La redención vende. Siempre ha vendido. Ya sea en el cine, en la música o en las series, el momento en que alguien que parecía perdido encuentra el camino y trata de enmendar sus errores… engancha. Nos hace mirar a ese personaje con otros ojos. Y en el caso de Government Cheese, la nueva miniserie de Apple TV+, eso es justo lo que tenemos entre manos: un tipo que ha estado en prisión, que ha tocado fondo, y que ahora quiere hacer las cosas bien. Pero claro, no todo es tan sencillo.
Y es que en la vida real –y también en la buena televisión– nadie te espera con los brazos abiertos después de haber fallado, aunque tus intenciones sean las mejores del mundo. Government Cheese juega precisamente con eso: la ilusión de volver a casa como un héroe y encontrarte con caras largas y reproches. Porque el tiempo pasa, la gente cambia, y los errores se acumulan.
Pero también hay espacio para la esperanza, la fe (aunque no sea la tradicional) y ese toque de locura creativa que convierte a esta serie en algo completamente único. Y ojo al dato: ya acumula un impresionante 90% de aprobación en TheMovieDB, lo que deja claro que no somos solo unos cuantos los que estamos enganchados.
Apple TV+ ya nos tiene acostumbrados a las propuestas raritas pero irresistibles, y esta no es la excepción. Con solo cuatro episodios disponibles hasta ahora, y el quinto programado para el 23 de abril, Government Cheese ya ha dejado claro que no va por el camino convencional. Ni en su historia, ni en su estilo, ni en cómo decide contarnos cada capítulo.
Government Cheese: Una mezcla explosiva de fe, familia y estilo visual que no se parece a nada más
La serie sigue la historia de Hampton Chambers, interpretado de forma impecable por David Oyelowo. Hampton es un exconvicto que, mientras estaba en prisión, encontró a Dios… o mejor dicho, a Yahweh, como él prefiere llamarlo, porque suena “menos formal”. Esta relación espiritual, profundamente personal, es lo que lo impulsa a buscar redención y reunirse con su familia para empezar de nuevo. Y no llega con las manos vacías, ojo: viene con una idea revolucionaria bajo el brazo, un invento divinamente inspirado llamado Bit Magician, un taladro que se afila solo. Una locura, sí, pero en esta serie todo puede pasar.
El título de la serie, por cierto, tiene su historia. No, no va de comida. O sí, pero no de la forma que piensas. El nombre viene de la madre de Hampton, una figura ausente pero con presencia mítica, que hacía unos sándwiches increíbles con pan blanco y queso del gobierno. De ahí el nombre, Government Cheese. Una metáfora perfecta para toda la serie: algo simple, nostálgico, que parece poca cosa pero que tiene un peso emocional tremendo.
Ahora bien, si Hampton pensaba que su regreso iba a ser una fiesta, se equivocaba. Su esposa Astoria (Simone Missick) ha seguido adelante sin él, trabajando de recepcionista en una empresa de diseño de interiores. Su hijo menor, Einstein (Evan Ellison), sí está feliz de verlo, pero el mayor, Harrison (Jahi Di’Allo Winston), no lo traga ni con pan y queso. Harrison, de hecho, está metido en su propio viaje espiritual, pero el suyo tiene más que ver con rituales nativos americanos que con taladros mágicos y visiones divinas.
Pero más allá de la historia (que ya de por sí es original), lo que realmente hace especial a Government Cheese es su estilo visual. La serie fue co-creada y en gran parte dirigida por Paul Hunter, un tipo con mucho bagaje en videoclips (hizo el de “Lady Marmalade” y “Drop It Like It’s Hot”). Aquí se nota: planos simétricos al estilo Wes Anderson, humor negro que recuerda a los Coen, y una estética cuidada hasta el más mínimo detalle. Cada episodio parece una pequeña obra de arte, y eso se agradece.
Además, Government Cheese entiende muy bien lo que significa contar una historia por episodios. Cada capítulo es como un miniuniverso con su propia lógica y tono, a veces con invitados especiales como Sunita Mani o Louis Cancelmi, y otras con metáforas bíblicas que rozan lo surrealista. ¿Un rabino mostrando su sinagoga en el frío arranque de un episodio? ¿Una historia sobre mafiosos franco-canadienses? Todo eso y más cabe en el mundo de Government Cheese.
Apple TV+ sigue apostando por lo raro, por lo inesperado, por lo que se sale de la norma. Y aunque esta serie no tiene naves espaciales como Separación o Silo, su imaginación es igual de potente, si no más. Es una mezcla de drama familiar, crítica social, sátira religiosa y arte visual, todo cocinado con ese sabor único que solo Apple TV+ se atreve a servir.
En definitiva, si te gustan las historias de redención, pero contadas con estilo, con un puntito de locura y personajes que no se parecen a nada de lo que ves normalmente en la tele, Government Cheese es tu próxima obsesión. Ya hay cuatro episodios disponibles, y el quinto llega el 23 de abril, así que todavía estás a tiempo de ponerte al día y subirte a esta montaña rusa emocional y estética.