Cada vez es más común ver inundados nuestros televisores de publicidad por todos lados. Es más, si hacemos una búsqueda rápida en AVPasión, nos vamos a hartar de encontrar noticias sobre este tema, tutoriales de como desactivarla o incluso noticias hablando del abuso de esta práctica. Y no es que todos los fabricantes de televisores se hayan vuelto locos a la vez: es que ya no ganan dinero vendiendo el televisor en si, si no que lo hacen a través de la publicidad que muestran en éstos…a largo plazo.
Ya el año pasado vimos varias declaraciones de la propia LG en este sentido, en la que ya dejaban claro que su modelo de negocio estaba virando hacia la publicidad, en la que dejaban claro (y cito textualmente) que su idea es de «transformar nuestra cartera de negocios de TV en un proveedor de servicios de medios y entretenimiento mediante la expansión de contenidos, servicios y publicidad en los productos«. O tenemos el ejemplo de Telly, una empresa que nos regala la tele…siempre y cuando consumamos su publicidad.
El negocio del siglo no está en la venta de televisores, si no en la publicidad y tus datos personales
En los últimos años, los fabricantes de televisores han experimentado un creciente éxito económico gracias a los sistemas operativos que permiten mostrar anuncios a sus clientes y analizar sus respuestas. En lugar de vender la mayor cantidad posible de televisores, marcas como LG, Samsung, Roku y Vizio buscan cada vez más (si no principalmente) obtener ingresos recurrentes de los televisores ya vendidos a través de la venta de anuncios y de los datos y gustos personales del usuario.
La situación es muy sencilla de entender: los márgenes de las ventas de televisores (del hardware) es muy pequeña y se necesita un volumen de ventas enorme para obtener un beneficio razonable. Por ello, la vía más rápida es inflar el sistema operativo de anunciantes y obtener unos ingresos por esa publicidad y datos mucho más alta. ¿El perjudicado? el usuario, por supuesto. Pero esto es algo ya común que vemos en servicios de streaming…incluso pagando, si.
Algunas marcas de televisores ya priorizan la recopilación de datos y la capacidad de vender anuncios a la calidad del sistema en si (rapidez, versatilidad, capacidad de instalar apps, etc.), convirtiéndose así en la gallina de los huevos de oro del negocio de la televisión y los proveedores generan ingresos mediante la concesión de licencias para el software y mediante la repartición de los ingresos por compras y suscripciones dentro de las aplicaciones.
Muchos de estos ingresos por publicidad se hacen de manera poco transparente para el usuario, como por ejemplo la opción de «recomendación de contenido«, que viene activo en multitud de sistemas por defecto -y cuesta encontrar donde quitarlo-, que se basa en sugerirnos contenido que nos podría gustar en función de nuestros gustos. Realmente, lo hacen para obtener nuestros datos y con éstos, servirnos más publicidad.
El tema es de tal magnitud, que Amazon ya muestra publicidad ¡hasta en el salvapantallas de su Fire TV!, por otro lado Google muestra ya publicidad incluso en el menú del propio sistema operativo y muchas marcas aprovechan también sus apps de canales de televisión gratis (como LG Channels o Samsung TV Plus) para colar cientos de anuncios. Una auténtica locura que tiene su sentido; ya que el medio de análisis de datos Omdia, informó que «cada nuevo usuario que se conecta a un televisor de última generación genera alrededor de 5 dólares por trimestre en ingresos por datos y publicidad«.
Cuando el software vale más que el hardware: las empresas se pegan por nuestros datos
A lo largo de estos últimos años, hemos visto a empresas como LG y Samsung aumentar las capacidades publicitarias de sus televisores a medida que los anunciantes están más ansiosos por acceder a los datos de seguimiento de los televisores a través de esa publicidad que se muestra en el sistema operativo, incluyendo además la compartición de datos y venta a terceros (algo que aceptamos siempre en las condiciones de uso del sistema, sin leerlo si quiera).
LG, por ejemplo, espera que haya 300 millones de televisores webOS en los hogares para 2026. Eso representa una enorme oportunidad de recopilación de datos e ingresos por publicidad. Concretamente la firma aseguró que invertirá casi 800 millones de euros hasta 2028 en su «negocio webOS», o el negocio detrás de su sistema operativo para televisores inteligentes. La compañía dijo que las actualizaciones incluirán mejoras en la interfaz de usuario de webOS, recomendaciones basadas en inteligencia artificial y capacidades de búsqueda. Otras firmas como Samsung han hecho declaraciones en el mismo sentido.
Los televisores económicos son los líderes de esta tendencia, y a menudo compensan los precios económicos del hardware con anuncios y recopilación de datos. Es normal, básicamente se vende el hardware a pérdida para luego obligar a los usuarios a pagar mediante una mayor exposición a los anuncios, ya sea de inmediato o después de una futura actualización de software.
Por desgracia los televisores cada vez parecen más tiendas donde anunciar productos de terceros que un hardware con un software diseñado para poder manejarnos por las opciones de la tele y acceder a los servicios bajo demanda que queramos y disfrutar del contenido. Nada de eso: ahora son expositores donde veremos constantemente más y más anuncios de todo tipo y sin relación con el mundo del audio y video.
Dado que las actualizaciones de software obligan a incorporar nuevas funciones publicitarias en los televisores que ya se poseen, es probable que esta estrategia se intensifique en el corto plazo a medida que los proveedores de sistemas operativos intenten encontrar más formas de admitir nuevos tipos de anuncios. A largo plazo, nadie puede asegurar que podría pasar. Si ven que este negocio trae una mala imagen para la marca, quizá podrían limitar un poco esta estrategia. Eso si, si ven que nadie se queja seguirán avanzando en esta dirección.