Guía de compra de televisores: cómo elegir la Smart TV perfecta para este 2022. Muchas veces más es menos y cuantas más tecnologías aparecen en el mercado (importante leerse nuestro artículo para saber diferenciarlas) y con más mejoras, más difícil es elegir correctamente. Es por ello también que hace un tiempo venimos publicando nuestras guías de compra, para que podáis elegir el modelo de Smart TV ideal ya previamente filtrado por nuestras recomendaciones.
Teniendo en cuenta el constante bombardeo de ofertas para que te hagas con un dispositivo de este tipo a precio de derribo, es lógico que cada vez estés más tentado a comprar una Smart TV. Pero, ¿qué modelo adquirir? ¿Qué factores hay que tener en cuenta? Para resolver todas tus dudas, no te pierdas esta guía con los mejores trucos y consejos para acertar plenamente con el modelo que escojas.
¿Cuánto tiempo dura de media una Smart TV?
Seguramente uno de los puntos más importantes de una buena elección es esa: la duración. Si vamos a comprarnos una Smart TV de cierta gama -media hacia arriba-, lo más probable es que al menos queramos que nos dure cinco años como mínimo. De hecho hemos visto como varios países, entre ellos España, pretenden alargar la vida útil de los dispositivos y piezas de repuesto alargando hasta el periodo de garantía hasta los 3 años.
Y es que, cada pocos meses asistimos a nuevos avances que hacen que los modelos más punteros queden obsoletos. ¿Puedo comprar un televisor sin que se quede anticuado en poco tiempo? ¿Qué características he de buscar para que dure más años? Esta guía te va a ayudar a resolver algunas dudas, permitiéndote escoger la mejor opción en función de tus necesidades, con la tranquilidad de que en un par de años no tendrás problemas de usabilidad con ella.
¿De cuántas pulgadas es recomendable comprar una Smart TV a día de hoy?
Seguramente sea la pregunta con la que más nos encontramos día a día (tanto en nuestro foro como en el canal de Telegram), la pregunta más repetida es esa: «¿para 2 metros cuántas pulgadas aconsejáis?» «¿y para 3,3 metros?«. Y es que, si escoges un televisor demasiado pequeño para la sala en la que lo vas a utilizar, la experiencia quedará totalmente lastrada. Y, lo mismo pasa si optas por comprar una Smart TV demasiado grande. Eso de caballo grande, ande o no ande, no se aplica en un televisor. ¿O sí?
Tras la llegada de los televisores UHD 4K, las reglas del juego han cambiado totalmente. La densidad (o PPI) de un panel 4K ha aumentado muchísimo y la electrónica usada para los escalados y demás mejoras en el procesamiento de imagen han mejorado una barbaridad, por lo que ahora te puedes permitir tener una pantalla mucho más grande en estancias más pequeñas. De todas formas, te dejamos una tabla que te ayudará a la hora de escoger una Smart TV en función de la distancia de visualización.
OLED, QLED, ULED…me lío, ¿cuál es mejor para mis usos?
Aquí estamos ante el segundo punto más importante. Ya te has decidido por las pulgadas adecuadas para tu nueva y flamante tele 4K…¿y ahora, qué diantres me compro? OLED, QLED, ULED, LED, MicroLED, MiniLED…no os liéis, no es tan complicado. Vamos allá.
En la actualidad realmente solo existen dos tecnologías de panel: LCD y OLED, todo lo demás son versiones retocadas y ligeramente mejoradas del LCD (QLED, ULED, etc.), pero no es tecnología nueva. ¿Y el LED y el QLED? ninguna de las dos son una tecnología, si no un tipo de retroiluminación del panel LCD, por lo que no son tecnologías nuevas, de la misma forma que cambiarle el motor a un coche de combustión no lo convierte en un eléctrico, cambiar el tipo de retroiluminación del panel LCD no lo convierte en otra tecnología nueva, sigue siendo LCD (con retroiluminación LED, pero LCD al fin y al cabo).
Con la llegada de los LEDs, en el sector de la TV LCD pasamos del CCFL a los LED como fuente de iluminación de los píxeles (a partir de ahora lo llamaremos Backlight), ya que eran capaces de emitir más luz (nits) y ampliar la cobertura cromática (más puntos de el espectro de colores).
