Los televisores LCD-LED delgados son atractivos debido a su facilidad para integrarse en espacios reducidos y a su diseño estético. Para mantener su perfil delgado, la mayoría de estos televisores, como el Samsung The Frame, utilizan retroiluminación en el borde. Sin embargo, más allá de las limitaciones en la calidad de imagen de estos diseños, recientes pruebas realizadas por RTINGs han revelado que existen fallos inherentes en los televisores con retroiluminación en el borde que afectan su durabilidad a largo plazo.
Las pruebas exhaustivas realizadas en varios modelos de televisores han demostrado que los LCD con retroiluminación en el borde presentan problemas de durabilidad significativos en comparación con otros diseños de retroiluminación. Estas pruebas simulan años de uso, con un total de 10,000 horas de prueba, lo que equivale a aproximadamente seis años de uso continuo. Los resultados han mostrado una tendencia preocupante: los televisores con retroiluminación en el borde son más propensos a fallar antes que otros diseños de retroiluminación, como los de atenuación local completa (FALD) o los de retroiluminación directa.
En un análisis de 11 televisores con retroiluminación en el borde, se descubrió que siete de ellos presentaban problemas notables de uniformidad. De estos siete, dos modelos son de LG y cinco son de Samsung. Aunque el tamaño de la muestra no es muy grande, estos resultados indican que el 64% de los televisores con retroiluminación en el borde presentaron problemas, en comparación con el 20% de los modelos FALD y de retroiluminación directa probados.
Los problemas de uniformidad comenzaron a manifestarse después de 2,200 horas de uso. Las principales causas de estos problemas incluyen hojas reflectoras deformadas, placas guía de luz agrietadas y LEDs quemados. Estos problemas se agravan con el uso prolongado del dispositivo a máxima luminosidad.
Problemas de uniformidad en los televisores LCD con retroiluminación en el borde
Uno de los problemas más evidentes en los televisores con retroiluminación en el borde es la deformación de las hojas reflectoras. Estos componentes no están fijados como en los televisores FALD y de retroiluminación directa, lo que provoca que se deformen debido al calor concentrado en áreas específicas del borde del televisor. La concentración de calor en unos pocos puntos, a diferencia de la distribución uniforme en los modelos FALD o de retroiluminación directa, provoca que estas hojas reflectoras se deformen y afecten la uniformidad de la imagen.
Las placas guía de luz, hechas de polímero, también son susceptibles a las altas temperaturas generadas por los LEDs. Aunque los televisores cuentan con disipadores de calor, estos no son suficientes para proteger las placas guía de luz, que pueden agrietarse debido al estrés térmico. Ejemplos extremos de este problema incluyen el LG QNED80, que presentó más de 25 grietas, y el Samsung AU800, cuyos soportes de plástico se derritieron, haciendo que la placa guía de luz se deslizara y se fusionara con los LEDs.
El calor excesivo también puede provocar que los LEDs se quemen, resultando en un tinte azulado en la imagen del televisor.
La batalla de las retroiluminaciones
Estos hallazgos sugieren que quienes busquen un televisor duradero deben evitar los modelos con retroiluminación en el borde. Aunque los televisores con atenuación local completa (FALD) suelen ser más costosos y pueden no tener el diseño delgado deseado, ofrecen una mejor durabilidad. Los televisores de retroiluminación directa, aunque más duraderos, pueden sufrir en calidad de imagen debido a la falta de atenuación local, lo que afecta la capacidad de mostrar negros profundos y un buen contraste.
Los televisores OLED, por otro lado, evitan muchos de estos problemas al no requerir retroiluminación. Sin embargo, son más caros y presentan sus propios problemas de durabilidad, como la retención de imagen y el burn-in.
Para aquellos que ya poseen un televisor con retroiluminación en el borde o encuentran que es la mejor opción para su presupuesto y espacio, hay medidas que pueden tomar para prolongar la vida útil del televisor. Entre ellas, no utilizar el televisor a máxima luminosidad constantemente, lo que ayuda a reducir el calor. También es recomendable que las marcas de televisores tomen más iniciativa y responsabilidad en abordar estas debilidades. Por ejemplo, sería beneficioso ver procesos de medición y soluciones específicas para los problemas de durabilidad en los modelos con retroiluminación en el borde.
En definitiva, aunque los televisores LCD con retroiluminación en el borde son atractivos por su diseño delgado, los problemas de durabilidad significativos revelados por las pruebas de RTINGS sugieren que otras opciones pueden ser más viables a largo plazo para los consumidores que buscan un televisor duradero y de alta calidad.