasta ahora— es su interés propio. Agatha Harkness no es de fiar, y tiene un disfrute por la maldad gratuita que deja en evidencia a Loki, otro villano que ha tenido su propia serie.
Teorías: ¿Mefisto en el UCM?
Cualquier persona que viera ‘Bruja Escarlata y Visión’ cuando salió en 2021 y que participara del debate que se generaba en redes sociales semanalmente alrededor de la serie sabrá que lo que más se discutía eran las teorías de los fans sobre lo que realmente estaba ocurriendo en el pueblo de Westview. Una de las más prominentes era que el que estaba detrás de todo era Mefisto —la versión de los cómics de Marvel del diablo—, que en los cómics tiene mucho que ver con los personajes de Wanda y Agatha.
Un resumen rápido para los que no estén al tanto de los cómics: Wanda, la Bruja Escarlata, crea a sus hijos mágicamente a partir de dos fragmentos del alma de Mefisto, pero estos acaban siendo reabsorbidos por él.
A pesar de la certeza de los fans, las teorías resultaron ser erróneas, y Mefisto no tuvo nada que ver con los sucesos de ‘Bruja Escarlata y Visión’. No ha sido hasta ahora, casi 4 años después, que el villano ha sido mencionado por primera vez en el UCM. Mientras habla al adolescente sobre el sacrificio de Nicholas Scratch, el hijo de Agatha, Jennifer menciona que nadie sabe qué fue de él —algunos piensan que podría ser un agente de Mefisto.
El adolescente: ¿Billy Maximoff o Nicholas Scratch?
Todavía no sabemos cómo se podría incorporar la historia de Mefisto a la de los personajes que nos conciernen, y podría tratarse de un simple guiño meta a los fans. Sin embargo, no podemos ignorar que todo vuelve a conectarnos una vez más a la identidad secreta del adolescente interpretado por Joe Locke.
El resto del aquelarre descubre por fin el sello que impide que conozcan su identidad, y descubrimos algo que puede ser importante: el hechizo sirve para impedir que las brujas sepan quién es, por lo que una persona normal no debería verse afectada por él.
Este episodio suelta varias pistas que indican que el adolescente podría ser el hijo perdido de Agatha. En la conversación con él, Jennifer comenta que Agatha probablemente no reconocería a su propio hijo si lo tuviera delante. Pero las pistas son demasiado obvias, casi como si nos intentaran convencer de que el adolescente es Nicholas Scratch. La mención de Mefisto, por otro lado, sigue apuntando hacia la teoría que se mantiene más probable: que el adolescente es Billy Maximoff, el hijo de la Bruja Escarlata.
¿Es Rio Vidal la hija de Mefisto?
Aunque la presencia de Rio Vidal, interpretada por Aubrey Plaza, se ha echado de menos en este tercer episodio, hay quienes teorizan que ella también podría estar relacionada con Mefisto. En los cómics, el villano tiene un hijo llamado Corazón Negro. Esta teoría está todavía en ciernes, pero, en el primer episodio, la propia Rio habla de su “corazón negro”. En el segundo, Lilia le da a Agatha una lista de brujas para su aquelarre, la última de las cuales es solamente un corazón negro en lugar de un nombre.
Crítica
Si cabe criticar algo de lo que esta serie nos ha ofrecido hasta el momento, es que los episodios deberían ser más largos. El misterio que rodea a todos los personajes es atractivo, pero lo que sabemos sobre cada una de las brujas y las relaciones entre ellas es escasísimo. Este episodio, por ejemplo, nos recuerda otra vez que Jennifer y Agatha se odian, pero sigue sin soltar prenda sobre el motivo. Con suerte, cada episodio nos irá dando más información sobre el pasado de cada una, porque, aunque la dinámica y entre las brujas es cómica y entretenida, los rasgos individuales de algunos de los personajes podrían perderse entre todo el ruido.
Es también el caso del adolescente, cuya identidad oculta nos impide saber cualquier información sobre él. Su personaje aporta un punto de vista de fanboy Generación Z divertido, y teorizar sobre su identidad es uno de los aspectos que mantiene la serie interesante, pero estaría bien tener una idea de quién es este adolescente como persona, más allá de un nombre o una relación de parentesco. Una duración de unos 45 minutos por episodio —en lugar de 35— beneficiaría enormemente a la serie.
Por lo demás, el episodio de esta semana ha ayudado a consolidar ‘Agatha, ¿Quién si no?’ como una serie con intenciones claras de moverse entre la comedia y el terror. Esta primera aventura nos confirma que las brujas tendrán que enfrentarse a un reto distinto y personalizado en cada episodio, lo cual es una gran noticia.
Esto quiere decir que la serie está comprometida a su formato episódico, y que podremos disfrutar de una divertida —y terrorífica— aventura semanal con una estética distinta, además de una serie de arcos de temporada que probablemente confluirán en un gran clímax. Al contrario que muchas miniseries que son, en realidad, películas troceadas, ‘Agatha, ¿Quién si no?’ no tiene miedo de ser una serie de televisión. Ya disponible en Disney+.