Seguro que has visto en muchos sitios -o tu mismo- en el televisor del salón una chimenea virtual, dando calidez a la estancia al simular una auténtica chimenea real. En principio no deberías tener ningún problema, siempre y cuando tu televisor no sea un modelo OLED. Si lo es, en principio no deberías preocuparte si solo vas a ponerlo hoy, día 31 de diciembre, para crear ambiente. Pero cuidado si ya lo has puesto varias veces con anterioridad y especialmente en modos de imagen con mucho brillo, ya que podrías llegar a producir un quemado o retención de imagen permanente.
Este artículo no es para crear alarmismo, insistimos: incluso si tienes un televisor OLED no debería pasar nada por ponerlo para amenizar la cena. El problema viene del abuso: si es una práctica habitual nuestra y tienes un televisor OLED…mala combinación. Por si no sabéis de que vídeo hablamos, nos referimos al de la Chimenea en tu hogar disponible en Netflix (aunque dado su éxito, posteriormente varios servicios de streaming aprovecharon para lanzar algo similar).
La nochevieja te puede salir cara: cuidado con el vídeo de la chimenea en tu televisor OLED
Si no tienes la posibilidad de tener una chimenea real en invierno, pero si te gusta tener el look que dan en un hogar, mucha gente ha optado por usar vídeos que la simulan como el citado de la chimenea de Netflix. Además, al tener modelos OLED donde su negro es perfecto y su contraste infinito, si apagamos las luces podemos llegar a creer que la chimenea es totalmente real, sin fugas algunas de luz y con un color perfecto. Pero hay un pero.
El tener un elemento constantemente emitiendo color rojo y naranja con un nivel de brillo alto, puede llegar a producirnos un quemado permanente. Ya hemos hablado antes de cómo funcionan, pero básicamente cada subpíxel es un emisor de luz propio, capaz de encenderse y apagarse por si solos -de ahí el contraste tan bestial que tienen-. Sin embargo, los paneles OLED son orgánicos, por lo que si tenemos una zona como es la chimenea con una luminosidad muy alta, acabará desgastándose esa zona y no el resto del panel.
Con el tiempo y si seguimos con el mismo desgaste en la zona afectada, ese marcado puede quedarse para siempre, siendo imposible ya por el televisor de igualar el resto del panel en brillo y acabará convirtiéndose en permanente. O lo que es lo mismo, un quemado. Volvemos a insistir: esto no ocurrirá por poner unas cuantas veces el famoso vídeo, si no que es algo recurrente: si se abusa cada día del mismo vídeo y con modos de imagen muy agresivos, acabaremos con un quemado. Y especialmente si ponemos modos como Vívido o Deportes, que acentúan aún más el problema.
Si aún así quieres poner la chimenea en tu OLED, sigue estos consejos para minimizar problemas
Este apartado del artículo iría destinado a aquellos que quieren poner el vídeo de la chimenea de forma recurrente -tampoco todos los días- en sus teles OLED. Siguiendo estas pausas, podrías hacerlo asumiendo un muy pequeño -pero riesgo al fin y al cabo-:
- Mantén a raya el nivel de luz del panel. En la mayoría de televisores suele llamarse Brillo de pantalla o simplemente «Brillo» o incluso «Luz OLED«. Intenta dejarla en 25 o 30 puntos -sobre 100- como máximo.
- Usa modos de imagen correctos, como el modo FILMMAKER y huye del modo Vívido o similares, que abusan de tener muchísima más luz -y además es luz azul que es aún peor para los subpíxeles del panel OLED-.
- Haz descansos cada par de horas de visualización para que el panel pueda efectuar sus ciclos de compensación.
- Nunca cortes la corriente del televisor por las noches o cuando te vayas del hogar, ya que impedirás, de nuevo, que el televisor realice sus ciclos de compensación.
- Utiliza los diversos mecanismos de protección que tiene el panel, tales como el ASBL, Píxel orbiter o los apagados automáticos cada 4 horas tras no detectar movimiento. Ayudarán a que el panel trabaje de forma más relajada.