No pillaremos a nadie por sorpresa si decimos que la segunda temporada de ‘House of the Dragon’ no es lo que esperábamos: el declive en calidad ha venido de la mano con una reducción de la cantidad (la primera entrega fueron 10 capítulos, mientras que esta han sido 8), y ello no sólo se ha hecho patente entre la crítica y los aficionados. El propio George R. R. Martin, mítico autor de fantasía responsable del material original de ‘Juego de Tronos’ y ‘La casa del dragón’ (la saga de libros ‘Canción de hielo y fuego’ y ‘Fuego y sangre’, respectivamente), ha expresado su descontento en una publicación de su web:
George R. R. Martin y su blog
Si hoy en día Martin es uno de los autores de fantasía más queridos por el público (y no sólo por los lectores ávidos o por los seguidores del mundillo) es, en parte, por esta peculiar y atemporal forma que tiene de comunicarse de tú a tú con sus aficionados. Estas publicaciones, que lleva a cabo sin ningún tipo de periodicidad, son más extensas de lo que pueden ser posts en las redes sociales; son también mucho más arcaicas, lo que está por completo en consonancia con la personalidad pública de Martin y le ha ayudado a establecer un altavoz desde el que arrojar al mundo todos sus pensamientos.
Desde emocionantes anuncios en lo relativo a las adaptaciones televisivas de su trabajo hasta felicitaciones por la recepción de premios de compañeros de gremio o recomendaciones musicales, Martin parece mucho más entregado a comunicarse con sus fans que a terminar la eterna inacabada ‘Vientos de invierno’. Este blog, titulado ‘No es un blog’ (con cierto sentido del humor, algo que siempre le ha caracterizado) es la ventanita al mundo que Martin maneja con tanta excelencia como ternura (recordemos que cumple en menos de dos semanas 76 años) y desde la cual ha ido comentando algunos aspectos importantes a la vez que avanzaba la emisión de ‘La casa del dragón’.
En julio, Martin alababa el piloto de la segunda temporada
La temporada arrancó con un soberbio doblete: «Hijo por hijo» y «Rhaenyra la cruel«, dos espectaculares capítulos que nos trasladaron a los mejores días de ‘Juego de tronos’. Así lo reconocía Martin, expresando que la producción de la serie incluyó ciertos detalles que a él mismo le hubiera gustado pensar, y que enriquecen sin duda alguna el material original. Así, Martin alaba las interpretaciones de Phia Saban y Paddy Considine, asegurando que la complejidad que guionistas y actores han dado a sus dos personajes (la reina Helaena Targaryen y el difunto Viserys II) no hace más que mejorar la narrativa.
Martin mostró entonces una absoluta conformidad con el retrato de Sangre y Queso, aunque ya entonces mencionaba que la omisión de Maelor (el tercer hijo de Helaena y Aegon según los libros, inexistente en la serie) complicará las cosas en el futuro, y dejó pendiente hablar sobre ello en una futura publicación.
Sin embargo, su comentario de la temporada no termina ahí; lo siguiente que pudimos leer llegó una semana más tarde, y ya encaminaba el descontento de Martin con la segunda temporada. En un post titulado «Aquí hay dragones», el novelista entra a detallar un error de la serie original que ha arrastrado hasta ahora. Durante las cuatro primeras temporadas de ‘Juego de tronos’, el escudo de los Targaryen es el dragón rojo de tres cabezas y dos únicas patas traseras (las alas son las delanteras), tal y como se describía en la novela (y tal como son, físicamente, los dragones del mundo de Martin; wyverns según la tipología medieval, pero eso es otro tema).
Martin apunta que a partir de la quinta temporada, los estandartes de Daenerys muestran un dragón con seis extremidades; dos patas traseras, dos delanteras y dos alas. Esto no sólo genera una leve inconsistencia con las entregas anteriores, si no que el autor asegura, no tiene ningún sentido: los dragones de nuestra Khaleesi tienen dos únicas patas traseras, ¿por qué portaría unos estandartes que no les hacen justicia?
Martin entra entonces a nombrar a algunos de los dragones más famosos de la cultura pop (Smaug, Desdentado, Vermithrax o Saphira) y hace un repaso por la naturaleza de sus propias bestias fantásticas en comparación con estas. El artículo es bastante interesante, y recomendamos encarecidamente su lectura a cualquier aficionado a los lagartos voladores.
Incongruencias con respecto a la naturaleza de los dragones
Finalmente, el autor de ‘Juego de tronos’ lanzaba una pequeña pulla al equipo de producción de ‘La casa del dragón’ que auguró su descontento, ahora más que patente. El comentario tiene que ver con Robaovejas y la omisión de Ortigas de la serie, fusionada en el personaje de Baela Targaryen (con poco éxito entre los fans del libro y, a todo parecer, también con su autor). Martin menciona que es imposible que Baela se encuentre a Robaovejas, un dragón salvaje sin jinete, campando a sus anchas por el Valle de Arryn; los dragones de Poniente no son nómadas y, cuando no están en un foso, al cuidado de los Guardianes, viven en Rocadragón y alrededores.
De haber dragones en cualquier parte del mundo conocido, éstos no habrían desaparecido con la Maldición de Valyria (que sólo afectó a los dominios del imperio) ni serían los Targaryen los únicos amos de las bestias. Este dato genera una clara inconsistencia con el resto del universo que George R. R. Martin tan cuidadosamente ha construido a lo largo de los años; obviamente esto afecta directamente a su obra y a la consideración del público general sobre su creación, por lo que el autor termina su publicación con una queja velada:
Estaremos muy atentos a las próximas publicaciones de Martin, que, nunca se sabe, es posible en algún momento auguren la publicación de esa tan esperada sexta parte. Mientras tanto, esperaremos a conocer todas sus reflexiones en cuanto a ‘La casa del dragón’, que ha vuelto este año a HBO con una temporada más incongruente y menos cuidada que la primera.