Si había otro fabricante mundial de paneles OLED que no fuera coreano (Samsung y LG), ese era la asociación JOLED (Japan Organic Light Emitting Diode), una joint-venture creada por Sony y Panasonic para crear sus propios paneles OLED y librarse así de tener que comprarlos a terceros, como las coreanas Samsung y LG. Todo parecía ir viento en popa, uniéndose más marcas y empresas potentes como la china TCL al proyecto y con prototipos de hasta 55 pulgadas ya en camino y mediante la novedosa técnica de inyección por tinta. Y hoy, Nikkei informaba que la empresa entraba en quiebra técnica. ¿Qué ha pasado?
JOLED: un poco de historia del fabricante japonés de paneles OLED
JOLED, una empresa nacida ya hace 8 años y liderada por Panasonic, Sony y el fondo público japonés (INCJ) con la idea de liderar la fabricación de paneles OLED de pequeño tamaño que hasta el momento habían dejado de lado los principales fabricantes como LG y (ahora) Samsung. Aunque su idea siempre fue seguir desarrollando modelos de OLED impresos de mayor tamaño, para evitar así depender de las empresas coreanas.
Precisamente a esta asociación se unió TCL en el 2020, con la idea de expandir el desarrollo de los nuevos OLED impresos por tinta, con más de un prototipo ya funcional de tamaños de hasta 55 pulgadas. Pero la cosa no acaba ahí, ya que JOLED llegó a un acuerdo LG para que los nuevos monitores OLED Pro de la marca utilizaran los paneles RGB JOLED, aunque finalmente no llegó a buen puerto ya que la marca coreana desarrolló sus propios paneles de tamaños más pequeños en estos últimos años.
Por otro lado, JOLED pese al rechazo final de LG, consiguió dos clientes de primer nivel: Eizo, ASUS y otras marcas se convirtieron en los mejores clientes que podía esperar la marca japonesa, incorporando así finalmente los paneles producidas por ésta en sus líneas de monitores profesionales…hasta ahora.
JOLED quiebra, así ha caído el fabricante japonés ideado por Panasonic y Sony para competir con LG
Lógicamente y tras la noticia de que la empresa se declaraba en quiebra, nadie sabe a ciencia cierta que pasará a continuación. Los únicos datos que sabemos es que su deuda asciende a día de hoy a una cifra completamente impagable (33.700 millones de yenes – unos 257 millones de dólares- ya que no dispone de más inversores potentes que aporten liquidez ni tampoco generan beneficio suficiente para cubrir la deuda existente.
La matriz, la joint-venture japonesa más grande de fabricantes de pantalla de todo tipo (donde encontramos a Hitachi, Sony, Panasonic, Toshiba o Sharp) se encargará de todo el equipo de tecnología de JOLED (incluyendo impresoras, PCB, diseños, propiedad intelectual, etc.), aunque las dos fábricas que tiene actualmente la empresa en Japón cerrarán así como sus casi 300 empleados serán despedidos.
Sobre el suministro de paneles OLED producidos por JOLED, tampoco se sabe exactamente que pasará con ellos ni con los productos finalizados que cuenten con esta tecnología, como los monitores profesionales de LG, Eizo, Asus y otros sean descontinuados. No sabemos que ocurrirá en caso de un fallo durante la garantía, pero probablemente estas marcas acudan a LG para el suministro de paneles nuevos.
Una de las más afectadas es TCL, que apostó por JOLED hace un par de años y, según contaba la propia marca, no tardaríamos en ver en el mercado. De hecho se rumoreó que se iba a ver un prototipo en el CES, aunque finalmente no ocurrió (tampoco con el supuesto televisor TCL con panel QD-OLED), algo que quizá tenga que ver con esta quiebra. Toca esperar.
JOLED nunca logró su objetivo de disputarle el terreno a los dos grandes fabricantes coreanos (LG Display y Samsung Display). La compañía se vio muy afectada por el bloqueo del COVID-19, pero es probable que el hecho de que LG Display y Samsung Display hayan comenzado recientemente la producción en masa de paneles OLED de tamaño mediano para monitores también haya afectado muy negativamente a JOLED.