Desde su debut en DC Comics en 1939, Batman ha aparecido en nuestras pantallas en numerosas ocasiones. Tan solo en la historia más reciente, directores de la talla de Tim Burton y Christopher Nolan han llevado a cabo sus propias adaptaciones cinematográficas de la historia del superhéroe enmascarado. El último en hacerlo fue Matt Reeves en 2022. Poco después del éxito de su ‘The Batman’, Warner Brothers anunció la producción de una serie spin-off sobre uno de sus villanos más célebres: ‘El Pingüino’. Ahora, finalmente, ha llegado a la plataforma Max.
Tras los sucesos de ‘The Batman’, Gotham se ve –como de costumbre– sumida en el caos, y el reinado de familia Falcone, que controla la ciudad, flaquea por primera vez en mucho tiempo. Nuestro protagonista, Oswald Cobb, un mafioso de poca monta, decide aprovechar para mejorar su posición en el mundo del crimen y demostrar que la única lealtad que tiene es a sí mismo.
El primer episodio de ‘El Pingüino’ es todo lo que esperábamos y más. Muy en la línea de ‘The Batman’, es una vía de entrada a una Gotham oscura, destrozada por la corrupción y el crimen. Al contrario que la gran parte de la ficción sobre los superhéroes y los mundos que habitan, que tienden a tramas progresivamente abstraídas, ‘El pingüino’ es una serie con los pies en la tierra. El punto de vista es el de las calles y todos aquellos que se mueven por ellas para salir adelante.
No hay que dejar, sin embargo, que nos engañe el envoltorio. Sí, ‘El pingüino’ es una serie oscura sobre mafiosos, pero bajo todas esas capas de suciedad se esconde un tono humorístico y extravagante que hace justicia al material de los cómics en el que se inspira.
‘El pingüino’ hace un muy buen trabajo caminando justo por encima de la línea que separa la comedia y el thriller, inclinándose más hacia un lado u o el otro según le convenga en cada momento. Incluso los momentos de violencia mantienen una esencia que roza el ridículo, que exagera hasta el punto de la comedia. Colin Farrel (‘La matanza de un ciervo sagrado’, ‘Almas en pena de Inisherin’), que ya encarnó el papel en ‘The Batman’, vuelve a ponerse en la piel del Pingüino. En este caso, «ponerse en la piel» tiene un significado literal —Farrel está irreconocible bajo capas y capas de maquillaje.
¡OJO! A partir de aquí habrá Spoilers del primer episodio de ‘El Pingüino’
A través de Farrel, vamos conociendo rápidamente a Oswald Cobb en este primer episodio. Empieza como un criminal más bajo el yugo de los Falcone. Tras la muerte de Carmine Falcone en ‘The Batman’, es su hijo, Alberto, quien queda a cargo del reino. Pero su mandato dura poco tiempo, ya que en un arrebato de mal humor, Oz le mata a sangre fría.
Y es que, aunque la serie mantiene esa esencia de los cómics, queda claro rápidamente que el Pingüino de Farrel no es el mismo que el relamido Oswald Cobblepot de las historietas. No es el clásico villano intrínsecamente malvado, sino un hombre orgulloso que pasa en un abrir y cerrar de ojos de ser un afable bonachón a alguien que te asesina por reírse de él.
Es por ello que acaba aliándose con un adolescente llamado Victor Aguilar (Rhenzy Feliz), a quien pilla intentando robarle las llantas del coche. Primero está decidido a matarle, pero acto seguido cambia de parecer y le convierte en su lacayo, que le ayuda a poner en marcha su ascenso al poder. Su plan es apoderarse del negocio de la familia Falcone que, según le dijo Alberto momentos antes de que le pegara varios tiros, estaban esperando un cargamento de una nueva a droga que va a revolucionar por completo las calles de Gotham.
Con lo que no contaba Oz cuando asesinó al jefe mafioso es con que su hermana Sofia, interpretada por Cristin Milioti, está recién salida del Manicomio Arkham y lista para vengarse de quien haya sido el culpable de la muerte de su hermano. La interpretación de Farrel es el foco principal de la serie, pero Milioti es una agradable sorpresa: su Sofia Falcone es una explosión de intensidad, locura apenas contenida y sed de venganza que capta la atención de todos en cada escena en la que aparece. En una serie protagonizada por un villano, la antagonista tiene que ser mucho peor, y parece que Sofia Falcone lo va a ser.
A pesar de ser un spin-off directo de ‘The Batman’, ‘El Pingüino’ es una serie que se tiene en pie por sí misma. Es más, si no fuera por el hecho de que transcurre en la ciudad ficticia de Gotham y que conocemos a algunos personajes de los cómics, podría colar como una serie más sobre mafiosos y lucha por el control de las calles—una muy bien hecha.
La miniserie cuenta con la ventaja de que, a pesar de transcurrir en un universo ficticio y preexistente, es también uno limitado (por ahora). ‘The Batman’, aunque es propiedad de DC Studios, no forma parte del Universo Extendido de DC, como si lo hacen películas como ‘Wonder Woman’ o ‘Liga de la Justicia’. De esta manera, la narrativa propia que presenta ‘El Pingüino’ no queda aplastada bajo capas y capas de lore imposible de seguir sin haber visto todas y cada una de las películas anteriores.
Uno de los factores que funciona muy a favor de la serie es que tiene la suerte de correr a cargo de una plataforma como HBO. Esto quiere decir que se pueden permitir hacer un retrato fiel de la violencia propia de la situación que se está contando sin enfrentarse a las limitaciones que pondría otra empresa como, por ejemplo, Disney. Cada vez que piensas que el plano se va a cortar, se mantiene unos segundos de más para enseñarte la totalidad de lo que está ocurriendo, por muy violento que sea.
Parece que, después de años y años de ser la versión fallida de Marvel, DC Studios está encontrando su propio nicho de mercado, y aprovechando la caída en popularidad de su contrincante para establecerse como la productora de ficción de superhéroes de referencia. Veremos más de ‘El Pingüino’ el próximo viernes en la plataforma de Max con el estreno del segundo episodio.