Estos LEDs pueden colocarse detrás de la TV sin posibilidad de apagarse (Direct LED), en los bordes (en uno, ambos lados, arriba, abajo o arriba y abajo), conocido como (EDGE LED) o lo más reciente: detrás de la TV con la posibilidad de apagarse por zonas (FALD). El número de zonas depende del modelo de la TV, a mayor número de zonas, más caro y mejor es el modelo que vayamos a comprar:
Habiéndote quedado con esto en la mente, probablemente la mejor elección en función de tu presupuesto (que al final es que el manda) sea el siguiente:
- Gama Alta: Esta sección está completamente dominada por la tecnología OLED, la mejor tecnología de imagen y por FALD VA con más de 400 zonas.
- Gama Media/Alta: TV que no llegan a la calidad de imagen de un panel OLED, pero son claramente superiores a las LCD tradicionales al contar con paneles VA y tecnología FALD pero con menos zonas, como la estupenda Sony XG95, un HDR sencillamente perfecto
- Gama Media: Televisores con paneles VA Edge LED. No llegan a la calidad de los paneles VA FALD, pero se ven claramente mejor que los paneles IPS dado su ratio de contraste nativo.
- Gama Baja: Televisores que no destacan en su calidad de imagen, son simplemente para segundas residencias, dormitorios, etc. Todos llevan panel IPS.
Ahora que ha quedado claro este apartado, vamos a centrarnos en las dos principales tecnologías OLED y LCD. En el caso de las pantallas OLED (cuyas siglas vienen a ser diodo orgánico de emisión de luz en español), es una tecnología utilizada por firmas de la talla de LG y Sony.
OLED o LCD LED: ¿Qué tecnología elegir?
Habiendo entendido ya cuales son las mejores tecnologías y cómo funcionan, nos quedamos con las dos que a día de hoy (marzo de 2020) están en el mercado: LCD y OLED. Las LCD de Samsung se llaman -al menos las gamas altas- QLED. Son una auténtica barbaridad de televisores…¿y el pero? pues que está limitada tecnológicamente, ya que el LCD no da más de si. ¿Su punto fuerte? Los increÍbles 1750 nits de brillo en HDR (veremos más adelante que eso no significa que se MEJOR TV para HDR), FALD con 480 zonas y un input lag muy bueno.
Sin embargo, el HDR no va de nits, va de contraste. Si para conseguir más brillo tienes que elevar el suelo de negro (cosa que hacen hasta las FALD tope de gama como la Q90R) el ratio de contraste se va al pairo. Por eso suele impresionar más el HDR en las OLED que en las QLED. Al menos así queda constancia en todas las comparativas hechas hasta 2020 de todos los países del mundo.
Si nos vamos a los ángulos, respuesta del píxel (0,1 ms en la OLED vs 5-6 ms en las mejores LCD), nivel de negro (incluso las FALD no van a rivalizar), la tecnología QLED sigue bastante por detrás, pese a doblar en brillo máximo a las OLED. Pero el brillo (en nits) se mide en escala logarítmica, no lineal. Lo que quiere decir que 1800 nits no es el doble de brillante que 900. «Solo» es un 30% más…y en HDR no se usa tanto brillo, lo veremos más adelante.
Por otra parte, los negros lo son todo en la imagen, es el contraste de la misma. Se entiende dado que:
– Imagen SDR, la norma explica que el máximo de nits a debe ser 120. Pongámosle que se calibra a 160 o 170 nits (tanto las OLED como las LCD llegan sin problemas). Se divide 170 entre 0 (OLED) y luego 170 entre 0.04 (LCD). Contraste infinito vs contraste 4250:1 del LCD.
– Imagen HDR. La UHD Alliance habla de unos mínimos a mantener. Mismo ejemplo, película masterizada a 1000 nits (que NO quiere decir que el máximo de nits de altas luces sea de 1000, al revés, rara vez llegan a esos máximos, ya que las películas se rigen por un MaxCLL y un MaxFALL (máximo nivel de pico de luz y APL general de la escena). Esto lo explicamos más adelante.
Y misma regla de 3. Si se divide una escena con un APL de 180 nits (brillo medio de la escena, vamos el brillo general de esa toma) entre 0 y luego entre 0.04. Nuevamente el contraste es muy muy superior en las OLED. Y lo mismo para el detalle máximo brillante, que supongamos que sea de 800 nits. E incluso en partes de la imagen con 2 o 3 mil nits, se vuelve a dividir y el contraste es muy superior en la OLED, aunque brille menos en ese objeto concreto.
Todo eso sin entrar en tone-mappings, que la escala de nits no es lineal (es decir, 2000 nits no es el doble de brillante que 1000, si no quizá entorno a un 35% «solamente) y varias variables más. Y en estos ejemplos hablamos del contraste nativo (escena 100% blanca y escena 100% negro, división y ese es el resultado), no el contraste de verdad y real: el ANSI.
