La decimocuarta temporada de ‘Doctor Who’ está llegando a su fin. Su séptimo y penúltimo episodio nos transporta a la Inglaterra del siglo XIX, en la era de la Regencia, para un último desvío en el camino antes de que todos los arcos narrativos concluyan en el final.
Esta semana en ‘Rogue’ no descubrimos nada nuevo sobre el gran misterio de Ruby Sunday, pero tenemos un episodio que recuerda a clásicos de la serie como ‘La chica en la chimenea’, en el que el Doctor se adentraba en la vida de la alta sociedad parisina del siglo XVIII. En este caso, Ruby y el Doctor aterrizan en su destino con la intención de vivir su fantasía de ‘Bridgerton’. Como no podría ser de otra manera, su diversión es interrumpida por una amenaza extraterrestre.
OJO spoilers de Doctor Who
Los Chuldur, una raza alienígena de “shapeshifters”, se han infiltrado en la aristocracia inglesa con el único objetivo de pasárselo bien. Su apariencia real es de aves antropomorfas, pero son capaces de adoptar los rasgos de cualquier persona —por supuesto matándola en el proceso. Como el propio Doctor explica, son como un grupo de fans de una serie de televisión haciendo cosplay de sus personajes favoritos. La única diferencia es que sus fines son mucho más destructivos; pretenden ir subiendo escalones sociales hasta acabar con el mundo entero.
El Doctor se da cuenta rápidamente de que algo no va bien gracias a unas interferencias en su destornillador sónico, deja a Ruby seguir divirtiéndose en el baile y se pone a investigar. Pronto detecta a un hombre observando el bullicio de la fiesta desde un balcón elevado y se acerca a hablar con él. Su nombre es Rogue, es el único americano presente, y al momento ambos se dan cuenta de que no son iguales que el resto de asistentes del baile.
Cuando se topan con uno de los cadáveres que han dejado los Chuldur, el Doctor inmediatamente sospecha de Rogue, y Rogue del Doctor. Resulta que este nuevo y misterioso personaje es en realidad un solitario cazador de recompensas del futuro que no pierde ni un segundo en capturar al Doctor y llevarlo a su nave para ejecutarlo y recibir su sueldo. Muy a su pesar, su conexión con el Doctor es obvia desde su primera conversación, y el protagonista consigue convencerle de que están en el mismo bando.
El episodio se permite aquí un momento de “fan service” nostálgico en el que el un holograma muestra todas las caras que ha tenido el Doctor para convencer a Rogue de que es un Time Lord y no un Chuldur. Una vez que están en la misma página, planean cómo tender una trampa a los Chuldur, utilizando el mismo dispositivo con el que Rogue atrapa al Doctor. El único bache es que solo tendrán una oportunidad de hacerlo. Si se equivocan, los Chuldur les ganan la partida.
La química entre el Doctor y Rogue es innegable desde el primer momento en el que cruzan sus miradas. Incluso en su enemistad, se nota que son dos personajes que se entienden mutuamente, y el Doctor se da cuenta de que comparten experiencias similares; ambos han perdido a la gente que más les importa. El Doctor y las relaciones románticas son un tema complicado. Aunque no hay unanimidad sobre este tema, por lo general a los fans de la serie no les gusta que se empareje al Doctor con nadie.
No es la primera vez que ocurre —ha tenido acercamientos románticos tanto con acompañantes como con personajes que solo han aparecido en un episodio— pero la longevidad del Doctor hace imposible que cualquiera de estas relaciones perdure. Más allá de la opinión individual de cada uno sobre este tema, no se puede decir que la parte romántica de este episodio esté forzada. Surge de forma natural, y Ncuti Gatwa y Jonathan Groff lo venden a la perfección.
Todo se tuerce por culpa de una pequeña confusión: el Doctor piensa que los Chuldur han asesinado a Ruby y se han apoderado de su apariencia, cuando en realidad ella solo se está haciendo pasar por una de ellos. Aunque, como audiencia, en ningún momento llegamos a creer realmente que Ruby haya muerto —su “muerte” sucede convenientemente fuera de campo—, el Doctor sí que lo piensa, y es uno de los mejores momentos del episodio. Su reacción es devastadora y a la vez escalofriante. Después del llanto vemos una versión del Doctor que solo aparece de tanto en tanto; la versión enfadada, la que no tiene nada que perder.
El personaje tiene fama de héroe, de dejarse la piel una y otra vez para salvar a aquellos que lo necesitan. Sin embargo, uno de sus aspectos más interesantes es su soberbia; es cuando se enfada y necesita establecer su propia superioridad sobre los villanos y sobre las reglas del universo mismo. De repente, vemos la cara oscura del Doctor, que se alegra de que los Chuldur vivan durante 600 años, ya que eso quiere decir que el sufrimiento que tiene preparado para ellos será largo.
Cuando consiguen atrapar a la familia de Chuldurs, se dan cuenta de la confusión sobre la muerte de Ruby, pero ya no hay vuelta atrás. Si el Doctor desactiva la trampa, ya no pueden capturar a los villanos; si la activa, Ruby se queda atrapada con ellos en una dimensión remota y desolada. Finalmente, Rogue se sacrifica; distrae al Doctor dándole un beso y se pone en el lugar de Ruby.
Antes de ser desterrado por su propia trampa, le pide al Doctor que le encuentre. Aunque no se ha anunciado que Groff vaya a volver a aparecer en la serie, este final está claramente abierto a esa posibilidad. Quién sabe, podríamos volver a ver a Rogue próximamente como un nuevo acompañante del Doctor.
Además de la polémica de las relaciones románticas del Doctor, no cabe duda de que el hecho de que esta vez se haya dado entre dos hombres enfadará a los sectores más conservadores de la audiencia. Pero, en esta nueva era de la serie, el showrunner Russell T. Davies parece tener como objetivo recordar a todo el mundo que ‘Doctor Who’ siempre ha sido y será una serie a favor del progreso.
Una vez más, Susan Twist
Al igual que en todos los otros capítulos de la temporada, la actriz Susan Twist vuelve a hacer un cameo en ‘Rogue’ en un papel nuevo. Esta vez, solo aparece fugazmente: es la difunta mujer de un duque, y la vemos en un cuadro colgado en las paredes del palacio. Cualquiera que no prestara atención a los detalles se lo perdería, pero no es el caso de los fans de ‘Doctor Who’.
Todavía no sabemos nada más sobre este misterioso personaje, pero el adelanto del último episodio, ‘La leyenda de Ruby Sunday’, promete poner al fin el foco sobre esta enigmática mujer. Pronto descubriremos quién es, y cuál es su conexión con el también misterioso origen de Ruby.