Cuando hicimos el salto del mundo analógico al mundo digital, la conectividad saltó con nosotros: pasamos de necesitar cables analógicos donde podíamos tener problemas de parásitos, ruido o interferencias a otros completamente digitales, donde la información son 0 y 1. Es decir, o llega la información o no llega, no puede transmitirse «mal», con ruido o cortes. Tras el paso del ya difunto SPDIF (conexión óptica y digital), junto a la era HD apareció un nuevo estándar en el mundo de los cables: el HDMI y con él, una nueva compota de términos, protocolos y siglas que a todos nos costó saber en su día para qué diantres se habían concebido. Hoy vamos a intentar dar respuesta a esas preguntas.
Pasando un poco de puntillas sobre las diferentes variantes y versiones de los cables HDMI (1.1, 1.2, 1.4, 2.0, 2.1, etc.), la solución objeto de este artículo, es decir, el ARC (o Audio Return Channel) se lanzó junto al famoso HDMI 1.4, aquel que era necesario tener en la época del Full HD para tener bien cubierto el estándar de la época. Bien, pero…¿para qué sirve el protocolo ARC?
HDMI ARC: Un cable para dominarlos a todos
Como comentábamos, rondaba el año 2007/2008 cuando se hizo necesario plantear un nuevo protocolo unificador: el objetivo era reducir el número de cables a su máxima expresión y que, con un solo cable, el usuario pudiera transmitir audio en los dos sentidos. Podríamos seguir conectando nuestro cable HDMI desde nuestro reproductor o consola hasta nuestro amplificador y así poder escuchar los deseados codecs Dolby Digital, DTS, DTS HD MA, etc., pero la novedad radicaba en que ahora también podíamos oír, con ese único y mismo cable, el sonido de nuestra TV y todo lo que reprodujeramos con ella: la TDT, apps, contenido desde el USB de la TV, de Netflix, etc. Pasamos de tener varios cables para varias cosas, a tener un solo cable que sirviera para todos.
En este ejemplo gráfico podréis entenderlo mucho mejor. Si antes necesitábamos de un cable HDMI conectado de la consola/reproductor hasta un amplificador, de éste, otro hasta la TV y luego además un cable óptico o coaxial (SPDIF) desde la TV al amplificador, ahora todo eso quedaba atrás y nos quedábamos con dos cables: el HDMI de salida y el de entrada (ARC) la TV:
¿Entonces perfecto, no? Ya podemos reproducir cualquier cosa desde la TV y con nuestro HDMI ARC ya podemos escuchar la TDT en nuestro 5.1 con el super amplificador del salón e incluso ver películas de Netflix o contenido en nuestro disco duro con audios HD o Dolby Atmos…pues no, esto último es imposible dada la naturaleza «simplista» en la que fue creada ARC: en el 2007 las TV no se usaban como reproductor, no eran Smart TV ni tenían apps con las que reproducir contenido y mucho menos con calidades sin pérdida como DTS HD MA, True HD o Dolby Atmos. Y ahí es donde hace su aparición el nuevo protocolo: eARC.
HDMI eARC: Bienvenidos a la era UHD
Como decíamos en el párrafo anterior, en 2007 no existían TV con Smart TV ni mucho menos al nivel de las de hoy en día. Con la llegada de la nueva era UHD/4K, se hizo patente que el protocolo ARC se había quedado anticuado: era necesario uno nuevo que pudiera transportar por el mismo cable, audios HD y Dolby Atmos. Con ese finalidad en la cabeza, nació eARC (extended Audio Return Channel). Un protocolo que tiene las mismas ventajas que el viejo ARC (simplificación en un solo cable, poder escuchar la TV en el amplificador, escuchar el audio de las apps y todo lo que salga de la TV, etc.) pero sin sus desventajas (limitación de audio solo a Dolby Digital, Dolby Digital+ y DTS). Con eARC, por tanto, podremos escuchar nuestros audios DTS HD MA, TrueHD, DTS:X y Dolby Atmos bien sea usando reproductores externos como usando la TV como propio reproductor (Netflix, Amazon Prime Video, Plex, USB, etc).
Como todo, tiene un precio a pagar. En el caso del eARC es que ni los conectores, ni los cables, ni las TV, ni los reproductores ni los amplificadores con cable HDMI 2.0 nos sirven. Es necesario que cuenten con el nuevo y puntero protocolo HDMI 2.1, este es es el estándar que admite el nuevo eARC. No obstante, en el bypass entre 2018 y 2019, hemos visto como algunos fabricantes como Sony (en su flamante Sony AF9) o Denon y Marantz (en varios de sus amplificadores de gama alta) han podido meter esta característica propia del HDMI 2.1, usando conectores 2.0. Pero no es lo normal, es algo raro y son unas pocas excepciones que dado que fueron lanzados más tarde del año natural del 2018, los fabricantes pudieron añadir algunos co-procesadores extras destinados a esta función.
Y es que claro: si necesitamos un nuevo conector HDMI 2.1 (o 2.0 «mejorado«) para poder disfrutar del eARC, toda la cadena deberá serlo o no podremos disfrutar de él. Es decir, necesitaremos que el reproductor, amplificador, cable y la propia TV admitan eARC contando con un puerto HDMI 2.1 para poder escuchar esos formatos sin compresión en nuestro amplificador. ¿Merece la pena el desembolso? Esa pregunta es muy variable y dependiendo del uso que le deis a la televisión, tendrá una respuesta u otra. Si usáis la TV como reproductor, tanto en red como por USB para reproducir películas 4K UHD con formatos de audio avanzados como DTS HD MA, TrueHD o Dolby Atmos la respuesta será afirmativa. Si usáis la TV para consumir contenido TDT o similares, o si no disponéis de un equipo de audio o barra de sonido y solo cuentas con un reproductor de contenidos , desde luego que el desembolso no merecerá la pena.
S/PDIF o conexión óptica
Estas son las características más representativas de los protocolos HDMI ARC y HMDI eARC y sus principales diferencias, aunque si no disponemos de ninguna de estas opciones a la hora de pasar el audio a nuestro televisor, una antigua conexión digital conocida nos puede solventar nuestro problema, hablamos de S/PDIF, una conexión que suele ser del tipo óptico o coaxial y con la que muchos de nuestros televisores cuentan, la salida de nuestro televisor S/PDIF (Formato de Interfaz Digital Sony/Philips) o también llamada «Óptica» nos permite poder llevar el audio desde nuestro televisor a nuestros altavoces o barra de sonido, aunque lamentablemente no soporta formatos tan avanzados (Dolby Digital +, DTS HD MA, Dolby Atmos) como los que permite ARC y eARC, en el caso de S/PDIF podremos pasar el audio siempre que sea en uno de estos formatos PCM 2Channel, LPCM 5.1, Dolby 2.0, Dolby Digital 5.1, y DTS 5.1, además de esto deberemos recordar que necesitaremos un un cable adicional más, optico o coaxial detrás de nuestro televisor.