En el patrón ANSI se usa una imagen de cuadrados blancos y negros -representa más una escena real-. Las OLED muestran esos recuadros a 0 nits y el blanco al máximo que permitan, las LCD…incluso las FALD al no tener tantas zonas como píxeles, levantan el suelo de negro. Es normal y lógico. En HDR ese problema se multiplica
¿Qué ocurre en HDR, es mejor una QLED por brillar más o una OLED por tener un contraste nativo perfecto?
Perfecto, ¿entonces más nits es mejor, no? No (o no siempre), como explicábamos antes, la idea del HDR es aumentar el contraste, no el brillo, por ello es mucho más importante tener un suelo de negro absoluto (0) y un máximo de brillo de 900 nits (LG OLED C9 por ejemplo) que un suelo de negro de 0.05 nits y un máximo de brillo de 1600 nits (Q90R por ejemplo).
El contraste es mucho más impactante en el primer caso que en el segundo, ya que el contraste es más alto (dividir cualquier valor entre 0 nos da infinito). Además de eso, están los valores que comentábamos antes de MaxCll y MaxFall, que nos quiere decir que que una película esté masterizada a 1000, 4000 o 10000 nits, no significa que vayamos a verla a esos nits, ni si quiera los puntos más brillantes de la imagen ya que ese punto lo establece el MaxCLL y rara vez superan los 1000 nits.
El ejemplo más práctico es el UHD de Uno de los Nuestros, masterizado a 4000 nits, pero el objeto más brillante de la imagen es de solo 261 nits (y el 90% del film está entorno a los 100-160 nits), por ello todas las comparativas del mundo las han ganado las OLED, tanto en SDR como en HDR. Ahora conocéis los motivos.
Por lo tanto…¿qué me compro? os los resumimos aquí en función de nuestra opinión, totalmente imparcial: Si vais a usar el televisor para ver cine y queréis la mejor calidad, tanto en SDR como en HDR: OLED. Si la queréis para jugar a la máxima calidad, también OLED. O si vais a ver la TV desde varios puntos de vista a lo largo del salón (ángulos): OLED.
Sin embargo, si tenéis un salón muy muy iluminado y os gusta una imagen muy luminosa: LCD. Si además, tenéis niños pequeños que se pasen horas y horas días y días viendo el mismo contenido con marcadores fijos: LCD. Si vais a usarlo como monitor de PC, por ejemplo, también es más recomendable una LCD, al igual que si veis la TV normalmente de día y sufrís de reflejos.
HDR, ¿cuál de las diferentes tecnologías debería utilizar?
La llegada de la resolución UHD nos ha traído el Alto Rango Dinámico, o HDR en sus siglas en inglés. Hablamos de una mejora notable que hace que la calidad de las imágenes reproducidas en nuestra Smart TV consiga unos resultados impresionantes. Para ello, ofrece una gama de iluminación más amplia, consiguiendo mayores niveles de intensidad en las zonas más oscuras y claras, para ver un nivel de detalle muy superior.
Los negros son más negros y los blancos más blancos sin que la luz interfiera entre ellos, consiguiendo una calidad de imagen notablemente superior. Pero, como viene siendo habitual en la industria, hay diferentes estándares que deberemos tener muy en cuenta la hora de comprar una Smart TV.
Y, aquí es donde entra el primer apartado de esta guía. De todas las tecnologías posibles, intenta buscar un modelo con soporte HDR10+ o HLG. Empezamos este apartado hablando de los 4 grandes formatos de HDR en la actualidad. Aunque parezca paradójico, no hay ninguna guerra comercial entre ellos.
El HDR, básicamente, se encarga de que el contenido sea en rango dinámico, es decir que la luz de sol en nuestra TV la veamos más brillante que, por ejemplo, la escena que sale en una cueva (cosa que no ocurría en SDR -Blu-ray y DVD-, donde toda la escena se ve al mismo brillo -a esto se le llama APL-). Esto dependerá ya de vuestra TV y los nits que pueda dar, pero como decíamos al inicio…no siempre más es mejor…si los negros también son peores, ya que el HDR va de maximizar el contraste, no de brillo.
Para no hacer esto más largo, hay cuatro grandes formatos:
HDR10: Estándar del HDR, OBLIGATORIO que los UHD vengan con HDR10 (y adicionalmente, pueden llevar otra pista en Dolby Vision o HDR10+, pero nunca nunca pueden venir sin HDR10). Nos muestra el HDR de forma estática, es decir, se establece un máximo de brillo que puede alcanzar un píxel en la película (MaxCLL) y otro valor que establece el brillo máximo general de la escena (MaxFall).
