Siete años después de su última entrega, la saga de ‘El Planeta de los simios’ vuelve por todo lo alto con una nueva película. ‘El reino del Planeta de los simios’ continúa la exploración del mundo que plantearon sus predecesoras, y trae consigo nuevos personajes, nuevas historias, y nuevas cuestiones interesantes sobre las que reflexionar, como ya es costumbre en esta franquicia.
El listón estaba muy alto. La trilogía de películas estrenadas entre 2011 y 2017 (‘El origen del planeta de los simios’, ‘El amanecer del planeta de los simios’ y ‘La guerra del planeta de los simios’) contaba una historia prácticamente perfecta. Empezando con la rebelión de los simios en un mundo tal y como el nuestro, fue avanzando hacia un universo irreconocible en el que los simios eran cada vez más inteligentes y organizados.
No solo exploró el conflicto entre simios y humanos, sino que abarcó cuestiones más profundas sobre el significado de la humanidad. Todo ello estuvo articulado a través de la figura central de la saga: el simio César, que es criado por una familia humana y se acaba convirtiendo en el sabio y fuerte líder de todos los simios.
‘El reino del planeta de los simios’: tras el legado de César
En la nueva película, César no es más que un recuerdo lejano. Han pasado 300 años de su reinado y los simios viven divididos en clanes. Han evolucionado —ahora hablan de forma mucho más fluida y son la especie dominante—, pero no conocen su propia historia, de dónde vienen y cómo han llegado a ser lo que son. Los humanos, por su parte, han involucionado en su mayoría. Quedan pocos, y muchos de ellos vuelven a ser como los humanos prehistóricos, incapaces de hablar y viviendo como salvajes.
¡OJO SPOILERS! A partir de aquí puede haber spoilers de la nueva película o de otras películas de la saga
Pronto conocemos a nuestro nuevo protagonista, Noa, un joven simio que vive pacíficamente en el Clan de las águilas. Su clan es atacado por otra facción de simios que asesinan a la mayoría y se llevan a los supervivientes. Noa consigue escapar y emprende un viaje para recuperar a sus amigos y su madre, y traer a todo su clan de vuelta a casa.
En el camino conoce a Raka, un orangután perteneciente a la Orden de César, un grupo menguante dedicado a la preservación de las enseñanzas del antiguo líder. A ellos se une también una joven humana de la que Noa desconfía. Para su sorpresa, la humana es de las pocas que no ha involucionado y sabe hablar— se llama Mae y está sola.
Su aventura les lleva hasta Proximus, un simio que dice ser el sucesor de César, y que tiene como objetivo crear un gran reino unificado para los simios. Para ello, quiere acceder a un búnker que contiene tecnología humana del viejo mundo con la que los simios podrían acelerar años y años de evolución. Mae; que no quiere que los simios se apoderen de esta tecnología, y Noa; que está en desacuerdo con la tiranía de Proximus, trabajan juntos para vencer a este enemigo común.
La sombra de César está presente a lo largo de toda la película, especialmente con las menciones constantes al icónico personaje. Es uno de los héroes mejor construidos de los últimos tiempos en el cine, por lo que no es fácil continuar una saga sin él. El momento en ‘El amanecer del planeta de los simios’ en el que los humanos escuchan hablar a César por primera vez sigue siendo impactante a día de hoy. Sin embargo, Noa demuestra ser un protagonista contundente. Es distinto a César, más impulsivo y, sobre todo, menos familiarizado con los humanos. Pero durante la película va cogiendo fuerza y se convierte en un buen líder.
La pregunta que rodea la película —al igual que a todos los reboots y continuaciones— es simple— ¿cuál es su razón de ser? Desde el punto de vista más cínico y desencantado con Hollywood, la única respuesta posible es que los estudios solo buscan generar más dinero a partir de una franquicia existente, en lugar de optar por la creatividad. Y, aunque es cierto que a menudo esa es la realidad, hay casos en los que merece la pena mantener cierta fe en la industria cinematográfica.
‘El reino del planeta de los simios’ tiene algo que aportar a la franquicia. Aunque el final de la película anterior es concluyente, está abierto a infinitas posibilidades. Una vez terminada la guerra con los humanos, los simios crean sus propias sociedades. En esta nueva película, el director Wes Ball explora un mundo completamente distinto, y un conflicto interno que surge cuando los simios intentan organizarse. A su manera, continúa preguntándose cuál es la verdadera diferencia entre simios y humanos, si los simios están destinados a cometer los mismos errores que los hombres, y existe una forma de que ambos coexistan pacíficamente.
El problema más grande de la película está en su ritmo. Aunque el acto final es emocionante —como es tradición en esta saga—, le cuesta arrancar. La tarea de establecer un nuevo contexto y una serie de personajes que no conocemos pesa sobre todo sobre el primer acto de la película, que da la sensación de avanzar sin un rumbo claro. No es hasta que los protagonistas llegan al reino de Proximus que realmente se establece la tesis de la película, y entendemos cuál es el arco que nuestro héroe debe completar.
Cuando la película consigue calentar sus motores, sin embargo, lo que queda fluye sin muchos más baches. Lo que representa el villano —la perversión del legado y la manipulación populista— es una amenaza interesante, y la mayoría de los personajes principales son distinguibles y perfilados. La humana, Mae, es quizás la más enigmática, aunque el final abierto de la película da a entender que descubriremos más de ella en las próximas secuelas. Los humanos no están en su mejor momento, pero no están dispuestos a renunciar a su lugar en la Tierra.
Más allá de lo narrativo, el aspecto que no se puede dejar de mencionar para hablar de las películas de ‘El planeta de los simios’ es el visual. Es fascinante observar el progreso desde la saga original de los años 60, en la que los simios eran actores maquillados y con trajes de pelo, hasta ahora. El nivel de realismo que alcanzan los simios a través de la tecnología de motion capture es increíble. Todos ellos tienen una cualidad humana, una expresividad en los rasgos y una presencia notables.
En ciertos momentos, es fácil olvidarse que lo que vemos está generado digitalmente y no son simios de verdad. Quizás lo más difícil de digerir en esta entrega es lo bien que hablan los simios, que han pasado en 300 años de palabras sueltas y lenguaje de signos a oraciones perfectamente articuladas. Todo ello está acompañado por un fantástico trabajo de diseño de personaje, que le da a cada simio sus rasgos propios y los hace únicos y reconocibles.
Al fin y al cabo, aunque podríamos pasar horas debatiendo sobre la necesidad de reanimar una franquicia que ya había completado su narrativa, lo cierto es que siempre es un placer ver una película nueva de esta saga. ‘El reino del planeta de los simios’ demuestra que todavía pueden salir de Hollywood películas de acción y aventuras bien hechas, visualmente impactantes y con cosas interesantes que contar.