Al contrario de lo que puede sugerir su título, ‘Vuelta a casa’, el quinto episodio de El Pingüino, nos devuelve al presente tras dos semanas seguidas con episodios situados en el pasado.
¡OJO Spoilers! A partir de aquí habrá spoilers de la serie El Pingüino
Aunque las historias del pasado de Vic y de Sofia que vimos en las dos últimas semanas, eran completamente necesarias para el correcto desarrollo de la serie y de los personajes, se agradece que la serie vuelva a ponerse en marcha. Con tan solo tres episodios restantes en la temporada, ahora todas las piezas están cuidadosamente colocadas sobre el tablero y es hora de pasar a la acción.
Cuando una serie tiene a un villano como protagonista, uno de los mayores retos es encontrar a un personaje que suponga una amenaza suficientemente grande como para antagonizarle. Así pues, podemos decir que El Pingüino no solo está siendo la historia de origen de Oz Cobb, sino que nos está enseñando el ascenso paralelo al poder de Sofia Falcone. El primer episodio de la serie prometía una gran rivalidad entre ambos personajes. Mientras que, por el medio, ha habido un desvío en la forma de una fugaz alianza entre ellos, por fin nos acercamos de nuevo al cara a cara que definirá el final de la serie.
Este episodio pone a prueba la teoría de que un personaje no tiene por qué ser moralmente bueno para que le apoyemos como audiencia. Ya sabíamos que Oz era un hombre reprobable, pero era fácil olvidarse de sus actos en episodios anteriores, cuando utilizaba su fachada amigable para buscar aliados en el mundo del crimen. Ahora, solo y desesperado, recurre a la violencia extrema y no perdona a nadie que se atreva a cruzarle.
Por otro lado, el último episodio de El Pingüino nos muestra más de su compleja relación con su madre Francis. Lo que vemos no es nada nuevo —sus apariciones anteriores ya dejaban claro su carácter psicológicamente abusivo—, pero, entre toda la violencia de ‘Vuelta a casa’, son quizás las palabras de Francis a su hijo lo que más duele de todo.
Sin embargo, mientras que cada atrocidad que comete Oz sale de su desesperación y de su miedo a ser subestimado, Sofia va labrando su camino con mano de hierro. Oz actúa con despecho, Sofia, con inteligencia. Podemos empatizar con Oz y todas las inseguridades que le han llevado a ser quien es, pero no va a ser tan fácil ponerse de su lado cuando llegue el momento del enfrentamiento cuando tenemos otra historia de superación igual de interesante (o más) en el personaje de Sofia.
Una semana más, El Pingüino demuestra que es mucho más que un sustituto temporal de The Batman para mantener la emoción de los fans mientras esperan a que se estrene la secuela del Caballero Oscuro. La serie es una historia que se tiene en pie por sí misma, plantada firmemente en el mismo universo sórdido pero descabellado, pero con su propio microcosmos de historias y personajes.
Es, además, un alegato a favor de la televisión en más puro estado, con episodios semanales que contienen arcos propios además de contribuir a una trama principal, y con finales que te dejan con ganas de más. Los episodios de una hora permiten hacer un estudio de personaje de Oz, pero también del resto de personas que habitan su pequeña esquina del universo, lo cual sería prácticamente impensable dentro de los límites de una película.
¡OJO! A partir de este punto habrá spoilers del Episodio 5 de El Pingüino
De cara a los tres últimos episodios de la serie, el panorama está más complicado que nunca. Después de matar a todos los Falcone en la secuencia final del episodio de la semana pasada, Sofia sigue adelante con su plan de hacerse con el poder de su familia, y de paso aprovecha para hacer un rebranding. La familia Falcone ya no existe, y no quiere asociarse de ninguna manera con el legado ni la ética de trabajo de su padre.
Tras conseguir que Johnny Viti le de el dinero de su padre y matarle a sangre fría delante de los súbditos restantes de su familia, les convence de unirse a ella, no como Falcones, sino como Gigantes, en honor al apellido de su madre. La guerra de familias no le interesa; su único objetivo es matar al hombre que asesinó a su hermano—Oz. Sofia, tomando una decisión arriesgada pero con potencial, visita a Sal Maroni y le ofrece una alianza de familias.
Maroni, por su parte, tiene todos los motivos del mundo para unirse a ella. Para recuperar el cargamento de Bliss que le robaron los Maroni, Oz secuestra a su hijo. En el intercambio, como de costumbre, les traiciona y acaba quemando vivos al hijo y a la mujer de Sal. Es una muestra de poder, pero también de estupidez, ya que en el proceso arruina todo el cargamento de Bliss, a excepción de dos cubos.
Oz, junto con su madre y Vic, se ve obligado a recluirse en el barrio de Crown Point en el que creció. Allí, en una estación subterránea de trenes abandonada, es donde decide establecer su nueva base de operaciones plantando más Bliss. Su nueva guarida es una pequeña victoria, pero, mientras que cada decisión de Sofia la lleva más alto, él está solo, escondido bajo tierra. Las cosas no pintan del todo bien para El Pingüino.
El quinto episodio de El Pingüino ya está disponible en la plataforma de Max.