Dolby Vision: Formato propietario de HDR que se basa en que el HDR se muestre de forma dinámico, es decir no hay «puntos» máximos de brillo y de brillo general para toda la película, si no que lo va haciendo frame a frame (o escena a escena), lo cual es una maravilla. Ya hay varios discos en este formato y Apple tiene cientos de películas Dolby Vision en su Apple TV 4K e iTunes. Apoyado por Sony, LG, Apple y varias productoras.
HDR10+: La misma idea que Dolby Vision pero libre, por lo que cualquiera puede implementarlo en sus TV/reproductores sin pagar ni un céntimo. Está impulsada por Samsung (y Amazon), que no quería adoptar un formato vinculado a LG y sus OLED. De momento, tras 2 años de su lanzamiento hay muy poco contenido, aunque poco a poco va a apareciendo más.
HLG: Idéntico al HDR10 pero para emisiones de satélite y TDT, al tener parte del código comprimido, ocupa menos, lo que lo hace ideal para este fin.
Lo ideal a la hora de comprar una televisor es que soporte los cuatro formatos. Pero, evidentemente esto es bastante difícil. Eso sí, has de tener muy claro que, el HDR10 tiene que estar sí o sí, es decir, no encontraréis nunca material UHD solo en HDR10+ o Dolby Vision, si no que éstos son capas adicionales que pueden acompañar (o no) al HDR10.
Realmente y viendo como está reaccionando el mercado, todo parece indicar que el gran ganador es Dolby Vision. Es decir, tenemos todo el contenido en HDR10 y opcionalmente en Dolby Vision (HLG va al margen, ya que se usa para emisiones de televisión); con lo que si la TV soporta HDR10, Dolby Vision y HLG ya estaríamos prácticamente cubiertos.
Conectividad imprescindible a la hora de comprar una Smart TV
Otro de los puntos más importantes a la hora de escoger una Smart TV es la conectividad que ofrezca. Actualmente, encontrar contenidos en 4K sigue siendo una tarea demasiado difícil, pero en uno o dos años la cosa cambiará mucho.
También hay elementos importantes, como que tenga soporte Bluetooth, aunque no es imprescindible. Eso sí, el puerto óptico para barras de sonido, receptores AV, etc es un imprescindible. Igual que una salida coaxial digital, RCA analógica y HDMI ARC o la más reciente iteración: HDMI eARC. Que sí, que ahora no te hace falta, pero de aquí a un par de años la cosa puede cambiar. O, si tu pareja te regala una buena barra de sonido, mejor poder conectarla a tu televisor, ¿verdad? Tened en cuenta que para el eARC no tiene por qué estar ligado al HDMI 2.1, tenéis ejemplos de televisores con HDMI 2.0 y con esta tecnología.
¿Vale la pena apostar por conexiones HDMI 2.1?
Pero, lo más importante de todo, es contar con varias conexiones HDMI 2.x, y que sean compatibles con el sistema de protección contra copia HDCP 2.2. De esta manera, podremos reproducir contenido 4K a 60 fotogramas por segundo con un bando de ancha de 18 Gbps, pudiendo utilizar hasta 32 canales de audio. ¿Eres un gamer empedernido? Si te vas a comprar la próxima Playstation 5, o cualquiera de las nuevas consolas Xbox Scarlett de Microsoft, te hará mucha falta.
HDMI 2.1: Una característica a tener en cuenta en tu próximo televisor
Sí, la tecnología HDMI 2.1 ya es una realidad, ofreciendo unas importantes mejoras en cuanto a velocidad y funcionalidades. Es capaz de reproducir vídeo 8K a 60 Hz o 4K a 120 Hz, por lo que está claro que es el futuro. Pero, nos tememos que será el futuro muy lejano. Además, las nuevas consolas van a contar con este conector, con lo que si eres un gamer de corazón, seguramente te sea prácticamente imprescindible contar con esta versión del HDMI. Los juegos a 4K 120 fps y G-Sync o VRR lucen espectaculares en un televisor de nueva generación.
Eso si, a no ser que busques una Smart TV de gama alta, con un precio que no bajará de los 2.000 euros, olvídate de esta opción. Eso sí, apúntala, porque la próxima televisión que te compres deberá tener de forma obligada una salida de este tipo.
¿Qué sistema operativo debería tener mi Smart TV?
