Ian McKellen lleva casi 60 años trabajando en la industria del cine, el teatro y la televisión; a día de hoy, papeles como Gandalf en ‘El señor de los anillos’ y ‘El hobbit’, Erik Lehnsherr (Magneto) en ‘X-Men’ o Cogsworth en el live-action de ‘La bella y la bestia’ le han convertido en uno de los actores más queridos por el público. Cumplidos ya los 85 años, McKellen no tiene ninguna intención de jubilarse: «seguiré, mientras las piernas y los pulmones y la mente sigan funcionando«.
Muchos temieron por la vida del actor cuando el pasado junio, en medio de una representación teatral, el británico se cayera del escenario y se rompiera varios huesos. McKellen interpretaba a John Falstaff en una obra llamada ‘Player Kings’ firmada por Noël Coward, una adaptación que aúna las dos ‘Enrique IV’ que escribiera Shakespeare originalmente.
El octogenario actor ha dicho a la BBC que planea continuar trabajando, pero que la recuperación del accidente le está obligando a bajar el ritmo. La caída hizo que se rompiera la muñeca y se quebrara una vértebra; aunque las secuelas físicas no han dejado mayor mella en él, el actor admite que su estabilidad emocional se ha visto mermada a raíz del accidente.
«Físicamente, estoy recuperado. Me rompí la muñeca, que es lo que le pasa a cualquier niño que se cae de la bici, y todo eso ya ha pasado. Me quebré una vertebrita. Me fui del teatro con algunos moratones pero no me han quedado dolores (…) Con lo que tengo que lidiar ahora es con las consecuencias emocionales… Creo que hay algo dentro de mi que se tiene que calmar. Pero me encuentro bien».
Tanto McKellen como el público asistente pensaron que su carrera había terminado en el momento en el que se precipitó al vacío: «me dije a mi mismo, mientras bajaba del escenario, ‘Esto es el final’. Aparentemente, grité ‘Mi cuello está roto, me estoy muriendo’; yo no me acuerdo de eso. Había mucho que me rondaba la cabeza en ese momento».
Tenemos McKellen para rato: Gandalf volverá en ‘La búsqueda de Gollum’
El actor, que nunca se ha llevado a casa un Óscar, ha visto algunos de los mejores momentos de su carrera de mano del mundo de fantasía de Tolkien. El rol de Gandalf le consiguió su segunda nominación a los premios de la Academia, dos nominaciones a los BAFTA y cuatro nominaciones (entre ellas, dos victorias) a los premios del Sindicato de Actores (SAG).
Así, aunque el camino no siempre fue fácil (McKellen ha comentado en más de una ocasión lo difícil que le resultó actuar delante de cromas e intercambiar líneas con salas vacías, dado el alcance exhaustivo de los efectos especiales que vemos, sobre todo, en ‘El hobbit’), Gandalf es sin duda alguna uno de los papeles que el británico más atesora.
«El entusiasmo por ‘El señor de los anillos’ no parece disiparse nunca. A lo mejor vuelvo a interpretar a Gandalf, y todo (…) No puedo deciros nada más. A mi me han dicho que habrá más películas, que Gandalf saldrá en ellas y que esperan que yo lo interprete. ¿Cuándo? No lo sé. ¿Cuál será el guion? No está escrito todavía. Ya pueden darse prisa».
Con hasta 136 apariciones acreditadas entre el cine y la televisión (a las que hay que sumar su extensísimo cuerpo de trabajo sobre las tablas), Ian McKellen es todo un icono cultural.
Condecorado con la Orden del Imperio Británico en 1979 y, doce años más tarde, ordenado Caballero por la reina Isabel II, este actor es un verdadero tesoro internacional, un poder de la naturaleza cuya carrera artística no se detiene por nada del mundo.