Si lleváis varios años siguiendo AVPasión veréis que muchas veces mencionamos que los televisores OLED RGB puros, tienen un problema en la vida útil del subpíxel azul, que además es el más importante ya que es el emisor de la luz de los paneles. ¿Soluciones? hasta ahora realmente ninguna, lo único que se ha conseguido es una especie de parche consistente en apilar varias capas de subpíxeles azules, aumentando así su vida útil total, un truco que usa tanto el nuevo iPad como los televisores QD-OLED de Samsung.
En un estudio reciente publicado en Advanced Materials, los investigadores lograron un gran avance en la longevidad de los diodos emisores de luz orgánicos (OLED) de color azul, solucionando así un gran problema histórico de esta tecnología y con ésta por fin podremos tener paneles autoemisivos RGB puros con la misma longevidad en los tres subpíxeles primarios: rojo, verde y azul.
Por fin llega la solución del subpíxel azul: los televisores OLED tienen un futuro excepcional
La investigación ha conseguido dar sus frutos y cambiar para siempre la estructura clásica de un televisor OLED. Hasta ahora, o bien se usaban subpíxeles blancos (caso de las WOLED de LG) o tres pilas de capas azules (QD-OLED). Pues bien, parece ser que llega un subpíxel azul nuevo a través de una nueva estructura de carbeno-metal-amida (CMAa partir de ahora). Esta nueva clase de materiales, caracterizada por su geometría lineal y su complnente de amida de benzoguanidina, promete avances tanto en eficiencia como en estabilidad.
La investigación se centra en la síntesis de un material tipo CMA. Estos complejos se diseñaron con varias estructuras de carbeno y benzoguanidina amida. La innovación clave radica en la capacidad de estos materiales para emitir luz azul intenso con notable eficiencia y estabilidad. Las longitudes de onda emitidas de 424 y 466 nm se logran con rendimientos cuánticos del 100% en todos los medios probados.
Este rendimiento tan increíble se atribuye a la fluorescencia retardada activada térmicamente (TADF) que cuenta con una vida útil del estado excitado excepcionalmente corta de solo 213 nanosegundos, lo que resulta en tasas de radiación rápidas. Si, vuelve a aparecer por aquí TADF, ahora en su nueva versión combinada con ese elemento CMA. Implica una mejora en la vida útil de la fluorescencia y la eficiencia de la fosforescencia. Además, esta tecnología es compatible con la fabricación de paneles mediante impresoras 3D e incluso MLA.
Las primeras pruebas y prototipos son un éxito rotundo
Los investigadores no solo están convencidos de su investigación, si no que ya han fabricado con éxito una pantalla OLED de alta eficiencia energética con estos materiales. Las eficiencias cuánticas externas prácticas (EQE) fueron excepcionalmente buenas, con unas impresionantes coordenadas de color de CIE (x; y) = 0,16; 0,07 y 0,17; 0,18. La estabilidad operativa de estos OLED no tiene precedentes, con un LT50 (el tiempo para reducir el brillo inicial al 50%) informado de 1 hora para los emisores CMA de color azul.
El estudio subraya la importancia del diseño molecular para lograr estos resultados. La geometría lineal de los complejos CMA garantiza una mezcla eficiente de estados excitados con carácter de transferencia de carga. La elección de benzoguanidina como donante de amida y varios ligandos de carbeno permite ajustar las propiedades fotofísicas. Todo ello supone que el subpíxel azul, ahora si, sea tremendamente estable y con una vida útil equiparable a la del verde y el rojo.
Con todo ello, estas pantallas OLED suponen el futuro de la tecnología autoemisiva, sea cual sea la que acabe imponiéndose (W-OLED, QD-OLED, QD-EL, etc.) y que, a modo de resumen, aúnan tres de las características más importantes que aún no había conseguido los televisores OLED: vida útil operativa del panel, eficiencia cuántica (gracias a TADF) y una mayor eficiencia energética y estabilidad del color.
Fuente: displaydaily