En «Bliss», el episodio de esta semana de ‘El Pingüino’, la narración se centra en el personaje —hasta ahora— secundario de Vic. A través de un flashback potente y una subtrama individual, este personaje al que le faltaba un golpe de horno toma un papel más central en la historia. Por otro lado, la trama principal de la lucha de familias mafiosas y el juego de poder de Oz y Sofia Falcone se pone todavía más complicado.
‘El Pingüino’ Episodio 3: ¿Quién es Vic?(OJO Spoilers)
En episodios anteriores ya se había mencionado el pasado trágico de Vic, pero este episodio empieza situándonos en la noche en la que Riddler bombardeó Gotham y Vic, al igual que miles de personas en la ciudad, perdió a su familia. Aunque el flashback no aporta una gran cantidad de información nueva, nos permite conectar con Vic más directamente, e introduce a su novia Graciela, que desempeña un papel importante en el episodio.
Más allá de un par de momentos que mueven la trama de la mafia y la nueva droga que Alberto Falcone quería introducir en Gotham, el resto del episodio mantiene su foco en Vic. Graciela es un personaje poco desarrollado que cumple la función básica de intentar frenar el descenso a la vida de crimen de un personaje que, en principio, es bueno. Cuando se reencuentra con ella, Vic parece decidido a dejar de lado a Oz y escaparse con Graciela para rehacer su vida lejos de Gotham.
Como siempre ocurre con este tipo de personajes, acaban decepcionados cuando el otro no es capaz de alejarse de la oscuridad. Y así ocurre con Vic, que, cuando llega el final del episodio, pasa el punto de no retorno y se consolida como la mano derecha de Oz.
El episodio también deja espacio para que tengan lugar un par de conversaciones entre Oz y Vic que ayudan a ir entendiendo la dinámica que comparten, y que influyen sobre la decisión final de Vic. En una comida en la que están espiando a la esposa de Luca Falcone, Oz le pregunta a Vic sobre su padre y entendemos un poco más su visión del mundo, y cómo está va contagiando a su joven conductor. Oz está de acuerdo con el padre de Vic en una cosa: el mundo no está hecho para que los hombres honestos triunfen.
Pero, mientras que el consejo de su padre habría sido que intente cambiar el mundo, Oz le dice a Vic que, para ganar, hay que ensuciarse las manos. Aunque la conversación muestra el vínculo que poco a poco se está formando entre ambos, también nos enseña lo naturalmente que le sale a Oz la manipulación—un eco de las pocas interacciones que hemos visto entre él y su madre.
Cuando, más adelante, Oz descubre que Vic planeaba huir con Graciela, se lo toma como una gran traición. Insiste en que le ha dado a Vic todo lo que tiene, y que sería un error pensar que está por debajo de él y dejarlo pasar. Se ofende porque Vic piensa que no le dejaría irse, pero incluso cuando le dice que puede marcharse, le está apuntando con una pistola.
Una alianza complicada
Las cosas entre Oz y Sofia tampoco funcionan del todo bien. Están trabajando juntos para controlar el bajo mundo de Gotham, pero el delicado juego de lealtades de Oz tiene las alarmas de Sofia activadas, y no consigue fiarse de él por completo. Además de su historia reciente, hay algo más del pasado conjunto de estos personajes que todavía desconocemos. No se desvela exactamente qué hizo, pero parece ser que, 10 años atrás, Oz traicionó a Sofia para ganarse la confianza de su padre, y esto hizo que ella acabase en Arkham.
Hasta ahora, pensábamos que Sofia fue a Arkham por una serie de asesinatos que le ganaron el apodo «El Ahorcado», pero su conversación con Oz en este episodio parece apuntar a que no todo es tan simple. Asesina o no, Cristin Milioti interpreta a Sofia como una verdadera bomba de relojería; una mezcla de calma y nerviosismo que es lo mejor de cada episodio semana tras semana.
El plan de Alberto, que resulta ser más un plan de Sofia, se pone en marcha. Bliss, la nueva droga que quieren mover en Gotham, es un líquido rojo que sale de las esporas de unas setas, y el primer cargamento viene desde Arkham. Sofia habla del Bliss como una nueva forma de control de las masas, que necesitan la droga para lidiar con la situación de la ciudad, y da a entender que el Bliss se utilizaba sobre los presos en Arkham sin dar muchos detalles.
El trabajo de Oz es conseguir distribución para la nueva droga, ya que no pueden contar con el poder de los Falcone. Oz tiene un contacto en las Triadas de Chinatown pero, como de costumbre, no se fían de él (ni de la «inestable» Sofia). Para ganarse su apoyo, tienen que hacerles ver que no están solos en esto, y que están respaldados por alguien importante dentro de la familia.
Oz miente y dice que Johnny Viti está con ellos, y por fin tiene la oportunidad de chantajearle usando las fotos íntimas de él con la mujer de Luca Falcone. Viti no se toma en serio las amenazas y se ríe de Oz llamándole El Pingüino, y la escena se convierte en algo que recuerda a la del primer episodio, cuando Oz mata a Alberto por burlarse de él. Colin Farrel demuestra la facilidad con la que puede quitarse las capas de villano afable para convertirse en un hombre violento e inseguro.
Sofia observa la situación impasible, pero sin duda evaluando al hombre que tiene delante. Más tarde, decide plantarle cara y recordarle que es ella la que está por encima, y que él sigue siendo un ayudante de gente más importante. En su reunión con el líder de las Tríadas, es ella la que toma el mando y consigue venderle el producto. Su confianza en el bliss parece adecuada, y la primera prueba que hacen en una discoteca va sobre ruedas, vendiéndose por precios cada vez más altos.
Pero la pareja de negocios de Sofia y Oz no va tan bien. El acuerdo con las Tríadas está hecho, pero Sofia no está satisfecha. En el clímax emocional del episodio, Oz admite que traicionó a Sofia, pero también confiesa que no se arrepiente. Esa es, al fin y al cabo, su visión del mundo: para llegar a donde quieres tienes que ponerte por delante de los demás.
Justo cuando su honestidad está convenciendo a Sofia, todas las variables con las que ha estado haciendo malabares Oz se cruzan en un mismo punto. Aparece una furgoneta de la que emerge Nadia Maroni con varios hombres que les apuntan por pistolas. Parece que Oz no estaba siendo tan sigiloso en su juego a tres bandas, y le empieza a pasar factura. Sofia, que estaba a punto de bajar la guardia, ahora sabe que ha estado hablando con los Maroni.
Por suerte para Oz, su manipulación de Vic es efectiva, y el chico es incapaz de abandonar la vida del crimen mientras puede. Volviendo al club en el coche de Oz, ve la escena y, sin pensarlo dos veces, atropella a los Maroni. Oz se sube al coche y escapan, dejando atrás a Sofia.
Aunque es poco probable que Sofia sufra daños irreversibles, este parece ser el final de su corta asociación con Oz, que le ha mostrado su verdadera cara. El Pingüino, una vez más, está solo—excepto por Vic.
Podéis ver el episodio 3 de la serie ‘El Pingüino’ en Max.