Aquí entramos en el siguiente gran problema de la industria. Y es que, cada fabricante apuesta por su propio sistema operativo, por lo que hay que saber muy bien cuál escoger. Hablamos de uno de los puntos claves a la hora de comprar una Smart TV, ya que deberemos buscar que tenga una gran cantidad de servicios, interfaz sencilla e intuitiva, fluidez de movimientos ,control por voz, juegos disponibles…
Para empezar, Android TV, el sistema operativo por el que apuestan marcas como Sony o Philips. Antaño era un sistema operativo lento, que se colgaba o reiniciaba con facilidad. Gracias a las mejoras en hardware y en las actualizaciones, Android TV hoy luce espectacular en los televisores de nueva generación, moviéndose muy rápidamente, sin cuelgues y por fin, después de años de suplicar a los fabricantes mejoras en hardware…funciona de forma estable.
Eso si, tened en cuenta que, una Smart TV de gama alta tendrá un mejor hardware, por lo que podrá mover la interfaz de forma mucho más fluida. Así que, si escoges un televisor con Android TV de gama media, has de tener en cuenta que la experiencia será peor que en un modelo de gama superior.
Sin duda, los sistemas con mejor optimización son WebOS, que utilizan los modelos LG, y Tizen, el sistema operativo de Samsung. Hablamos de dos interfaces propiedad de las firmas coreanas que han sido diseñadas específicamente para sus modelos, por lo que es evidente que funcionarán de forma más fluida. Estos sistemas siguen estando por delante de la competencia, tienen todas las apps del mercado (a veces de forma exclusiva) y se nota que su interfaz está pensada con un televisor en la cabeza desde 0. Todo está donde debe estar.
¿Esto significa que es mala idea comprar una Smart TV con Android TV? Para nada, realmente te recomendamos que tengas en cuenta principalmente los detalles que te hemos explicado anteriormente. Pero, que el sistema operativo no sea una opción para decidir qué televisor comprar: la elección de un televisor debería guiarse prácticamente en su totalidad por la calidad de imagen que ofrezca y no por su Smart TV. ¿Qué además, su smart tv es muy completo? genial. Pero no os decidáis por uno o por otro solo por esta cuestión.
Lo que sí que debemos tener muy en cuenta es que nuestro televisor tenga acceso a los principales servicios de streaming actuales. Sí, a día de hoy sigue habiendo fabricantes que no tienen una aplicación específica para Netflix o HBO (Panasonic, por ejemplo), por lo que fíjate en este detalle para no llevarte sorpresas desagradables al escoger tu televisión inteligente.
Sonido, el gran punto flojo de las Smart TV actuales
El diseño se ha convertido en un elemento clave para los fabricantes. De esta manera, las grandes firmas del sector se centran en lanzar al mercado modelos cada vez más estilizados, con un aspecto realmente moderno y que se convierte en el centro de atención de todas las miradas. Y esto es un gran problema para los usuarios…ya que el sonido se convierte, así, en el gran talón de Aquiles de todos los televisores actuales (o casi todos).
Sí, puedes tener una de las mejores Smart TV del mercado, que su calidad de sonido deja bastante que desear. Y es que, literalmente no tienen espacio para poder integrar unos altavoces de calidad, por lo que en este aspecto hay poco que hacer. Sí, es cierto que los televisores OLED de Sony emiten el sonido a través de la pantalla y la GZ2000 de Panasonic tiene un sistema Dolby Atmos Real. Pero, no nos engañemos.
Análisis Panasonic GZ2000: Rey de reyes
Esta tecnología permite ofrecer unas voces más claras, pero no tienen nada que ver con la calidad que ofrece una barra de sonido o un receptor AV. Y, teniendo en cuenta que podemos comprar una solución más que solvente por menos de 200 euros, la potencia sonora de un televisor es un detalle que vamos a obviar totalmente a la hora de escoger un televisor inteligente. Eso sí, queremos romper una lanza en favor del fabricante japones, ya que nuestra experiencia nos ha demostrado que las Smart TV de Sony son las que mejor calidad auditiva ofrecen.
¿Qué has leído las especificaciones de una Smart TV premium que llega con tecnología Dolby Atmos o icluso DTS:X? Claro que es posible, pero la calidad del sonido que ofrecerá ni se acercará a lo conseguido por una barra de sonido. Y ya no hablemos de un buen sistema de altavoces 5.1 conectados a un receptor AV. ¿Recuerdas la importancia de escoger múltiples opciones de conectividad? Pues es principalmente para que, si en un futuro te compras una nueva barra de sonido, puedas sacarle el máximo partido.