La lucha contra la piratería en la industria del entretenimiento ha dado un paso significativo con la creciente influencia de la Alliance for Creativity and Entertainment (ACE). Formada en 2017 por los principales estudios de Hollywood y compañías de televisión, ACE ha visto aumentar su membresía de 30 a más de 50 empresas. Según The New York Times, esta alianza ha manejado miles de casos desde su creación, y actualmente gestiona tantos casos semanalmente como antes se manejaban anualmente. Desde 2019, el número de sitios de streaming ilegal en América del Norte ha disminuido de 1400 a casi 200.
Los logros de ACE no se limitan a la reducción del número de sitios piratas. Han conseguido cerrar más de 1000 sitios de streaming ilegal, lo que demuestra la efectividad de sus estrategias. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, el número de visitantes a sitios que ofrecen contenido de video ilegal ha aumentado un 12% entre 2019 y 2023, alcanzando los 141 mil millones de visitas anuales en todo el mundo, según Muso, una firma que monitorea sitios piratas.
La piratería ha evolucionado desde los días de la venta de DVDs falsificados en las esquinas de las calles. Hoy en día, se trata de un crimen organizado global. «Los que roban nuestras películas y series de televisión también están involucrados en la trata de personas, el lavado de dinero y todos los males de la sociedad», afirmó Charles H. Rivkin, presidente y director ejecutivo de la Motion Picture Association.
Desafíos globales y estrategias internacionales
Con el tiempo, los líderes de las redes de piratería han comenzado a trasladarse al extranjero, complicando aún más la lucha contra ellos. Para abordar este desafío, ACE ha contratado a Larissa L. Knapp, una veterana del FBI con 27 años de experiencia, para perseguir a estos delincuentes tanto a nivel nacional como internacional. «Los malos se han ido a otros lugares donde es más difícil para nosotros porque el estado de derecho no es tan fuerte», agregó Rivkin. De hecho, los tres principales sitios wes de piratería en inglés están ubicados en Vietnam.
La rapidez con la que los sitios piratas pueden descargar películas de servicios de streaming conocidos es alarmante. Esto permite que nuevos servicios de streaming ilegales surjan rápidamente cuando otros son cerrados. ACE ha identificado esta capacidad como un obstáculo significativo en su lucha contra la piratería.
Para enfrentar estos desafíos, ACE ha solicitado a las autoridades en Estados Unidos que les proporcionen herramientas para bloquear sitios a través de proveedores de Internet, siempre que un juez lo autorice. Más de 60 países ya tienen un sistema similar en funcionamiento, lo que muestra una tendencia global hacia la implementación de medidas más estrictas contra la piratería.
La controversia de la piratería sobre el bloqueo de sitios
La propuesta de ACE para implementar herramientas de bloqueo de sitios en los Estados Unidos ha encontrado oposición significativa. La Computer and Communications Industry Association, que cuenta con miembros prominentes como Amazon, Apple, Meta y Google, ha expresado sus preocupaciones. Argumentan que las herramientas de bloqueo de sitios podrían ser mal utilizadas para restringir la libertad de expresión.
La situación es especialmente compleja para Amazon y Apple, ya que, aunque son miembros de la ACE a través de Prime Video y Apple TV+, también forman parte de la asociación que se opone a la propuesta de bloqueo de sitios. Este doble rol refleja las tensiones internas dentro de la industria tecnológica y del entretenimiento en cuanto a cómo abordar la piratería sin comprometer los principios fundamentales de la libertad en internet.
El debate sobre el uso de herramientas de bloqueo de sitios en Estados Unidos está lejos de resolverse. Mientras ACE continúa presionando para obtener estas herramientas, la oposición persiste en sus preocupaciones sobre los posibles abusos y las implicaciones para la libertad de expresión. La batalla contra la piratería sigue siendo un campo complejo y en constante evolución, con actores clave en ambos lados del debate buscando soluciones que equilibren la protección del contenido creativo y los derechos fundamentales de los usuarios de internet.