A menudo se habla sobre dispositivos y equipos que utilizan un DAC como amplificadores para el sonido, o tarjetas de sonido y muchos más. Pero muchas veces los usuarios siguen teniendo dudas sobre qué es y cómo funciona un DAC en la reproducción musical de un dispositivo, por lo que a continuación os vamos a explicar en qué consiste.
En primer lugar vamos a explicar que es un DAC o también llamado Digital to Analogue Converter. Se trata de un conversor que transforma la señal digital en analógica. Y es algo que siempre está presente cada vez que escuchamos música, ya que el sonido que escuchamos y emiten los dispositivos es analógico, a través de ondas que emiten los auriculares o altavoces y que posteriormente nuestro oído va a captar y procesar para enviarle la información al cerebro.
Gracias al DAC va a permitir esta conversión de sonido, llevando a cabo una transformación de la información en forma de cero y unos a partir de un archivo digital que esté almacenado en el ordenador, disco óptico, memoria USB o cualquier otro a un impulso sonoro. Y en función de la calidad del DAC va a dar como resultado una calidad sonido mejor o peor.
La importancia de elegir un buen DAC
El DAC es el encargado de realizar la conversión de digital a analógico y para conseguir una buena calidad en el sonido este tiene que tener unas características muy concretas, una de las principales es tener capacidad para trabajar con diferentes frecuencias de muestreo además de niveles de cuantificación. También intervienen factores como la relación señal a ruido o la distorsión armónica que emiten los dispositivos. Por ejemplo existen DAC que son compatibles con archivos 16, 24 o 32 bits y frecuencias de 44,1 KHz, 48 KHz, 96 KHz, 192 KHz, etc.
Para poder escuchar música en alta calidad siempre es recomendable utilizar un equipo de sonido que incorpore DAC y que pueda procesar el audio en el archivo que queramos como DSD, ficheros 24 bits/96 KHz o 24 bits/192 KHz. En DAC se incorporan los circuitos que se encargan de la crítica conversión entre los datos digitales para pasarlos a analógicos, por lo que debe interpretar bien cualquier formato que reciba ya que si no es así no puede descodificarla.
Por lo que podríamos llegar a la conclusión de que un DAC de alta gama puede ofrecernos una mejor calidad de sonido, pero esto no tiene por qué ser así. Y es que la mayoría de equipos que se encargan de reproducir el sonido ya integran un DAC y estos ya cumplen su función.
¿Se nota la diferencia?
Para saber diferenciar el sonido entre uno y otro modelo hace falta tener un oído muy preciso y pararse a escuchar con atención para llegar a notar el cambio, sobre todo cuando el resto de elementos del dispositivo no acompañan y más concretamente en una fuente de sonido musical.
A pesar de que los dispositivos ya integren un DAC, a veces puede ser recomendable tener un DAC dedicado para que la diferencia de sonido se nota claramente, sobre todo en ordenadores o portátiles que tengan una placa base de gama media, o los mismo teléfonos de gama media o baja y tablets con una salida analógica de audio.
Para estos dispositivos lo habitual es que haya conversores de gama media o baja y unas prestaciones muy limitadas, por lo que contar con un DAC externo conectado a través de un USB o por una tarjeta de sonido PCI va a mejorar considerablemente el sonido de serie, además de incluir muchas más funciones enfocadas al sonido para películas y juegos.
Decidir sobre hacerte con un DAC externo para complementar su dispositivo de sonido depende mucho sobre los equipos que tengamos en casa, de la calidad de los archivos que queremos reproducir o también nuestra exigencias a la hora de escuchar el audio. También ofrece la posibilidad de utilizar equipos más antiguos pero conectando unas fuentes de sonido del momento.