10 formas de ordenar y ocultar los cables de tus altavoces de cine en casa

Durante estos días seréis muchos los que aprovecharéis las ofertas para comprar un nuevo televisor o un nuevo sistema de sonido para vuestro salón o sala multimedia. Es emocionante sin duda, pero la incorporación de algunos dispositivos a nuestras salas conlleva algunos dolores de cabeza. Y uno de los más habituales son los cables. Si optáis por una barra de sonido quizás no sea tanto problema, pero si vuestra elección consiste en un receptor AV y un conjunto de altavoces, la cosa cambia. Y es que vais a necesitar tirar cable desde el receptor hasta todos los altavoces del sistema, incluyendo los Atmos si los tenéis.

Por desgracia la mayoría de nosotros no tenemos la posibilidad de contar con una sala dedicada en nuestra casa, así que en la mayoría de las habitaciones tener cables de altavoz por los suelos no es demasiado recomendable (incluso si tienes una sala dedicada tampoco lo es). A los de los altavoces debemos sumar también el del o los subwoofers, así que podemos llegar a tener un suelo inundado por «serpientes» de cables. Es antiestético e incluso peligroso. Y todo ello es todavía peor si tienes un sistema de sonido envolvente con altavoces Dolby Atmos en el techo.

Así que de alguna forma tenemos que ordenar este desastre, ¿no?. Afortunadamente, existen muchas formas de ocultar los cables de los altavoces para que no se vean ni se pisen. Algunas opciones son más sencillas que otras y conllevan distintos costes en términos de tiempo y dinero. Pero, en aras de una apariencia limpia y la tranquilidad del hogar, hacer el esfuerzo de ocultar los cables de los altavoces tiene grandes beneficios. Así que vamos a ver 10 formas de ordenar y ocultar los cables de los altavoces de nuestro sistema de cine en casa.

Las mejores formas de ocultar los cables de los altavoces

Vamos a ir viendo diferentes opciones, ordenadas desde la más fácil de llevar a cabo a la más complicada. La primera de ellas sería intentar utilizar la decoración de la sala. Si tienes cuadros, estanterías o cualquier otro objeto de decoración colgado en la pared, puedes intentar pasar el cable de los altavoces por detrás de ellos para que no se vean tanto.

Otra forma de organizar los cables es utilizar clips con clavos integrados o con adhesivo. Estos nos permiten fijar los cables de los altavoces a la pared o el techo de la habitación. Es una solución sencilla, pero debemos tener en cuenta que no quedarán totalmente fuera de la vista, aunque sí del paso.

Si eres de los que les gusta la iluminación LED y tienes el salón con tiras LED instaladas en techos o paredes, muy de moda últimamente, puedes aprovechar las tiras de luz para pasar los cables de los altavoces junto a ellas. De esta forma los cables pasarán completamente desapercibidos, aunque sigan estando a la vista.

Otra muy buena forma de pasar los cables de una forma sencilla y discreta es aprovechar las alfombras o incluso la moqueta, si es que queda alguien que tenga moqueta en su casa. Quizás no tengas una alfombra que ocupe todo el salón, pero sí es muy habitual tener una alfombra en la zona entre el televisor y el sofá. Eso sí, para usar esta opción lo ideal es que utilices cables planos.

Y ya que hablamos de cable plano, si optas por este de cables puedes incluso pegarlo directamente a la pared. De hecho, algunos como el que os hemos puesto sobre estas líneas, permiten pintarlo para que pase totalmente desapercibido. Eso sí, como podéis ver, no es precisamente económico. Pero al menos quedará muy bien integrado, aunque tendré que tener una pared sin gotelé.

Otra solución similar es utilizar canaletas lo más planas que encontremos y pintarlas en el mismo color de la pared. Existen varios fabricantes que hacen canalizaciones para cables largos, incluso haciendo formas para sortear columnas u otros escollos arquitectónicos.

Y hablando de elementos arquitectónicos, puedes aprovecharlos para ocultar los cables. El ejemplo más claro lo tenemos en los techos, donde la mayoría de nosotros tenemos molduras que podemos usar para ocultar los cables. También los rodapies del suelo o similares. De hecho, de estos últimos, existen modelos especiales que cuentan con canalizaciones para cables en su interior.

Aunque actualmente no se llevan tanto como hace algunos años, una opción que también podemos explorar es colocar molduras de pared. Estas se instalan horizontalmente, generalmente a media altura, y algunas marcas fabrican opciones que un hueco interior para cables. Además, generalmente se pueden pintar, así que no es que no se vayan a ver, pero pueden pasar más desapercibidas.

Por supuesto la solución más estética es ocultar los cables de los altavoces en la pared mediante lo que en España se conoce como regatas o rozas. Este método permite lograr la máxima invisibilidad de los cables, al pasar los mismos por el interior de las paredes de la sala. Sin embargo, es un método complicado si no estamos en plena fase de reforma o construcción de nuestra vivienda. Se puede hacer, por supuesto, pero tendremos que «liarla parda» y además, a no ser que seamos muy manitas, lo ideal sería contratar un profesional. Eso sí, si las paredes son de pladur, el proceso puede ser bastante más sencillo.

Para finalizar, tenemos una opción de la que ya os hemos hablado en otras ocasiones. Nos referimos a utilizar algunas de las soluciones que «convierten» los altavoces en inalámbricos. La tecnología inalámbrica nos permitirá evitar cables por medio de la sala, pero también tiene algunas desventajas, como posibles desincronizaciones o un pequeño lag. Eso sí, si optamos por buenos equipos será más fácil que nos funcione todo correctamente. Os dejamos por aquí el artículo en el que explicamos cómo convertir un subwoofer en inalámbrico.

Todas estas opciones nos permitirán ocultar o al menos disimular los cables de los altavoces de nuestro sistema de cine en casa. Algunas son fáciles y económicas, mientras que otras son difíciles y costosas. Pero al final, tendrás como recompensa una habitación limpia y ordenada que te permitirá concentrarte en lo que es importante: el sonido.

Vía | SVS